Martes 8 de julio de 2025
«Claro que el asunto Cerdán, Ábalos, Koldo puede ser aberrante y exige que se tomen medidas rápidas y contundentes. Pero, ¿por qué creen ustedes que existe ese ansia, avidez o impaciencia por acabar como sea con este Gobierno y el odio enfermizo que suscita su presidente?»
(Artículo de Nicolás Sartorius, Presidente del Consejo Asesor de la Fundación Alternativas)
No es fácil en los tumultuosos y oscurecidos tiempos que corren discernir lo que, en realidad, está en juego. El caos, el ruido y la furia se han convertido en el hábitat omnipresente que todo lo abarca, lo engulle y lo acaba expulsando, como el mar los detritus, hacia las aturdidas mentes del personal sufridor. No es nada sencillo que la realidad real o la verdad verdadera se abran camino ante tanta manipulación, ante el imperio de lo virtual, de la falsificación o, sencillamente, de la mentira. El mundo está inmerso en peligrosas guerras de momento locales en Ucrania, en Oriente Medio –el genocidio de Netanyahu en Gaza, la guerra contra Irán–, todo ello apoyado por los EEUU de Trump y aquí, por lo visto, lo que más interesa es hablar de Koldo, de Ábalos y Cerdán.
¿Es que alguien se cree que la potencia americana, con el concurso de Europa, no podría acabar con estos conflictos si de verdad se lo propusiesen? ¿Por qué Netanyahu, al frente de un país de diez millones de habitantes, se permite cometer los crímenes de Gaza, bombardear Teherán y lo que se ponga por delante –sin una sola sanción–, si no es porque cuenta con el apoyo incondicional de Trump y de la pasividad de buena parte de los países europeos, que mientras han impuesto, con razón, multitud de sanciones a la Rusia de Putin, aquí están agarrotados por extraños complejos del pasado o intereses del presente?
Y ahora vienen el preboste de la OTAN y su fiel escudero Mark Rutte a ordenar que tenemos que gastar la estrambótica cifra del 5% del PIB –más de 80 mil millones de dólares en cifras de 2024–, lo que supondría un golpe durísimo a nuestros derechos sociales en sanidad, educación, etc. Un diktat o ukase escandaloso e inútil al que se ha opuesto, únicamente, ese presidente español al que hay que abatir por todos los medios. Sabemos lo que sucedería si gobernasen las derechas: pues que aceptarían sin rechistar como han hecho siempre ante los requerimientos del “amigo americano”.
Desde luego no es suficiente para mover voluntades con exclamar “que viene la ultraderecha”, sin embargo, lo que irrumpe no es sólo eso, sino la ola más reaccionaria, antisocial, antieuropea y antidemocrática desde la IIª Guerra Mundial. Con un presidente de los EEUU a la cabeza de la contrarreforma, atrabiliario e imprevisible; una Unión Europea en la que solo tres países tienen gobiernos progresistas, donde en grandes naciones como Alemania, Francia e Italia la derecha radical es la segunda fuerza o gobiernan partidos euro incrédulos o descreídos. En una palabra, lo que está en juego es la democracia social –el modelo europeo–, la propia integración de la UE, los derechos civiles de las minorías, aparte de la fumigación de los emigrantes. En el fondo un sistema más parecido al de Trump que al que conocemos los europeos.
¿Por qué creen ustedes que existe esa ansia, avidez o impaciencia por acabar como sea con este Gobierno y el odio enfermizo que suscita su presidente? Pues porque España es el único país relevante que cuenta con un ejecutivo de coalición de izquierda, que ha aliviado algo las faltriqueras de los pudientes –lo que llaman “el infierno fiscal”–; ha normalizado totalmente la situación en Cataluña con una amnistía plenamente constitucional, como defendí en el origen de los tiempos; se han producido avances en derechos sociales y civiles, la economía es la que mejor funciona de Europa y la política exterior es, por lo menos, la más decente de las que circulan, al reconocer, este Gobierno, al Estado palestino, oponerse al atraco del 5% del PIB en armas, aumentar la ayuda al desarrollo o avanzar en el tema de Gibraltar. Todo ello sostenido por una mayoría parlamentaria en la que hay, por lo visto, “comunistas”, “separatistas” y “terroristas”. Algo realmente insoportable para los poderes tradicionales y sus corifeos mediáticos, que se han dedicado toda su vida a esquilmar al personal sufridor.
