La quinta ignaciana de Xabier Arzalluz

Martes 22 de marzo de 2022

TRAS EL RECIENTE TERCER ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL DIRIGENTE AZKOITIARRA DEL PNV, DEIA PUBLICA FOTOS INÉDITAS DE SU PASADO COMO SEMINARISTA Y JESUITA

DOS fechas. La primera: el 28 de febrero se cumplieron tres años del fallecimiento de Xabier Arzalluz Antia. La segunda: el recordado presidente del PNV hubiera cumplido 90 veranos el 24 de agosto. A día de hoy, poco se conoce de una época de aquel a quien calificaron como indómito, vehemente, también cascarrabias, o temible para adversarios políticos: sus años de seminarista y jesuita.

El ignaciano José Ignacio de Urquijo fue compañero de Arzalluz en el histórico Seminario de Oña, Burgos. Desde su habitación en Deusto escribe de forma periódica sus memorias personales que alcanzan ya las 400 páginas y un capítulo lo dedica a aquel azkoitiarra que no olvida porque «fuimos muy, muy amigos durante el noviciado, el juniorado y para siempre».

Urquijo, tras siete décadas en Venezuela, regresó a Euskadi para poder contar con una oferta pública sanitaria que le permitiera conservar una pierna que en América podría haber perdido por su diabetes y por la situación que allá se vive. «En Caracas, en este momento, no hay ni insulina», lamenta. José asevera que la vocación de político de Arzalluz –»con zeta final, siempre con zeta», enfatiza– era superior a la monacal. «Xabier era un gran orador. De hecho, en Oña nos preparaban en oratoria», apostilla, y va más allá: «Fascinaba, era un orador de primera. Más adelante, ya como político, era fuerte y hacía uso de la ironía y metía puyitas. Otros trataban de ser más heroicos y citaban a San Francisco Javier, por ejemplo», diferencia.

Urquijo echa la vista atrás a los años 1955 y 1956 en sus tituladas en francés Memoires d’un jesuit Meconnu, y hasta el presente inéditas. Las fotografías que lo acompañan también lo son. Muestran, por ejemplo, los paseos y las señeras caminatas de piedra que resaltaban el carácter monacal del flamante Colegio Mayor. «A esto se añadía la belleza natural de un estanque de aguas frías, con muros de piedra, cubiertos de enredaderas», transmite. En aquel estanque remansaba el agua de un manantial –a día de hoy también–, proveniente de lo alto del monte y, por medio de un canal, caía desde cierta altura a una pequeña centralilla eléctrica que alimentaba las necesidades de energía de todos los edificios.

«Solíamos hacer excursiones y como anécdota contaré que Xabier y yo solíamos pescar alguna de las truchas para cocinarla y comerla en una zona de la Bureba a la que íbamos», se ríe, y pasa a recordar la forma de ser de aquel seminarista que llegara a ser tan popular. «Comprendo que Arzalluz más adelante, como político, pudiera parecer cascarrabias para sus opositores, pero no lo era en sí. Era de talante agradable, simpático. Conservo unas cintas de vídeo en las que él canta las canciones del bardo Iparraguirre, aparece contando chistes… Tenía un buen sentido del humor».

A juicio de este jesuita donostiarra de 92 años, al Xabier novicio le gustaba hacer juegos de palabras. Así, cuando visitaban la casa ignaciana de Getaria, compartían errores en expresiones coloquiales que les hacían reír. «Decíamos cosas como: En este mar estuvo el barco Almirante Cerveza, en vez del franquista Cervera; o trabucábamos diciendo: Me han operado de posdata, en vez de próstata», comparte risueño.

DERECHOS DE LOS VASCOS

José Ignacio de Urquijo (Donostia, 1930), a su regreso del Magisterio en Venezuela, completó sus estudios de Teología en Oña. «Me ordené sacerdote en Loiola, en agosto de 1963, mientras que Xabier Arzalluz estudió Teología en la ciudad alemana de Frankfurt y se ordenó allí», detalla. Da la casualidad de que en esa misma fecha se ordenaron como sacerdotes el Padre Paricio y el Padre José del Rey. Tanto Arzalluz como Paricio abandonaron la Compañía de Jesús años después. «De Xabier, aun cuando por muchos años perdí contacto con él al irme yo a Venezuela de nuevo, puedo decir que a la edad de diez años inició sus estudios de Bachillerato en la Apostólica de los jesuitas de Durango, pasando posteriormente a la Apostólica de Javier, en Navarra. Ingresó en la Orden el año 1949». Las memorias del guipuzcoano matizan que Arzalluz fue ordenado jesuita el 2 de febrero de 1967 en Frankfurt del Meno.

