La gota malaya de una reivindicación imprescindible

Domingo 7 de julio de 2024

Fue un titular contundente. Decía Eneko Andueza tras la reunión del Comité Nacional del PSE-EE, a dos días de la juramentación del Lehendakari en  Gernika y el anuncio de la distribución de carteras lo siguiente: ”Gogora recordará la historia reciente de la que los socialistas somos protagonistas”. Lo leí y me dije, ¿alguien lo ha impedido?.

Siempre me ha llamado la atención esa cierta falta de interés de los socialistas vascos por su inmediato pasado, el referido a la II República en Euzkadi. Habiendo tenido dos personalidades de la talla de Indalecio Prieto y de Julian Zugazagoitia, ministros de la República y el segundo fusilado tras secuestrarlo en Francia, su recuerdo no ha sido constante ni percutiente así como  hacia los tres Consejeros socialistas designados para el primer e histórico gobierno vasco como Aznar, Gracia y de Los Toyos, los dos primeros esperantistas y concejales del ayuntamiento de Bilbao y enterrados los tres en el exilio, sin olvidarme de Rufino Laiseka.

El homenaje se ha centrado fundamentalmente en la figura de Ramón Rubial, un socialista de armas tomar, que decía que “la política no es para hombres de escayola”. El no lo fue y por eso fue perseguido y encarcelado, siendo además un tipo duro que en Semana Santa se ponía frente a la Iglesia de Erandio con sus correligionarios degustando alrededor de una mesa, puesta al efecto, de un contundente bistec provocando a los jelkides del PNV tras el Sermón de las Siete Palabras los Viernes Santos, días de ayuno y abstinencia. Con el tiempo, ante el enemigo común tras la sublevación, se unieron en aquel gobierno de concentración presidido por el diputado Aguirre que había sido secretario de la comisión del Estatuto en el Congreso siendo su presidente Indalecio Prieto. Dentro le tenían a Calvo Sotelo con el freno de mano puesto, aquel que prefería la “España Roja a la Rota”.

A Rubial le conocimos todos tras la muerte de Franco ya con 72 años y la sabiduría de la edad y experiencia, llegando a ser el primer presidente  del Consejo General Vasco (el Lehendakari Leizaola estaba en Paris en el exilio), junto a Juan Iglesias, a quien le faltaba un brazo como consecuencia de la fuga de San Cristóbal. Juanito esos años fue presidente del PSE, un partido que comprendía a Navarra y se manifestaba el día de Aberri Eguna con  una pancarta donde se solicitaba el derecho de autodeterminación.

Es verdad que le recuerdo a Idoia Mendia y Lentxu Rubial en todos los aniversarios de la batalla de Matxitxako y en el recuerdo a los gudaris y milicianos muertos en la ofensiva fascista en Artxanda así como en una exposición hecha a Zugazagoitia y Meabe, pero poco más. No dudo que habrán organizado más cosas pero no las recuerdo y menos  como uno de los ejes de su identidad socialista en Euzkadi. Quizás se debiera a que Felipe González y Alfonso Guerra rompieran con el PSOE histórico en Suresnes y la nueva generación despreció e invisibilizó a toda la vieja guardia que en Toulouse, Burdeos y en varias ciudades del mundo mantenían el logo del yunque y la pluma como seña de legitimidad

Igual se debe al hecho histórico que Prieto, tras la derrota de la República quiso acabar con todas las instituciones nacidas el 14 de abril de 1931, fundamentalmente por su enconada disputa con Juan Negrin, el presidente del Gobierno republicano logrando que el Consejero Juan de los Toyos dimitiera  en México del gobierno Aguirre en 1943, (Juan Gracia había fallecido a la entrada de los alemanes en Paris) pero Santiago Aznar se negó. Le acusaron de “aguirrista” y de tratar de fundar un partido socialista vasco, algo que Rubial deshizo desde el interior. Previamente había habido una dura pelea política en 1939, cuando el Consejero del PNV, Telesforo Monzón pidiera a los socialistas “la obediencia vasca de todos los Consejeros del Gobierno de Euzkadi”, no “obediencia” a la ejecutiva socialista madrileña. Vino la guerra mundial y al final el Gobierno Vasco se mantuvo como tal en el exilio hasta 1979 y los Lehendakaris Aguirre y Leizaola siempre tuvieron Consejeros socialistas en su gobierno manteniendo  la legalidad republicana contra viento y marea.

