Lunes 15 de septiembre de 2025
Beatriz Artolazabal
Esto no va de jardinería: ¿dónde están los límites en un conflicto laboral?
- “Va de democracia. Va de garantizar que nadie tenga que sufrir hostigamiento personal ni ver cómo vecinos inocentes son señalados sin motivo alguno”
- La ‘número dos’ del Ayuntamiento de Vitoria, Beatriz Artolazabal, denuncia más ataques de los jardineros en huelga
No, esto no va de jardinería. Ni de salarios. Ni siquiera de una huelga. Esto va de respeto. De convivencia. Y de cómo, en nombre de una reivindicación laboral legítima, algunos pocos han decidido cruzar todas las líneas rojas que en una democracia como la nuestra nunca deberían sobrepasarse. Lo que estoy sufriendo desde hace meses no es protesta. No es voluntad de acordar. Es simple y llanamente acoso. Es hostigamiento. Es odio personal que intentan disfrazar de conflicto laboral.
Siempre he defendido que las peticiones en el ámbito laboral son legítimas. Las de la plantilla de Enviser y las de todas aquellas personas que luchan por mejorarlas en sus puestos de trabajo. Pero una cosa es reclamar condiciones más justas y otra muy distinta es señalar, insultar y hostigar a una persona en su vida privada. Esa no es la vía. Nunca. No en democracia. Porque en democracia los cauces son claros: la palabra, el diálogo, la negociación. Jamás la presión, ni la coacción ni la violencia, sea cual sea su intensidad.
En marzo vinieron a mi casa para intimidarme; en junio volvieron y la víspera de San Juan quemaron un muñeco con mi cara en las fiestas de Judimendi; este jueves, otra vez, regresaron a mi domicilio con insultos y panfletos en los que me tachaban de fascista y me caricaturizaban con un bigote hitleriano. Y algo más: ahora ni siquiera me señalan solo a mí. Un agricultor ajeno a todo esto ha visto cómo pintaban su nave agrícola llamándole ‘eskirol’, cuando nada tuvo que ver con los trabajos de acondicionamiento en las campas de Olarizu para que la romería pueda celebrarse con normalidad. Extender el acoso a terceros inocentes es una deriva también muy peligrosa.
Siempre he estado dispuesta a hablar con las partes de este conflicto, trabajadores y empresa. Pero lo que muestran estos actos no es voluntad de diálogo, sino de intimidación. Y no lo van a conseguir. Todo en democracia tiene unos límites, y esos límites pasan por el respeto. En este caso, esos límites se han cruzado demasiadas veces.
Y, una vez más, EH Bildu ha optado por no condenarlo. Callan. Legitiman. Pero no nos sorprende. Es el mismo patrón de siempre: medir la condena en función de quién es la víctima. No basta con condenar lo que ocurre a miles de kilómetros y mirar hacia otro lado cuando los ataques y el señalamiento se ejercen en tu propio Ayuntamiento. Se ejercen contra una compañera.
Esto no va de jardinería. Va de democracia. Va de garantizar que nadie tenga que sufrir hostigamiento personal ni ver cómo vecinos inocentes son señalados sin motivo alguno.
Esto no va de jardinería. Va de respeto. Va de recordar que la protesta laboral tiene su espacio y su legitimidad, pero nunca puede convertirse en acoso. Porque cuando se cruza esa línea, todos y todas perdemos.
No lo condenan, porque no es de ellos. Todo se traduce a que los derechos son siempre de unos y a los demás que les den.
Además tienen un lío con GKS, que es como PP con Vox, no pueden dejarles el placer de ser los más brutos.
Creo que la instrumentalización de la solidaridad con el pueblo palestino que ha hecho un condenado por ser el recaudador de ETA, debe abrirnos los ojos porque no es la primera reivindicación justa que en Euskadi es manipulada por intereses políticos.
Les importan únicamente en lo que puedan utilizarlos como «elemento de confrontación» (como «elementos de confrontación» aquí) y como «elementos de propaganda» (de ellos mismos) y como «elementos de presión e imposición» (de su «poder»: en la calle, medios y a quienes se «acomplejen» ante ellos).
Son las mismas tácticas que se venían utilizando hace años (La ley de los detalles
https://aberriberri.com/2025/09/11/la-ley-de-los-detalles/): acosar, amenazar, despersonalizar, … No solo al “atacado”, sino también a su entorno para aislarlo socialmente.
