Domingo 15 de marzo de 2020
Esta tercera entrega de la visita a la casona de Cabo Mayor, de nombre “El Bohío” teniendo como cicerone al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla tuvo su punto de emoción cuando traspasamos la puerta de un inmueble muy deteriorado por quince años de abandono. Pensar que allí había estado viviendo el Lehendakari y sus Consejeros en aquella situación tan dramática, con parte de su pueblo por las calles de Santander y a punto de ser invadidos por las fuerzas militares sublevadas y que de allí salió para nunca más volver a la Euzkadi peninsular, emocionaba.
Amablemente el concejal del ayuntamiento junto con el alto funcionario y el guardés nos acompañaron por los tres pisos de la casa, sus estancias, sus balcones con soberbias vistas, y nos contaron la historia previa y posterior a la presencia allí del Lehendakari. Nos dijeron que el millonario, nacido en Filipinas, D .José Rosales propietario del inmueble había sido Director de la Compañía general de Tabacos de Filipinas y en un gran salón recibía a sus contactos y colaboradores. Él había fallecido en Barcelona en 1950.
Es una pena la actual situación de la inmensa Casona. Ojalá la destinen a una acción cultural o incluso a un hotel boutique. Podía llamarse Hotel de “El Lehendakari”. Estoy seguro que más de un vasco le gustaría pernoctar allí. Tampoco estaría nada mal que una de sus salas se destinara a recordar la efemérides. Vimos tanto al ayuntamiento como a Revilla dispuestos a darle un empujón al tema y que ese patrimonio histórico no se pierda.
En las fotografías podemos ver a los Consejeros Aznar y Nardiz en la entrada de la casa aquellos días. A la izquierda, en el garaje, el coche del Lehendakari Aguirre y la fotografía del grupo con el concejal, funcionario y Revilla, así como alguna fotografía de la estancia.
Mañana contaré lo que vimos en el monumento dedicado a las víctimas de un asesino llamado Manuel Neila, muy cerca de la casa y que el Lehendakari denunció.
Es de las pocas ocasiones en que le leo,que da una opinion favorable a un politico ajeno asu formacion.
Pues yo propondría en caso de que se convirtiera en Hotel, el nombre de El Bohio que fué el primer nombre de esta finca.
Pero en el caso de que sea tanto propiedad del Ayto. o del Gobierno de Cantabria ( ésto último lo digo por la P presencia del Sr. Revilla en este reportaje), cosa que desconozco mejor será que se dedique a centro cultural o a algo similar y público.