PREGUNTA Y RESPUESTA DEL GOBIERNO SOCIALISTA SOBRE LOS ACTOS DE VITORIA

Viernes 26 de febrero de 2016

Gasteiz marzo de 2976En el año 2004, gobernando  ya Zapatero, formulé una de las  muchas  veces que pregunté al gobierno sobre los hechos trágicos de Vitoria-Gasteiz cuyo  cuadragésimo  aniversario se recordará la semana que viene.

Ésta fue la pregunta y ésta la respuesta.

A la Mesa del Senado

Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga, Senador por Bizkaia y miembro del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos, al amparo de lo establecido en el vigente Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente pregunta, para su contestación escrita por el Gobierno.

Los miembros de la Asociación de Víctimas del 3 de marzo de 1976 en la ciudad de Vitoria acaban de recordar cómo su reivindicación del reconocimiento oficial de aquel hecho sigue sin cumplirse.

El PP se ha quedado en el pasado sólo en el Congreso de los Diputados ante mociones que pretendían que colectivos de víctimas como las del 3 de marzo y otras de la violencia policial y de los aparatos del Estado, pudieran acogerse a la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo.

Es más, ha recurrido una sentencia de la Audiencia Nacional (caso de Normi Mentxaka) en la cual se reconocía el derecho a la aplicación de dicha ley.

Mucha gente salió defraudada de la anterior etapa del gobierno socialista, cuando gobernando en mayoría, un partido socialista y obrero no supo cumplir con las expectativas creadas para la resolución de injusticias tan flagrante como la agresión a la clase trabajadora que supuso la masacre del 3 de marzo en Vitoria, dejando a sus autores y responsables de los hechos sin juicio ni castigo, y en la más completa impunidad.

Se espera que esta nueva etapa de gobierno socialista, unida al talante expresado por su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de diálogo para solucionar cualquier conflicto, debe servir para corregir antiguos errores e injusticias.

Creemos que la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo tiene que ser aplicada atendiendo al espíritu de reconciliación y reconocimiento hacia todas las víctimas sin distinción, empleando la misma vara de medir en todos los casos, cosa que no ha ocurrido hasta el momento, pues, mientras por una parte se ha condecorado a torturadores reconocidos, por otras, se ha obviado y negado el reconocimiento a personas que han sido víctimas de una violencia de los aparatos de un estado dictatorial, siendo asesinadas por intentar recuperar las libertades perdidas y por la instauración de unas condiciones dignas de trabajo.

Entendemos que es deber de todo gobierno democrático recuperar la verdad de unos hechos tal y como sucedieron, y no como los presentan, basándose en informes policiales de aquella época, totalmente tergiversados, manipulados y mentirosos, a los cuales el gobierno saliente del PP les dio total credibilidad y legitimidad asumiéndolos plenamente.

Por tal motivo, tras más de 28 años debe ser este nuevo gobierno socialista quien esclarezca los sucesos acaecidos el 3 de marzo de 1976 en Vitoria, creando los mecanismos de investigación necesarios. Ello, no sólo por una mínima dignidad democrática, sino por saldar la deuda contraída con los trabajadores por una tierra, a la que muchos de los cuales vinieron en busca de unas mejores condiciones de trabajo, bienestar y libertad y que en esa lucha por lograrlas perdieron sus vidas.

Por esta razón, este Senador desea obtener respuesta por escrito a las siguientes preguntas:

¿Piensa el Gobierno esclarecer los hechos referidos ocurridos el 3 de marzo de 1976? ¿Permitirá el Gobierno que los colectivos de víctimas como las del 3 de marzo de 1976 puedan acogerse a la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo?

Palacio del Senado, 19 de mayo de 2004.

Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga.

MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA

A los efectos del art. 169 del Reglamento del Senado, se traslada respuesta del

Gobierno respecto al asunto de referencia.

(684) PREGUNTA ESCRITA SENADO

684/000174/0000 19/05/04

AUTOR/A: ANASAGAST1OLABEAGA, Iñaki Mirena (GSNV)

ASUNTO: Previsiones del Gobierno en relación con el esclarecimiento de la agresión a la clase trabajadora que supuso la masacre ocurrida el día 3 de marzo de 1976 en Vitoria (Álava), así como con respecto al acogimiento de las víctimas a la Ley 32/1999, de 8 de octubre, de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo.

