Una buena intervención de Álvarez Areces sobre la minería

Jueves 21 de abril de 2012

En el Senado tenemos una serie de expresidentes autonómicos, sobre todo del PSOE que no quieren ser floreros y que trabajan como el jovenzuelo más ansioso. Está el catalán Montilla, el valenciano Lerma, el balear Antich, el aragonés Iglesias y el asturiano Álvarez Areces. Y de éste quiero hablar.

A pesar de que el año que viene cumple 70 años, es un caballero muy trabajador, cordial, buen orador y en su honor diríamos algo que es inusual en este tipo de políticos, una persona norma.

El martes como narre ayer, un grupo de mujeres de mineros asturianos fueron desalojadas dela Cámarapor reivindicar un futuro mejor para sus familias y que se aprobase una enmienda clave para ello, que el PP rechazó en el debate presupuestario.

Al PP no le gustó nada la postura del PSOE y denunció a este partido por haber propiciado la escena del día anterior ya que una serie de diputados socialistas, que no vienen nunca al Senado, allí se aparecieron esperando la reivindicación minera mientras fuera esperaban las compañeras de las que habían logrado una entrada en la tribuna, y como lo consideraron una afrenta, no había orador del PP que discutiendo cualquier tipo de enmienda se dedicara a descalificar aquella forma de reivindicación.

Cuando le toco salir a defender una enmienda en educación y cansado por la reiteración de los ataques, Álvarez Areces tuvo una brillante intervención que le salió del alma. Este político asturiano natural de Gijón es licenciado en Ciencias Matemáticas, ha sido alcalde de su ciudad y profesor de Estadística enla Universidadde Oviedo y fue presidente de Asturias de 1999 al 2011.

 Y cito todo ésto porque quiero reproducir a continuación sus palabras en el pleno que fueron aplaudidas porque le salieron de dentro. De vez en cuando hay destellos de este calibre que conviene resaltar. Dijo así:

Senador Álvarez Areces, tiene la palabra.

El señor ÁLVAREZ ARECES: Utilizo este turno de portavoces, lógicamente en un tiempo limitado, para decirles algo que pienso sinceramente. No pueden estar muy orgullosos ustedes de haber laminado literalmente 105 enmiendas del principal partido de la oposición, no es lo que prestigia a esta Cámara. Hemos venido a trabajar, hemos trabajado rigurosamente, hemos presentado enmiendas, no han aceptado ni una sola.

Y tampoco pueden estar orgullosos de lo que ayer votaron, porque yo inicié mi compromiso político en el año 1962 contra la dictadura precisamente en la huelga que conmocionó a la opinión internacional hace 50 años. Hoy vengo aquí democráticamente a defender con mis enmiendas a un sector que ha sido reducido desde 45 000 mineros –que yo lo vi- a apenas 4000 que tiene Asturias. Ayer ustedes votaron “no” a una enmienda y tenían una gran oportunidad para votar sí aunque no aprobasen otras, porque es una enmienda que recoge los remanentes, es decir, recursos del sector que estaban ahí disponibles. Es una enmienda del Senado, que hemos añadido a las de Congreso, y es una enmienda de esta Cámara. ¡Y el acto de ayer es un acto de una gran dignidad democrática! (Aplausos.) De una gran dignidad democrática que prestigia al Senado como Cámara territorial, que se ha comportado correctamente. (Aplausos.- Rumores.)

Tenemos que entender que hay gente que está siendo llevada a la desesperación, no solamente es que esté en una situación difícil, es que lo que se ha discutido en la minería no es un debate sobre la minería, eso se ha discutido en Europa -yo he participado en ese debate-. En Europa se han autorizado ayudas de Estado hasta el 2018. El Gobierno de España –y hay obligaciones contractuales, los del Partido Popular primero, los socialistas también- tiene un plan reconocido 2006-2012, sí, 2012. Son dineros del sector que afectan a ayudas de reactivación, afectan a ayudas a las explotaciones privadas y públicas y ayudas de formación. Aunque no fuese todo lo comprometido, están dispuestos a negociar. ¿A qué lleva esa desesperación? Cómo no va a llevar si no ven absolutamente ninguna salida, ni un gesto mínimo. Digo que es un acto de dignidad democrática porque esta Cámara los acogió. Han entrado aquí con autorización. Al final, ha habido, lógicamente, una discrepancia natural y comprensible, pero no ha habido ninguna alteración sustantiva de nada. No es razonable lo que están haciendo. (Rumores.) Son bochornosos los comentarios que están ustedes haciendo (Aplausos.) y no prestigia al Senado.

