Jueves 27 de marzo de 2025
Recuerdo que para las elecciones de marzo de 1980 se incumplió, por presión de la agencia de publicidad, una orden de Ajuriaguerra. Este decía que el PNV no era un club de fans alrededor de un líder o divo, sino un equipo. No hay más que ver el cartel de las elecciones de 1977. Aparecían todos los candidatos en casillas, como estos dos que enseño ahora. Él decía que el PNV era un equipo y nadie era más que nadie.
Lo que ocurrió fue que la negociación estatutaria entre Adolfo Suárez y Carlos Garaikoetxea durante todo el año 79, catapultó a éste de tal manera porque además de presidente del Consejo General Vasco era presidente del EBB y esto le había presentado como un gran negociador, casi el único, y de tú a tú con el gobierno central y la agencia nos decía que los mensajes se emiten mejor centrándolos en las personas, en los líderes y no en los equipos. Para colmo no había la menor tradición parlamentaria en el país. Todo funcionaba alrededor del ejecutivo y nos decían que vender a sesenta candidatos era imposible y que lo mejor era hacerlo con la persona que había rentabilizado la negociación, Carlos Garaikoetxea que encabezaba la lista por Gipuzkoa.
Me tocó dirigir aquella campaña y comentarlo con Xabier Arzalluz y Luis María Retolaza a quienes no le gustaba la idea del divismo, frunciendo el ceño me dijeron que era peligroso pero que los técnicos mandaban. Estos además de esta petición nos dijeron que no podían ofertar la votación a un Parlamento sino pedir el voto para un ejecutivo y de ahí vino el slogan ganador: ”Todo un Gobierno para todo un pueblo”.
Garaikotxea fue el eje de campaña y los parlamentarios la música de fondo. El reconocido artista Alberto Schommer nos sacó una fotografía por grupos que fue bautizada como la foto del Museo de Cera. Todos por grupitos.
Publico ahora la cartulina que repartíamos en los mitines, en las caravanas, en la calle junto a la fotografía de Garaiikoetxea como Lehendakari.
Encabezaba la lista de Bizkaia Don Jesús María de Leizaola que había regresado de su largo exilio en diciembre de 1979. Era el poso de la historia que ofrecíamos como garantía. Verán además como de número tres iba el entonces Diputado General de Araba Emilio Gevara. José María Makua, que lo era de Bizkaia, iba en la candidatura alavesa. Se incluyeron por si el candidato a Lehendakari o posterior Lehendakari dimitía por enfermedad. Eran la rueda de repuesto. Lo fue Ardanza en la siguiente legislatura cuando dimitió Garaikoetxea.
En esa lista solo está Inmaculada Boneta como mujer. En la de Álava iba Maite Sáenz de Olazagoitia y en Gipuzkoa Begoña Munarriz y Ana Bereziartua. Eran 4, del PNV, y con Itziar Aizpurua de HB, en total cinco. Hoy son mayoría.
Otro dato, y éste más inquietante es que la mitad de aquellos nueve elegidos, han fallecido ya cinco. Rubalcaba sucedió a Leizaola cuando éste dimitió en noviembre de ese año 80. La segunda lista es la parte final de la candidatura, veinte por territorio, que no salió aunque luego todos tuvieron su importante recorrido vital y político. El más joven de Bizkaia era Joseba Zubia con 29 años y luego yo con 31. Unos chavalitos.
Son historias que se las lleva el viento. Ojalá el lunes 30 en Gernika en el acto conmemorativo de esos 45 años nos veamos todos cuatro décadas y media después llenos de salud y de la sabiduría de los años y las experiencias, aunque no haya nada más erosionador que el tiempo.