RESPUESTA:  La pregunta  hace referencia a los tristes  sucesos ocurridos en Vitoria el 3 de marzo de 1976, cuando, a resultas, entre otros incidentes, de un encierro prohibido por la autoridad gubernativa en la Iglesia de San Francisco de Asís de Vitoria, se produjo una carga policial que se saldó con 5 muertos y varios heridos.

Respecto a la primera cuestión formulada, se destaca que el caso presente fue objeto de sobreseimiento provisional y subsiguiente archivo por la Jurisdicción militar, competente en la época, de los hechos, por tratarse de sucesos en los que estuvieron implicados miembros de la Policía Armada, personal entonces aforado.

Asimismo, realizadas las oportunas consultas en los archivos y bancos de datos del Ministerio del Interior, se ha constatado que no existe copia de las diligencias instruidas en relación con los sucesos que tuvieron lugar en Vitoria el 3 de marzo de 1976.

En cuanto a la segunda cuestión formulada por Su Señoría, donde se solicita el reconocimiento como víctimas del terrorismo de los asesinados y heridos en dichos sucesos, para que puedan acogerse al régimen resarcitorio establecido en la Ley 32/1999, de 8 de octubre, de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo, hay que destacar, en primer lugar, que algunos de los afectados plantearon directamente ante el Ministerio del Interior la misma pretensión, que fue rechazada (en anexo se adjunta copia, a efectos informativos de la resolución de uno de los recursos de reposición). Se señala igualmente, que las resoluciones desestimatorias han sido confirmadas posteriormente por sentencias recaídas  en  los recursos contenciosos que plantearon  los interesados si bien no son firmes por haber sido impugnadas en casación.

El argumento fundamental para desestimar las solicitudes ha sido que los hechos descritos no tienen cabida en el ámbito de aplicación de la citada Ley 32/1999, cuyo art. 2.1 señala que las víctimas de actos de terrorismo o de hechos perpetrados por persona o personas integradas en bandas o grupos armados o que actuaran con la finalidad de alterar gravemente la paz y la seguridad ciudadana tendrán derecho a ser resarcidos por el Estado, que asumirá con   carácter  extraordinario el   abono  de las   correspondientes indemnizaciones, en concepto de responsabilidad civil y de acuerdo con las previsiones contenidas en la Ley.

Como ha reconocido la propia jurisprudencia, los tristes y luctuosos sucesos de Vitoria no tienen encaje en la definición de delitos de terrorismo que establecen los art. 571 y siguientes del Código Penal. En concreto, la sentencia de 9 de octubre de 2003 de la Audiencia Nacional, tras reconocer que la actuación policial se produjo en ejecución de órdenes superiores y estaba encaminada a la disolución de una asamblea que estaba prohibida, literalmente señala que «la conclusión que cabría inferir a los efectos del presente recurso es que en modo alguno nos encontraríamos ante la actuación de determinadas personas encaminadas a alterar gravemente la paz y la seguridad ciudadanas, sino   ante la   actuación, dramáticamente   desafortunada, de   funcionarios policiales que cumplían órdenes encaminadas a preservar la legalidad vigente, lo que permite afirmar (…) que el cauce adecuado para hacer valer la pretensión resarcitoria ahora intentada sería, en su caso, la de responsabilidad patrimonial por funcionamiento anormal de servicio público y no la prevista en la Ley 32/1999».

Por lo tanto el Ministerio del Interior entiende que, no obstante la reprobación que puedan merecer los hechos a los que se refiere Su Señoría, la dicción de la Ley 32/1999 y la interpretación de la misma que ha realizado la jurisprudencia, no permiten extender la aplicación del régimen de Vitoria y a sus familiares.

Madrid, 9 de junio de 2004

EL SECRETARIO DE ESTADO

DE RELACIONES CON LAS CORTES

EXCMO. SR. PRESIDENTE DEL SENADO.- MADRID

 

 

 

 

 

 

 

 

LO QUE DIJERON EN EL GOBIERNO DE ARIAS NAVARRO SOBRE LOS SUCESOS DE VITORIA.

