Los procesados de Bankia deben ser procesados

Viernes 11 de mayo de 2012

Los de Bankia, los dela CAM, los de Cajapostal, el gobernador del Banco de España y todos los responsables de que haya que inyectarse millonarias cantidades de dinero para hacer frente a su pésima gestión, a sus robos, a sus corruptelas, a sus amiguismos, a sus faltas de visión, a su derroche, a su falta de integridad, a su imbecilidad congénita. De lo contrario el ciudadano verá con estupor cómo los mismos responsables de los grandes agujeros gastan sus dineros mal habidos, sus pensiones y cesantías de oro en ricos lugares de ocio riéndose a mandíbula batiente del sufrido personal.

Le he leído a Joaquín Leguina pedir responsabilidades. Y aquí al catalán Antonio Puigverd. Y allá hasta a Jiménez Losantos. Pero no se hace nada. Puigverd lo dice con claridad

Las cosas por su nombre. Lo que ha pasado con Bankia es un escándalo, una vergüenza y una tremenda injusticia. Lo sería, al menos, en otro tipo de sociedad: una sociedad presidida por el sentido del honor (del que, al parecer, algunas élites carecen) y construida sobre los cimientos de la equidad democrática (iguales todos ante la ley). Una sociedad en la que los errores que perjudican a terceros se pagasen. Pero Rato se va sonriendo y sus amigos le exculpan delicadamente. Descrito por Cospedal y Pujalte, Rato es un niño desvalido y engañado: «Le forzaron a quedarse con Bancaja», «le dieron una información que a lo mejor no era acertada». Eso es, exactamente, lo que les sucedió a miles de familias que contrataron una hipoteca con Bankia u otros bancos y cajas: les tasaron los pisos al alza y no les explicaron la letra pequeña de los contratos que firmaban. No es demagogia, es la pura realidad: mientras los pobres hipotecados que han perdido la casa cargarán de por vida con las deudas de la hipoteca, Rato hoy, como ayer Blesa, se largan con su pulcras camisas a otra parte, llevándose de propina algún milloncejo. Lo sé: había que evitar el efecto castillo de naipes. No había más remedio que apuntalar el sistema para impedir que todo el sistema bancario se fuera al garete, dicen los expertos (aunque alguno dice lo contrario: Sala i Martín es partidario de dejar caer a los bancos tóxicos). Aceptemos que se trata de un mal menor, pero -¡por favor!- al menos tengan la vergüenza de callar.

La semana pasada, se fotografiaba en Barcelona Fernández Ordóñez, Mafo, presidente del Banco de España, junto con Mario Draghi y sus colegas europeos. En las fotos se ve a nuestro héroe riendo y pontificando. ¿De qué se ríe, Mafo? Preside el banco central desde el 2006, en plena burbuja del ladrillo. ¿Hizo algo para deshincharla? ¡Al contrario! Dicen que incluso impidió la acción de sus inspectores, a fin de que el ladrillo bancario se hinchara sin intromisiones. Cuando estalló la crisis, ¿actuó Mafo con rapidez, a la británica, para tapar los tremendos agujeros descubiertos y nacionalizar los bancos subvencionados? ¡Al contrario! Después de asegurar que nuestro sistema bancario era el más sólido, se inventó la peregrina teoría de que 45 cajas eran demasiadas (en Alemania son más de 400) y promocionó, con una diarrea de dinero público, fusiones a mansalva que, a la postre, han conducido al desastre actual.

Dejando incluso de lado la deriva territorial del caso (la oportunidad perdida de un gran grupo bancario con sede en Barcelona, viga maestra de un nuevo y más equilibrado encaje entre las dos capitales), la pregunta que el fiasco de Bankia deja es la siguiente: ¿son intocables estas élites (indignas de tal nombre, pero encantadas de haberse conocido)? ¿Nada va a alterar la confortable sonrisa con que han observado cómo las instituciones a ellos encomendadas casi nos conducen a un infarto colectivo?.

Una semana en el túrmix

Jueves 10 de mayo de 2012

¡Qué semana!. No he dejado de coger el avión ni un solo día. El martes yendo a Madrid, el miércoles volviendo a Bilbao, el jueves vuelta a Madrid, el viernes vuelta a Bilbao, el sábado a Barcelona al Congreso de Unió y el domingo vuelta a Bilbao. No soy pues piedra que cree musgo.

