Ante la manifestación de hoy

La primera manifestación la organizó el PNV en 1978

En el anuncio de ETA del jueves no solo está detrás la Conferencia Internacional del lunes en Ayete, sino mucha agua bajo el río.

A nosotros nos gusta recordar la reunión de Txiberta de 1977 donde le dijimos a ETA y a la Izquierda Abertzale que íbamos a concurrir a las elecciones del 15 de junio de 1977, y de, como al año siguiente organizamos la gran manifestación en octubre de 1978, sin todavía haberse aprobado la Constitución española. Aquello marcó un hito y lo organizó el PNV. Que ahora la IA organice una manifestación por los presos, teniendo en cuenta que en 1977 se vaciaron las cárceles por una ley de Amnistía, tiene bemoles porque fue ETA y el silencio culpable de la IA, quien ha arrojado este desolador balance: cárceles y cementerios llenos.

Por eso voy a transcribir el llamamiento que hicimos para lo que fue aquella manifestación habida cuenta de la flaca memoria de ciertas gentes.

“El Partido Nacionalista Vasco ha decidido convocar una manifestación contra la violencia el próximo día 28 de octubre, en Bilbao, a la vez que afirma que es urgente la adopción de medidas políticas que cooperarían a liberar al pueblo vasco de la frustración política a la que se le ha conducido. El Partido Nacionalista hace también un llamamiento para que abandonen la lucha armada las organizaciones que la practican y se reincorporen a la de reconstrucción de una Euzkadi libre. Estas declaraciones se contienen en el comunicado facilitado el 10, después de la reunión que el Euzkadi Buru Batzar y los parlamentarios del partido mantuvieron en la sede donostiarra de la organización y que terminó pasadas las 10 de la noche. En la sesión se fijaron también las fechas para las asambleas en las que el PNV, a distintos niveles, irá decidiendo su actitud ante el referéndum constitucional.

El texto del comunicado fue el siguiente: «Ante nuevos hechos en los que el valor supremo de la vida ha menospreciado en forma brutal (incomprensible desde nuestra óptica política), el PNV desea proclamar rotundamente su repulsa ante esta violencia terrorista.

Nos sentimos intérpretes no sólo de nuestros afiliados y simpatizantes, de la gran mayoría del pueblo vasco, al expresar nuevamente este sentimiento de condena y al asumir el anhelo de erradicar para siempre la violencia de Euzkadi.

Nuestro compromiso con el pueblo vasco de utilizar exclusivamente las vías pacíficas y democráticas en la defensa de sus derechos, exige, en esta hora histórica para el futuro de Euzkadi, que pidamos a nuestro pueblo que proclame pública y colectivamente su rechazo absoluto del terrorismo, y a tal fin el PNV convoca a todo el pueblo de Euzkadi a celebrar una manifestación en Bilbao, el día 28 del presente mes de octubre de 1978.

Esta repulsa de la violencia no nos hace olvidar, ante el contrario, que sigue siendo, cada vez más inexorablemente, urgente la adopción por el Gobierno de las medidas políticas tan insistentemente reclamadas por nuestro partido como ignoradas desde el poder central y cuya adopción cooperaría de manera fundamental a liberar al pueblo vasco de la frustración política a la que se le ha conducido.

Asimismo, el PNV hace un especial y angustioso llamamiento a quienes han elegido para su lucha política un procedimiento que nosotros repudiamos y a quienes deseamos fervientemente ver pronto incorporados a la pacífica tarea de reconstrucción de una Euzkadi libre».

No nos hicieron caso. Mataron durante tres décadas más. Y ahora se manifiestan por sus presos. No deja de ser un sarcasmo.

SI HUBIERAN HECHO CASO AL PNV EN 1960…

Parece que va en serio. Me enteré por Com radio. Eran las siete y cuarto del jueves 20. Todo al parecer es el 20. Esta radio catalana me había llamado un millón de veces en el pasado cada vez que había un atentado de ETA. Y quería comentar la noticia. Y es que para los que nos hemos pasado más de veinte años de nuestra vida pendientes de cada muerte, secuestro o extorsión, la noticia, no por esperada, dejaba de ser un notición. Porque toda nuestra vida política ha girado alrededor de esta desgracia. Y agradecí a Com radio la llamada. También me llamaron de Venezuela, tierra de asilo de la primera, segunda y tercera ETA.