Claro que el asunto Cerdán, Ábalos, Koldo puede ser aberrante y exige que se tomen medidas rápidas y contundentes de naturaleza orgánica y política, con el fin de acabar de una vez con el cáncer de la corrupción. Y claro es que si informaciones fehacientes involucrasen a la presidencia o a la financiación ilegal del partido socialista la situación se haría, prácticamente, insostenible. Pero, en todo caso, un gobierno democrático no puede caer, de ninguna manera, por informes de la Guardia Civil o de cualquier policía. Aceptar esto sería terriblemente peligroso, pues hay que recordar que la costalada del Gobierno de Rajoy, que estaba de corrupción hasta las cejas, se debió a una sentencia de la Audiencia Nacional y no a informes policiales. En el caso actual se pretende que salte todo por los aires, la presunción de inocencia y lo que haga falta. Y estas agónicas ansias por fulminar a Sánchez tienen varias causas: la cercanía de juicios durísimos contra el PP por los manejos de la llamada “policía patriótica” y otras trapacerías; porque piensan que de celebrarse de inmediato elecciones arrasarían, mientras que dentro de dos años ya veríamos y, tercero, porque, tal y como va de bien la economía y las posibilidades muy reales de llegar al pleno empleo, es una pera en dulce lo que esta izquierda de nuestros pecados les dejaríamos en herencia.
Así que en el caso de España nos jugamos que regrese la tensión en Cataluña, con una derecha que no entiende, ni ha entendido nunca, la naturaleza plural de nuestro Estado, con presidentas de CCAA que se ausentan cuando alguien se expresa en catalán o vasco, idiomas que hablan millones de españoles en diferentes nacionalidades.
Nos jugamos el creciente deterioro de los servicios públicos fundamentales como la sanidad, la educación, las universidades o la ciencia, con el aumento desaforado de las privatizaciones, como ya está sucediendo en las CCAA que gobierna la derecha. No olvidemos que el eje central del programa de las derechas es bajar impuestos, es decir, deteriorar el Estado de bienestar y acrecentar el de malestar de la mayoría. Con una advertencia: toda política ultraliberal de recortes sociales sólo es factible imponiendo formas de represión. La presidenta de la CCAA de Madrid ya lo ha advertido ante las movilizaciones en la Universidad. Tomemos nota de lo que está sucediendo en EEUU, Argentina, Hungría, etc.
Nos jugamos el que no se practique una política razonable con la emigración, que es una de las bases de nuestra prosperidad y de una convivencia humana digna, a diferencia de lo que se hace en Italia, Hungría o incluso Gran Bretaña.
Nos jugamos que se regrese a actitudes y decisiones restrictivas en materia de derechos civiles como el aborto, la eutanasia y todo lo que hace referencia a los movimientos LGTBIQ.
Nos jugamos el que se haga inviable la reducción de la jornada laboral, pues las derechas están en contra, como se ha visto en el Parlamento, en el tema de las 37,5 horas. Proponen sustituir dicha rebaja, deseada por la generalidad de la ciudadanía, por una mayor “flexibilidad”, es decir, por la realización de millones de horas extras no pagadas. En este sentido, nos jugamos que se recorten derechos sindicales, reduciendo la representación de los trabajadores en los comités de empresa y en el diálogo social, como ya sucedió en CCAA gobernadas por el PP/VOX.
En una palabra, nos jugamos la democracia social, con libertades y derechos, el modelo europeo que los Trump y Putin, desde fuera, y sus socios desde dentro quieren laminar a toda costa.
Nos jugamos a que regresemos a la pérdida de la Memoria Democrática, que nos ha costado tanto ir recobrando, pues lo primero que harán las derechas, como ya están haciendo donde pueden, es derogar la ley homónima, base de una cultura democrática digna.
Nos jugamos el retroceso a la jungla del pelotazo urbanístico del pasado ante la concepción propia de las derechas en el sentido de que la vivienda es un negocio goloso y no una necesidad vital del ser humano.
Nos jugamos que la justicia siga en manos de jueces y magistrados que se concentran y hacen huelga, sin cobertura legal, cuando las leyes del Parlamento no les gustan.