Pero así ha estado también la vida y la política. En una montaña rusa, en una batidora, en un túrmix. Y es que hemos tenido de todo. Basagoiti le da suela a López con malas formas. El gobierno perfecto hace aguas. Y López, en Madrid, balbucea. Le queda un año estirando los presupuestos, pero un año malo y debilitado, si persiste en su apego al cargo como aquel Felipito Tacatún que solía decir, cuando perdía o llegaba el último: «Yo sigo».

Y al presidente del Consejo General del Poder Judicial, uno de sus vocales le denuncia por gastos indebidos en Málaga. Divar tenía una imagen impoluta de beatón metido en su papel de hombre equilibrado y justo y resulta que se iba a esas curas de adelgazamiento y tranquilidad enla Costadel Sol.

Y los reyes no celebran el 50 aniversario de su boda en Atenas. Ya le han dicho al monarca: Ola Coronaola Corina. Yquiere las dos cosas.

Y a los tres disidentes de Aralar les dan suela los muy ortodoxos del politburó de esa organización que creíamos más dialogante y menos enfeudada al mundo de Batasuna. Pero a Zabaleta le ha salido el ramalazo autoritario que tan bien disimulaba. Como Divar.

Y le vemos a José Ignacio Goirigolzarri coger el avión de las nueve el martes y sentarse en turista. ¡Qué sencillo!. Era el día en el que lo hacían gran jefe de Bankia, tras la patada a Rato. Lo de siempre. Un millonario, que podía haber comprado el avión con todos los que estábamos dentro, que recibió una obscena cesantía, de quien no conozco de él ninguna obra social, está ahora de preboste en un banco nacionalizado. Necesitaban un señor de Bilbao para ello. Pero éste, no me parece el más recomendable. No todo es saber contar.

Y la reina Isabel les lee a los lores que el gobierno conservador les va a recortar privilegios. Se habla de la modélica democracia británica, pero que haya todavía señores y señoras que se sienten en Westminster solo por ser hijos de su padre y de su madre, habla mal de ese tipo de modelo tan perfecto. Lo bueno es que la señora, con la corona puesta y entrando en carroza, les lee a los parlamentarios el discurso que le ha redactado el gobierno. Por lo menos saben a qué atenerse. Y se sabe el autor. Ella solo es una lectora. Aquí no sabemos ni eso.

Y le dan a Moneo el premio Príncipe de Asturias, un premio a mayor gloria del heredero. Lo merece, pero tampoco me hubiera importado se lo hubieran otorgado a Frank Ghery que tiene más edad y su obra en Euzkadi es más solida desde el punto de vista de su proyección.

Y la vergüenza de la semana que ha sido tapada por este ruido mediático es la «rebaja» a Otegi y Díaz Usabiaga de dos años y medio en su condena. Jamás deberían haber sido encarcelados. Jamás. Y ahí siguen. Y el colmo, es lo que dice Basagoiti, «es que lo merecen y si les hubieran dado ocho años, es que lo merecerían». Es curioso que haya gente que se alegre de la injusticia hecha a un semejante, sabiendo que se trata de una prevaricación.

Y viene Rajoy al Senado. Y los suyos en el pleno se ponen de pie y le aplauden. Nunca había visto algo semejante. El PSOE le acusa de dar dinero a Bankia y quitárselo a los jubilados y parados. Y Rajoy le contesta que no se queja de la herencia sino del engaño. Y sale sin que nadie le cierre el pasillo. Ya han prohibido a los periodistas que hagan barrera. La última vez salió por el garaje. Y eso, con mayoría absoluta, es inadmisible.

Y nos viene Julio Salinas a hacernos un reportaje sobre el Athletic. Y empezamos ante los leones. Y terminamos en las oficinas del Grupo del Congreso hablando de la importancia de la ilusión y el deporte en la vida. Julio vive en Barcelona, tiene uno de sus hijos nacido en Japón, de cuando jugó allí, y con su hermano Patxi trata de que la marea Athletic no le pase por encima. Fue un rato agradable.

Y el EBB presenta un acabado plan económico muy sólido. Pero el ruido ambiental lo silencia.

Y la única noticia positiva, en todo este ruido es la constatación de quela Diputaciónde Bizkaia haya sido elegida comola Diputaciónmás transparente y la más cercana entre organismos públicos y ciudadanía. Porque que Hollande gane las elecciones a Sarkozy estaba cantado y ahora queda esperar si efectivamente apuesta por el crecimiento. Lo notable de este hecho ha sido que a las ocho y media Sarkozy reconocía su derrota, cosa que todavía no ha hecho López con Ibarretxe, y que el republicanismo y las formas democráticas han funcionando ejemplarmente.

