Miércoles 31 de diciembre de 2025
Hace no mucho una de las obligaciones navideñas era enviar y recibir tarjetas de navidad. Las había de todos los tamaños, dibujos, fotografías, y colores. De pintores y diseñadores. Hasta los ciegos y los discapacitados tenían su espacio navideño así como Unicef. Hoy todo ese mundo de relación ha desaparecido. Se sustituye en el mejor de los casos con un whatsapp o un correo impersonal. En este caso podemos decir que cualquier tiempo pasado fue mejor y sobre todo más humano.
Yo recibía todos los años una felicitación de Antonio Borde Asua dibujada por él Ilustra este post, una de ellas. Es el caso con el que aprovecho para felicitar y despedir el año de 2025 a 2026.
Antón, bilbaíno, dibujante, aparejador, funcionario del Ayuntamiento de Bilbao y ayudante nada menos que del arquitecto municipal Pedro Ispizua fue depurado al caer Bilbao en 1937 en manos franquistas. Durante la guerra fue teniente de zapadores de las milicias vascas, capitán de Estado Mayor y jefe de la Sección de la 49 División del Ejército del Norte, tuvo que exiliarse y llegar a Venezuela, trabajó en la construcción y pocos saben que el icónico obelisco de la Plaza Altamira de Caracas lo diseñó él. Era una personalidad fuerte, abertzale y empática. Muy jelkide.
Por la parte trasera de este dibujo que me envió me decía que trabajaba en un monumento a Simón Bolívar para colocarlo en la Plaza Venezuela, frente al ayuntamiento de Bilbao. esta plaza tiene ahora un horrible busto de los miles de bustos iguales sobre el Libertador que hay por el mundo. Un pisapapeles.
Antón había elaborado un proyecto de monumento y lo había presentado en el Ayuntamiento con fecha del 29 de abril de 1986 y ni le contestaron ni fue recibido. La típica desconsideración con un funcionario depurado por el franquismo y con semejante bagaje. Los concejales y funcionarios son muy suyos y la empatía no es el fuerte de una administración con poca alma. No ha cambiado.
Y me decía en la parte trasera de la tarjeta:”comencé como generación de 1921 y más tarde, ante la nueva situación creada por la guerra, como miembro de la generación de 1936. Creo que sería de justicia recordar en la historia de Euzkadi a este grupo humano vasco como la “generación olvidada”.
Esto pedía el bueno de Antón Borde Asua. Ya fallecido nos queda su mensaje que me da la impresión nunca va a ser cumplido por gentes que no valoran en casi nada todo lo que hizo y sufrió aquella generación del olvido.
A pesar de todo, el Zorionak de Antón y el Urte Berri On para el 2026 que deseamos a todos y a todas las personas de buena voluntad. Como Antón..
