CON LAS DERECHAS O CON LAS IZQUIERDAS

Domingo 4 de septiembre de 2016

Rafael Catalá, es el ministro de Justicia del gobierno español. Dijo que Otegi no estaría en las listas en las elecciones vascas, y, efectivamente, no está. A eso se le llama independencia judicial.

Borja Sémper encabeza la lista del PP por Gipuzkoa. En las elecciones de diciembre dijo que votar al PNV era tirar el voto a la basura. Pero quien no salió elegido fue él. Tampoco el 26 de junio, para gran disgusto de un personaje vacuo y narcisista que representa una derecha muy poco vasca. Sus declaraciones contra Otegi no desmerecen del peor de los carroñeros de la extrema derecha madrileña.

En lugar de buscar un espacio propio, moderno y atractivo, hace lo contrario por agradar a sus jefes madrileños, Sémper halaga sus oidos con tremebundeces impropias de un vasco que sabe que lo hecho a Otegi, es la clásica cacicada política de un poder español al que le importa un pito normalizar una sociedad. Y es que el PP no tiene un discurso propio en Euzkadi, es un discurso español sin matices, por eso llamar derecha vasca a lo que representan, me parece una demasía.

Y más cuando gentes como éste Semper no se identifica en nada con la sociedad que dice querer representar. Le preguntó Rafael Álvarez en El Mundo por el fútbol. ”Soy madridista, nadie es perfecto” contestó. Ni del Real Unión, ni de la Real Sociedad, del Real Madrid. Y cuando alguien no tiene ni la mínima complicidad emocional con aquellos a los que pide el voto, es normal que su jefe de filas, Alfonso Alonso ande con su salchichauto repartiendo “Gildas”. Es una derecha española folclórica e impresentable, no vasca.

Pero este tema de la derecha es muy recurrente en ciertos medios, y en ciertos partidos.

Es un tópico en los medios de ideología marxista considerar a EAJ-PNV como partido de derechas. En su concepción de sociedad y de lucha de clases, todo el que no se alinea con la clase proletaria y en contra de la burguesía es de derechas. Pero EAJ-PNV es interclasista, como, paradójicamente, lo son hoy todos los grandes partidos de origen marxista.

Sabemos también que durante la República EAJ-PNV se alineó al principio con la derecha fuerista vasca frente a socialistas y republicanos, a causa de la consecución del Estatuto, por un lado, y al catolicismo de la gran mayoría del pueblo vasco y componente sociológico de EAJ-PNV por otro.

Pero cuando la derecha española subió al poder, y con ella la derecha vasca, fue abandonado el Estatuto, y EAJ-PNV se alineó en adelante con las fuerzas republicanas.

No ha de olvidarse, por lo significativo del hecho, la fuerte presión que desde la Jerarquía eclesiástica y desde el propio Vaticano se ejerció sobre EAJ-PNV para obligarle a un alineamiento con las derechas en las elecciones que dieron paso al llamado «bienio negro» (1933-35). Posteriormente, en enero de 1936 los diputados nacionalistas abando­naron el palacio Vaticano cuando, en la antesala misma del Papa, se con­dicionó su audiencia al alineamiento electoral con la derecha.

Estrategias electorales aparte, Agirre ya había definido en un párrafo de un discurso memorable pronunciado en agosto de 1931 en el Congreso, asumido por todo el Partido, la postura de aquel EAJ-PNV ante este problema: «… Nosotros, en esta fraseología que aludo, si es que derecha es ser opuesto a los avances legítimos de la democracia en contra de los poderes absolutos, si esto es ser de derecha, nosotros somos de izquierda. Si por derecha se entiende la consustancialidad de la Religión de un régimen cualquiera y no independencia absoluta de los poderes eclesiástico y civil en sus materias respectivas, entonces también somos izquierda. Y si por derecha se entiende en el orden social, oposición a los avances legítimos del proletariado, llegando incluso a la transformación absoluta del régimen presente, e incluso hasta donde no vais vosotros en el terreno económico, si por eso entiende derecha, también somos izquierda». «Ahora bien, si por izquierda se entiende ir contra la familia, contra los sagrados principios de la Iglesia Católica cuyas normas profesamos, entonces en esa fraseología, que estimamos ridícula, somos derecha».

