Volvamos al Antro Español

Domingo 21 de abril de 2019

Fue un acierto de Eudel el recordar el cuarenta aniversario de las primeras elecciones municipales tras la larga dictadura. En un país con poca memoria institucional, reconocer el trabajo de los demás no suele ser lo usual. Honrar, honra. Verles a aquellos veteranos, los que quedan, siendo protagonistas del aplauso de los presentes, después de haber sido los limpiadores de tantísima suciedad acumulada durante el franqusimo, fue muy importante. Gentes que se enfrentaron a ayuntamientos con olor a batracio muerto, sin medios, sin la menor experiencia, con una ETA que en 1980 mató a una persona cada tres días, y con una HB que quería en cada pleno obstruirlo todo con su irracional contrapoder, es de gente vocacional, palabra hoy de poco uso. No se dan cuenta los que escatiman reconocer el trabajo de los veteranos, que a ellos, les pasará lo mismo, porque la juventud desaparece y arrastrarán los pies y les temblarán las manos, como a nuestros meritorios ediles. Ojalá volviéramos a recuperar el respeto a los ancianos y a la gente de bien. Dicen que las sociedades funcionan cuando los ancianos plantan árboles sabiendo que no van a estar bajo su sombra.

Y es que el año 1979 fue un año clave. Fue el de la aprobación en referéndum del estatuto de Gernika, elecciones municipales y generales, como ahora, en un mes, de la ausencia del PSOE en el Aberri Eguna tras años celebrándolo, del regreso del Lehendakari Leizaola y de la lucha parlamentaria en Madrid. Xabier Arzalluz, entonces portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, en Sukarrieta y ante la tumba vacía de Sabino Arana, decía en noviembre de ese año:

“El triunfo de Sabino no se limita a los textos jurídicos. Tres diputados generales, tres alcaldes de capital y la gran mayoría de los municipios de Euzkadi están presididos por jelkides del partido de Sabino. Su partido es el más fuerte. Su idea está presente por medio de sendos grupos parlamentarios en el Congreso y Senado de Madrid. Sus postulados fundamentales de nación, territorio, bandera, himno y lengua se han impuesto como realidades consumadas en el interior de Euzkadi y reconocidas fuera de su ámbito. Estos son los triunfos de Sabino. Des¬pués de setenta y seis años. Que no son sino un soplo en la historia de un pueblo milenario.

Y de cara al futuro, la posibilidad jurídica de ir haciendo efectivos los derechos que al pueblo vasco «como tal» le corresponden en virtud de su historia. Falta mucho por hacer realidad el sueño de Sabino. Pero lo fundamental está hecho. Las bases están marcadas. El resto depende de nosotros. Sabino Arana sentó las bases con su enunciado “Euzkadi es la Patria de los Vascos”.

Eso fue dicho en 1979.Enaltecía a Sabino como creador del nacionalismo y señalando que éste no había nacido en 1960 con Txillardegi, Julen Madariaga o Benito del Valle como se pretende ahora desconociendo todo el inmenso trabajo desarrollado por el PNV. Han pasado cuarenta años. El EAJ-PNV posiblemente, recuperará el 28 de abril los seis diputados que tenía antes de su división en 1986 y mantendrá el esquema de presencia en Diputaciones y Ayuntamientos en igualdad a lo dicho por Arzalluz porque por sobre todo tiene tras si una obra colosal que si no somos capaces de valorarla nosotros ,no lo hará nadie. Recuperar el Concierto para Gipuzkoa y Bizkaia, lograr un magnífico estatuto que está sin cumplir “porque es demasiado bueno y si se cumple los catalanes piden lo mismo y se rompe España”, como dicen en cualquier negociación, y todo eso hecho con paso de buey, ojo de halcón, diente de lobo y a veces cara de bobo. Hecho con mucha constancia, paciencia, mirada larga, sentido de la jugada y aguantar que se está en Madrid traicionado la Patria Vasca y con solo cuatro lentejitas en el plato.

