Tuercebarras

Martes 2 de mayo de 2023

La reubicaron en el Campo de Volantín en 2020. Estaba  antes frente al Museo Marítimo. Es un buen sitio. Cuando la reinauguraron el alcalde Aburto dijo que era un homenaje a los escultores contemporáneos.

Estas fechas ha sido la  más fotografiada. Mucho más que la de Oteiza frente al ayuntamiento, que también, y mil veces más que la de Nestor Basterretxea, que no dice nada y es incomprensible. Y es que se trata de un arte contemporáneo que se entiende a la primera. Se llama: ”Hombre vence al Hierro. Tuercebarras”. Me gusta.

Su  autor es Jesús Lizaso e hizo esta obra contundente de dos metros y 700 kilos de peso. Está al pie del puente Zubi Zuri y junto al Parque Infantil renovado que tiene siempre overbooking de críos y padres. Un acierto. He visto a niños tocando la escultura. El mejor regalo para cualquier escultor.

No es el ayuntamiento muy propenso a hacer caso a iniciativas que no salgan de sus despachos pero, a mi juicio deberían encargar  a  Jesús Lizaso  una serie de esculturas sobre diversas actividades y colocarlas en las zonas verdes  en medio de los árboles. Mujeres y hombres. Y así como se puso en su día una incomprensible dedicada a Leah Menning en Txurdinaga, y eso que el Lehendakari Agirre se la había ofrecido en el Parque de Doña Casilda fue, la laborista que organizó  la acogida de niños en la guerra  en Inglaterra, falta una a la premio Nobel de literatura de 1945, Gabriela Mistral que dedicó los beneficios de su obra Tala a ayudar a los niños vascos. Se llamaba Lucila  Godoy Alcayaga, era chilena, la llamaban la India vasca y se jactaba de su ascendencia vasca por parte de madre. En tiempos del exilio, una fotografía recibiendo el Premio Nobel, adornaba la Delegación en Santiago de Chile con  esta dedicatoria: ”A Euzkadi donde se reza con el mismo padrenuestro a Jesucristo Nuestro  Señor  y a la concordia entre las almas libres”. Jesús Lizaso, me da que le haría una buena interpretación de toda una personalidad.

Deporte rural, trabajos, personalidades, costumbres (chiquiteros, muslaris, rederas, lavanderas, arrantzales….) una galería de tipos humanos hechos con los criterios de modernidad contemporánea y a la vez entendibles le daría al Paseo una personalidad que ya tiene pero lo enriquecería. Una apuesta por una  originalidad cultural y turística del primer nivel. Se que no me harán el menor caso, pero  ahí queda, tras  felicitarles por el Tuercebarras y la renovación del Parque Infantil. Todo un logro.

2 comentarios en «Tuercebarras»

  1. …totalmente de acuerdo…enriquecer los paseos y parques con todo lo que verdaderamente nos representa supondría mostrar más lo indiscutiblemente nuestro…por lo tanto, no hacer caso a las buenas ideas no sería muy plausible.

  2. Un gran escultor y mejor persona, el basauritarra Jesús Lizaso.
    Un trabajador del difícil arte de dar bellas formas volumétricas a cualquier tipo de materia.
    Tiene una ingente obra, de diferentes tamaños, en la que es fácil adivinar las fuentes de su inspiración; instintivamente euskaldún.
    Me parece acertada tu sugerencia, Iñaki, de que nuestras administraciones públicas inviertan en arte.
    En una ocasión le preguntaron a Jesús Lizaso: ¿para que sirve el arte?
    Su respuesta fue muy enjundiosa:
    “Para recrear y respetar infinidad de historias que conciernen a la propia Naturaleza, al propio ser humano, a no sentir odio por nada ni por nadie. El arte es la poesía del alma, que también es una poesía sólida”.
    Efectivamente, como sus sólidas realizaciones.

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