He encontrado esta fotografía de la visita del Dalai Lama a Sabin Etxea y con ella quiero recordar aquel hecho, con Gorka Agirre, y lo que nos dijo este importante líder espiritual en la comida posterior y la dedicatoria que puso en un plato. Comió menestra y repitió. Deseo asimismo recordar este 24 de agosto el 90 cumpleaños de quien fuera líder fundamental del EAJ-PNV, Xabier Arzalluz, ante el silencio que se hizo tras su desaparición defendiendo siempre el país que amó. Y seguimos sin editar sus trabajos. Su verdadero legado. Una pena. Y que vivan las fiestasl!!! GB Xabier.
Lunes 22 de agosto de 2022 Ezeizabarrena Sáenz en su obra “Los Derechos Históricos y el concepto de “Pase Foral”, ( Auñamendi Eusko Entziklopedia, 2008), explica que “el pase foral era la denominación de una facultad inscrita en el ámbito del Derecho foral del Reino de Navarra y las provincias vascas para no cumplir las órdenes emanadas de la Monarquía española declarándolas nulas si atentaban contra su legislación propia, los Fueros. En Navarra inicialmente también se denominó “derecho de sobrecarta” y se usaba bajo la tradicional fórmula de “Sea acatado, pero no cumplido”. Dicha facultad foral habría quedado plasmado constitucionalmente en el reconocimiento que la Disposición Adicional Primera (DA 1ª) de la norma suprema hace de los Derechos Históricos de los Territorios Forales, constituyendo “de facto” y de “iure” un pacto o acuerdo sobre una relación histórica y jurídica fruto de un iter previo”.
Recordar que en la Constitución española vigente de 1978, se introdujo la Disposición Derogatoria Segunda (DR 2ª) que afirma que “en tanto en cuanto pudiera conservar alguna vigencia, se considera definitivamente derogada la Ley de 25 de octubre de 1839 en lo que pudiera afectar a las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya y en los mismos términos se considera definitivamente derogada la Ley de 21 de julio de 1876″, pero sin embargo, la derogación antedicha sólo afectaría a los territorios forales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, (pues nada se dice de Navarra en dichas líneas ), con lo que según Ezeizabarrena Sáenz , podría deducirse que la Ley confirmatoria de Fueros de 25 de Octubre de 1839 se mantiene vigente para Navarra. Sin embargo, los sucesivos Gobiernos de UPN habrían transformado la filosofía primigenia del “pase foral”, quedando constreñido a la política doméstica navarra como instrumento del filibusterismo político de UPN para esquivar las sentencias judiciales contrarias a su miope política de intentar enclaustrar al euskera en gulags cerrados y lograr posteriormente su extinción por inanición financiera.
Contrafuero y Gamazada
Con el Gobierno navarrista de Yolanda Barcina, se habría producido una clara sumisión de UPN a los dictados del Gobierno del PP, pues debido a su minoría parlamentaria en la Cámara navarra habría llegado a un acuerdo tácito con el Gobierno central para frenar las leyes que apruebe el díscolo Parlamento navarro mediante el recurso sistemático ante el Tribunal Constitucional, basándose en el artículo 161.2 de la vigente Constitución que señala que “ el Ejecutivo central podrá impugnar ante el Tribunal Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las CCAA”. Así, el TC anuló la decisión del Parlamento de Navarra que obligaba a la Iglesia Católica y al resto de confesiones del Estado español a pagar la contribución territorial (impuesto equivalente al IBI) por todos los inmuebles de su propiedad con la única excepción de los destinados al culto, lo que unido al resto de recursos pendientes contra leyes fiscales de Navarra (del que sería paradigma la reciente sentencia del Tribunal Constitucional sobre el impuesto a la energía eléctrica, contraria a la capacidad tributaria de Navarra según el prisma jurídico navarro), ha supuesto “de facto” el vaciar de contenido las competencias legislativas de la Cámara foral navarra. Asimismo, estaríamos en la antesala de un severo recorte de la capacidad de la Cámara Foral para legislar impuestos (autogobierno fiscal navarro), que se enmarcaría en el contexto de la instauración de una nueva Doctrina autonómica por parte del nuevo Gobierno Central que surgirá tras las elecciones del 2023, doctrina que consistiría en la implementación de un Estado seudo federal basado en el democrático e igualitario café para todos y que contará con las bendiciones del PSOE y del PP pero que sería un misil en la línea de flotación de la pervivencia del régimen foral diferenciado navarro y su capacidad autogestionaria.
