Lo que busca Obama con la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro

Miércoles 11 de marzo de 2015

ObamaSi como se dice que una imagen vale más que mil palabras, la cara de circunstancias de la fiscal Katherine Harrington Padrón en la cadena de anoche lo dijo todo. El ambiente general y los gestos de los enfocados por las cámaras durante la perorata presidencial estaban más cercanos a un velorio que a un desafió antiimperialista.

La administración Obama le está dando a la jerarquía chavista donde más les duele. Aquí se está ensayando una forma de presión inédita. En Washington saben desde hace algún tiempo (aunque que lo reconozcan tarde), que los embargos comerciales y bloqueos nunca han conseguido el objetivo de provocar el cambio de régimen en ningún país.

Ese procedimiento no funcionó en Rusia luego de la revolución bolchevique, no funcionó en la España de Franco luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, no funcionó con la China de Mao, y no sirvió en el Irak de Hussein luego de la Primera Guerra del Golfo. En los tres primeros casos a los respectivos gobiernos norteamericanos no les quedó otra opción más práctica que reconocer a los regímenes de turno y sentarse a negociar. En el caso Irak, Bush hijo apeló al recurso de una costosa invasión, luego de años de inútiles sanciones económicas.

Y en el caso de Cuba se puede aplicar aquella frase del primer ministro británico sir Winston Churchill según la cual: “se puede tener la seguridad que los americanos siempre harán lo correcto…una vez hayan agotado todas las demás alternativas”.

En todos los casos anteriores la historia siempre fue la misma: la sanciones económicas alejaron a cada país de la órbita económica de Estados Unidos (al final del día su carta fuerte), castigaron a su población, no afectaron en demasía la vida cotidiana de la élite gobernante y por el contrario la reforzaron en el poder, pues, entre otras cosas, le dio la posibilidad de traspasar la responsabilidad de su propio fracaso al enemigo yanqui.

Ahora bien, el mismo presidente norteamericano que luego de 54 años reconoce la inutilidad del embargo económico contra Cuba, decide hacer uso de una nueva legislación para personalizar las sanciones contra funcionarios venezolanos.

Un trato para los Castro y otro para los hijos de Chávez. ¿Por qué? Esta cuestión tiene lleno de perplejidad a los medios de Miami.

La relación de Estados Unidos con Venezuela es paradójica. El gobierno venezolano se dice en lucha en contra de los intereses “imperiales” de ese país, financia una red mundial antiamericana con los dólares provenientes del petróleo que le vende a Estados Unidos. Y si el gobierno de esta nación decidiera no comprarle más petróleo a su supuesto enemigo, Venezuela sería la víctima.

El hecho es que Venezuela está en la órbita económica de Estados Unidos. El gobierno de ese país va hacer uso de eso, sabe que alejar a Venezuela sería un error.

La crisis económica más temprano que tarde obligará a Maduro a ceder y sentarse a negociar con factores nacionales e internacionales y la administración Obama pretende ser parte de eso.

Y el otro hecho es que la revolución chavista ha sido una oportunidad de ascenso social y mejores ingresos económicos para una gran cantidad de personas que han aprovechado la oportunidad para hacer carrera sirviendo al régimen, en un contexto en el cual esa misma revolución no ha podido modificar los hábitos y aspiraciones consumistas de sus propios partidarios, que entre otras cosas pasan por pasear por los centros emblemáticos de la Republica del Norte.

En ese sentido el referéndum sobre la reforma del 2007 fue muy revelador. La mayoría del electorado votó por Chávez, por la misiones, por el mayor gasto público, por más consumo, por el populismo petrolero, pero no le compró su discurso del socialismo del siglo XXI. Hasta allí llegó la “conexión religiosa”. La capacidad de seducción del prestidigitador se estrelló contra esa pared.

Esa es una diferencia esencial con la Cuba de Castro, que consiguió disciplinar y encuadrar a la población en su proyecto.

El juego de Obama es para detenerse a analizarlo detenidamente: mientras negocia con los cubanos en la Habana, no cesa de presionar a los funcionarios del régimen chavista. ¿Cuál es su verdadero objetivo? ¿Dónde está su jugada? ¿En la Habana o en Caracas? ¿Utiliza las presiones sobre los funcionarios venezolanos como cartas de negociación con los cubanos? ¿O al revés?. Ya no se puede reelegir y todo ésto no le va a dar un voto. El régimen comunista cubano va de salida por una cuestión biológica, en cambio parece un momento propicio para intentar detener la deriva cada vez más abiertamente represiva de la cúpula chavista.

Le está metiendo presión al círculo militar y judicial más cercano al presidente venezolano. Llenándolo de dudas y poniendo en cuestión su determinación. No descartemos que en realidad Obama esté intentando negociar con Maduro. ¿Por qué? Porque la política es eso.

También está intentando, y parece que lo va logrando, restablecer la influencia norteamericana en América Latina.

Por supuesto, todo ésto implica riesgos. Para la oposición venezolana es un riesgo de cara a las elecciones parlamentarias.