Jueves 25 de febrero de 2016

AreilzaSe va a conmemorar el ochenta aniversario de aquella tragedia en Gasteiz donde murieron tres personas y fueron heridos muchas más en una carga policial del franquismo a los cuatro meses de la muerte del dictador.

Este año se quiere recordar de manera especial este terrible hecho y quiero aportar un documento de interés.

He encontrado en el libro del entonces ministro de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, Diario de un Ministro de la Monarquía, lo que apunta en su diario sobre lo que se decía en el Consejo de Ministros de aquella dictadura y la frivolidad, indecencia, pasividad, e indiferencia de aquellos señorones del régimen donde se encontraba Manuel Fraga, como ministro de la Gobernación, y el sinvergüenza de Villar Mir, gran pope actual de una constructora, de la patronal española, financiador del PP, y hombre que da clases de ética en 13 TV.

Leánlo. No tiene desperdicio:

5 DE MARZO (José M. de Areilza)

10 de la mañana. Consejo en Presidencia. Arias me saluda fríamente: ¡bien venido! ¿Tendrá ya celos negros? El tono es sospechoso. ¡Qué extraño personaje! Puede que sea un acomplejado patológico. Pide que abreviemos para tratar de terminar por la mañana. Sí; sí… Los sucesos de Vitoria ocupan el tema del día. Todo el mundo —los ministros también, en especial Suárez, que ha sustituido en Gobernación a Fraga, ausente— está pendiente de lo que allí ocurre. Cada uno tiene su versión. El presidente, crispado, echa la culpa de los sucesos a los jueces que ponen en libertad a los detenidos cuando no encuentran motivos de procesamiento. También recibe su rociada la prensa canallesca, entendiendo por tal a todas las publicaciones periódicas y diarias, incluidas las del Movimiento. Recibe la Iglesia su cupo correspondiente porque los sucesos de Vitoria se deben según Arias a que había varios curas defroqués entre los líderes obreros. Y uno de ellos casado con una monja misionera. Como Lutero. Otro culpable: la ola de erotismo que lo invade todo. Cuenta cómo fueron a verle a su despacho la Comisión de Padres de Familia, presididos por Coronel de Palma, que le entregaron un documento en el que se relatan minuciosamente cuantos actos sexuales entre personas del mismo y distinto sexo se cometen en los escenarios de Madrid en funciones de tarde y noche. A su juicio procede tomar inmediatas medidas contra tal invasión porque de no ser así irían personalmente los padres de familia a destruir las revistas en los quioscos y supongo que a dar de latigazos a la Nadiuska y la San José para que esto se acabe.

En Vitoria el obispo va a leer una homilía. El obispo no va a leer la homilía porque al entrar en la catedral le han recibido con gritos de «¡Asesino!» «¡Fuera!». Clima de ansiedad y nerviosismo. El entierro de las víctimas es a hombros y van cincuenta mil personas en el cortejo. Han acuartelado las tropas y el capitán general pregunta si tiene que declarar el estado de guerra en la ciudad. Más tensión. Procuro informar a quienes desean escucharme cuál es mi propio criterio: Que el prestigio del Rey y de su Gobierno estaban intactos y tenían un amplio crédito para acometer su programa. Que había que acometer ese programa con decisión y rapidez. Y que los sucesos no eran debidos ni a los curas, ni al erotismo, ni a los jueces, sino a los partidos de izquierda, que tenían una estrategia .política perfecta­mente clara. Que había que retomar la iniciativa política en nuestras manos para contramaniobrar rápidamente o seríamos desbordados constantemente. Mis palabras impresionan. En medio de las tensiones de este día, surge lo insólito, lo que pasa al anecdotario: un ministro quiere reformar el Código Penal, él solo, para que sea delito grave ser «piquetero» en las obras en construcción. Osorio ha vuelto de enterrar a Iturmendi diciendo que le han robado un subsecretario y que, como ha jurado el cargo ante Villar y no ante él, ha cometido un perjurio; todos sus actos son nulos de pleno derecho y el acta levantada es un delito de falsedad en documento público. Las ocho menos cuarto. Me meto en el coche destrozado en parte por la gripe que he venido capeando malamente pero en realidad por la presencia directa en un espectáculo insólito y, a mi entender, insoluble a corto plazo que se llama el primer Gobierno de la Monarquía”.

