Más de 40.000 personas le recibieron en San Mamés el 15 de diciembre de 1979
Hay fechas que están grabadas a fuego en la memoria. Y el 15 de diciembre de 1979 es una de ellas. Un día como hoy de hace más de cuatro décadas, el lehendakari Jesús María Leizaola dejaba atrás 43 años en el exilio y regresaba a Euskadi en loor de multitudes. Después de cerrar la Delegación del Gobierno vasco en París en la Rue Singer , el lehendakari Leizaola montaba en el avión Francisco de Orellana rumbo al aeropuerto de Sondika. Centenares de personas le esperaban en el aeródromo bizkaino , antesala de lo que iba a suceder horas después. En un San Mamés abarrotado -como si el Athletic jugara la final de copa-, más de 40.000 almas siguieron el recibimiento de Leizaola, con mitin del protagonista incluido.
Veinticuatro horas después, en la Casa de Juntas de Gernika, llegaría el acto más institucional, donde Leizaola pasaría su simbólica representación al que sería próximo lehendakari Carlos Garaikoetxea y entonces presidente del Consejo General Vasco. En la villa foral, Leizaola hizo un balance de sus 19 años como jefe del Ejecutivo vasco en el exilio y, sobre todo, de la gestión política y económica. Llegó a esa representación tras el fallecimiento en Paris en 1960 del Lehendakari Agirre.
Un mes después de la aprobación en referéndum del Estatuto de Gernika, el último lehendakari en el exilio, siguiendo las indicaciones del EBB, volvió a la Euzkadi peninsular de sus amores. Leizaola cumplía así su promesa de volver cuando existiera un marco de actuación similar al que le originó su largo destierro. Atrás quedaban instantáneas históricas, como la que protagonizó el 22 de marzo de 1960 junto al féretro de José Antonio Agirre en el cementerio de Donibane Lohizune, donde juró el cargo como nuevo lehendakari. También en el exilio.
Sus visitas a las colectividades vascas de la diáspora, sus colaboraciones en los medios de difusión de la propaganda vasca como Radio Euzkadi o la intervención personal ante el Vaticano para evitar las penas de muerte durante el proceso de Burgos fueron algunas de las actuaciones que reflejaron el continuo apoyo y deseo de Leizaola para que todos los vascos estuvieran unidos, así como la denuncia del régimen franquista. Una de las numerosas y valientes vivencias que poblaron la vida de Leizaola tuvo lugar con motivo de la celebración del Aberri Eguna de 1974, cuando el jefe del Ejecutivo vasco en el exilio entró de forma clandestina en Gernika.
El regreso de lehendakari zaharra causó una gran expectación en los medios vascos y estatales, y DEIA cubrió la noticia dándole la trascendencia e importancia que tenía. Los especiales Ongi etorri lehendakari Jauna! y Leizaola, la historia le dio la razón, fueron seguidos por miles de lectores. Pocos meses después, Leizaola era elegido parlamentario en las elecciones donde Garaikoetxea resultó ganador, al encabezar la lista por Bizkaia.
Una efemérides tan redonda como ésta debería haber sido recordada con un programa especial de EITB pero como no se trata de un programa de cocina o de un partido de fútbol, no interesa. Tras este comportamiento no nos quejemos que las nuevas generaciones no tengan ni idea de nuestro inmediato pasado ni que otros se pongan plumas que no les corresponden.
Se traiciona la misión que para EITB diseñamos en 1982 de informar, formar y entretener.
43 años de exilio y 45 de su regreso y ni una línea. Asi nos va.