Dichas medidas constrictivas podrían convertir a la Comunidad Foral en un autogobierno devaluado, encorsetado y sometido a los dictados del Gobierno Central o Tribunal Constitucional de turno y cuyo penúltimo episodio sería el reciente recurso ante el TC de la Ley Foral de Contratos Públicos. De persistir la involución centralista del nuevo Gobierno central que salga de las elecciones del 2023, el futuro Gobierno de Navarra deberá recurrir a la declaración de Contrafuero ante “aquellas infracciones que afecten al fuero, leyes, ordenanzas, usos, franquezas, exenciones, libertades y privilegios presuntamente cometidas por el Gobierno central o Tribunales de Justicia y por la que se faculta al Gobierno de Navarra para solicitar su reparación al respecto de ese agravio”, quedando como último recurso la reedición de la Gamazada. La Gamazada fue una reacción popular de la ciudadanía navarra contra la intentona del ministro español Gamazo de suprimir el régimen fiscal navarro establecido en la Ley Paccionada de 1841 y glosada en unos versos del paloteado de Monteagudo del verano del 1894 :”Si el Gobierno de España sigue con sus pretensiones, se tomarán en Navarra serias determinaciones”.
Imagínense la escena. Un chavalito de siete años, con acento venezolano,recién llegado del trópico en 1956, se hace presente en una de las aulas desegundo curso del Colegio de los Marianistas en Donostia-San Sebastián. Elprofesor de Formación del Espíritu Nacional le pregunta quien era SimónBolivar. ”El Libertador” contesta el chaval. ”Fuera de clase”, iracundo elprofesor, un policía nacional del cuartel inmediato al Colegio. ”Simón Bolívarfue un separatista que le quitó a España su imperio americano” bramó elformador de ese espíritu nacional. El chaval confundido y asustado se lo cuentaa su aita. Este interviene a través de la embajada y el alumno queda exento deesta materia de tal manera que cuando entra el profesor, el chaval pasea por elpatio para sorpresa de sus compañeros.La reciente escena de Felipe VI sentado ante la llegada de la espada deBolívar en Bogotá, en la toma de posesión del nuevo presidente, no me haextrañado. El mundo ha cambiado pero la Casa Real y el Rey de Españasiguen actuando como Fernando VII no pudiendo tolerar que le recuerden queunos desarrapados acabaran con la colonia y los sacaran de América a sangre,fuego y proclamas de independencia donde había vascos en cada esquina. Noes de extrañar pues que una asociación de militares españoles hayan pedido aDefensa la retirada de todas las estatuas de Simón Bolívar que hay en elestado español al considerarlo un “traidor” que se alzó contra su patria. Lomismo que me gritó aquel profesor del Espíritu Nacional. ”Bolívar, pradera demolino en lengua vasca, molino que supo moler trigo de gloria y dar a lospueblos, pan de libertad” nos recuerda la poetisa rumana Elena Vacaresco.Tampoco me extraña lo que Laureano Márquez opina de la escena.”Definitivamente, los hispanoamericanos compartimos nuestra propensión a lassupersticiones. Surge el comentario a la luz de la toma de posesión del nuevopresidente de Colombia quien, contraviniendo la disposición de su antecesor,hizo traer al acto de su ascensión al mando, de manera inesperada, la espadade Bolívar. Fue su primer acto de gobierno.Para comenzar, hay que señalar que la espada de Bolívar que guardaColombia es la de verdad, la que usaba el Libertador en el día a día, no lanuestra, que es una joya de oro que la municipalidad de Lima le obsequió comopresente de agradecimiento y la que nunca desenvainó el padre de la patriapara combatir contra nadie. La de Colombia, la de las batallas, se guardódurante mucho tiempo en el Museo Quinta de Bolívar de Bogotá. Además delvalor histórico que tiene la pieza por haber