Elías Amezaga y el Hotel Panamá.

Lunes 25 de octubre de 2021

Nació el 9 de agosto de 1921. Hubiera cumplido cien años. Su familia y sus amigos, lectores y admiradores no quieren que su recuerdo se diluya en la niebla. Hacen bien, porque Elías era un hombre intenso que dejó huella como  escritor, autor teatral, biógrafo, recopilador de datos, y de tantas cosas más. En la plaza Pedro Eguillor se le recuerda con este texto: “Elías Amezaga (1921-2008), escritor, polígrafo y gran bilbaíno”.

Lo fue  así como Ilustre de Bilbao  en la primera edición de esta distinción.

Le conocí más cercanamente  y visité una vez su Torre, llena de libros, a raíz del encargo que le hicimos de escribir una biografía del Lehendakari Agirre. Le gustaban las personas comprometidas y monolíticas. Y además le había cautivado el Lehendakari en una visita que le hizo en su exilio de Paris en la Delegación Vasca de la Rue Singer.

Aquel encargo  lo tomó casi como la obra de su vida aunque pronto se topó con archivos cerrados y protagonistas de aquella relación remisos a dar datos. Pero a pesar de todo y a su feliz terquedad comenzamos a presentar parte de su ingente obra en dos libros de los tiempos de diputado en la República de Aguirre en una rueda de prensa en el Carlton con el Lehendakari Ardanza. Recuerdo que me contó que le fascinó que los diputados vascos se alojaran en el Hotel Panamá en la Gran Vía de Madrid y me dijo que iba a escribir una obrita de teatro con este fondo.

“Mira Iñaki -me decía- ¡que escenario tan magnífico!. En un hotel con nombre tan sugerente se alojan unos vascos con el estatuto de Estella bajo el brazo luchando a brazo partido contra todas las inercias españolas y donde aparecerían desde Prieto a la Pasionaria, pasando por Calvo Sotelo, Monzón y compañía. Lo ambientaría en ese hotel con las reuniones que tendrían aquellos jabatos tras pasarse el día en  el Congreso. Y vamos  a divulgar lo que hicieron como lo hacían ellos en tiempos de la República a base del teatro”.

¡Que pena que no lo pudo hacer!

Afortunadamente su nieto Abraham mantiene la llama del recuerdo de un abuelo tan genial. Ex secretario y autor de la bibliografía de Elías mantiene el fuego sagrado del recuerdo de una existencia que no dejaba indiferente a nadie.

Amezaga escribió sobre los vascos allí donde le daban una oportunidad buscando siempre la huella de algún hijo/a de nuestro pueblo tan poco dado a escribir nada. Para eso estaba Elías. Seguía la pista y como un sabueso la encontraba, la relacionaba y consagraba su existencia. Ahí quedaba y él se acordaba de ella.

Elías Amezaga tiene una biografía de Sabino Arana muy cercana y en “Autores Vascos” recogió  en diez tomos con fichas detalladas los trabajos de más de 12.000 escritores. El esfuerzo diario de nada menos que treinta años.

Ya no hay personas con la vocación de la difusión, de la recopilación, de la puesta en valor de lo vasco como él. Por eso es magnífico se le recuerde y que su memoria continúe. Fue y sigue siendo todo un ejemplo y un referente.

Meteduras de pata

Domingo 24 de octubre de 2021

Ya saben que la monarquía española tiene un protocolo muy estricto. Nada que haga sombra al inviolable. Y la foto es de una recepción en el Palacio Real y cuando Pedro Sánchez y su esposa se pusieron al lado del rey español y de la princesa a dar la mano en amable recibimiento a los invitados a Palacio. Al muy poco llegó el jefe de protocolo, uno de esos chambelanes que saben poco de democracia, les dijo que se fueran de allí y los mandó con el resto de invitados. Sánchez se quedó con cara de tonto. No tiene sangre azul. Para la Casa Real fue una metedura de pata.

No sé si el comienzo de la pérdida de imagen y de votos del candidato de la CDU alemana Armin Laschet para las elecciones alemanas comenzó cuando se viralizaron unas imágenes en las que aparecía riéndose en grupo mientras  el presidente del país, Frank-Walter-Steinmeter expresaba desde el Land afectado por las inundaciones, Renania del Norte Westfalia, su consternación por la catástrofe. Fue un instante, pero destruyó su imagen.