En 1986 fuimos a Madrid con este lema ”Presencia y Fuerza de Euzkadi en Madrid”. Nuestro eje de actuación ha sido siempre el mismo. Recuerdo cuando en noviembre de 1990 fue Jon Idigoras al Congreso en viaje de 24 horas a montarle una bronca a Felipe González Tras su intervención, estaba en la última fila siendo el centro de una tensión que cortaba la respiración. .Y fui donde él a saludarle. ”Iñaki, deja este antro. Estar aquí no sirve para nada. La política hay que hacerla en Euzkadi” me dijo con contundencia poniendo un rictus en una cara donde sobresalían sus bigotes chorreados.”. ”Te equivocas Jon. Si queréis ser algo en Euzkadi terminareis viniendo aquí. El lehendakari Aguirre decía que si nos invitan a un congreso de bomberos, hay que ir. Y más aquí donde todas las leyes afectan a Euzkadi. Cada alubia vasca se cuece aquí”. ”Si, pero estos no son bomberos, son pirómanos”, me contestó. Aquello fue un poco sicodélico como sicodélico es, no solo que ahora los herederos de aquella HB acudan con todos los hierros a ese mismo antro, sino que pretendan darnos lecciones políticas ,a un partido que actúa en Madrid como Grupo Vasco y que lleva en el Congreso desde 1917,diciéndonos como hay que negociar en aquel ”antro español”, cuando acaban de votar en contra de los presupuestos de Sánchez ,consideran que la expresión “matar fue injusto” es impronunciable o envían un telegrama de felicitación a Trump y van a la toma de posesión de un sátrapa como Maduro.

Siempre recuerdo lo que nos contaba Irujo que le hizo a Areilza cuando éste, después de haber sido un franquista redomado, daba clases a los exiliados sobre como tenía que ser la transición. Sacó fotocopias a su ominoso discurso de julio de 1937, lo repartió, y dijo aquello de “los conversos ¡a la cola¡” O coloquialmente hay que decirle a Otegi y sus profesores de democracia aquello de “!Tarde piaste Pajarito!”, sin dejar de reconocer que tienen todo el derecho a rectificar pues solo cuando lo hacen, aciertan.

Arnaldo Otegi, mientras el PNV se fajaba en 1979 por un estatuto de diez, seguridad social incluida, formaba parte del comando que secuestró a Luis Abaitua, director de la fábrica Michelín de Vitoria-Gasteiz. Mientras el PNV estaba en la verdadera construcción nacional, ellos estaban centrados en su destrucción. Por eso hay que decirles que son bienvenidos a casa pero que lecciones, las justas, sobre todo cuando nos dicen que lo primero que van a hacer será plantear el reconocimiento del derecho de autodeterminación, planteado hace 42 años por Ortzi como gran mantra. Me recuerda un cuento en el que unos conejos se quejaban de que por la noche las aves rapaces les cazaban y uno de ellos apuntó la solución: hagamos que nos salgan plumas a las noches y nos dejarán en paz, pero cuando la asamblea le preguntó cómo hacer eso contestó: ”Ah, no lo sé, yo soy un estratega, no un táctico”.

Otegi tiene todo el derecho a jugar a ser determinante como dice, pero para eso debería abandonar el vértigo que le da pactar, algo inherente a la democracia. Pactar no es cambiar cromos, ni mercadear, sino hacer, por ejemplo, lo que hicimos en 1996 con Aznar y conseguir entre otras cuestiones la creación de Euskaltel que ahora resulta que es la joya de la corona, cuando denigraron contra ese acuerdo lo que no está escrito. Incluso el coordinador en su día de la Kale Borroka, Iker Casanova, está tan irritado por la compra de acciones de Zegona que va a someter al Gobierno Vasco a un tercer grado ante esta nueva situación. Haría mejor en condenar a Eta como se lo pide cada sábado Eneko Andueza en Radio Euzkadi cuando Casanova le solicita condene el Gal y el socialista lo hace, pero Casanova curiosamente calla vergonzosamente ante ETA. Por cierto Arzalluz fue a la sede de Génova 13,no se le cayó ningún anillo, y siguió siendo el líder del nacionalismo vasco ,pero para eso hace falta tener cuajo e ideas claras en el liderazgo.