El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.

El señor ÁLVAREZ ARECES. En el ámbito personal, me siento muy orgulloso de haber iniciado mi compromiso político con la minería y de venir aquí, al Senado, a defender las enmiendas de la minería. (Aplausos.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Álvarez Areces.

Ninguna enmienda, los últimos de Filipinas y las mujeres de los mineros

Miércoles 20 de junio de 2012

El debate presupuestario anual, cuando el partido que sustenta al gobierno tiene mayoría absoluta, es lo más parecido a una plaza con una guillotina en la mitad. Algunas veces los de la guillotina argumentan que no hay dinero, en otras que la herencia dejada por el PSOE es ruinosa y en todas que es necesario recortar y recortar.

Esta semana en el Senado, y tras el trámite del Congreso, se presentaron el lunes 2.552 enmiendas de todos los grupos de la oposición, entre las que se contaban 86 nuestras. No fue admitida ninguna. Curioso contraste con lo vivido en la legislatura anterior con un Rodríguez Zapatero dependiendo de nuestros votos y donde obtuvimos mejoras sustanciales en varias partidas.

Y como el debate presupuestario es tedioso y la votación más, se producen también situaciones singulares algunas curiosas y otras dramáticas. La curiosa fue la lectura de una resolución dela Mesadel Senado recordando a los “últimos de Filipinas” y la dramática, la presencia de las mujeres de los mineros en la tribuna del Senado.

Y es que han sido tres días de discusiones de todas las partidas y secciones, una a una, y de horas y horas de votaciones. Una media mínima de dos horas votando cada enmienda.

De ahí que antes de la votación de una enmienda clave el martes en relación con la minería, se olía que algo iba a pasar.  De repente, diputados socialistas que nunca vienen por el Senado aparecieron en el hemiciclo. Le vi al antiguo portavoz José Antonio Alonso y a la vicesecretaria del PSOE Elena Valenciano. Y también de repente, muchos periodistas y muchos gráficos. Algo iba a pasar. Y pasó. De la tribuna empezaron a caer unos papeles negros que pedían nuestro apoyo porque:

“Sila Mineríase muere:

 3.000 familias se quedarán en la calle

60.000 niños se verán obligados al abandono de su hogar

Miles de personas se verán forzadas a emigrar de su país.

CON VUESTRO APOYO. ¡ESTO PUEDE CAMBIAR!

Venimos a que nos recaten.La Mineríasolo necesita 200 millones de  euros”.

Esto rezaba la hoja volandera que nos llegó de arriba. Como es de justicia, cuando tras desalojar a las mujeres de los mineros del pleno se procedió a la votación votamos por la enmienda que abordaba el problema minero. Pero la mayoría absoluta del PP, con su guillotina, acabó con ella.

Ocurrió así:

Casi un centenar de mujeres de mineros de Castilla y León, Asturias y Aragón llevaron la situación de sus familias al Pleno del Senado, que debatía los Presupuestos Generales que recortarán las ayudas al carbón en más de un 63%. Ataviadas con camisetas y ropa negra, las mujeres esperaron pacientemente la votación de la enmienda socialista 1.845, que pedía recuperar 75 millones en ayudas.