pertenecido a quien perteneció, esparte de la leyenda de la guerrilla colombiana, de la que alguna vez formó partePetro. En enero de 1974, el naciente movimiento guerrillero M-19, sustrajo laespada del museo y pasó varios años escondida en diversas manos. Se llegó adecir incluso que le fue vendida a Pablo Escobar y que este se la dio a su hijocomo juguete. Al parecer, la que compró Escobar no era la verdadera. Laespada también pasó una temporada en Cuba. Para el grupo armado tenía –como seguramente para el nuevo presidente de Colombia en la actualidad– untremendo valor simbólico: «Bolívar, tu espada regresa a la lucha», se dijodespués del robo. En 1991 fue devuelta. No deja de resultar curioso, que lamentalidad de izquierda, tan pretendidamente racional y científica, sea la queapele con mayor frecuencia a recursos y explicaciones mágicas. «El divinoBolívar», del que hablaba Elías Pino, es parte de esa religión laica que todaslas ideologías, pero especialmente la de izquierda, quiere usar para arropar suspropósitos. Su espada no es por lo tanto un objeto de interés histórico, sino unsímbolo sagrado que, cual amuleto, brinda poderes; sus restos, reliquias quehay que manipular para adquirir las cualidades del portador en vida de esoshuesos; y así con todo. Vivimos siempre rumiando el pasado, nuncaentendiéndolo.Gustavo Petro, político de 62 años de edad y ex guerrillero del M19 y queademás fue alcalde de Bogotá, juró el domingo 7 el cargo de presidente deColombia. Aquí prensa, radio y televisión nos dijeron y repitieron que era laprimera vez que la izquierda asumía el poder en Colombia. No sé por quétienen tanto pudor en decirnos que es la primera vez que un ex guerrillero deun movimiento comunista asumía la presidencia de Colombia. Entiendo quecomo dice el ex presidente Uribe de Petro,”es un tipo más inteligente queChávez, Maduro, Fernández, Lula y Boric juntos”. Petro parece saber dónde seha metido y no piensa actuar como lo hizo Chávez con su “Exprópiese!!!” oMaduro enviando dos millones de emigrantes a Colombia desde un paísriquísimo, pero llamemos a las cosas por su nombre. Petro ha sido un dirigentecomunista, no un socialdemócrata, otra cosa es que quiera serlo ahora. Heconocido personalmente a cuatro presidentes colombianos y no han sido lo quehan pretendido vendernos los medios estos días.Virgilio Barcos, vecino de nuestro gran delegado Patxi Abrisketa, con susantepasados enterrados en la catedral de Santiago de Bilbao tenía en suprograma lograr una democracia social, lo mismo que Belisario Betancourt aquien visité en el Palacio de Nariño acompañando en 1983 al LehendakariGaraikoetxea que nos contó sus trabajos por la paz y sus dos procesosmalogrados por ese izquierdismo guerrillero que nos restriegan para integraruna guerrilla golpista y asesina, compartida asimismo por unos paramilitares,representantes de la derecha más australopithecus. A Uribe le visitamosasimismo en el palacio presidencial y haciendo gala de su apellido visitóEuzkadi. Hoy es la bestia negra de esa izquierda que no asume que Uribe noles traga pero que sigue vivo de milagro, pues superó atentados terribles contraél y su familia lo mismo que Santos, con quien charlamos varias veces en elSenado y quien ha sido el presidente que ha logrado sentar alrededor de unamesa a una guerrilla que en el caso del Farc, han pedido públicamente perdónpor sus crímenes y secuestros, algo que nunca hizo ETA. Menos lobosdesteñidos pues Caperucita a la hora de los análisis que si se fijan ustedesjamás cuentan con la opinión de los vasco colombianos que mantienen hoy losojos abiertos y el compás de espera puesto ante los primeros movimientos delprimer presidente “izquierdista” de la historia, como sinónimo de progreso yderechos humanos, metiendo