Y es que los políticos en público deben guardar normas de hierro en cuanto a sus emociones que no era el caso de Sarkozy. Según un diario suizo la canciller alemana, Ángela Merkel no soportaba la efusividad de su colega francés que la envolvía a besos y achuchones cada vez que se encontraban en las reuniones internacionales, llegando a pedirle se contuviera. De manera clara ahí había un choque cultural. A Merkel esas efusividades no le hacían la menor gracia y poco le faltó para pedir un burladero portátil en las cumbres internacionales. Que corra el aire. No es como Revilla el tal Sarkozy, ya que el cántabro se iba a la Moncloa con una lata de antxoas, miel y sobaos y con un apellido con claras reminiscencias de embutido.

Hablando de meteduras de pata hay que recordar una que le pasó a Jaime Mayor Oreja. El día era lluvioso, la seguridad, una preocupación constante y la presencia del Papa en Gipuzkoa una circunstancia excepcional. Tal vez por ello Mayor Oreja hizo algo que muy pocas veces repetiría a lo largo de su vida: se puso nervioso y perdió los papeles.En un momento dado su mujer le vio acercarse a ella en estado de gran agitación y confesarle:

■ Isabel ¡No sabes lo que he hecho, no sabes lo que hecho!.

■ ¿Qué has hecho Jaime?

■ Le he besado la mano al general de la Guardia Civil.

Ante la presencia de una multitud de cardenales acompañantes del Papa y la abundancia de autoridades civiles y militares de Euskadi, el delegado del Gobierno, en su precipitación, había confundido en los saludos al general Rodríguez Medel con uno de los purpurados vaticanos y, para estupor del Jefe de la Benemérita, le había besado la mano. Un gesto que repetiría años después con un sacristán de Vejer de la Frontera al que tomó por el cura párroco de la localidad, para mofa, veja y escarnio eternos de cuantos le acompañaban.

Sinceramente esta vivencia no es muy llamativa. Lo llamativo hubiera ido que Mayor Oreja le hubiera besado la mano a un ertzaina. Pero en eso Mayor Oreja nunca se equivocaba.

No lo elige el pueblo pero lo hacen defensor del pueblo

Sábado 23 de octubre de 2021

El reparto a dos manos, con algún toque de Podemos, de los nombramientos para cubrir puestos de varias instituciones del estado español llama la atención  por la grosera manera de cómo se ha  hecho.

Entiendo que la soberanía está en las Cortes, que tiene que haber alguien que proponga y negocie, que las elecciones personales no surgen de la nada, pero ¿se tenía que haber hecho de forma obscena?. Solo faltó verlos negociar en un cuarto cerrado, lleno de humo y con dos vasos de whisky encima de la mesa.

No sé si es mejor que los jueces elijan a los jueces. Siempre habrá jueces carcas y jueces progres y si además endogámicamente se eligen entre ellos, mala cosa. O como en Estados Unidos que en el caso de los fiscales es de elección popular. No me parece muy adecuado someter a elección el carácter del fiscal a la hora de aplicación de la ley.

No debe haber fórmula santa donde la mano de los partidos no esté de por medio. De partidos o de ideología.

Lo que sí me parece más cuestionable es haber elegido a un señor que presentado dos veces a las elecciones para la Comunidad de Madrid en la última de ellas pasa de primera fuerza a tercera por la sencilla razón que lo suyo no era trabajar ni hacer oposición como Ángel Gabilondo. Iba a su escaño y las preguntas y la oposición la hacía la portavoz de Más Madrid, que ha quedado en segunda fuerza. A él no le gustaba ser oposición. O en el gobierno o nada.

Bien es verdad que es mil veces mejor que Enrique Mugica, propuesto por Aznar a Zapatero, uno de los responsables del enfrentamiento catalán.

En fin. Hay gentes que nacieron para representarnos, dirigirnos, andar en coche oficial pero sin currárselo ni merecerlo. Es el caso de este caballero  Gabilondo  que  prefirió Madrid a Donosti y que siendo hijo de gudari no tiene ni pajolera idea de la historia de Euzkadi. Lo suyo es la metafísica, pero  también lo concreto del cargo .Que se le va  a hacer. Es lo que hay.

Cosas veredes Sancho.