Y en el Senado pleno, con pregunta al ministro de Defensa Morenés, que nos dice que lo de Elgeta no fueron maniobras militares sino un paseo y que el ejército irá donde le dé la gana en territorio español. Y yo, a un ministro al que le tengo confianza, le comento: «es el comentario de lo que describimos como el de un facha». Y Cazalis presenta una iniciativa para trabajar en el turismo pesquero, iniciativa que había sido apoyada por el ministro Arias Cañete, el del ramo, pero, que un funcionario de ese mismo ministerio, en el pleno, y como la iniciativa no era del PP, la rechaza. Mandan los funcionarios. Y lo reconocían con dolor senadores del PP que se le acercaban. Como otro que me dijo que encabezaba el twitter y como las palmadas de muchos que ante el partido entre el Athletic y el Atlético nos decían que estaban con los de Bielsa, pero que el 25 estarán con el Barça.

Y muchas cosas más. La pena ha sido el 3-0 de Bucarest. Pero la vida es así y a pesar de todo continua.

 

Impresentable y autoritaria respuesta del Ministro de Defensa al PNV y a Amaiur sobre las maniobras en Elgeta

Miércoles 9 de mayo de 2012

El señor PRESIDENTE: Preguntas para el señor ministro de Defensa.

Pregunta de don Iñaki Anasagasti. Tiene la palabra su señoría.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señor presidente.

Señor ministro, usted sabe mejor que nadie que el 1 de octubre del año 36 se aprobó el primer estatuto de la historia, el estatuto de autonomía vasco. Y que, así como el actual se llama Estatuto de Gernika, aquel se llamó Estatuto de Elgueta. ¿Sabe por qué? Fundamentalmente, porque allí, en Elgueta, que es una pequeña población entre Gipuzkoa y Bizkaia, se paró la sublevación militar. Pues bien, en esta localidad, el 24 de abril de año, se han hecho unas maniobras militares.

Nosotros queremos preguntarle si no cree usted que es una decisión desafortunada organizar unas maniobras militares en esta efeméride.

Muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Señor ministro.

El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Muchas gracias, señor presidente.

Señoría, llamar maniobras militares al paso de treinta soldados en una marcha por Elgeta me parece exagerado. Los soldados hacían turnos por secciones de compañía de treinta personas. Pasaron por Elgeta como un punto más de un amplio circuito dentro de Guipúzcoa que empezaba en Deba y terminaba en Tolosa; cosa que, por cierto, hacen frecuentemente. No se realizó ningún tipo de actividad peligrosa para la población, no se causó objetivamente ningún tipo de molestia, se escogieron las primeras horas del día –las seis de la mañana- para minimizar el impacto causado al tráfico rodado o incomodidades para los vecinos. Además, como su señoría sabe perfectamente, el Ejército de Tierra está en su pleno derecho y, sobre todo, en su deber de realizar estos ejercicios cómo, cuándo y dónde considere necesario en todo el territorio nacional para cumplir con su obligación de adiestramiento y, con ello, de sus misiones.

Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

Senador Anasagasti.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: No le identifico a usted en esta respuesta: “tengo el poder y lo ejerzo.”

Señor ministro, considero que es usted un hombre sensible. Usted es un vasco y seguro que, si le hubieran consultado previamente, jamás se le hubiera ocurrido que a dos días del 75º aniversario del bombardeo de Guernica y el mismo día del 75º aniversario de lo que ocurrió en Elgeta se realizara una maniobra militar. Usted dice que no era una maniobra militar -llámele como le dé la gana-, pero mientras allí se estaba desarrollando un hecho extraordinariamente luctuoso, la sublevación militar del 18 de julio y la toma del municipio de Elgeta el 24 de abril, después de unas batallas tremendas en las Intxortas que causaron 2000 bajas -acontecimientos de una masacre que no ha habido ninguna posibilidad de investigar-, ustedes organizan un paseo militar. No vamos a llamarle maniobra militar, sino paseo militar, que parece que es la palabra que le gusta.

El ministro Wert me dijo que en el 75º aniversario del bombardeo de Gernika no iban a mover el Guernica de Picasso, pero que harían alguna cosa. Lo que no nos imaginábamos es que iban a organizar un paseo militar nada menos que en Elgeta.