A las 20:28 horas se produjo la votación: 157 votos en contra (PP) y97 afavor (los demás: PSOE, CiU, Entesa, PNV, Amaiur, PAR, CC y Foro) sentenciaron el futuro del sector. “¡ Es el fin de la minería!”, gritó una. Y todas empezaron a corear: “¡Aquí están; éstas son las mujeres del carbón!”. Entonces, ocurrió lo que todos sabían que pasaría desde el principio: el presidente, Pío García-Escudero, ordenó su desalojo, mientras eran aplaudidas por todos los senadores dela Cámaramenos los del PP.

Cuando ya había abandonado la tribuna de invitados la mitad de las mujeres, una empezó a entonar el himno minero, Santa Bárbara Bendita. E inmediatamente fue secundada por las demás. La canción resonó enla Cámara durante unos escasos minutos. “¡Sólo pedimos que rescatéis la minería con 200 millones!”, dijo otra joven, esta vez aragonesa. La referencia de todas era la misma: la banca, rescatada con 100.000 millones de euros, y la minería, “sentenciada de muerte”, según denuncian, por “sólo” 200 millones.

Ningún senador del PP rompió la disciplina de voto.

Las mujeres de los mineros llegaron a Madrid pasadas las 18:30 horas, desde Asturias, León y Teruel.

Desde los autobuses y en una manifestación improvisada, más de 400 mujeres con pancartas recorrieron el corto espacio que separa la plaza de España del Senado.

Casi 100 de ellas estaban autorizadas a entrar. Primero se reunieron con el Grupo Socialista, que las había invitado. Ala CámaraAltaacudieron la portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, y la número dos del PSOE, Elena Valenciano. También se acercó el coordinador general de IU, Cayo Lara.

Tras salir dela CámaraAlta, algunas rompieron a llorar. ”Sólo pedimos trabajar; mi padre es minero, mi madre tiene una tienda en Fabero”, explicaba la joven Andrea López entre lágrimas. “Si desaparece la minería, será la muerte de la cuenca y de la mayoría de los pueblos de muchas comarcas”.

Mientras ésto sucedía en Madrid, en León se produjeron cortes de carreteras y enfrentamientos entre mineros y guardias civiles, con el resultado de dos heridos. Los trabajadores montaron barricadas que también provocaron cortes de trenes.

En el otro extremo y al día siguiente, un senador del PP, le espetó a uno del PSOE ante lo ocurrido la víspera. “Oiga, entre los dirigentes socialistas, solo faltaba Rodríguez Zapatero”.

Pero la minería muere y los mineros y sus mujeres  no pueden ser abandonados a su suerte.

 

Fusilen al Consejero Espinosa

Martes 19 de junio de 2012

En 1978 el Consejero preautonómico de Sanidad fue Andoni Monforte. Tras la aprobación del Estatuto de Gernika en 1979 los distintos consejeros han sido Xabier Aguirre, José Manuel Freire, Iñaki Azkuna, Gabriel Inclán y Rafa Bengoa. Pero el primero en la historia fue Alfredo Espinosa Orive, fusilado ahora hace 75 años y con calle en Miribilla. Republicano, fue concejal del ayuntamiento de Bilbao y gobernador de Burgos. Enla Villavivía en la calle Ibañez de Bilbao 13, donde tenía su consulta y donde como médico desarrolló su trabajo con las gentes más humildes. EnLa Alhóndiga, se inaugurará el día 15 una exposición sobre su vida dirigida por el profesor Jon Penche. Honrar, honra.

Conocí a su viuda Paquita y conozco a su hijo a quien le hice llegar documentación sobre el aviador que le traicionó a su padre y es que hace 45 años, el 26 de Junio de 1937, los franquistas fusilaron al consejero republicano del Gobierno de Euzkadi, doctor Alfredo de Espinosa y Orive.

Para la realización del hecho, dio su colaboración interesada, el piloto de aviación Yangüas, que venía prestando servicios a las órdenes de las autoridades legítimas del País Vasco y que, traicionando a la causa que decía defender, no halló escrúpulo alguno en entregar la vida indefensa del Consejero.

