Martes 10 de septiembre de 2019
Ispaster está muy cerca de Lekeitio. Es un precioso y pequeño pueblo de unos setecientos habitantes, pocos, aunque seguramente es conocido en el mundo entero pues más de mil de sus moradores salieron de sus praderas para aventarse por todo el mundo. Una casa lleva el nombre de Oregón y otra de Nevada pero sus hijos han llegado a América( Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia, Venezuela, etc), Europa, África, Asia y Oceanía en forma de misioneros, pelotaris, chicas de servicio, pastores, obreros, oficinistas, indianos y ahora de estudiantes.
Todo esto fue simbolizado este pasado domingo en un acto muy bien organizado por la Dirección de Centros Vascos del Gobierno para conmemorar el segundo día de la Diáspora. Ya he dicho que no me gusta el nombre griego de la Diáspora, pues ha habido dos tipos de salida: la emigración económica y el exilio político. Nosotros en Venezuela hablábamos del exilio. Que el nombre de Diáspora abarque a los dos nos lo ha impuesto alguien porque es un nombre vinculado al éxodo judío. Y no es lo mismo.
Pero, en fin. Así lo llaman.
Se eligió el día en el que Juan Sebastián Elkano completó aquella proeza de dar la vuelta al mundo. No está mal elegido el día. Pero Elkano no era un navegante de la Diáspora, sino un buen marino de Getaria embarcado en una aventura para conseguir llegar a las Indias por otra ruta. Si le hubieran preguntado a Elkano que le hubiera parecido que su gesta iba a dar nombre a un día de celebración de los vascos mundiales, seguramente hubiera preguntado qué era eso de la Diáspora, pues él era de Getaria.
Abrió la conmemoración la alcaldesa Garbiñe Saenz de Buruaga que no solo lo hizo muy bien sino que nos bailó en el difícil carrejo de la plaza. Me gustó mucho la representación que se hizo bajo los plataneros al abrigo de la parroquia, del ayuntamiento, del batzoki, de los bares, de una casona de indianos abandonada ya que el acto tuvo efectos especiales muy llamativos como meter un rebaño de ovejas, con su perro pastor y su pastor al frente simbolizando a los pastores del Oeste estadounidense, o los irrintzis en las ventanas del pueblo de las chicas que salían del pueblo para ir a servir, o la representación de los partidos de pelota, o el misionero con su maletita de madera y su campana, o las canciones impregnadas de morriña así como la presentación y el discurso del Lehendakari que solo tuvo un fallo al confundir el primer barco que llegó al puerto de La Guaira en julio de 1939, hace ahora ochenta años y que fue el Cuba y no El Habana. Pero fue un buen discurso con una frase redonda ”nos acogieron, tenemos que acogerles”.
La gente estaba contenta, el día acompañó y pude saludar a Gloria Totorikageuna, vasca norteamericana, a quien Erkoreka y yo le hicimos una entrevista para el libro “Somos Vascos”. O Mari e Iker Anzola, nacido en Iparralde, aunque haya vivido toda su vida en Venezuela y trabajado con la industria petrolera, cuyo aita fue comandante del batallón Malato, o a la Consejera de Sanidad Nekane Murga que me presentó a su ama y ésta me dijo que siendo muy niña, mis tías Libe y Miren, le habían llevado en el barco en brazos a Iparralde, recordando a Andima Orueta, jefe de política del diario Euzkadi, novio de mi tía Libe, que fue asesinado en Santander, o a Goiko que trabaja en el Athletic para que las viejas glorias sean tenidas en cuenta, o a Josu Garritz, pelotari, primer delegado en Mexico, tras aprobarse el estatuto de Gernika, del gobierno Ardanza cuyo aita era un heraldista destacado, o a txikito de Bolibar, quien nos dijo que después de la temporada en Miami pasaba siempre por el Centro Vasco de Caracas, acordándose que el saque de honor lo hizo el Presidente de Venezuela Rafaél Caldera, y a tanta gente de bien que preparan el Congreso los primeros días de octubre como Koldo San Sebastián que participó en el diseño de la jornada y allí estaba tocando el atabal.
En 1981 me tocó iniciar esa relación gubernamental en tiempos del Gobierno de Carlos Garaikoetxea editando una revista mensual Euzko Deya, publicaciones como La FEVA, Vascos en Colombia, el Bolívar de los Vascos, los Vascos en Chile, organizar el viaje del Lehendakari a Panamá, Caracas y Bogotá y preparar las bases de lo que hoy lidera Gorka Álvarez que ya prepara el día de la Diáspora del año que viene.
El de este año, todo un éxito difícil de superar. Ispaster es Ispaster.
Zorionak!!!!.
¿Existe para vosotros la Diáspora de los vascos (y vascas) que tuvieron que marcharse por culpa de ETA? Ah, que como a vosotros los nacionalistas no os afectaba y como no consideráis vascos a los que se fueron, no hay nada que recordar. País solo para vosotros.
Estimado Juan. Se habló de una diáspora de 500.000 vascos, es decir, se manipularon los datos, pero aunque hubiese sido solamente uno, ese uno, tendría toda nuestra consideración, porque quien tiene que marcharse del lugar en el que ha nacido, requiere por lo menos un respeto y una consideración. Un saludo. Iñaki