Y, finalmente, no estaría nada mal que se homologaran como demócratas en la defensa de todos los derechos humanos. Fue penosa la superbronca de Julen Arzuaga en el Parlamento Vasco a Jusapol, pero eso no tiene el menor valor político sino hace lo mismo con los crímenes y abusos de ETA. Esa ley del embudo moral no es de recibo en democracia. Y todavía siguen sin darse cuenta de algo tan elemental.

En Navarra Geroa Bai ha querido hacer candidaturas conjuntas para el Congreso y el Senado, lográndolo en el Senado pero no así en el Congreso donde lo que le importa a Bildu es sacar su marca. Está en su derecho pero que no venga Matutes hablando de superioridades morales. Cuando superen la adolescencia se podrán hacer candidaturas conjuntas en toda Euzkadi, pactando las discrepancias y actuando con madurez en beneficio de ir fortaleciendo nuestro poder político. Mientras solo cabe darles la bienvenida a un trabajo de hormiga de cuarenta años y cuando se pongan arrogantes recordarles aquello de :¡¡Tarde Piaste Pajarito!!.

El primer Aberri Eguna fue un bombazo

Sábado 20 de abril de 2019

Victor Errea escribía en Euzko Deya de Buenos Aires. En pleno exilio escribió este artículo sobre el primer Aberri Eguna de la historia en 1932. Vale la pena traerlo a este 2019 desde 1932, cuando el Partido Nacionalista Vasco organizó el primer día de la Patria.

“Transcurrieron los años del régimen dictatorial del general Primo de Rivera en España. La segunda República española estaba dando sus primeros pasos y ensayaba sus sistemas y doctrinas. Se percibía el rumor multiforme de la España plurinacional, que buscaba afanosamente nuevo curso pa¬ra su vida, como el torrente que pugna hacia la inmensidad del océano por entre obstáculos. El hecho de la República, tan sencillo en su presentación mostraba ya en aquellos días toda su varia entraña. Un ser multitudinario ha-bíase incorporado y echado a andar. También nuestro aheorrojado pueblo vasco se reincorporaba y buscaba su camino después del paréntesis de ocho años. Su cau¬dal vital había permanecido apri¬sionado por el aparato coercitivo, pero en manera alguna había muerto.

Subsistía, presto siempre a reanudar la canción de la vida y esperanza, y el sentimiento vasco pudo al fin salir al aire libre. Era la Pascua de Resurrección de 1932. El Partido Nacionalista Vasco organizó el primer día de la Patria (Aberri-Eguna). Los hombres de la España de Primo de Rivera, de la España monárquica de Femando, Cisneros y Godoy, pudieron pensar que la idea de la restauración de la nacionalidad vasca había perecido durante aquellos años en los que quedaron proscritas todas sus manifestaciones explícitas y aun aquellas que respondían al mismo postulado implícitamente. Su sorpresa fue sin duda, muy grande cuando comprobaron que aquella idea del renacer euzkadiano movía de pronto a miles y miles de hijos de Euzkadi. A su conjuro, cien mil vascos de todas las comarcas dejaban la laya, el arado, la sierra, el remo y el martillo, ataban las barcas en los puertos, abandonaban, por un día grande y señalado, las herramientas de trabajo y los escritorios en las villas y se trasladaban a Bilbao, para hacer pública su fe en los destinos de un pueblo. Los trenes, los autos y los autobuses iban volcando la muchedumbre incesantemente. Inesperada revelación: Durante los años de dictadura, el sentimiento vasco había ganado en profundidad y en extensión en el espíritu del país. Con toda la organización paralizada en el curso de ocho años, apenas se dio libertad a la inspiración popular, se producía un espectáculo de tal magnitud que solamente podía concebirse como consecuencia de una larguísima y empeñada preparación.