en un saco lleno de chacales y buitres a todoslos demás. Quien exagera, pierde la dimensión de las cosas y no es creíble.Y no digo que a Petro no haya que darle una oportunidad. De hecho Biden sela ha ofrecido. Habló con él, le felicitó por su elección, envió una altarepresentación de su gobierno a la toma de posesión, cosa queafortunadamente no ocurrió con Maduro de Venezuela, Ortega de Nicaragua yDíaz Canel de Cuba que no estuvieron en dicha ceremonia. Ni estuvieron ni seles esperaba. Y no estuvo nada mal la lectura que hizo Petro de la sociedadcolombiana y de su sociología. Colombia, así como Europa, no se entiendensin la presencia del cristianismo en cada esquina y sin el menor rubor niquiebro en la voz y de forma muy clara y ante el presidente del Congreso dijocon seguridad:“Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyesde Colombia». Todos los presentes le aplaudieron.Petro, inteligentemente, ha armado un gabinete de diversas tendencias, con lasmujeres al frente de varias carteras y la misión de sacar adelante reformas decalado.Algo que no ocurre en Euzkadi, sociedad llena de complejos. En mayo de 2009y en Gernika, ante el Árbol, Patxi López, desbarató sin ningún permiso lafórmula de asunción de la Lehendakaritza la fórmula original del LehendakariAgirre que juraba su cargo para presidir un gobierno de concentración conrepublicanos, comunistas y socialistas. Aquellos rojos al parecer eran mástolerantes que Don Patxi. Que sin el menor rubor desfiguró la fórmula porqueaparecía la nefanda palabra de Jaungoikoa. Lo mismo ocurrió con el HimnoVasco, con letra escrita por Sabino Arana en la cárcel de Larrinaga. No toleraque en el aparezca la nefanda palabra de Jaungoikoa. Al parecer, la tradición,la cultura, los usos y costumbres no tienen para el Sr. López el mismo valorque tienen para un ex guerrillero del M-19. Es más. Viví una escena increíblejunto a mis compañeros en el Congreso. Resulta que al diputado Leizaola, lollamados jabalíes del Congreso en tiempos de la República, le pegaron en elhemiciclo por defender la enseñanza religiosa. El presidente socialista Besteiro,paró la sesión y le invitó a Leizaola a recogerse en el despacho del presidente.Lo hizo y le llamó la atención al entonces diputado donostiarra que Besteirotuviera un crucifijo de marfil presidiendo la sala. Pasó el tiempo, la dictadura,murió Franco y Leizaola volvió del exilio en 1979. En una oportunidad fue aMadrid a escuchar una conferencia del Lehendakari Ardanza en el Club SigloXXI. Al día siguiente fuimos los diputados a su hotel y le invitamos a visitar elCongreso donde había sido diputado. ”No me interesa” nos contestó. A loscinco minutos nos dijo que cambiaba de opinión y deseaba comprobar si elcrucifijo de marfil de Besteiro continuaba en el despacho del Presidente FélixPons. No estaba. El entonces presidente lo buscó y encontró el símbolo en eldespacho de un letrado. Mandó reponerlo y el crucifijo ha presidido eldespacho de los presidentes sucesivos, socialistas y populares, hasta……adivinen ustedes cuando.Efectivamente, cuando Patxi López fue elegido con apoyo del PP presidentedel Congreso y su primera decisión fue quitar el crucifijo de marfil del socialistaBesteiro del despacho presidencial. Y ya no está.De todo esto me he acordado al escuchar con voz clara al presidente deColombia Gustavo Petro jurar por Dios cumplir la Constitución colombiana y hepensado ingenuamente que debería haber menos complejos en la políticavasca tanto de socialistas como de seudo jelkides y que eso es sinónimo demadurez y que no estaría nada mal. Es la historia como pedagoga la que sindejar de respetar la separación de poderes se debe imponer en una sanagobernanza. ¿O no?.
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