 ¿Y qué decir ahora?.

Pues que no hay que agradecerles nada, que han tardado cincuenta años en cesar una actividad que nunca debió haber comenzado.

En plena clandestinidad, fallecido el Lehendakari de Aguirre en su exilio de Paris en 1960, aquella juventud quedó deslumbrada por la revolución cubana y la argelina. Y decidió pasar a la lucha armada. El PNV, y el Gobierno vasco en el exilio, siempre la rechazó. Si aquellos jóvenes hubieran hecho caso a sus mayores, nada de esto hubiera acontecido. Muertos, heridos, dolor, robo y lo que menos expresaba lo vasco: la sangre. Es tan solo, el triste balance.

Y el lunes la Conferencia Internacional de Paz en Ayete. Me llamó la atención que las imágenes no se sacaran en la fachada, en el frente del palacete que tiene dos leones, sino en su parte posterior. Quizas lo hicieron para que no se recordase al dictador que allí veraneaba. Pero hubiera estado bien. Fue Franco y su ominosa dictadura, quien creó a ETA. Por eso creo que todo entra dentro de un paquete que nos ha torturado a dos generaciones. Cementerios llenos, cárceles llenas. Para nada.

Y ahora, mucha palabrería.

Vi el programa de ETB del miércoles a la noche, en el que entrevistaron a Basagoiti y a Egiguren. Terminó a eso de las dos de la mañana. Lo vi en Berna. El hotel Schweizerhof es un hotel que tiene sintonizadas sus habitaciones, además de con casi doscientas televisiones,con ETB, TVE, Telemadrid, TV-3, Extremadura y la televisión de Galiza. Es una maravilla estar fuera y seguir los informativos, aunque sean tan sesgados.

Durante la sesión de la UIP, pidió la palabra el representante de Angola. El presidente de la sesión quiso hacer una gracia. Y dijo: «A mí, de vez en cuando, me gusta distender la sesión y le voy a dar la palabra a usted Sr.Totta, que por cierto tiene usted en mi idioma el nombre de un pájaro, y le voy a decir de que ave se trata: del papagayo». Quiso hacer una gracia y le salió una pata de banco. Pues a mí la noche del miércoles viéndole a Basagoiti creía estar escuchando a un papagayo. No paraba de hablar y de interrumpir. Bien es verdad que Iñaki Ezquerra estaba rendido ante él y que María Antonia Iglesias no estuvo muy incisiva, pero las preguntas, bien formuladas de Iñaki Martínez y Maite Ubiria, le sacaban de quicio. Y es que toda la tesis de este caballero gira alrededor de que ETA nació por generación espontánea, el franquismo no existió y solo hay una clase de víctimas: las de ETA. Así es muy fácil construir una tesis y defenderla como un papagayo. Por hacerlo hasta defendió al impresentable de Mayor Oreja, a quien no puede ni ver.

La segunda parte estuvo dedicada a Egiguren. A mí este señor me parece un poco pirado, aunque tiene algunas ideas muy claras. El es españolista, lo dijo, constitucionalista, estatutista y antipnv (esto no lo dijo pero se traslucía de su intervención). Dijo que había tenido un mal día diciendo lo que dijo del pobre Lehendakari y que lamentaba que el PSE no liderara el proceso. En el fondo todo su dolor estaba ahí: en el protagonismo del hecho y en que los nacionalistas lideremos el proceso y el PSE vaya al desierto sin cantimplora.

Vi un tipo desgarrado, desubicado, contradictorio, y con la mirada perdida, como si le faltara algún tornillo. De amigo de Otegi, a consejero de Rubalcaba, de Loyola a la T-4 y de allí al Palacio de Ayete. Y no descartó en el futuro pactos con Bildu. Lo dijo con claridad: «son progresistas y de izquierda». Me pareció todo bastante patético y a veces sentí lástima. Así como con Basagoiti solo tengo sentimientos de repulsa hacia un señor que interpretaba un papel que creo no siente, pero a Egiguren solo le veo resentido por no haber sido el gran maestro de ceremonias de la gran noticia del jueves.