La ciudad contemplaba impresionada, a los cien mil vascos conscientes de su nacionalidad que desfilaban por sus calles. El espíritu de Cisneros y de Godoy atisbaba desde detrás de balcones y ventanas entornadas en un gesto entre despectivo y medroso. Algún, Villalba en potencia, en la imposibilidad de manejar el rayo que incendia y destruye, llamaba, oficioso a Madrid. Y al atardecer, en el despacho del representante del Gobierno español sonaba el timbre del teléfono perentoriamente. La voz del ministro de Gobernación llegaba desde el otro extremo del hilo:

—¿Qué ocurre ahí? ¡Me han informado que hay cien mil vascos por las calles! ¿Es eso cierto?

—Es cierto, sí señor —contestaba el Gobernador Calviño.

—¿Autorizó usted esa manifestación?

—Sí, señor ministro.

—¿Sabe usted lo que supone una manifestación de cien mil personas?

—Sí señor ministro. Puede suponer muchas cosas.

Desde el punto de vista del ministro, cien mil personas desfilando por las calles de una población de menos de doscientos mil habitante, eran tanto como una perturbación fatal del orden público, el peligro cierto de una imponente algarada.

—Tranquilícese señor ministro —decía el gobernador—. El orden público no se ha alterado en lo más mínimo.

Los cien mil vascos demócratas congregados aquel inolvidable día respondían fielmente a la vieja y arraigada civilidad. No era la algarabía de unas ideas desordenadas y de unas tendencias confusas y exacerbadas, sino el sentimiento sereno y firme de un pueblo lo que en aquella jornada, se paseó por las calles de la villa de Bilbao.

Habíase ondeado la bandera vasca y el pueblo hacía acto de presencia, daba fe de sí mismo, enalteciendo la memoria del gran Sabino de Arana. Eso era todo. Sencillo y grandioso. Esperaba el pueblo la voz que le requiriese para reanudar el camino. Y el pueblo acudía a la llamada desde los caseríos, las fábricas, de los puertos de la costa, de las antiguas re¬públicas, de las villas y los baserris.

—No ha pasado ni pasará nada —tranquilizaba el gobernador civil a su superior jerárquico— alarmado intencionadamente por los que habían confiado en un letargo definitivo del espíritu nacional de Euzkadi.

Pero había ocurrido algo trascendental, algo profundo: que un pueblo habíase puesto en pie consciente de su legado histórico; que el sentimiento de ese pueblo no había perecido en la larga represión de que fue objeto. La prueba fue excepcionalmente dura y estaba salvada. En la nueva era política que se iniciaba en España, reaparecía así netamente, en toda su profundidad, el hecho vital del pueblo vasco . Los cien mil vascos congregados en Bilbao en virtud de un simple requerimiento, acababan de decir al régimen naciente con la inmensa elocuencia de aquel acto tan espontáneo: Estamos aquí. Somos un derecho, somos una historia, somos un anhelo legítimo. Una ficción se hubiera desvanecido en el transcurso de estos ocho años de dictadura de Primo de Rivera y habría sido imposible rehacerla de pronto, apenas terminado el período de opresión. Constituimos algo permanente. Nuestro desfile ordenado por esas calles, nuestra actitud, han sido labrados con los jugos de un pueblo que supo ser demócrata sin sectarismos y que entendió la nobleza del hombre con un sentido universal. No gritamos ni gesticulamos. Hemos obrado sencillamente, sin desmesuramientos. Nos hemos reunido hoy para decir sencillamente que estamos aquí. Creemos es decir bastante en estos momentos que quieren ser nuevos y renovables y justicieros.