Por lo tanto, señor ministro, repito que no le identifico a usted en esta respuesta. Yo creo que usted no hubiera accedido a realizar ese acto de, por lo menos, falta de sensibilidad; yo lo calificaría de otra manera, pero en este momento no lo quiero hacer. Indudablemente, esto demuestra que quienes están al frente de este tipo de decisiones ignoran la historia y no tienen en consideración la sensibilidad de la población que estaba allí. Usted me dice que pasaron por Elgeta. Ya lo sé, tengo aquí la lista exacta de los sitios por los que pasaron: Elorrio, llegaron a la iglesia y al hospital. Es decir, un paseo militar. Y vuelvo a repetir, señor ministro, que no es procedente. Además, si ustedes tienen que hacer ese paseo militar, ¿qué les cuesta comunicárselo a los ayuntamientos?, porque se vieron absolutamente sorprendidos. Usted ya me ha dicho: tenemos el poder y lo ejercemos. Hombre, señor ministro, esa no es una repuesta muy democrática.

La verdad es que me defrauda usted. Quiero pensar que se ha encontrado con un hecho consumado y que tiene que defender la postura de su ministerio, pero es absolutamente inaceptable lo que ustedes han hecho en Elgeta y en esa zona el día 24 de abril. Confío en que no piense de la misma manera respecto a lo que va a ocurrir el miércoles en Bucarest, porque entonces estaríamos muy mal.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Señor ministro.

El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Gracias, señor presidente.

Señor Anasagasti, siento que usted no me identifique, pero para ser vasco y español no necesito otra ejecutoria que la que tengo personalmente. Agradezco mucho su mención a mi identidad, pero quiero decirle que hundo mis raíces en el País Vasco exactamente igual que usted y, por eso, las hundo también en España. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.) El único problema que veo aquí son las connotaciones que ustedes quieren dar a un mero ejercicio del Ejército de Tierra que, como digo, se viene haciendo durante muchísimos años. No son maniobras militares y me parece muy fuerte llamarlas así. Esa connotación es importante, pues con ello se está exagerando el hecho de que treinta personas hagan una marcha militar de endurecimiento, la cual hacen todos los años varias veces.

Pero, además, quiero decirle que hoy los españoles tenemos unas fuerzas armadas de probada afiliación democrática; de intachable trayectoria en la defensa de los derechos de los españoles, y cuyos miembros cada día se sacrifican y arriesgan sus vidas en defensa de los derechos humanos y el bienestar de los ciudadanos en el mundo y, por supuesto, también en España. En ese sentido, no es casualidad que, a pesar de los esfuerzos que se puedan hacer para denostarlas, las fuerzas armadas españolas gocen hoy de la mejor valoración y de la mayor estima de los ciudadanos entre todas las instituciones del Estado.

Por eso, señoría, yo sí le pido a usted que reconsidere abandonar la grandilocuencia que supone pasar una marcha por un pueblo del país vasco —como por otros tantos— con el exquisito cuidado de no molestar a la población; no molestarla no en el sentido histórico político,…

El señor PRESIDENTE: Señor ministro, vaya terminando.

El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés  Eulate): …sino no molestarla por el mero hecho de pasar por ahí.

Muchas gracias.  (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

PREGUNTA DEL SENADOR DE AMAIUR, alberto unamunzaga

El señor PRESIDENTE: Pregunta de don Alberto Unamunzaga.

Tiene la palabra su señoría.

El señor UNAMUNZAGA OSORO: Muchas gracias, señor presidente.

Señor ministro, usted insiste en minusvalorar un hecho. Yo le quiero aportar por lo menos mi visión, mi sentimiento, el sentimiento de mi familia, ante lo que usted ha calificado por lo menos como poco más o menos que pasar treinta personas sin más por un pueblo.

Le voy a leer —tal y como expuse en el planteamiento de la pregunta— el siguiente texto que aparece escrito en una placa que se encuentra situada en el exterior del caserío Antxoa Basterrekoa, situado en la localidad guipuzcoana de Elgeta, que es el caserío de mi familia.

Un vecino de Elgeta cuenta el 27 de marzo: Cuando los franquistas llegaron al caserío el 24 de abril de 1937, sábado, a las cuatro de la tarde, nuestro padre y otros 7 vascos estaban guarnecidos en un hoyo junto a la casa, ya que los bombardeos eran terribles. Les dijeron en español: Salid todos para morir. Nuestro padre, Vicente Garay, salió diciendo que él era el dueño de la casa y que qué querían. Le respondieron: ¡Manos arriba! Y le dispararon matándolo en el acto. A otros 3 los mataron junto a la puerta, y a los otros 4 los abatieron junto a otra puerta. Había naturales de Azpeitia y de Mondragón. Nuestro hermano, el hermano de mi abuela —al que he tenido la grandísima suerte de conocer— con 11 años fue testigo; vivió todo aquello; y los enterraron junta a la casa, en los agujeros de las bombas producidas por la aviación alemana.