¿El oficialismo puede utilizar el tema para desviar la atención de los problemas económicos? En principio sí. Pero…para la oposición es muy fácil darle la vuelta por la vía de la corrupción y de la inconsistencia en el mensaje antiimperialista.

Porque hacia allá (en parte) apuntan las sanciones: la corrupción. El Estado chavista es profundamente corrupto. El hedor es tal que no se puede ocultar. ¿Por qué un dirigente chavista revolucionario, socialista y antiimperialista tendría visas emitidas por Estados Unidos? ¿Cuántos ministros, gobernadores, generales, altos cargos o sus familiares más próximos tienen cuentas bancarias o propiedades en ese país?

Para los países hasta ahora aliados de la revolución venezolana, es muy difícil dar solidaridad automática con un régimen así. Corrupción y represión, dos instrumentos de poder, ahora convertidos en pies de barro.

Pedro Benitez.

Esperanza y Cristina tienen un nacionalismo español muy exacerbado

Martes 10 de marzo de 2015

esperanza-aguirreCurioso. El dedo mágico de Mariano Rajoy ha designado candidatas al ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid a las Sras. Aguirre y Cifuentes y  las  primeras manifestaciones de estas señoras  son para atacar lo vasco en sus diversas manifestaciones.

Una con el partido de la final de Copa y la otra con la actuación de Soziedad Alcoholika.

En tiempos de Franco decían que Piru Gainza subía al palco donde estaba Franco a por la consabida Copa, entonces del Generalísimo, y le decía al dictador:

«Don Francisco, hasta el año que viene!!.

Era lo normal que un equipo de la Liga compitiera para lograr la Copa siempre con el Athletic.  Y  a Madrid llegaban bilbainos y no bilbainos que gastaban lo que no tenían, eran recibidos por todo lo grande y acuñaban el famoso dicho del «agua de Bilbao» referido al champán. Y todos felices.

Y eso que  aquello era una dictadura.

Pero llega  esta democracia de baja intensidad y a estas señoras no les gusta que se le pite al rey ni al himno. Tienen un nivel de tolerancia un poco bajo, y prefieren que no vengan ni vascos ni catalanes. Y los taxistas y los restaurantes de Madrid, cabreados.

¿Pero no habíamos quedado que España era una Unidad de Destino en lo Universal?. ¿No prefieren que los vascos y catalanes, nacionalistas y no nacionalistas vengan a Madrid  y jueguen en el Bernabeu?.

¡Que piel tan fina  tienen en relación con  los pitidos!

¡Pero si solo son pitidos, frente a una monarquía impuesta por un dictador y ante un himno que arrumbó la republicana y democrática  Marcha de Riego al baúl de los recuerdos!!!!.

Pero el nacionalismo español es así. Excluyente y lleno de separadores. Y ahí está Don Florentino, queriendo quedarse con Iberdrola y buscando obras en Euzkadi pero no dejando su estadio para una final porque no está el Real Madrid en esa foto final. Imagínense  si ésto lo hubieran dicho en Bilbao o en Donosti.

Nada. Que lo mejor es jugar la final en el estadio del Glasgow.

Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes están en campaña. Y lo hacen con viejas historias. Pero aunque no estuvieran en campaña harían lo mismo.

España es así, Sra. baronesa.

El Alcalde de Arrigorriaga visita el Senado

Lunes 9 de marzo de 2015

Firma Senado_2Asier Albizua es el actual alcalde de Arrigorriaga y, con toda seguridad, el próximo tras las elecciones. Promovió en su día un encuentro de familias de desaparecidos en su localidad y, con ayuda del gobierno vasco, prepara la siguiente. A dicho encuentro asistieron un buen número de gentes de todos los lugares del estado entre ellos Paco Lobatón, el famoso periodista de TV que tuvo aquel memorable programa «Quien sabe donde».

A raíz de aquel encuentro seguimos desde el Senado muy de cerca los trabajos para esclarecer la desaparición de Hodei Egiluz el joven de Galdakao  que un mal día desapareció en Amberes y, hoy lunes, se ha constituido en el Senado, en consideración a la ponencia que trabajó en esta casa seis meses, una Fundación sobre Desaparecidos  inscrita en Europa.

Firma Senado_1En la sala Clara Campoamor allí hemos estado con el alcalde los senadores Cazalis y quien esto escribe acompañando al munícipe que hacía acto de presencia y que era reconocido por  Lobatón, el presidente Pío García Escudero y  los asistentes.

Paco Lobatón ha dirigido unas sentidas palabras recordando la dramática cifra que habla de  como se producen 14.000 desapariciones al año  en el estado español y  como  ahora a los grandes medios este  dato  no les intereresa, aunque empiezan a abrirse un hueco en la información que se irá agrandando con el trabajo de esta  nueva Fundación.

Hoy  se recordaba  como  el día de las personas desaparecidas sin causa aparente  y Lobatón ha recordado a aquella madre que se dolía de no poder ni tan siquiera llevar un ramo de flores a la tumba de su hijo. Y de como se trataba de unir fuerzas, comprometerse, informar a las familias y establecer una red de solidaridad.

Y allí ha estado el alcalde de Arrigorriaga.