Nos jugamos la reculada a los tiempos de una especie de nacional catolicismo, ante la insólita imagen de que una parte preponderante de la jerarquía de la Iglesia proponga la celebración inmediata de elecciones generales con el fin de terminar con el actual gobierno democrático, al que quedan dos años de la actual legislatura.
No olvidemos, por favor, todo lo que nos jugamos, porque si nos despistamos o nos lían, si no nos organizamos y movilizamos, nos arrepentiremos… pero ya será tarde.

Aprovecho esta entrada relacionada con las anteriores, para continuar con este tema y responder a Intza.
Al igual que el Sr. Sartorious, opino que aun no siendo de izquierdas, actualmente el PP esta dificultando mucho cualquier colaboración o acercamiento hacia el. Hasta Junts que es un partido bastante de derechas lo tiene complicado…la competición en centralismo que mantiene actualmente el PP con Vox para no perder votos por el flanco nacionalista español lo dificulta sobremanera.
La única opción de que el PP vire es con resultados de elecciones en la mano y haga un «donde dije digo digo diego»…por ejemplo:
PP: 162 / Junts: 7 /PNV: 7 / VOX: 30
En esa situación podría elegir las dos vias…o volver a la centralidad y «el sano regionalismo» o irse a un gobierno de concentración nacional españolista.
Pero para eso necesita 162 escaños!! Eso es una barbaridad!…es casi imposible.
Lo siento por Intza, pero la visión que defiende Iñaki es la mas inteligente y realista. Creo que solo hay una alternativa al gobierno » frankestein «… el gobierno de PP-Vox.
Muy bien expuesto lo que muchos pensamos. Quizás los mayores problemas se puedan resumir en dos. El primero, la falta de capacidad de movilización y de interés del llamémosle sector progresista de la sociedad, sumado al desinterés político de los jóvenes por mucha sensación de cabreo que transmitan en las RRSS. El segundo podría ser la debilidad ideológica de la izquierda y la consiguiente tibieza en la defensa de sus logros sociales, económicos o simplemente de gestión más o menos correcta en general y mascomparando con la clasista y corrupta gestión de los gobiernos peperos.Tengo yo la sensación de que la sociedad española se siente mejor, más segura y empoderada con gobernantes de derchas de toda la vida. Los intervalosde progreso alteran su estabilidad patriótica, tan manipulable por los dueños del cotarro. No es país para díscolos.
Es verdad que Sánchez molesta a Trump, Rutter, Meloni y casi todo el mundo.
Pero no es menos cierto, que lo que vivimos es denigrante. Un portero de discoteca como cerebro de las cloacas del PSOE, Abalos y Cerdán parece que pringados a la espera de un juicio justo, el caso de su mujer y de su hermano.
Un TC, CGPJ y fiscal General, tan poco independientes como el TS y hasta hace poco el propio CGPJ pero en la otra parte.
Es decir, que si alguien sabe que molesta, y que van a ir a por él. No lo está haciendo bien y se lo está dejando en bandeja.
Interesante reflexión de Sartorius que comparto en su mayoría pero pasa de soslayo por dos temas que preocupan y excitan a la sociedad, la política de emigración y la inseguridad ciudadana.
Lo que llama «política razonable con la emigración» no es tal, puesto que la mayoría de la sociedad no lo entiende así. Y esta percepción social, que es la que está llevando a los partidos de ultraderecha a ser los más votados en otros países europeos es lo que va a llevar a la izquierda española a perder las elecciones.
Ni el paro, ni la vivienda, ni la inflación ni la corrupción, van a desalojar del gobierno a los partidos de izquierdas.
La mezcla explosiva «emigración y delincuencia» convertida en un problema público explotará y puede llevarse llevarse por delante a los gobiernos demócratas de toda Europa, España, e incluso Euskadi y Cataluña que no lo hayan entendido. Ya está pasando.
Un problema social que adquiere una categoría de público, de popular, que está en todas las conversaciones, requiere respuestas, exige políticas públicas para atender la sensibilidad y demanda social. Los partidos políticos que no lo entienden perderán parte de su representación y los que lo han captado (ultraderecha) lo utilizarán para centrarse en ecuaciones básicas:
emigración=delincuencia
rgi=abuso
beneficios sociales para emigrantes=desigualdad para nativos
mena=robos y violaciones
islam=fanatismo y discriminación de las mujeres.