Lo están haciendo con Beatriz Artolazabal, como lo están haciendo con cualquiera que no se pliegue a su “imposición”.
Como lo han hecho en la casa de Oscar Guerrero en Altsasu: “Unos días antes habían aparecido pintadas en su contra en el domicilio familiar y en el municipio”. (Por cierto, ¿alguien ha visto alguna condena por parte del Ayuntamiento, Gobierno de Navarra u otras instituciones a estos actos de acoso y amenazas? Yo, al menos, no las he visto en la prensa. Desearía estar equivocado).
Es incongruente que se los manifestantes denuncien la violencia utilizando la violencia y la coacción. (Un problema mayor es cuando la violencia y la coacción son aplaudidas por medios de comunicación e, incluso, por el Gobierno)
No hay que ceder al chantaje de los violentos. (Porque, si se cede al chantaje, se legitima el recurso al chantaje y a la violencia para cualquier “causa”).
Ante situaciones así, algunos/as callan ?. Por qué no me sorprende?.
A mí parecer este hostigamiento que sufre la edil del pnv,es una pasada.
Pregunto,en los Ayuntamientos que gobierna BILDU,me imagino que los trabajadores de ese sector,cobrarán lo mismo,dicho de otra manera,estarán sujetos al mismo convenio y a las mismas condiciones laborales.
Si estoy es así,porque está huelga en Vitoria,dan prolongada.
No tiene sentido.
Esto es lo de siempre, para nada sorprendente. Qué queremos si tenemos una tele pública el la que se describen asesinatos, decapitaciones de niños y violaciones como» ekintza armatua» y la reacción de presentadores e invitados es un «eskerrik asko Gabirel».
Fascistas acusando de fascistas a otros. Lo de siempre.
Kaixo,
Seria bueno que alguien cuelgue un enlace de noticia donde aparezca claramente que ehbildu no rechaza estos hechos.
Yo solo encuentro lo siguiente: » EH Bildu muestra su rechazo sin emplear la palabra “condena”»
Si lo que se quiere es empecinarse en la palabra «condena » en lugar de rechazo para poder sacar a ETA y jugar a los viejos tiempos…pues bien.
Ehbildu rechaza toda coacción y agresión…como esta en sus estatutos….el PNV decide seguir con la matraca de ETA, ETA, ETA…eso significa que las encuestas dana ehbildu 28 escaños y subiendo….animo!!
Mi solidaridad con la concejala de Vitoria ; ningún conflicto laboral debe de afectar a la vida privada de una responsable política ; sea o no acertada su gestión de js huelga, lo que hará será defendiendo la hacienda municipal es decir a qué se dedica los impuestos locales que pagan los vitorianos ( que no es la misma circunstancia de cuando el empresario se juega sus intereses privados.
Quizás sea una consecuencia de una práctica sindical ya utilizada en otros conflictos laborales de mantener huelgas largas por estrategia sindical …además de empresas con no muchos trabajadores para poder asumir el coste económico de la cobertura ( no total ) de los trabajadores huelguistas
Toda la solidaridad con la Sra. Artolazabal.
Esto es viejo ya y no creo que engañen en este país nuestro más que a los que quieren dejarse engañar. Llevan toda la vida agarrándose a grandes principios y grandes proclamas para, con la bandera correspondiente, imponer su totalitarismo. Puede ser una reclamación laboral, una reivindicación ecologista, feminista, el cese de la barbarie en Gaza o la causa nacional vasca. Agarrada la causa, su aplicación tiene que llevarse a cabo según su particular forma de verla, no cabe nada más. A quien ose oponerse a su forma de ver las cosas, le caerán encima todos los bonitos calificativos que ya sabemos y será oportunamente declarado enemigo, como capitalista explotador, negacionista climático, machista asqueroso, sionista asesino, traidor españolista… Declarado enemigo, ya puede caer sobre él toda la justicia revolucionaria de que son capaces en cada momento. Son perfectos totalitarios disfrazados de liberadores.
Sólo hay que ver cuáles han sido y son sus modelos (la antigua Albania, Nicaragua, Cuba, Venezuela, Rusia, China…) y la gran libertad y bienestar que destilan.
Que arrastren a los que son de naturaleza totalitaria, pero que no engañen a nadie más.
Una vergüenza estalinista lo de esta gente de Bildu, antes Herri Batasuna.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Pues eso.