Cuando de allí regresó a Euskadi, en 1968, se especializó en Derecho Político y abandonó la Compañía de Jesús, dedicándose de lleno a la política. En 1969 ingresó en el PNV y desde 1971 formó parte del órgano regional del partido, en el Bizkai Buru Batzar, y de la dirección ejecutiva nacional del Euzkadi Buru Batzar jeltzale. Encabezó la lista de candidatos de esta formación por Gipuzkoa de cara a las elecciones generales del 15 de junio de 1977 y ganó el escaño en la Cámara baja. Durante la constituyente formó parte de la Comisión Mixta encargada de reelaborar el proyecto de ley de amnistía y defendió en el Parlamento los derechos del pueblo vasco reclamando el estatuto de autonomía.

«Sin duda le dominaba la vocación política. Él fue el primero en recomendarme libros. Recuerdo el de Amaya y los vascos o el de La Patria, de 1933″, evoca quien se considera apolítico y estima que «en bromas, Arzalluz me solía llamar maqueto porque mi madre era de Jerez de la Frontera, y además yo no sé euskera». Urquijo no callaba entonces y le respondía lo siguiente: «Yo como mi buen amigo, el escultor Chillida, soy vasco universal. Y aunque me llamara maqueto, yo tengo el RH negativo. Mi padre era de Amorebieta», recalca quien sigue perteneciendo al catálogo jesuítico venezolano. «Yo me vine con una maletica y allí dejé todo lo mío», apostilla.

CUADRILLA DEL ‘TXIPI’

Con su partida como recién ordenado jesuita a Venezuela, la relación de amistad entre Urquijo y Arzalluz perdió fuerza. «Mantuvimos el contacto mientras estábamos aquí. Luego, yo en aquel país, y que la política absorbe a los individuos…». Sin embargo, volvieron a verse en una ocasión y podían haber sido dos, lo que Urquijo lamenta aún. José Ignacio supo que el dirigente jeltzale iba a visitar Caracas y acudió al Hotel Hilton capitalino. «Fui vestido elegante, con corbata y chaqueta. Me presenté sin invitación. Es decir, me colé y nadie me dijo nada. Xabier me vio y nos dimos un gran abrazo. Fue cuando Herrera ganó las elecciones».

La segunda vez podía haberse dado en Deusto. Arzalluz se acercó a la residencia de mayores a visitar al jesuita e intelectual José Ramón Scheifler. «Scheifler estaba en la habitación de enfrente. Xabier vino a visitarle y nadie me dijo nada. ¡Lo sentí mucho! ¡Le hubiera dado un fuerte abrazo!», resalta.

Xabier Arzalluz falleció el 28 de febrero de 2019. «Fuimos en Oña muy muy muy amigos, de hecho, los vascos que estábamos allí hicimos una cuadrilla y nos llamamos el Txipi, por los chipirones. ¡Fueron muy bonitos tiempos!».

Iban Gorriti

Fallecimiento del Lehendakari y elección de Leizaola

Lunes 21 de marzo de 2022

El Lehendakari Leizaola volvió del exilio el 15 de diciembre de 1979  tras 42 años fuera de su casa y tras haberse aprobado en octubre y en referéndum el Estatuto de Gernika. Había sucedido al Lehendakari Agirre tras el fallecimiento  inesperado de éste en París. Este martes 22 hará 62 años. Sabemos lo que fue aquella tragedia y tuvimos los datos del fallecimiento por un artículo de Manuel de Irujo publicado en Alderdi. De ahí que en una de esas conversaciones con él, tras su regreso, se lo pregunté. Me contestó escuetamente que aquello había sido muy triste y para él inesperado. No me comentó más. A la semana, coincidimos en la entonces sede del EAJ-PNV en el edificio Granada de Bilbao. Me entregó una carta y me dijo. ”Al muy poco de mi designación escribí a todos los Delegados que tenía el Gobierno Vasco repartidos en Europa y América esta carta. Allí les di cuenta de cómo había sido todo y ya que usted me pide detalles, aquí están. Le repito que la muerte del Lehendakari nos afectó muchísimo”.

