Martes 22 de diciembre de 2015
La eurodiputada de EAJ-PNV y vicepresidenta del grupo ALDE Izaskun Bilbao Barandica ha dirigido una pregunta a la Comisión Europa en la que se interesa por las medias que puede tomar Bruselas para compensar los daños generados a la industria naval estatal y vasca por el caso Tax Lease. El Tribunal General de la Unión Europea ha declarado hoy legal este sistema de financiación de la construcción naval lo que paraliza la devolución de las supuestas ayudas. Sin embargo no repara el trasvase de pedidos que se vivió a causa de este proceso entre los astilleros holandeses (país que interpuso la denuncia) y españoles.
Con la sentencia en la mano la vicepresidenta de ALDE plantea tres cuestiones concretas a las autoridades europeas. La primera se centra en explorar la actitud de la Comisión y las medidas que debería tomar para poner en marcha algún procedimiento para compensar al sector afectado por los graves daños causados. Igualmente y dada las abrumadoras evidencias de que se ha producido un trasvase de pedidos entre sectores de dos estados miembros gracias a la actuación de la Comisión, Izaskun Bilbao Barandica quiere saber si el gobierno comunitario está dispuesto a realizar alguna investigación sobre la evidente relación que hay entre el expediente abierto y fallado por la Comisión y el “baile” de carteras de actividad entre los sectores español y holandés. Además la eurodiputada jeltzale quiere profundizar sobre la posible discriminación que por parte de la Comisión ha sufrido la construcción naval vasca y estatal. Por ello se interesa por las razones que aduce Bruselas para no abrir actuación alguna tras la denuncia, que cuando se fallaba el expediente por el TAX LEASE, plantearon los industriales del sector contra Holanda. Como se recordará tras una denuncia holandesa la Comisión Europea abrió un expediente para investigar si el sistema de financiación de la construcción naval aplicado en españa (TAX LEASE) podía ser en realidad una ayuda de estado al sector. La incertidumbre creada por esta actuación, que podía afectar a operaciones ya en marcha y a otras en cartera, propició que muchos pedidos cambiasen de manos y acabasen en los astilleros holandeses. Él sector vasco y estatal siempre consideraron que la denuncia era simplemente una estrategia comercial para afrontar la dura competencia que la construcción naval española planteaba a la holandesa.
En Euskadi la controversia se produjo después de un largo proceso de ajuste de dimensión y tecnológica en el sector que hacía particularmente competitivas las ofertas por precio y especialmente por calidad y especialización en la construcción de determinados tipos de buques. Los responsables de los astilleros constataron en estos años que la incertidumbre financiera creada por el expediente fue en este periodo la primera causa del descenso de pedidos. Por eso la Vicepresidenta del grupo ALDE recuerda que “la apertura de este expediente, tras una denuncia holandesa, su lenta instrucción y resolución propiciaron un evidente trasvase de pedidos de los astilleros españoles a los holandeses” y ofrece en su iniciativa algunas llamativas cifras: “En concreto y a nivel general los pedidos en las gradas españolas descendieron vertiginosamente (entre 2010 y 2013 la cartera de trabajo en Holanda creció un 80%) En algunos sectores como el de los buques offshore mientras España pasó de 27 buques en cartera en 2010 a 8 en 2014 mientras Holanda creció en el mismo cuatrienio desde los 7 pedidos a 55”. Igualmente y de acuerdo con os datos publicados eta misa mañana por el Foro marítimo vasco Izaskun Bibao Barandica enfatiza que “en algunas regiones como el País Vasco, cuyo sector naval culminaba un proceso de modernización y competitividad este proceso supuso el cierre de más de 30 empresas solo en la industria auxiliar”