Miles de jóvenes ayer en Donostia de la mano de Ernai en un ejemplo de coherencia y compromiso.En el Deia no existió.Prefieren dar altavoz a un grupo minoritario ,sectario y en retroceso como GKS, que no sabe que existe Euskalerria y la ikurriña.
Nire jeltzale babesa adierazten diot Beatriz Artolazabali.
El Gobierno Vasco tiene poder para frenar esta situación de acoso a un cargo democrático.
Qué asco me da toda esta caterva de sindicalistas comunistas-islamistas que no respetan a la concejala jeltzale Beatriz Artolazabal.
Denunciar en el juzgado y que la Ertzaintza proteja a este cargo político del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.
Langile horien jarrera bizikidetzaren aurkako iraina da.
Para Estados Unidos, Reino Unido, Nación de Flandes, Estado de Israel, empresario Elon Mask, el PNV representa en La Nación Vasca y en el Reino Español el poder y orden.
Gora Israel Estatu demokratikoa!.
Eramos poos y parió la abuela. GKS nació con la pandemia y es un grupo de esos misteriosos que aparecen más para destruir que para lo contrario. Curiosamente en las fotos que hemos visto de gente de ese grupillo más parecen pijos universitarios empachados de. teorias que comunistas obreros y esas cosas. Tenian su web albergada en un sitio israeli lo cual más que a despiste suena a ideologia turbia. Adoran a Putin y de momento sólo gritan y quizás amenazan. La poli sabrá.
Bueno, Malguki, ya se sabe que los medios barren para casa y ponen y quitan foco en función de sus posiciones.
Al hilo de ello, ya que en este blog cada cual habla de su libro en los comentarios aunque no tenga nada que ver con el tema de la entrada, me ha hecho gracia el editorial de Gara de hoy.
«Un clamor que prendió en las naciones sin Estado».
Lo ocurrido en el final de La Vuelta en Madrid habrá generado un dilema en la redacción del combativo periódico.
Por un lado no se puede retirar el foco de una protesta popular tan masiva y con tacto impacto que denuncia el genocidio perpetrado por Israel.
Por otro…que haya ocurrido en Madrid habrá escocido. La línes editorial pasa por pintar Madrid como un nido de fachas y fascistas ignorando a cualquier otro sector popular y se pone el foco en 150 cachorros fascistas que hacen su performance un domingo en la Casa de Campo y se retira de las miles de personas que salen a la calle muy a menudo por temas sociales y solidarios.
Han dado con la fórmula; hay que dejar claro que nosotros lo hicimos antes….que nosotros lo empezamos y los madrileños se han limitado, en argot ciclista, a ir a rueda.
Archiduque en modo desatado: «sindicalistas-comunistas-islamistas…Gora Israel estatu democratikoa… Elon Musk…En el Reino Español …el poder y orden»
Disponer de una base electoral amplia conlleva un catalogo de especímenes variado…pero este, es curioso.
España no va a Eurovisión porque està Israel, ¿irá a las olimpiadas y otros eventos?
Las manifestaciones prohamas (“del rio al mar” -nada de “dos estados”- en lo que –curiosamente- coinciden Netanyahu y Hamas) durante la vuelta ciclista fueron, en muchos casos, violentas y organizadas como “lucha urbana” (el paralelismo con la “kale borroka” que hemos conocido es evidente). Todos vimos lo que pasó en Bilbao y Madrid (y en otros puntos). Hemos visto acosos a ciclistas, técnicos y familiares (por cierto, ¿alguien ha visto si el Ayuntamiento de Altsasu ha condenado las pintadas y acoso en el domicilio familiar de Oscar Guerrero? –el Alcalde de Altsasu es, además, Parlamentario Foral, miembro del NBB y miembro del EBB-).
Sin embargo, medios de comunicación y políticos insisten “machaconamente” en que fueron “totalmente pacíficas” pero, a la vez, justifican esta violencia (¿no eran “pacificas”?) en comparación “con otras violencias” (¿nos suena en Euzkadi algo similar?) y otros –por miedo y complejos- callan.
Pero todos hemos visto que han sido violentas. Las imágenes no dejan lugar a dudas.
Y, para colmo, nos tratan de convencer que “España es la reserva espiritual de occidente” (Sanchez dixit)
Bambata, es lamentable como tienen grandísimos beneficios con sus enormes contratos a dedo los amigos del proletario-golpista Maduro.
Muturreko komunismoa!.