Y esa si es una historia nunca puesta en valor  de manera principal, habiendo sido incluso Santiago Aznar quien propusiera en octubre de 1936 la ikurriña como bandera del Gobierno Vasco ante los problemas que tenía con el abanderamiento de los barcos y siendo la ikurriña la enseña mayormente asumida en aquellos tiempos. ¿Alguien ha oido contar esta historia a algún socialista?. ¿Por qué cuando fue Lehendakari Patxi Lopez propuso como fiesta de la Comunidad el segundo Estatuto, el de 1979 y no el primero, el de 1936, el perseguido y anulado por un decreto de guerra?.

Salvo al exposición fotográfica del exilio promovida por Alfonso Guerra como Presidente de la Fundación Pablo Iglesias, siempre nos hemos topado con una pared a la hora de reivindicar el “Guernica de Picasso, o las pensiones de los ertzainas, milicianos y mutilados de guerra y no digamos nuestras iniciativas en años para la eliminación del Valle de los Caídos o recordar la llegada de la segunda República. Siempre me ha parecido que esta parte de la historia silenciada les quemaba o no iba con ellos a pesar de haberlo hablado con Jorge Semprún, que sabía de la existencia de Agirre, Landaburu, Leizaola o de un Txiki Benegas que me comentaba emocionado como su padre en sus últimos momentos recordaba a Aitzol, del que fue discípulo, tras su detención en el Galerna. Nunca he entendido esta indiferencia dando la espalda de alguna manera a tantos republicanos socialistas a cuenta de su “juancarlismo”.

No se pues si la declaración de Eneko Andueza se refiere a recuperar todo esto y verbalizarlo o solo hablar de ETA, algo que nadie critica, sin que se pueda decir que Gogora haya “estado alejada de la acción del Gobierno Vasco” planteándose como reto lograr “que se acerquen y que convivan también con el trabajo que viene desarrollando el Centro Memorial de Víctimas del terrorismo en Vitoria” como acaba de decir el nuevo Viceconsejero Alfredo Retortillo. Veremos pues cual va a ser la línea a seguir y si ponen en marcha la casona de Trucios, adquirida por el gobierno Urkullu, y abordan hacer algo con la de Cabo Mayor, donde estuvo refugiado el Gobierno Vasco tras la caída de Bilbao en Santander lugar donde fue obtenida esta foto de Agirre con sus Consejeros Aznar, Monzon y Nardiz.

¿Y qué harán con las exhumaciones?.

La escritora Aroa Moreno cifra en 50.000 los asesinados por el terrorismo franquista y aún dispersos en 2.500 fosas comunes a lo largo y ancho del moderno estado español. Ignoro cuántos son vascos pero a cualquier estado democrático actual le daría vergüenza esta terrible cifra tras cincuenta años casi de esta coja democracia. Y suelta también Aroa en EL PAIS esta contundente frase: «Es preciso recuperar a los asesinados de la guerra civil antes de que muera la generación de sus hijos»

¿Qué piensa hacer los nuevos responsables para cumplir con su parte pendiente y en cuánto tiempo? ¿Para cuándo un digno edificio memorial de las víctimas del terrorismo franquista?.

PADRE E HIJA COMO GOTA MALAYA

Nos citaron Emilio y Monika  junto a  la estatua del Lehendakari Agirre en la Plaza Elíptica, que no Moyua. Y allí estaban los dos con un trabajo hecho por Monika Aperribai, ”Memorias de un Silencio” junto a su aita Emilio, un bebé de    8 meses que su ama Bitori salvó llevándolo en brazos carretera adelante hacia Bermeo. Su aita despavorido, iba en otra dirección, llevando en volandas a su hermano Jesús de tres años,  estuvieron aguantando aquella lluvia de fuego en los Talleres Gernika, el lugar más cercano. ”Mi aita -cuenta Emilio- dentro del refugio cubrió a mi hermano Jesús para protegerlo del fuego y la metralla que entraban por las ventanas. La espalda de aita se quemó y la metralla quedó incrustada para siempre en la cabecita del niño como testigo de lo ocurrido”.