La carta la tenía traspapelada. La he encontrado y por ser un documento emocionante, inédito e importante y en homenaje a los dos Lehendakaris, la transcribo:

“Todos los actos relacionados con las honras fúnebres a tribu­tar al finado Lendakari y a su enterramiento, se han llevado a térmi­no felizmente en medio de una grandísima concurrencia y de la mayor emoción popular y patriótica según el programa que nos trazamos desde el primer momento. Falleció en su lecho y en su domicilio más o menos a las seis de la tarde del día 22 del pasado mes de marzo, llegué yo a la casa mortuoria unos 20 ó 25 minutos más tarde ignorando el deceso. Este me fué comunicado en la calle, antes de llegar, por el Canónigo Don Alberto de Onaindía que acababa de salir de la casa para una pequeña comisión. La viuda nos pidió vistiéramos el cuerpo del difunto, tarea que realizamos entre don Alberto de Onaindia, Javier de Landaburu y yo. El cadáver no estaba aún frío. Al contrario, sobre todo por la espalda que estuvo en contacto con la cama, la temperatura era la de una persona en vida. Pero el médico habla certificado ya el fallecimiento. El cadáver permaneció en la casa mortuoria y el jueves, día 24 por la tarde se procedió a su embalsamiento después de lo cual los ser­vicios oportunos procedieron a vestirle con el último ropaje en civil y con una cruz entre las manos. El cadáver se hallaba en exce­lente estado pues las causas de la muerte no daban lugar a que se alterase en lo más mínimo. Colocado en un féretro metálico que lleva­ba un practicable para poder ver la cara, introducido éste en un ataúd de madera cuya parte superior tenía una ventanilla que se abría y cerraba sobre el practicable en cuestión y cubierto por un cristal, fué traído el cadáver a esta Delegación de Euzkadi, 50, rué Singer, de donde le escribo, poco después de las ocho de la mañana del vier­nes día 25. Estuvimos aquí para recibirle los tres miembros del Gobierno presentes en Paris, es decir, Gonzalo Nardiz, Paulino Gómez Beltrán y yo además del personal de la casa. El cadáver fué velado desde esa hora de la mañana del viernes hasta las once de la mañana del sábado, en esta Delegación. Acudió inmenso gentío no sólo de la colonia vasca y elementos oficiales de la República y movimientos democráticos españoles, sino también de nuestros amigos franceses entre los cuales, naturalmente, predominaban las personalidades de tendencia demócrata cristiana. En EUZKO DEYA leerán amplia información sobre este punto. El cadáver salió para la Iglesia parroquial de Saint Pierre du Gros Caillou poco después de las once de la mañana del sábado, y en aque­lla Iglesia se celebraron funerales solemnísimos respecto de los cuales tendrán Vdes. también toda la información en EUZKO DEYA.

Terminados estos funerales salió del mismo atrio de la Iglesia un coche que conducía el ataúd y en el que iba Don Iñaki de Azpiazu, a quien han visto por ahí recientemente, seguido de un autocar de acompañamiento en el que iban 21 personas, miembros de la familia, miembros del Gobierno de Euzkadi   -en este momento éramos ya cuatro-, personalidades del PNV, de ANV y de STV así como de esta Delegación. Esta comitiva se detuvo a pernoctar en Poitiers donde permaneció el cadáver durante la noche en la Iglesia de Saint Hilaire, que es uno de los grandes monumentos románicos de aquella ciudad. A la mañana siguiente, domingo, antes de que comenzaran las Misas ordinarias de aquella parroquia, celebró don Iñaki de Azpiazu, ante nosotros, en privado, una Misa  e inmediata­mente llevamos el ataúd al coche en que habla venido y en el que habla de continuar el traslado hasta San Juan de luz.

Continuamos, pues, de la misma manera con el coche mortuorio y el autocar de acompañamiento, almorzamos ligeramente a 20 kms. de Bordeaux y llegamos a esta ciudad a la una en punto de la tarde. En la plaza de entrada a la ciudad, después de cruzar el río, encontramos un grupo muy considerable de compatriotas entre los que se hallaban las directivas locales del Partido Socialista y de la UGT., además del antiguo Delega­do don Julián Mateo. Continuamos el camino y en medio de las Lardas, en un lugar en que no habla siquiera poblado nos esperaban con la bandera un grupo de compatriotas de ambos sexos ante los cuales tuvimos que hacer una parada descendiendo de nuestro autocar. Llegamos por fin a San Juan de luz a las cinco de la tarde como estaba previsto. Allí el cadáver fué depositado en la casa de Telesforo de Monzón en quien a las relaciones mantenidas con el finado se agregaban el origen de las familias Monzón y Aguirre, cuyas casas en Vergara se hallan contiguas habiendo en ellas vivido desde hace siglos hermanada­mente las dos familias. De los actos de San Juan de Luz también verán Vdes. en nuestra prensa una completa referencia.