Vi antes en TVE a Ramón Jauregui pontificar sobre Ayete. Y le veo todos los días en TVE. Un señor que siendo Delegado del Gobierno en Gasteiz no se enteró de que existió el Gal, y hablaba como otro papagayo.

De aquí en adelante vamos a ver muchas escenas de todo tipo. La gran noticia se ha producido. Alivio, inquietud y mucha gente desubicada, pero ¡Viva la Paz! aunque a los estrategas del PP y a Mayor Oreja les haya sentado tan mal la noticia.

Txema Montero defendió que la soberanía es posible en “Asociación con el Estado anfitrión”

“El soberanismo comparte con el nacionalismo clásico un elemento común: la creencia en el derecho de autodeterminación, pero la matiza en el sentido de que es posible una asociación con el Estado anfitrión, producto de un pacto susceptible de dinámica renegociación, dado que la Nación a partir de ahora se sitúa progresiva y preferentemente en el contexto internacional antes que en el Estado acogedor”.

El abogado Txema Montero pronunció en mayo de 1996 en el foro “Politika Plazara” promovido por el PNV de Andoain, una conferencia –“¿Qué es el soberanismo?”- en la que redefinió el concepto de soberanía adecuándolo a la realidad internacional que emergía tras la caída del muro de Berlín, la internacionalización de la economía y la desterritorialización de capitales.

Montero partía de la premisa de que “reconocer el hecho diferencial en un marco de geometría variable de acuerdo con el cambiante orden regional, europeo e internacional es la única fórmula para el desarrollo de la personalidad colectiva de los pueblos y la convivencia entre las naciones en tanto en cuanto subsistan los Estados actualmente existentes”.

Apoyándose en la tesis de Rubert de Ventos sobre la fractura del sentimiento de pertenencia a la comunidad que acompaña al concepto ilustrado de ciudadanía, Montero resolvía la aparente contradicción entre derechos individuales y colectivos (políticos) con la aseveración de que “ha emergido un nuevo sujeto en el derecho de gentes que es la nación… En el mundo actual la soberanía comienza a estar bajo el Derecho antes que bajo el Estado”. Comparte por ello, con Gurutz Jauregi, que “se debe comenzar a diferenciar entre la soberanía del Estado y soberanía en el Estado”.

Esta actualización del concepto de soberanía supone que “la integridad territorial de un Estado quedará subordinada al derecho de las naciones a la autodeterminación”.

Soberanía dentro del Estado

Con todo, el ejercicio de tal derecho no tiene porqué tener un correlato automático en la constitución de un nuevo Estado: “Aun siendo posible que en determinadas circunstancias sea necesaria la constitución de nuevos Estados, tales debieran ser excepcionales si el Estado de acogida preserva la soberanía de aquellas naciones que en el mismo se incluyan”.

Así las cosas, el abogado Montero definió el soberanismo como “la acción política nacionalista que pretende la soberanía, esto es, construir la nación como autoridad última dentro de un territorio, o, por pasiva, conseguir del Estado de acogida el respeto al ámbito democrático de decisión propia”.

La legitimación de un proyecto soberanista está indisolublemente ligada a la pluralidad política, en ningún caso “a un sólo grupo social o partido porque “debilitaría su base de apoyo”. En última instancia, planteó como condición sine qua non “la construcción de una nueva mayoría social” en la medida en que “la sociedad civil es una esfera tan importante como el propio autogobierno para el proyecto de construcción nacional”.

Cuestiones a clarificar

El proyecto soberanista requiere en Euzkadi, según Montero clarificar tres cuestiones. La primera, “la ruptura no sólo política sino ideológica con las expresiones de violencia armada que perviven en la comunidad nacionalista”.

Por otra parte, también aboga por “la confluencia con otras expresiones legítimas del nacionalismo que se reclaman de otras banderas ideológicas o estrategias políticas”.

Por último, Montero sostiene que es preciso promover una cultura ciudadana que amalgame “lo étnico o identitario con lo funcional o instrumental, es decir, la gestión de los asuntos públicos para formar una entidad política de nueva planta. En suma, la superación del nacionalismo étnico por un soberanismo político, lo que supone el reconocimiento de la fuerza social del pluralismo y la asunción del sincretismo cultural”.

Fue una muy interesante disertación que cobra hoy toda su actualidad.