Este es uno de entre los, desgraciadamente, demasiados testimonios de familias que fueron víctimas de los hechos ocurridos el 24 de abril del treinta y siete, el día en que las tropas franquistas entraron en Elgeta, dejando a su paso un reguero de asesinatos y de violaciones. Las consecuencias de lo ocurrido ese 24 de abril de 1937 para mi familia fueron la muerte de mi bisabuelo, que dejó viuda y 4 hijos; de los cuales, afortunadamente, mi bisabuela y 3 de ellos estaban refugiados en otro caserío, fuera de Elgeta el día en que ocurrieron estos hechos. El otro hijo, el hermano de mi abuela, fue testigo de todo aquello. Estuvo encañonado y a punto de ser asesinado después de contemplar la muerte de su padre y de 7 personas más. Fue el único superviviente de esta carnicería. Y todos estos hechos le produjeron una serie de consecuencias psicológicas irreversibles que perduraron a lo largo de toda su vida hasta su fallecimiento hace quince años.

A todo lo anterior, sí le quiero sumar también que al hermano de mi bisabuela le perdimos la pista en el bombardeo de Guernica

 —y somos otra familia más que no hemos podido a día de hoy recuperar su cuerpo—. Entenderá el Gobierno que la entrada del ejército el 24 de abril en Elgeta —llámelo ese paseo, ese desfile militar o como usted lo quiera decir— que se desarrolló en la misma zona de los hechos, incluyendo la presencia del ejército en el propio centro urbano y exactamente el mismo día en que se cumplían 75 años de estos hechos, ha supuesto para muchas familias el volver a abrir heridas innecesariamente; heridas motivadas por estos hechos que he relatado y que, basándonos en el recuerdo, en la crónica de la verdad de lo acontecido, la reparación y el reconocimiento a las víctimas, hemos procurado superar esta etapa negra de nuestra historia; historia en la cual la fecha del 24 de abril era un día en el que era imposible que se pueda alegar un desconocimiento, porque se  habían organizado diversos actos, y la presencia de la efeméride…

El señor PRESIDENTE: Señoría, vaya terminando.

El señor UNAMUNZAGA OSORO:… en los medios de comunicación era recurrente y realizada con mucha antelación al día en que se realizaron estas maniobras.

Es por todo ello, señor ministro, por lo que le quiero preguntar: ¿Considera el Gobierno reprobable o, cuando menos, lamentable la realización de maniobras militares en Elgeta el martes 24 de abril de 2012, día que coincide con el 75 aniversario de la entrada de las tropas franquistas en la localidad?

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.

Señor ministro.

El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Muchas gracias, señor presidente.

Gracias, señoría.

Como acabo de manifestar al senador Anasagasti, lo que usted denomina maniobras ya he explicado que no fue más que el paso de una marcha que habitualmente se hace por Elgeta, por la gran ruta 121, que es la que corresponde a la provincia de Guipúzcoa.

Plantea usted en su pregunta como un corolario una desgraciada historia familiar, la suya, terrible, como otras tantas terribles que ocurrieron en el País Vasco en aquella época. No lo digo con ánimo de minusvalorarla, sino de ponerla en el entorno del enfrentamiento civil que fue la catástrofe para nuestro país que supusola Guerra Civil.Sin embargo, toda esa emotividad, toda esa triste historia nada tiene que ver con la realización de un ejercicio normal, dentro de la necesaria preparación de fondo que nuestros militares realizan, encaminados a afrontar con las mayores garantías de éxito las misiones quela Constitución, el Gobierno, el Parlamento encomiendan a nuestras Fuerzas Armadas.

Habla usted de aniversario –y esto también va para el señor Anasagasti. Dado que parece que conoce bien la historia de Elgeta, le diré que habrá reparado en la imposibilidad total de encontrar un solo día del año en el que no se haya combatido a lo largo de la historia en el pueblo y sus proximidades. Solo en los últimos 220 años, desdela Guerradel Rosellón, ala Guerra Civil, pasando porla Guerradela Independenciay las Guerras Carlistas, no encontraríamos una sola fecha libre de suceso luctuoso.

Gracias.  (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.