Bruselas se inspira un plan europeo de la CAV y Navarra – Acabar con la unanimidad

Viernes 19 de abril de 2019

La Comisaria europea de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión Marianne Thyssen ha informado que Bruselas prepara un plan de acción para financiar actividades de desarrollo sostenible que se inspira en una resolución sobre participación de los trabajadores en las empresas aprobada por unanimidad en los parlamentos de Euzkadi y Navarra. La información, que subraya que la Comisión es “muy consciente de las políticas locales de apoyo a los modelos de empresa participativos” se incluye en la respuesta a una iniciativa que le planteó la eurodiputada jeltzale Izaskun Bilbao Barandica.

La Eurodiputada vasca preparó esta pregunta tras unas jornadas celebradas el pasado mes de febrero en el Parlamento Europeo en torno a modelos de participación de los trabajadores en las empresas a la que asistió una nutrida representación de agentes privados e institucionales vascas . Los participantes reivindicaban un plan europeo para promover esta faceta de desarrollo de la economía social. Izaskun Bilbao Barandica, de la mano de los participantes en aquel seminario se interesó por los planes que a este respecto baraja la Comisión Europea.

En la iniciativa que ha dado lugar a esta respuesta se recordaba la resolución aprobada por unanimidad por los parlamentos de Euzkadi y Navarra “para impulsar un modelo inclusivo-participativo de empresa”. Se destacaba que “la propuesta se ha diseñado sobre la base de la experiencia cooperativa vasca y el diálogo entre sindicalistas veteranos y empresarios de éxito” y se precisaba que el objetivo de la misma era propiciar un tejido empresarial que compitiese “por calidad e innovación con base en las personas”.

Tras destacar que esta resolución “apuesta por promover sistemas participativos de gestión en las empresas, actividades de formación en gestión empresarial dirigidas a delegados sindicales y la participación de los trabajadores en los resultados”, recordaba que “pide apoyo público para incorporar a los trabajadores en el capital, identificar las mejores prácticas en políticas fiscales orientadas a fomentar la participación en propiedad y resultados”. Además detallaba que aboga por implantar “un método para evaluar la implantación del modelo propuesto, desarrollar campañas de sensibilización dirigidas a empresarios y trabajadores, prestigiar a las empresas que destaquen en su implantación y crear un Registro de Empresas Participadas para dar seguridad jurídica a las medidas que se arbitren en su promoción”.

Marianne Thyssen la Comisaria belga encargada de asuntos sociales, empleo e integración informa esta mañana en su respuesta que el gobierno comunitario está preparando “una posible acción futura, destinada a propiciar un gobierno corporativo sostenible y enmarcada en el «Plan de Acción: Financiar el desarrollo sostenible», (acción 10) que tiene una justificación similar a la de la propuesta del Parlamento vasco, concretamente, la importancia de que las empresas den prioridad al crecimiento sostenible respecto a los resultados a corto plazo, lo que incluye la inversión en investigación y desarrollo”.

La Comisaria Thyssen recalca en su respuesta el compromiso comunitario con “el desarrollo de la economía social, que contribuye en gran medida al crecimiento inteligente, sostenible e integrador de los países de la Unión”. Además especifica que “es muy consciente de las políticas locales en apoyo de los modelos empresariales participativos”.

La responsable comunitaria detalla que estas medidas se enmarcan “en el seno de varias iniciativas puestas en marcha por la Comisión, destinadas a impulsar la participación de los trabajadores en el funcionamiento de las empresas. Los proyectos en curso, por ejemplo, tienen por objeto concienciar a los jóvenes acerca del modelo cooperativo apoyando el desarrollo de cursos de formación adecuados a nivel de enseñanza secundaria o universitaria”.