Estos actos terminaron por el momento en la mañana del lunes día 28 en el cementerio de San Juan de Luz, pero los homenajes a nuestro finado Presidente continuarán y por nuestra parte estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano al efecto en un plan de decoro aunque nues­tros medios no nos permiten hacer las cosas como desearíamos tanto en consideración a la calidad de la persona que hemos perdido como a los intereses mismos de nuestro país y de la Causa de su libertad. Se ha calculado en 10.000 las personas que entre la tarde del viernes y el mediodía del sábado acudieron a saludar y a acompañar el cadáver del Lendakari en San Juan de Luz. Por el momento, los restos mortales se hallan en la Capilla del Cementerio, y están ya en marcha las gestio­nes para la adquisición de una sepultura en que sean inhumados provisio­nalmente hasta el día en que se puedan trasladar a tierra bizkaina libre.

A solicitud de las fuerzas políticas democráticas y sindicales libres de Euzkadi, en los últimos días de la semana y comienzos de la pasada simultáneamente con los homenajes a José Antonio de Aguirre se han debido realizar los actos en virtud de los cuales escribo a Ud. esta carta en calidad de Presidente del Gobierno de Euzkadi, presidencia que por la voluntad de las mismas fuerzas políticas y sindicales, y conforme a los acuerdos del Gobierno de Euzkadi deberé ejercer -salvo en lo que se refiere a la forma de mi designación la cual era imposible realizar en los términos en que se procedió a la del Lendakari difunto-, en las mismas condiciones que éste último. Quiere decir esto que mi mandato no tiene plazo de extinción sino que procederá mi sustitución en dos circunstancias: 1º cuando restablecida la libertad en Euzkadi el pueblo haga una nueva elección de autoridades legítimas; 2º a mi fallecimiento o por causas equivalentes. Es natural, y el PNV así lo ha decidido, que durante el ejercicio de mi mandato no soy ya un miembro del PNV, me está vedado ocuparme de problemas internos de éste y tengo que considerarme como Presidente de todos los vascos. La forma Jurídica es la de un acuerdo del Gobierno de Euzkadi, y la competencia de este Gobierno para adoptar tales acuerdos procede, sin género de dudas, del mismo Estatuto de Autonomía, el cual creó un Gobierno de Euzkadi que, naturalmente, subsiste puesto que como tal Gobierno era Institución prevista en la disposición transitoria del Estatuto. Y si en éste no figura ninguna declaración sobre cómo hubiera de ser designado el sucesor del Primer Presidente, no hay declaración que pueda oponerse a la facultad del mismo Gobierno de nombrar al Presi­dente en caso de vacante. Doy a Vd. estas explicaciones no para que se difundan sin necesidad sino para que tenga Vd. conocimiento, y a quien pudiera manifestar alguna duda pueda Vd. hacerle la indicación oportuna sin que para ello necesite usar de mi nombre ni de esta carta. En caso de que alguien manifestase dudas, si se trata de gente que pertenece a una de las organizaciones políticas que se hallan en el Consejo Consul­tivo, o en el Gobierno de Euzkadi, creo debiera Vd. aconsejarle que se dirija a los Consejos nacionales de estas organizaciones.

Dado el ambiente de la emigración es muy interesante sepa Vd. que la declaración que yo leí y el juramento que presté fueron prenunciados en presencia del Jefe del Gobierno republicano don Félix Gordón Ordás y del Secretario General del PSOE, don Rodolfo Llopis, las cuales eran las dos personas más próximas a mí en el momento mismo en que, bajo la lluvia, y con voz detenida, reposada y fuerte las pronuncié. No deja de tener interés, además, que hallándose el cadáver depositado en esta Delegación y acudiendo personalidades muy calificadas a visitarle y a visitarnos, una de las más relevantes fué don Luis Jiménez Asua quien al despedirse de Irujo y de mí que estábamos conversando con él en esta Presidencia, él dijo: «… ahora elegirán Vdes. un Presidente porque… tienen Vdes. que elegir un Presidente».