Hasta aquí lo escrito por Areilza. Ya ven la calaña de aquella gentuza.

UN ACTO QUE ES TODA UNA ESTAFA.

Miércoles 24 de febrero de 2016

Sánchez y RiveraEl 20 de diciembre hubo elecciones legislativas en España. Y  a las mismas se presentaron cuatro partidos de ámbito estatal con posibilidades en liza que  encabezaron  la circunscripción de Madrid, el rompeolas de España.

Mariano Rajoy por el PP, Pedro Sánchez por el PSOE, Pablo Iglesias por Podemos y Albert Rivera por Ciudadanos.

Pues bien. Ganó Mariano Rajoy seguido por Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pedro Sánchez. Este quedó el último en la capital de España. Y eso que es madrileño. Su partido perdió treinta diputados. Quedó el  cuarto. Y nos quiere hacer olvidar ese dato con discursos de una cursilería  sonrojante. Y gobernar cuatro años con noventa diputados de 350.

Digo ésto porque soy demócrata y no me gusta la falsa y empalagosa grandilocuencia y la firma en el Congreso de un pacto de  los dos perdedores de esas elecciones, como si fuera él no va más. No me gusta, no porque esté a favor del PP, sino porque de lo que se trata  con esa foto es  de engañar a los ciudadanos. Y el fin, para mí, sigue sin justificar los medios. Repito. Por lo menos para mí.

La estrategia al parecer es lograr que Pablo Iglesias compelido por ese pacto se abstenga y deje al PP solo votando que no. Es una estrategia de mal perdedor, pero no de un buen político. Llegar como sea, ¿justificándolo todo?.

Ojalá Iglesias vote que no. No le veo al PNV en un pacto tan débil, con tantas tensiones, con tanto descaro, sin futuro y con tanto reformista recentralizador.

Dijo bien Ortuzar: «Pónganse ustedes primero de acuerdo».

Pero es que este acuerdo no les llega para nada. Bueno si. Para engañar al personal.

Porque es que además mienten. Hablan de reformas constitucionales sabiendo que no las pueden hacer prosperar con un Senado mayoritariamente dominado por el PP. Y eso de suprimir las Diputaciones. ¿a quién han consultado eso?. ¿A los pequeños pueblos?. Se ve que aquí lo que interesa no es combatir la corrupción sino recentralizarlo todo.

¿Por qué no eliminan las Delegaciones del Gobierno en cada Comunidad?. ¿Por qué no le mandan a Carlos Urquijo a casa?.

Y eso que a nosotros aparentemente no nos tocan un pelo. O eso dicen. Luego vendrán con la cantinela de los privilegios. Y nos irán cercando.

¿Por qué engañan al personal?.

La democracia tiene sus normas, sus formas, ritmos y engarces y esta foto en el Congreso, no apta para diabéticos y utilizando un discurso triunfalista, de cura de pueblo  dirigido a beatas, no me gusta. Me echa para atrás.

Y no me gusta porque es mentiroso. Pura impostura.

Nada se habla de Catalunya, nada se habla de la corrupción.

Es un arroz con pollo, sin pollo y sin arroz. Una farsa.

¿Qué sería lo lógico?.

Desde luego no dar el espectáculo que se está dando.

Entiendo que la corrupción en el PP es  algo sistémico y que los actuales dirigentes tienen responsabilidad, por lo menos “in vigilando” y otros “in metiendo” la mano. Como lo es en el PSOE. He vivido con este partido situaciones peores. Por eso lo lógico sería un gobierno de dos años con siete reformas claras, incluyendo al PP que tiene en su mano hacerlas, y luego convocando elecciones anticipadas. Se salva la cara a todo el mundo, se gana tiempo y se sientan las bases para otros treinta años.

Pero lo de hoy, sinceramente, me ha parecido una estafa.

Y, además, una gran una cursilería.