Martes 8 de diciembre de 2015
ZAPATERO HA SIDO UN GAFE PARA MADURO
Este señor, con pinta de ser el último ciclista de la Vuelta a España es José Luis Rodríguez Zapatero en Caracas. El hombre llegó a Venezuela invitado por el presidente Maduro como “Observador Internacional Especial” que en román paladino significa “Amigos del Bolivarianismo”, para las elecciones del 6 de diciembre.
No le invitaron a Monedero porque está en campaña, pero la amistad de Zapatero con Hugo Chávez fue en su día bastante parecida. Tuvo allí a un nefasto embajador, Raúl Morodo, y él rio todas las gracias de aquel presidente, autor de un golpe militar en 1992, que cogió al país con ocho dólares el barril del petróleo y la coyuntura se lo subió a 110 y dilapidó toda esa inmensa riqueza a la vez que enfeudó Venezuela a Cuba.
Pues este señor se ha ido a Venezuela a avalar al chavismo. Felipe González dice una cosa, Pedro Sánchez otra y Zapatero se pone a correo por las calles de Caracas en apoyo al chavismo. Y luego se quejan de que la gente no sabe que venden en esta campaña.
El viernes por la noche en una cena llegó a decir: ”Maduro gana las elecciones de calle”. Pues ya se ha visto. Su conducta ha sido inmoral, insolidaria y además patosa y gafe para el bolivarianismo, que en este momento hará todo lo posible para hurtar dos parlamentarios a la MUD.
Que siga corriendo y haciendo footing y asesorando a Maduro. Es lo único que al parecer sabe hacer.
COMO A PINOCHET A MADURO NO LE HA QUEDADO MAS REMEDIO QUE ACEPTAR LOS RESULTADOS.
Yendo ayer al Arenal, al inicio del paseo, había una concentración de unas cien personas con sus banderas venezolanas, sus cachuchas (gorras) y su entusiasmo. Preguntamos que celebraban no fuera a ser que fuera una concentración de chavistas desesperados. ”Celebramos el triunfo de la democracia en Venezuela” nos dijeron. Eran una serie de venezolanos convocados por una red social que querían estar juntos para mostrar su alegría por el triunfo de la Mesa de la Unidad en su país.
Uno de ellos me dijo que había sido escolta del presidente Chávez pero que lleva viviendo en Euzkadi diez años y está feliz aquí. Me presentó a su pequeña hija que estudia y está aprendiendo euskera. Otro era un empresario vasco con treinta años en Venezuela y que estaba feliz por lo que había pasado en su país de adopción. Unas chicas enviaban correos a sus amistades y amigos y el ambiente era de felicidad tras tantos años de represión.
Todos coincidían que eso de que Venezuela no es una dictadura porque celebra elecciones y acepta los resultados es una frase vacía y nos comentaban que también Pinochet aceptó el resultado en Chile ante su referéndum por la abultada votación que no pudo ocultar. En Venezuela hasta en el barrio el ”23 de enero”, barrio chavista por excelencia, ha triunfado la Mesa de la Unidad de la oposición, hartos de miseria, de enfrentamientos, de vulgaridad, de inseguridad, de colas y de riesgo para sus vidas.
Todos saben que Maduro hará todas las trampas del mundo para no perder todo su poder. Y no olvidemos que aquello es un régimen militar y que de democracia solo tiene la fachada para engañar incautos tipo Zapatero.