Jueves 19 de diciembre de 2013
Si no lo es, lo parece. Me da que prevarica. No es comprensible que un Fiscal se convierta en abogado defensor de un investigado por un juez. Me refiero a que este señor ha perdido aparentemente el juicio o ha sido tocado por la Casa Real, vía Miquel Roca, para que no se impute a la Sra. Cristina de Borbón.
La Fiscalía Anticorrupción presentó anteayer un escrito ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca en el que no solo se reitera que no hay indicios para imputar a la Sra. Cristina de Borbón (lo de Infanta se lo dejo a los cortesanos) en el denominado caso Urdangarin, sino que aprovechó para arremeter contra el juez Castro por actuar profesionalmente y sospechar pueda imputarla tras las fiestas de Reyes.
Y no solo eso. Ve indicios de delito en las críticas del sindicato mayoritario de técnicos de Hacienda, Gestha, que denunció un trato de favor a esta señora, hija de un rey muy venal, que dijo en Navidad que la justicia es igual para todos menos para él y su hija.
Este señor debería ser cuestionado por su parcialidad, por su sectarismo, por su monarquismo trasnochado, por sus críticas a una instrucción impecable y por su falta de profesionalidad. Es una vergüenza que una señora como ésta argumente que no sabía nada de lo que hacía su marido, cuando su marido la utilizaba de tapadera creyendo Urdangarin que si el rey es un irresponsable ante la ley, también lo sería su hija. Ya, ya. Pero la democracia española no contaba con este tipo de fiscales que actúan no como fiscales sino como abogados defensores de gentes corruptas que por tener un título nobiliario se creen con derecho de pernada económica ante todo y ante todos.