Hoy Emilio, con casi 88  años, acompañado siempre por su hija Monika, como gota malaya y el lema de las tres P: ”prudencia, paciencia y perseverancia”  se han autoimpuesto como misión sensibilizar al gobierno español sobre  aquella tragedia y de la necesidad democrática como sucesor de aquel gobierno español y como tracto histórico, el que pida perdón como lo hizo el presidente alemán Román Herzog el 27 de marzo de 1997. ”Evoco el recuerdo de aquellas personas a las que aquel día en Gernika les fue quebrada la felicidad de su vida, destrozada su familia, destruido su hogar, robada su vecindad. Comparto con ustedes el luto por los muertos y heridos. Les ofrezco a ustedes, que todavía llevan en las entrañas las heridas del pasado, la mano abierta en ruego por la reconciliación”, dijo el presidente alemán.

Escuchando aquello recordé la escena en la embajada alemana siendo embajador Guido Brunner. Le hice la misma petición, se puso de pie muy alterado y en un gesto teatral me preguntó si le veía vestido de nazi. Le dije que no pero que Alemania tenía una responsabilidad histórica con Gernika. Pocos años después hubo de comerse sus palabras.

Teniendo clara esta reivindicación, en el  llamado Debate del Estado de la Nación, española por supuesto, celebrado en junio de 1999, el Grupo Parlamentario Vasco, siendo presidente José M. Aznar, presentó una resolución para que el Rey o el presidente del gobierno hiciera un gesto similar. Dos años después lo recordamos ya que era una iniciativa que había sido aprobada por todos los grupos de la Cámara, PSOE y PP incluidos. Hasta hoy. pero  sigue siendo una buena percha si se quiere recordar, aunque estas cosas no estén de moda.

No es ocioso pues el meritorio trabajo de padre e hija, apoyados por el Lehendakari Urkullu, que el año pasado en Gernika tuvieron dos minutos, dos, para explicarle al ministro Bolaños, presente  en el acto anual  conmemorativo, su petición. El ministro no ha vuelto a respirar. Quizás el actual Grupo vasco debería recordar aquel acuerdo y tomar alguna iniciativa junto con Emilio Aperribai y su hija cargados con la autoridad moral de ser uno de los poquitos supervivientes de aquella tragedia, y que estén en la tribuna. Sería algo simbólicamente muy importante .

Hablando la semana pasada con padre e hija en el encuentro les sugería le pidieran a Eneko Andueza una entrevista. Tengo una buena relación personal con él y pensé sería sensible a un acto de justicia de esta envergadura  pero mi sorpresa ha sido infinita cuando me recordaron un artículo escrito el 10 de mayo de 2022  por Andueza en El Correo titulado “¿Perdón por Gernika?”. Lo malo es que Retortillo ha retuiteado lo siguiente: ”Exigir al Gobierno de España  que pida perdón por el bombardeo de Gernika solo puede responder a una clamorosa falta de rigor o al interés partidista por deformar la historia”.

No empezamos nada bien esta nueva singladura socialista al frente de  Gogora si éste va a ser el estilo. Que se lo pregunten a padre e hija, aquel bebé salvado por su madre en brazos, mientras ardía Gernika, y que no acusan a Sánchez de nada, pero si a un gobierno que permitió aquella barbarie. Algo absolutamente elemental para cualquier demócrata con sensibilidad. Si, ”Perdón por Gernika”.

¿Por qué la Marina no devuelve Villa María?