Es muy estimulante comprobar que la Comisión Europea tiene muy presentes las experiencias locales para preparar sus programas. Y lo es más cuando estos programas se centran en mejorar la gobernanza de las empresas propiciando la participación de los trabajadores en el capital de las mismas o impulsando cualquier tipo de emprendimiento relacionado con la Economía Social, ha valorado Izaskun Bilbao Barandica al conocer el contenido de la respuesta. Es además doblemente satisfactorio comprobar que las consideraciones e iniciativas al respecto que se están adoptando en Euskadi y Navarra están en vanguardia de la Unión Europea y son fuente de inspiración para los programas europeos. Esto es lo que significa construir Europa con Euskadi. Por eso es un honor representar aquí una sociedad tan viva y dinámica como la vasca. Gracias al trabajo de todas y de todos somos referencia en la Unión. Esto es lo significa cuando digo que estamos aquí para construir Europa con Euskadi».

Acabar con unanimidad para aprobar leyes contra la discriminación

Es de destacar que la Comisión Europea (CE) propuso este martes acabar con la norma que exige la unanimidad de todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE) para aprobar leyes que combatan la discriminación por motivos de religión, edad u orientación sexual en el club comunitario.

En su lugar, plantea aplicar la mayoría cualificada, que permitiría sacar adelante las medidas con el apoyo de un 55 por ciento de los Estados miembros (dieciséis de los veintiocho actuales) que representen al menos el 65 % de la población total de la UE.

Bruselas opina que el abandono de la unanimidad «también se podría considerar en el futuro cercano para adoptar recomendaciones en el área de la seguridad social y la protección social de trabajadores».

No obstante, en la rueda de prensa para presentar la iniciativa, la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, destacó que la CE no pretende armonizar los sistemas nacionales de seguridad social y que la mayoría cualificada se aplicará solo a las recomendaciones.

«Para responder al rápido cambio en la sociedad y los mercados laborales, la UE necesitará adoptar decisiones de política social de forma oportuna, flexible y eficiente», indicó en un comunicado el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis.

La mayoría de las leyes en la Unión Europea se aprueba con el visto bueno de los dos colegisladores comunitarios, la Eurocámara y el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros y suele dar luz verde a la legislación por mayoría cualificada.

Sin embargo, en algunas áreas de la política social aún se exige la unanimidad en el Consejo, lo que permite a un solo país vetar una ley.

Además, esas mismas materias están sujetas a procedimientos legislativos especiales en los que el Parlamento Europeo no tiene el mismo poder de decisión que los países.

Es el caso de la discriminación por motivos de género, raza, origen étnico, religión o creencia, discapacidad, edad y orientación sexual.

Sucede lo mismo en las áreas de la seguridad social y la protección social de los trabajadores, con la excepción de las situaciones transfronterizas.

También afecta a las condiciones de trabajo para nacionales de países terceros que residen de forma legal en la UE, la representación y defensa colectiva de los intereses de los trabajadores y empleadores, además de a la protección frente a los despidos, si bien en estos ámbitos Bruselas no cree que sea necesario hacer el cambio en la actualidad.

Apunta que o ya existen leyes al nivel comunitario o, en el caso de la representación y defensa colectiva, la UE no puede aportar valor añadido a los países.

Según el Tratado de la Unión Europea, para poder pasar a la mayoría cualificada, el Consejo Europeo (los jefes de Estado y de Gobierno) debería dar su visto bueno por unanimidad, sin objeciones de los parlamentos nacionales y con el consentimiento de la Eurocámara.

Bruselas recalcó que, debido a la unanimidad, el trato igualitario sin importar la religión, las creencias, la discapacidad, la edad y la orientación sexual no está garantizado al mismo nivel que la protección frente a la discriminación por género o raza.

Agregó que el fin de la unanimidad no supone un cambio en las competencias del club comunitario y las de los Estados miembros.

Además de en las políticas sociales, la CE ya ha planteado acabar con la unanimidad en ámbitos como la fiscalidad.