El discurso del camaleón Villar Mir

Martes 17 de marzo de 2015

350.15Zapeando el lunes le vi al vicepresidente económico de Arias Navarro Juan Miguel Villar Mir, en 13 TV, gran constructor actual y hombre de referencia para la derecha hispana. Isabel Duran, Jaime González, María Antonia Trujillo, el presentador, un diputado del PSOE seguían sus explicaciones con la boca abierta. Era un espectáculo patético.

Vestido con capa de armiño el tipo imponía por su facundia un discurso ético, después de haber sido ministro de una dictadura, contando la historia de la industria en España, de la necesidad del trabajo en equipo, de elegir un objetivo y seguirlo, de su comparecencia ante el juez Ruz, de su paso por Altos Hornos de Vizcaya y de la constatación que tuvo que en el norte había una cultura industrial de la ineptitud de Zapatero, y todo ésto adobado con el discurso de la necesidad  de  la apuesta industrial en Europa desde que se inventó la máquina de vapor y de cómo la industria paga más y en menos tiempo.

Yo pensaba viendo a este viejo lagarto como aquella imagen  era la viva imagen de la transición en una España que nunca castigó al franquismo y que mantuvo a personajes de esta calaña  haciendo negocios de todo tipo. No le quito méritos a Villar Mir  para cambiar de piel, para convertirse en un personaje imprescindible de la españolidad; Real Madrid incluido y sobre todo su amistad con el Rey Juan Carlos hasta el punto que le premió nada menos que con un Marquesado, título  de la verdadera Casta que no sirve para nada más que para vanagloriarse de  su amistad con el corrupto campechano.

Un empresario me dijo en un viaje de avión a Madrid que el pabellón donde había vivido Corinna en El Pardo se lo había arreglado su constructora gratis et amore. Así a cualquiera le hacen marqués.

Bueno pues así está España como está. Viendo a gente  que creo inteligente y  además tan crítica contra todo embobados escuchando a este camaleón, sinceramente me quedé perplejo y comentando lo que es esta España superficial y sin valores.

En Eibar con la futura Alcaldesa, Eva Juez

Lunes 16 de marzo de 2015

Eva juezConocí a Fernando Irusta en Bogotá. Casado con la hija del ex ministro Paulino Sanz, era un ingeniero cartógrafo que conocía Colombia como nadie y, además, era de Eibar, sobre todo de Eibar. A nadie le he oído hablar más y mejor de Eibar que a aquel Irusta tan singular. Era además el delegado del Gobierno Vasco en Bogotá .Sentía por Eibar y por el Lehendakari Leizaola casi la misma pasión.

Y de él me he acordado hoy lunes 16 cuando he estado en el Batzoki de Eibar donde he acudido para una charla preelectoral. La última vez estuve en el anterior Batzoki hace 26 años. La fecha la recuerdo porque estando hablando en 1989 nos notificaron el fallecimiento de nuestro segundo Lehendakari, que había sido cuidado con mimo por otro eibarrés, el inefable Iñaki Larreategui, aquel que subió al despacho de Pujol y allí estuvo en la entrevista hasta el final, vivencia que he contado varias veces.

Eva Juez Garmendia es la candidata del PNV y actual concejala. Joven, dinámica, con muchas ganas de darle la vuelta a esta muy ejemplar ciudad con tanta tradición y personalidad. Mañana tendrá reuniones con varias asociaciones y, con un equipo de gente joven y entusiasmada, y sobre todo con la gasolina de la ilusión, ven la seria posibilidad de recuperar una alcaldía que ha estado en manos del PNV en dos ocasiones.

Hoy la democracia no es de adhesión sino de participación. Cercanía, humildad, el oído y los pies en la calle, la transparencia, el concepto claro de la subsidiariedad, objetivos claros, cumplir lo que se dice, apostar por la vida de calidad, un buen uso de las redes sociales y mucho trabajo son las pautas de comportamiento de esta candidatura que he visto muy ilusionada y con serias posibilidades de victoria.

Eibar no podrá estar en mejor manos que en este equipo que cree como el S.D. EIBAR que se puede estar en primera y luchando cada domingo.

Una buena experiencia.

¿Quién se acuerda de Castañares?

Lunes 16 de marzo de 2015

Jon CastañaresEl PNV fue a las elecciones de 1979, tras cuarenta años de sequía, con el lema de “Partido Municipalista”.  Fue el municipalismo el que en tiempos de la República  trajo la autonomía. Lo lideró el alcalde de Getxo, José Antonio de Aguirre y Lekube.

Y para esas elecciones necesitábamos candidatos. Yo estaba en el BBB y Makua nos dijo que prefería ser candidato a Diputado General y Mitxel Unzueta serlo para el Senado y ésto nos dejó sin las dos personas en las que habíamos pensado para candidatear para la alcaldía de Bilbao .Al final optamos por Jesús Echeberria, que trabajaba en la Firestone, pero la Junta Municipal de  Gorliz nos negó esa posibilidad. Y, espigando, fuimos al tercer  candidato  de la lista, un  directivo del Banco Bilbao, soltero, que en ese momento estaba con Iribar en aquella campaña en favor del euskera “Bai Euskerari” en Bayona. Había sido niño de la guerra en Inglaterra.

Y a Bayona  le llamé.

Me  contestó que no aceptaba. Le dije que en el Partido los cargos  propuestos por la ejecutiva eran obligatorios, salvo fuerza mayor. Me dijo que podía ser un buen segundo para sanear las malas cuentas del ayuntamiento. Le dije que no, que le queríamos de candidato  para sanear todo el ayuntamiento y, después de muchos forcejeos  y  vicisitudes accedió y con una campaña que traje de Venezuela y con el lema “Castañares arregla esto”, ”Por aquí pasó un amigo de Castañares”, ”Jon Castañares. El Hombre capaz”, le ganamos al virtual candidatos socialista  al que todos daban  como ganador José Luis Rubio, conocido y que se había enfrentado a la alcaldesa Pilar Careaga. Hoy seguramente el PNV no tendría alcalde de Bilbao si en 1979 no hubiéramos ganado aquellas elecciones. Es muy difícil desbancar a un alcalde y a un partido si  los dos trabajan bien en su municipio como ha trabajado el PNV estos años.

Y Castañares ha sido, de todos los alcaldes que Bilbao ha tenido (Castañares, Robles, Gorordo, Duñabeitia, Ortuondo, Azkuna y Areso) el más meritorio porque le tocó bailar con la más fea. Sin presupuesto, sin experiencia, no queriendo serlo, con una ETA matando de manera continua, y con la Gaceta y El Correo en contra, sacó adelante un ayuntamiento que moría de inanición e inició él la limpieza de la ría, puso en orden las cuentas y sentó las bases de lo que ha venido después.

Castañares, de quien pocos se acuerdan, vive en Getxo, solo y enfermo. Y aunque no está para grandes trotes, una sociedad con  calidad humana  debe recordar a sus hijos más débiles. Sé que el ayuntamiento de Getxo se ocupa de él pero falta ese reconocimiento público a una labor que fue pionera.

Me parece extraordinario el recuerdo a Azkuna, pero antes que Azkuna ha habido también grandes servidores públicos y el PNV no se agota en una persona. El PNV es una continuidad histórica y Castañares fue un  extraordinario eslabón de una gran cadena  que seguirá en la persona de Juan Mari Aburto.