Con ese sustrato que ya está calando en la sociedad y con la ceguera de los partidos tradicionales de izquierda y socialdemócratas, se producirá un divorcio político-cultural con sus votantes que interpretan que defienden más a los de fuera que a los de casa lo que en cualquier sociedad es una traición. Y si la izquierda pierde la derecha gana.
La desgracia (quizás tragedia) es que detrás de todas estas proclamas de la ultraderecha va toda la batería de políticas de progreso que Sartorius enumera y que podemos perder si el camino de los partidos neoliberales es terminar con la democracia y acabar imponiendo modelos autoritarios de partido único con restricciones de derechos y libertades y en definitiva con la pérdida final de la democracia.
Y todo ello por haberse obstinado los partidos de izquierdas en defender unos principios de igualdad universal que han colisionado con los derechos atávicos de los ciudadanos de una comunidad a defender legítimamente a los suyos a su cultura y a sus costumbres por encima de los advenedizos, o intrusos o incluso invasores.
¿No existe acaso un derecho a defender lo nuestro?
Javier Larrea.Coincido copn tu análisis.Se lo haré llegar a él.
Respuesta del señor Larrea que considero muy acertada. Respecto al tema de la inmigración descontrolada me viene a la cabeza una noticia de ayer. Una mujer inmigrante con cinco hijos y embarazada es desahuciada de una vivienda por no pagar el alquiler. Unos cuantos profesionales de la protesta intentaron dificultar su ya de por sí desagradable trabajo a la Ertzaintza. Sería inhumano no compadecerse de esos cinco críos en situación vergonzosa. Pero al mismo tiempo considero necesario diferenciar bien entre gente que necesita ayuda y caraduras que tienen niños como quien compra ciruelas para así optar a más ayudas. No dejemos en manos de los fascistas este asunto tan espinoso.
De una parte, no me extraña en absoluto el entreguismo de Bildu al PSOE; Llevo tiempo pronosticando que EE se va a quedar corta en su viraje.
Sartorios se apunta a varias milongas, una de ellas es la del 5% para la OTAN de la que nos ha salvado Sánchez. Ninguno de los países firmantes (España lo firmó igual que los demás) va a pagar el 5% a la OTAN ni de lejos. La estrategia era patada a seguir, largo me lo fías, no pagar el 5%, ni de coña y pasar el trámite sin ruidos ni milongas como la de Sánchez intentando tapar sus verguenzas y dando la nota. Esto lo sabe Sartorius, y Anasagasti también, pero nada: VOTA PSOE, que viene la derecha.
Otra es el «apaciguamiento» de Catalunya y su «desnacionalización». Me creo que para Sartorius sea cojonudo. Ya que lo sea para Bildu y que Anasagasti lo ponga en valor pues nada, pues vale, pues bien.
Y para terminar, insisto, si no nos gusta España y su sociología, pues vámonos….ahhh, que no se puede, que no quiere la gente. Muy bien, pues democracia se llama, y si la mayoría quiere PP y VOX toca defenderse y buscar estrategias de país para ello, cosa imposible hoy porque los supuestos partidos abertzales están a lo suyo, lo suyo de su partido y de ellos, a hacer la del avestruz. Pues nada. Suerte con el trilero y a seguir aplicando la ley del embudo a la corrupción, no vaya a venir la derecha que ya está aquí.
Solo veo una solución: VOTA PSOE.
Pues sí, claro, ya entiendo que Sartorius y cualquier persona que se proclame de izquierdas, vea a un gobierno de PP-VOX como un católico ve al anticristo. Y está claro que, desde el nacionalismo vasco, mucho desarrollo del autogobierno y respeto a nuestra identidad, precisamente, no nos iba a llegar con ellos.