El extinto miembro del Gobierno Vasco cumpliendo sus funciones, hubo de trasladarse de Bilbao a Bayona acompañando, como médico, a los niños de la colonia establecida en Gorliz. Cumplida esta humanitaria misión, resolvió regresar al campo de lucha donde se encontraban sus compañeros en las tareas de gobierno. A tal efecto, tomó un avión en el aeródromo de Burdeos, cuyo mando se hallaba a cargo del piloto Yangüas. Este infame, en lugar de seguir la ruta establecida, se desvió de la misma y bajó con el aparato en la playa de Zarauz, donde los franquistas, sin riesgo alguno, apresaron al Consejero, que se hallaba completamente indefenso.

Conducida la víctima a Vitoria, trataron los franquistas de convertirle en victimario, dado que horas después de apresarle, con no pequeño júbilo, transmitieron por las radios de la península la falsa noticia de que habían detenido al consejero del Gobierno Vasco Espinosa y Orive, cuando éste huía de la zona leal cargado del dinero que había robado a los bancos…

Los que rendían culto a la verdad, a la honestidad y a la hombría de bien, sabían que Alfredo Espinosa y Orive consagró sus esfuerzos a humanizar la despiadada guerra que provocaron los sublevados. Como médico y Consejero de Sanidad, procuró, por todos los medios a su alcance, que los presos políticos vivieran en las prisiones en las mejores condiciones posibles, y movido por este sentimiento, aparecía en todo momento dispuesto a corregir injusticias y evitar persecuciones arbitrarias.

Nadie debe desconocer que Espinosa, alentado por estos sentimientos, con peligro de su vida, salió en defensa de los adversarios políticos que se hallaban detenidos en el convento de los Ángeles Custodios de Bilbao, e interpuso su influencia en beneficio de sus enemigos, impulsado por una generosidad digna de un hombre de bien.

El 23 de Junio de 1937, era juzgado en Consejo de Guerra acusado del “delito de rebelión militar en concepto de autor”. La sentencia de este “juicio sumarísimo” se cumplió tres días más tarde. Espinosa fue fusilado junto al poeta Lauaxeta. La misma suerte corren sus compañeros de vuelo Aguirre y Urgoiti. Emilio Urbiena es condenado a cadena perpetua.

Cuando conoce su sentencia, Alfredo Espinosa escribe dos cartas que son dos auténticas antologías de humanidad y que, desde nuestro punto de vista, sirven para definir toda una vida. Los manuscritos están hechos con la letra firme del hombre que no teme a lo que se le viene encima.

Incapaz de sentir odio contra sus semejantes, horas antes de ser sacrificado, perdonó su ruindad y miseria a los que lo maltrataron en la prisión, pretendiendo con ello quebrar su entereza. Antes de ser colocado ante los fusiles que tan injustamente habrían de quitarle la vida, escribió una carta emocionante al Presidente del Gobierno de Euzkadi, José Antonio de Aguirre, rogándole que cuando el gobierno que presidía deliberara sobre una pena de muerte, recordaran que su última voluntad era la de que se concediera el indulto, y encargaba a la vez a su atribulada esposa que, en esos casos, se acercara siempre al gobierno en solicitud de gracia.

La carta que remitió al Lehendakari terminaba así: “Nada más querido amigo y siempre Presidente. Un abrazo muy fuerte y ¡Gora Euzkadi ¡ y ¡Vivala República!. Cuando la historia nos juzgue a todos sabrán que nosotros hicimos lo indecible por evitar la muerte a los presos y por conservar el respeto absoluto a toda idea por opuesta que fuere a la nuestra.

Te abraza hasta siempre,

Alfredo Espinosa

En su carta al Presidente del Gobierno Vasco, hizo votos para que el sacrificio de su vida no fuera estéril ni infructuoso para su pueblo.

Llegado el instante decisivo, Espinosa, junto con el comandante Aguirre, se presentó sereno ante el pelotón alineado en el patio de la cárcel para entregar su vida por la causa de la democracia y de la libertad, dado que a la hora de su muerte, entonó un canto vibrante a su pueblo, a Euzkadi.

Ocurrió hace 75 años.