Domingo 22 de diciembre de 2013
Hablé con Lentxu Rubial hará unos dos meses. Nos había invitado a un acto de la Fundación Ramón Rubial que presidía y al coincidir con un pleno me excusaba por no poder asistir. Ella me contestó que primero era la obligación y luego la devoción. Sabía lo que era la actividad parlamentaria. Finalizando enero seguramente este año asistiría a la gala de la Fundación Sabino Arana.
Si me preguntaran como era Lentxu, contestaría que una mujer normal. Parece un lugar común, pero no es fácil encontrar gentes normales en la política. Hija de Ramón Rubial, cuando más le conocí fue en la anterior legislatura. El PSE tuvo los tres senadores por Bizkaia (Rubial, Lertxundi, Zubero y Sañudo), siendo Lertxundi el senador autonómico y ella elegida presidenta de la comisión de Trabajo e Inmigración. Las esperas en el aeropuerto nos daba la posibilidad de hablar de lo divino y de lo humano.
Sentido común, trabajo, estar en todos los actos, apoyar a su partido, ser buena gente, organizarnos a los senadores vascos una comida para que departiéramos y nos conociéramos, estar pendiente de su hija Eider, tomarse la vida y los líos políticos con distancia, acudir con Idoia Mendía a todos los actos de Memoria Histórica, tener una sonora carcajada cuando el chiste lo merecía, eso fue para mí Lentxu junto a su presidencia de la Fundación que recordaba a su padre cuyo busto orna el pasillo del Senado.
Me extrañó que el PSE no la pusiera en las listas electorales en las últimas elecciones. Le dolió pues su trabajo le gustaba, pero no protestó ante nadie. Siguió con su Fundación, sus contactos, sus amigos y, de repente, nos anuncian su defunción. Y lo he lamentado.
Hoy domingo he estado en el cementerio de Derio. He ido con María Esther. Alí estaban Joseba Arregui, José Luis de la Granja, Rodolfo Ares, José Antonio Pastor, la familia de Lentxu, quien fuera secretario de Rubial, José Luis López Merino, Mikel Cabieces, Idoia Mendia, Alfonso Gil, Begoña Gil, Tontxu Rodriguez, Imanol Zubero, Dimas Sañudo, la secretaria de la Fundación y muchos militantes de su partido. Patxi López, delante de una foto de Lentxu y con una buena megafonía ha hecho una muy buena oración fúnebre para terminar no con la Internacional sino con la canción de Cole Porter, interpretada por Frank Sinatra, ”A mi manera”.
Se van gentes de una generación a los que les tocó vivir bajo el franquismo y cuya vida no fue fácil. G.B.Lentxu.
DEP. Goian bego. Es un placer que alguien del PNV se digne a tener unas palabras de piedad hacia alguien de otro partido en un momento como este, que a todos nos ha de llegar y que a todos nos iguala en todos los órdenes. Es un signo de humanidad.
Goian Bego. Que en paz descanse. Se va una gran mujer y una gran socialista. A tí Iñaki, muchas gracias por estas palabras. Demuestras que eres una persona capaz de ver en el otro no sólo al rival, sino a la persona. Eskerrik asko Iñaki!