La solución no se llama Aznar

Martes 5 de febrero de 2013

No solo Anson, sino varios del PP me han comentado que frente al desmadre de los sobres de Bárcena, la poca credibilidad de Rajoy, los regalos a la ministra Mato, el consejo en Telefónica para Rato hace falta mano dura y esa mano dura solo la puede  ofrecer el ex presidente del gobierno José María Aznar López.

Lo que nos faltaba.

Pero se olvidan los manejos de Aznar con un lobby norteamericano para que el Congreso de los Estados Unidos le otorgara una medalla. ¿Es  o no es eso también corrupción?. ¿O que  los responsables del caso Gurtel estuvieron  invitados  a la boda de su hija en El Escorial?. ¿O el juicio paralizado de los responsables Naseiro y Sanchís?. ¿O el nombre JM en la lista de Barcena?. O….

¿Es trigo limpio Aznar que sin aparentes méritos y con sueldos de funcionario y de diputado es ahora un renombrado millonario?.

El lunes estuvo en el Círculo de Bellas Artes  en un homenaje a Gregorio Ordóñez. Su discurso fue de reconocimiento al parlamentario del PP asesinado, sin nombrar que ETA hace un año y pico decretó un cese definitivo de las armas y habló  como si ETA siguiera disparando y matando. Y conste que me parece muy bien que se homenajee a Ordoñez y que su viuda diga lo que quiera sobre el gobierno Rajoy, pero todo aquello parecía una escena  propia de los años más duros de la actividad  terrorista  de ETA. Y me dio que pensar. ¿Es este el salvador de España?.

Aznar no entiende de matices. Aznar fue quien le puso como presidente del Tribunal de Cuentas al  afiliado  del PP, Ubaldo Nieto, el hombre que durante 22 años no se enteró de nada en relación con la corrupción de los partidos. Y eso es otra forma de corrupción. La de Aznar. La del falangista con úlcera. Por lo que será mejor que Aznar siga haciendo dinero  fuera de la política a que  nos quiera proteger de ella. ¡Socorro!.

 

Lo que nos decían los del PP sobre los sueldos parlamentarios

Lunes 4 de febrero de 2013

Con unos medios de comunicación vigilantes, y con una justicia como Dios manda y un Tribunal de Cuentas con consejeros vitalicios y sin estar al albur de los partidos, la corrupción en España no hubiera alcanzado las actuales dimensiones siderales.

¿Alguien se acuerda de lo que le pasó al juez Baltasar Garzón por meter sus narices en el caso Gurtel?. ¿Alguien cree que en un país democrático los tesoreros y conseguidores del PP como Rosendo Naseiro y Sanchís hubieran seguido libres y forrándose?.

Y una experiencia personal.

La transición comenzó pagando a diputados y senadores cuatro perras. No era bien visto que de la política se viviese. Esa era la mentalidad del franquismo donde todo se complementaba y completaba con Consejos de Administración y otras canonjías.

Y para ir subiendo los sueldos se fueron añadiendo conceptos varios que dejaran un sueldo bien apañado, pero completado con dietas por vivir o no en Madrid, ser portavoz o no de una comisión, presidir una ponencia, ir a un viaje, cosas así.

Nosotros reivindicábamos, desde siempre, sincerar esta cuestión. Que la gente supiera lo que se ganaba y que además se dijera que la política democrática debía estar bien pagada para que a ella fueran los mejores y que no había que tener complejo por ello.

Todos los intentos chocaban contra el muro del PP. ¿La razón?. Había dos tipos de parlamentarios. Los de la base y los grandes elefantes que recibían sobresueldos y lógicamente estos no querían que nada se tocara. Rato, Trillo, Mayor Oreja, Arenas, Acebes, Cascos, Rajoy… todos los que estaban en primera y segunda fila de asientos del hemiciclo. No me extraña pues que el concejal del PP de Galdakao dimita. Él era un “pata a la llana”, frente a los “patas negras”. Los que cobraban.

Y esto ha funcionado así por dos razones.

Por unos medios de comunicación sobornados y por un poder judicial corrupto, incluyendo a un Tribunal de Cuentas que ha sido un Tribunal de Cuentos chinos.

Ha sido el trabajo de la picaresca española a tope y una transición política de la democracia a la dictadura, de vergüenza. Menos mal que ha hecho crisis.

 

El Rey no es un gran comercial. Es un comisionista

Domingo 3 de febrero de 2013

El pasado sábado estuve en el Gran Debate, el programa de Jordi González con Pilar Rahola, Carmona, Alcazar, Esteban y Gundin. Tras la controversia sobre el caso Bárcena y la presencia de Balbín, nos tocó de madrugada hablar de la posible abdicación del rey, de la imputación o no de la Sra. Cristina de Borbón, alias La Infanta, y del error de la Casa Real de mantener al secretario García Revenga hasta el 23 F. Sabe demasiado y así como a Bárcena, Mariano Rajoy ni lo mentó el sábado. Con García Revenga pasa algo parecido. Cuidado, que tiene púas.

Ya muy tarde volvió a salir la matraca de la utilidad del rey por ser un «gran comercial». A mí esta reflexión me indigna porque en ninguna parte de la Constitución habla del trabajo de «gran comercial» asignado al rey y si así fuera, debería estar controlado por el legislatiuvo. ¿A cuenta de qué un señor tan poco transparente como éste anda por el mundo haciendo de gran comercial, cobrando comisiones supermillonarias y no siendo controlado por nadie?.Y encima, esa parte imbécil de la política y el periodismo español lo alaba. Como si a Al Capone en su día vendiera bien la Marca Italia en el Bronx.

Me dirán. «No exageres». Y les contesto. «Déjenme ver las cuentas, los negocios y el patrimonio actual del rey y luego hablamos».

Ante la ausencia de un Tribunal de Cuentas de verdad, ante la imposibilidad del Parlamento de controlar absolutamente nada, ante la inexistencia de un órgano en el que el rey de cuenta de sus arbitrarios actos, no sé cómo todavía se tiene el tupé de decir que «es un gran comercial». Lo que es, de verdad, un gran comisionista. Me gustaría saber con lo que se quedó de su gestión en la elección árabe del tren de Alta Velocidad entre la Meca y Medina. Aunque algo ya sabemos. De hecho su amante Corina le organizó a cuenta de esto y con un príncipe árabe, la cacería de Botsuana.

Pero lo malo de todo esto es que el PSOE no dice ni mú. Ahora le tenemos a Rubalcaba calentito con el caso Bárcena, pero pierde toda credibilidad permitiendo lo que hace el rey. Es tan responsable como el monarca de sus fechorías, porque su obligación es impedirlo. Y nunca lo han hecho.

Finalmente.

Se habló de la abdicación del rey. Por mí, que se vaya de una vez y se convoque un referéndum sobre el sistema de representación. Pero antes hay que aprobar una ley orgánica que contemple que hacer con el ex rey. Y ahí debe estar la madre del cordero, no vaya a ser que, como en el caso de Chirac a cualquier honrado ciudadano se le ocurra imputar al rey por sus innumerables delitos económicos. Que no estaría nada mal. ¿No habíamos quedado que nadie está por encima de la justicia?.