Sábado 6 de julio de 2024

Villa María, en la calle Ibañez de Bilbao, fue construida por encargo de D. Ramón de la Sota viviendo en ella diez años antes de pasar a vivir en Ibaigane. En 1937, esta Villa, junto a todas sus propiedades fueron incautadas por el ejército vencedor, al considerarse a Don Ramón un peligroso nacionalista vasco. En estos años, a la familia, se les han  ido devolviendo algunas de sus propiedades, incluso cuadros y obras de arte robadas, tras pagar sus correspondientes multas pero Villa María sigue con su banderón español diciendo que esa casa sigue siendo un botín de guerra ante la pasividad general. Es una de las grandes vergüenzas de la llamada transición a la democracia española. Está visto el tipo de transición.

Lo recuerdo porque en castellano se llama “diplomacia del cañonero” y es un eufemismo para describir  la táctica muy utilizada por el imperialismo occidental durante el siglo XIX. Consistía en utilizar la fuerza naval para amedrentar a un país sin flota para  así conseguir beneficios económicos y  poder someterle a sus intereses políticos. En tiempos de la guerra llamada civil, el Canarias tuvo su notoriedad al haberse enfrentado  a cuatro Bous de la Marina Auxiliar de Euzkadi. La batalla de David contra Goliat, ganando Goliat.

Llama la atención que esta táctica clásica de la era del colonialismo sigue utilizándose en el siglo XXI, como evidencia la entrada de tres barcos de guerra en las aguas del Golfo de Bizkaia este fin de semana, sin haber sido invitados por ninguna de las instituciones democráticas vascas. El portaviones «Juan Carlos I» al que no le han cambiado el nombre dedicado a  semejante personaje, el navío de Asalto, «Galicia», y la fragata «Blas de Lezo» estarán hasta este domingo.

En Euzkadi no se practica el dicho castellano de que el que calla otorga, por mucho que a la gente le guste visitar barcos inmensos que normalmente solo ve en las películas o en los informativos.

En Euskadi el que calla, calla

Pero no nos gusta semejante despliegue militar para decirnos que aquí estamos, que España tiene un ejército incluso naval y que el artículo 8 de la Constitución española está para lo que está.

No, no iré a verlos y me gustaría por lo menos algunas pancartas que les dijeran que no son bien recibidos por quienes creemos en el ejército europeo pero no en el art.8 de la Constitución.

Me quedo con el comunicado hecho público por el EAJ-PNV de Getxo.

Hay que recuperar el discurso ético de la verdad

Viernes 5 de julio de 2024

En Gran Bretaña ganó el soso, el aburrido, el de centro. Mejor. Mal en Escocia. Inquietante. Los partidos que proyectan sus problemas a la sociedad el electorado no los quiere. Una lección más. A Alex Salmond se le dio en Bilbao el premio de la Fundación Sabino Arana. Fue un buen momento. No sé que pensará ahora. Había sido el responsable del referéndum independentista perdido por poco. Hoy a años luz. Repito, un pinchazo. Como en Quebec.

Veo que el nuevo premier inglés está ya en Downing Street y me llama la atención que sin investidura haya entrado ya en la casa del primer ministro, tras saludar a Carlos III. Aquí todo es un rollo. Como la celeridad francesa. Macron pierde las elecciones  el 9 de junio y ese día disuelve y convoca, y este domingo es la segunda vuelta. Pis pas. Repito, aquí todo es un rollo.

Y encuentro  una reflexión de Alain Touraine, Director del Instituto  de Estudios Superiores de Paris, al analizar la derrota electoral del socialismo francés en las elecciones de 2002. Hacía mucho hincapié en que algunos dirigentes políticos “habían dado la  impresión de hacer carrera política del mismo modo  que la hubieran podido hacer en una  empresa  o en un banco”. ”Ahora, cuando la acción política se construye a golpe de mercadotecnia, bueno es recordar  aquellos políticos de principios que ejercían un liderazgo moral. Si la política  desea recuperar sus señas de identidad para volverse a ganar la confianza de la opinión pública, debe recuperar el pulso ético y la rectitud del método político marcando bien sus posiciones y no haciendo de alfombra al discurso del poder por el poder“.

Esa es la clave. Aprendamos de estas lecciones.