Lo que ocurre es que parece que quien está empeñado en hacer que el anticristo llegue finalmente es el PSOE de Sánchez, porque hace falta mucha perseverancia en el error (vamos a ser generosos) para que dos secretarios generales nombrados por el «p. amo», en palabras de su fiel escudero Puente, resulten ser, según todos los indicios (agradecimientos para la labor grabadora del aizkolari y portero de club de alterne) dos piezas de cuidado. Y hay que ser muy generoso para hablar de «error» en los nombramientos porque, que a la persona mejor informada del Estado, no le haya llegado nada de las actividades de las perlas estas, es para creer en cosas que van más allá del entendimiento humano. Sencillamente, los nombramientos de las amigas de Ábalos en sociedades públicas, sin pasar ningún proceso con garantías en el sector público… ¿eran desconocidos por los miembros del Gobierno o es que se entendían como facultades del enamoradizo ministro y secretario de organización y se corría un tupido velo?… Y adjudicar grandes contratos de obras en el sector público no es algo que se pueda hacer poniéndose de acuerdo un ministro, un aizkolari y un secretario de organización; intervienen mesas de contratación, con técnicos, asesores jurídicos, interventores… Para llevar adelante actuaciones ilegales hace falta concertar a mucha gente.
La cuestión es que, habiendo sido el responsable directo de los nombramientos de los dos secretarios caídos, Pedro Sánchez se ata al mástil de la legislatura y dice que, al margen de los icebergs contra los que va chocando y los que asoman en el horizonte, él sigue de capitán (parece que nadie más puede, en el PSOE, gobernar la nave) y pone rumbo directo hasta 2027… Y eso que no había comido…
Me parece que a Sánchez se le ha acabado el tiempo y no es solo ya la derecha la que le cuestiona. Medios afines como la Sexta (Ferreras ya lo ha enfilado) y El Pais, con editoriales y cada vez más artículos de colaboradores, empiezan a ver que la vía de agua es difícilmente achicable.
Tal cual: lo estamos haciendo, estamos dejando en manos de los fascistas este asunto y al que dice algo lo meten en el mismo saco. Al saco de los fascistas.
Me parece un análisis demasiado benevolente hacia el Gobierno.
Es cierto que por contraste con lo que hay enfrente…el bloque de investidura es mil veces mejor pero el balance tiene muchos «peros».
En materia económica no debe obviarse el nivel de endeudamiento (bien es cierto que no achacable solo a este Gobierno; es de siempre) que llega a hacer insostenible a futuro el sistema.
Y en el terreno politico e institucional Sánchez también esta retorciendo las instituciones y pervirtiendolas a conveniencia. Es verdad que el ataque y el acoso y derribo que está recibiendo desde todos los frentes (económico, empresarial, mediático, judicial…) es tan bestia que parece que la única defensa es bajar al barro y hacer lo mismo pero la utilización (tradición española) de la Fiscalía, del TC, el incumplir su obligación de someter presupuestos generales al Parlamento…etc, etc, fuerzan las costuras del sistema y deterioran aún más las instituciones. También contribuye al fango político con hooligans como Oscar Puente o Montero…etc.
Sobre el comentario de Larrea…es obvio. Hay una dejación de la izquierda en ese tema, como si fueran rehenes de ciertos grupos de presión muy ruidosos y de un sistema clientelar de subvenciones que benefocia a grupos de opinióm afines
Pero contra lo que la gente vive a diario y sufre en sus carnes en las calles no hay relato ni estadística que valgan.
Y cuando en barrios como Egia o Martutene en Donosti (lo que más conozco) gente poco sospechosa de «facha» te dice que «aborrezco a Vox Pero en este tema son los únicos que dicen lo que hay»…el asunto es peligroso porque el siguiente paso será votarles.
Quién va a hacer los trabajos que hacen muchos inmigrantes?Quién va a atender a una sociedad cada vez más envejecida?
Quien va a hacer los trabajos de servicios del hogar?
Lo harán los que dicen que sobran los inmigrantes?
Cuanta hipocresía.Que vamos a esperar de amplios sectores de la sociedad que vota contra sus propios intereses.
Cuántos millones de pensionistas(10 millones en total)votaron a los partidos que estaban en contra de incrementar las pensiones con respecto al IPC?
Ahora resulta que el superprogre y guai gobierno español autoriza al ministerio de defensa español a comprar tecnología militar al genocida de Netanyahu. Se habrá enterado Sartorius?. Bueno, da igual, como Sánchez es nuestro Moisés particular, miremos a otro lado y sigamos predicando milongas. No vaya a venir la derecha. Amén.
Hoy es un buen ejemplo.