De lo que, en la época, definía básicamente como de derecha: católico, socio-económicamente conservador y monárquico, EAJ-PNV era ciertamente católico, pero jamás fue monárquico (Sabino suprimió del escudo de Bizkaia el símbolo del «Señor») y, desde su fundación tuvo un fuerte sentimiento social. Así lo demuestra no sólo la citada frase de Agirre, sino los escritos de Arana; su famoso contrato político con el candidato a diputado Urquijo, y el hecho de que el PNV fundara un sindicato nacionalista, el más fuerte de Euzkadi, aunque absolutamente separado del Partido.

En todo caso, la sucesión de los acontecimientos a raíz del «bienio negro» hizo que EAJ-PNV se alineara junto a las fuerzas del Frente Popular, compartiendo su suerte en la guerra civil española, en la cárcel, en el exilio y en toda la oposición antifranquista.

Van a ver ustedes en esta campaña decir que el PNV, prototipo y personalización de ese nacionalismo romántico que se adormece con recuerdos históricos, es obra de la «burguesía». ¿Uds. no lo sabían? ¿El nacionalismo vasco actual y el de 1936? Una secreción de la burguesía. Y ¿qué es la burguesía? Burguesía es una palabra táctica del marxismo. Cuando hay que hundir a un movimiento hay que ponerle la etiqueta de «burgués».

Pero ¿qué es la burguesía según Marx? La clase poseedora de los medios de producción. Es decir, los poseedores del capital de las Industrias y del comercio. Y aquí está el montaje. El que vivió el nacionalismo vasco de 1936, sabe perfectamente que los «burgueses» no solamente no estaban en el P. N. V., sino que lo atacaban abiertamente como utópico y contrario a sus intereses.

Los que respetan los hechos deben confesar que el movimiento nacionalista vasco fue esencialmente popular. Clase media y clase obrera se unieron en un solo frente. Un solo movimiento con un doble punto de apoyo: el P. N. V. y Solidaridad de Trabajadores Vascos.

Es curioso que cuando hasta Podemos alaba la política social del PNV, la RGI, la sanidad y la educación se nos quiere etiquetar con el calificativo de conservador. Otra afirmación sin base y sin pruebas. Muy a lo marxista.

Pero ¿por qué no se definen ante el comunismo o el bolivarianismo? Si un movimiento moderno quiere actuar sinceramente debe tomar posición ante esos dos extremos. No a medias. Un movimiento liberador exige una concepción del hombre, de la Patria, de los valores humanos y espirituales. Aquel movimiento que no se define significa que no tiene la intención de hacerlo para conciliar lo inconciliable y ocultar aquellas metas que hoy sería inoportuno exponerlas ante la opinión pública. Cuestión de táctica para aquellos que algo tienen que ocultar.

En Venezuela el descendiente de vascos ,que nos visitó hace años, Jon Goicoechea, ha sido detenido por la policía bolivariana y acusado falsamente de subversivo contra un régimen que fabrica pruebas y persigue al disidente ,mientras el país agoniza arruinado ,sin libertad de expresión, desabastecido, inseguro, sin esperanza alguna para la juventud y con una corrupción galopante. Y no veo a nadie de Bildu protestar por el modelo que nos vendían como redentor.

Estuve hace poco con Goicoechea. Regentaba una pizzería en Madrid con su esposa. Había tenido que salir de Venezuela pues temía por su vida pero ante la situación extrema que se vive en aquel sufrido país me dijo que su obligación de demócrata era estar con los que sufrían. Y nada más llegar a Venezuela, ha sido detenido y acusado de complot contra un régimen espúreo.

¿Este es el modelo que Bildu tiene para Euzkadi? ¿No? Pues que lo diga. Pero, ¿Cuál es su modelo?. No lo sabemos. ¿No sería bueno saberlo en campaña y si además del bolivarianismo ,recoger las basuras puerta a puerta, mentir en relación con la incineradora productora de un cáncer imaginado, me encantaría saber si tiene un modelo de sociedad atractivo y sugerente y sobre todo democrático?. No es mucho pedir.

Tampoco sabemos el del PP. Ni el del PSE, salvo volcarse en apoyar a un Pedro Sánchez que tiene las misma fórmulas territoriales que el PP.¿Y el de Podemos?. Sí, sí: ”desalojar al PNV”. Gran programa.

Estamos a veinte días de unas elecciones vascas que nos dirán como vamos a vivir los próximos cuatro años. Sabemos lo que promete y lleva a la práctica el EAJ-PNV y sabemos que lo que promete Urkullu, lo cumple. Y sabemos también que querrán meternos en el corralito de una derecha vasca inexistente.

Pero ahí está lo dicho por Agirre, más vigente y claro que nunca. Con él seguimos estando.