Espero seguirá Vd. enviándome información de los actos y homenajes que hayan tenido lugar después de la fecha de la suya a que contesto.

Refiriéndome a su carta personal le agradezco el gesto que ha tenido poniendo a disposición del Gobierno su cargo de Delegado. Conforme a las deliberaciones del Gobierno, es asunto que me compete personalmente y, desde luego, solicito de Vd. continúe prestándonos el servicio de representarnos como ha venido haciéndolo durante la Presi­dencia de Aguirre. Nos interesa extraordinariamente a todos dar una sensación de continuidad, de permanencia en el esfuerzo y de seriedad precisamente porque no cambian las personas sino porque hechos de fuerza mayor lo imponen.

Me ofrezco a Vd. en mis nuevas funciones como su más atento y s.s.”

Todo un documento. Sobrio, contenido, emocionado. Parte de nuestra historia. ¡Que gran generación!.

Ante la situación del Sáhara nos acordamos de Txomin

Domingo 20 de marzo de 2022

Estuve este sábado en la Asamblea del EAJ-PNV. Comenzó con la lectura de un largo comunicado sobre la invasión rusa en Ucrania. Todos de pie escuchamos el comunicado. Perfecto. Y se contestó una pregunta sobre la noticia de la víspera. La dejación de la causa saharaui en manos de Marruecos y de un dictador. Se contestó bien. La postura del PNV es clara y obedece a un planteamiento responsable y solidario. El de siempre. En política no vale el quiebro en defensa de intereses circunstanciales. Sí, me hubiera gustado un recuerdo personal a Txomin Aurrekoetxea quien durante su vida parlamentaria fue uno de los más esforzados defensores de los planteamientos del pueblo saharaui. La política tiene que ser  de verdad  humanista. La hacen las personas. A veces tendemos al olvido y al no reconocimiento.

Un buen amigo me expresa como nadie lo que siente y hago mío:

“Argelia acusa a España de segunda traición histórica a los saharauis.

Si en 1975 el corrupto Juan Carlos I, engañó con su viaje a los saharauis y luego miró hacia otro lado ante la marcha verde de Marruecos para anexionarse el Sahara occidental a cambio del reconocimiento de su figura por el régimen alaui, ahora, Sánchez, que actúa en demasiadas ocasiones como si tuviera mayoría absoluta, acepta las tesis del dictador marroquí. Todo un sátrapa.

Según Bolaños, a cambio, logran el “compromiso” de Marruecos para luchar contra las mafias de la inmigración, y el reconocimiento de la integridad territorial de cada estado (Ceuta y Melilla españolas).

Muy españolas.

Con Sánchez parece que todo es posible, pero:

  1. ¿Cómo puede denunciar con toda dureza la invasión de Ucrania y acusar directamente a Putin de esa acción, y al día siguiente dar por buena una ocupación militar por parte de otra dictadura con un ejército mil veces más poderoso que el  del Frente Polisario?

2- ¿Cómo se puede ir tan claramente en contra de las resoluciones de la ONU y alinearse con las tesis de Trump?. ¿Qué mensaje quiere trasladar al mundo con esta sumisión al permanente chantaje de Marruecos?

3- ¿A qué tiene miedo España?. A qué Marruecos invada Ceuta y Melilla? .¿No son territorio OTAN?. (No sé si no están fuera.¿. A que cada cierto tiempo les inunde las vallas con emigrantes?.¿ A que cada vez tenga que pagar más millones al impuesto dictatorial que Marruecos sigue exigiendo a España y a Europa?.

4- Y si este lamentable apoyo a la dictadura marroquí cuenta con sólo 122 diputados de 350,en un hecho con semejantes consecuencias internacionales (no tardará Lavrov en callar la boca a España comparando el apoyo a la acción de Marruecos y la condena a Rusia) qué cabezas políticas caerían?. El frívolo y e inepto Albares sólo?.¿Seguirá el camino de la tolosarra  González Laya por el terrible delito de dar apoyo en la enfermedad al líder Polisario?.

Lo cierto es que la geometría variable o el camaleonismo que practica Sánchez no tiene límite, parece que todo le sale bien y lo tiene controlado, pero me da que tiene demasiados cadáveres acumulados y se le ha agotado el poco crédito que le quedaba. Y un político sin credibilidad es un saco vacío.

Ante esta última ignominia, de quien primero me he acordado es de Txomin Aurrekoetxea, y de su infatigable trabajo por los derechos del pueblo saharaui.”