Vox se viene arriba y anuncia su propósito de deportaciones masivas, de millones de personas, incluyendo a personas nacidas aquí pero no integradas (¿no ser católicos, no saber bailar sevillanas, no apreciar la tortilla de patatas, no celebrar los títulos de Alcaraz, no saberse los ríos de España…?).
Pero no basta con decir que eso es una barbaridad y además inviable y por lo tanto es demagogia (¿a dónde de deportan? ¿cómo? ¿quién los acoge?..etc, etc).
Habrá que admitir un problema y hacer propuestas sobre el mismo
Francisco Javier Larrea;
Llevo meses comentando en este foro, que el buenismo de los partidos moderados, está haciendo crecer a la ultraderecha en Europa. Es verdad que hay mucha gente que con decir, cuidado con la ultraderecha, parece que ya se h arreglado el tema.
Pero lo cierto, es que estos días, nos estamos encontrando con problemas en Sabadell, Alcal´á, Donostia etc. Y me niego a pensar, que la gente q protesta es nazi.
El problema, es que hay problemas que a los moderados, se les ha ido de las manos, incluso diría se nos ha ido de las manos.
es urgente una legislación que castigue al delincuente reincidente y es urgente una ley que proteja más al que le okupan su casa que al Okupa.
Si no se hace nada. La gente caerá en el hartazgo y luego pensaremos lo borregos que fuimos.
nicolas sartorius , a su edad, sigue teniendo una cabeza extraordinaria para el analisis politico y un » corazon» de izquierdas.
hacer proyecciones sobre lo que hubiera pasado ,si se hubiese producido un hecho , sirve solo de pasatiempo o de lamentaciones ; pero creo que el devenir de la izquierda politica española, hubiera sido mejor si sartorius ,hubiera dado el paso que no quiso dar de aceptar ser candidato a secretario general del PCE , como se lo pedian muchos militantes, cuando dimitio santiago carillo.
con nostalgia del PCE, de los setenta y como actual votante socialista; aparte de entender que el acoso al gobierno de pedro sanchez, es por muchas de las causas que dice nicolas; demando o solicito una contundencia explicativa de sanchez ,ante lo que si parece corrupcion de dirigentes tan cercanos a el,como abalos y cerdan,
ahora bien, nos dolera la actuacion de estas dos personas, pero recordar a nuñez feijo…estos nombres: barcena, zaplana, granados, rodrigo rato, matas, camps, rita barbera,trillo (! lo de aceptar que se mezclen cadaveres ! de soldados fallecidos en accidente de aviacion.) , mazon, ignacio gonzalez….o aznar ..( el que aun no ha pedido perdon,como lo hicieron blair o buch de las armas de destruccion masiva que no habia en irak)
Javier Larrea
Que los gobernantes lean y analicen tu reflexión. Y apliquen la lógica natural y no el buenismo hipócrita.
Atentamente
Nicolás Sartorius jauna zure hitzak eta ideiak interesgarriak dira, baina ez nahiz komunista.
Soy ciudadano español de nacionalidad vasca y es usted Nicolás Sartorius, una figura democrática importante de la transición española, desconocida para las nuevas generaciones. Soy del PNV Nicolás Sartorius, pero nada me impide resaltar sus valores democráticos de sentido común y, al mismo tiempo ser un gran intelectual de la izquierda nacionalista española. Tuvo una relación correcta y de colaboración con el PNV.
Nicolás Sartorius komunistak borroka egin zuen Espainiar Erresumako eta Euskal Nazioko herritarrei demokrazia ekartzeko.
En cualquier caso; la campaña-cacería contra Sánchez es brutal. Como pidió el siniestro Aznar, han movilizado todos los recursos y además ya no vale con sacarlo de La Moncloa; el objetivo es destruirlo y no solo políticamente. Ya no esconden la intención de encarcelarlo.
Es como si el sistema, el poder económico y el Estado profundo quisiera dar un escarmiento para que gobernantes venideros sepan que hay cosas y privilegios que no se tocan.
Y una parte del vulgo haciendo la ola. Ya hasta en las fiestas populares, gradas de fútbol…se corea el «PS HdP».
Al final…con todas sus sombras, que son más que las de Grey, dan ganas de volverle a votar para parar ese golpismo de varios frentes.