Como crear un periódico en cuatro meses y no morir en el intento

Domingo 20 de febrero de 2022

La fotografía es del primer Alderdi Eguna en Aralar, hará en septiembre 45 años. En la foto se le ve a Xabier Arzalluz vendiendo DEIA. Fue uno de sus promotores. El lunes 28 se cumplen tres años de su fallecimiento. Lamento que ninguna editorial  ni institución se haya interesado en reeditar sus artículos en este medio sobre sus experiencias europeas, políticas de la transición y sus grandes semblanzas. Son magníficas y de inoxidable actualidad. Nadie muere si se le recuerda. Se cumplirán asimismo  en junio los primeros 45 años de DEIA en momentos en los que las redes, e internet hacen que cada día tener un periódico de papel en las manos  sea realismo mágico.

Si algo tenía claro Sabino Arana, como Simón Bolívar, era que la «prensa es la artillería del pensamiento” y por eso, basó mucho de su divulgación nacionalista en libros y ediciones de periódicos. Tras medio fracasar en la reunión del Txakoli de Larrazabal en 1893 lo más inmediato que hizo fue editar una hoja volandera, Bizkaitarra, que sufrió persecución y cierre. No existía internet ni redes sociales. De haberlos tenido otro gallo le hubiera cantado.

El uno de febrero de 1913, diez años después de su muerte, salió a la calle el diario “Euzkadi”, con su letra gótica y su ideología de prensa de partido y de combate. En tiempos de la República (31-36) la Tipográfica General editó ya tres diarios. «La Tarde”, vespertino. “Excelsior”, deportivo y “Euzkadi”, político. Era  un grupo editorial que lo abarcaba todo. Un emporio, que fue destruido en junio de 1937 por los vencedores y por el grupo del Correo Español que se llevaron hasta sus rotativas. Jamás resarcieron aquel robo.

Normal. A todas las dictaduras les molesta, les agrede y les amenaza la libertad de expresión. Por eso nada más entrar los franquistas en Bilbao, acabaron de un plumazo con aquella  artillería e incluso repartieron sus despojos y edificios en los diarios que se constituyeron en el sostén de la dictadura durante cuarenta años: “La Gaceta del Norte”, “El Correo Español”, “Hierro”,  “El Diario Vasco”, “El Pensamiento Alavés”, “El Diario de Navarra”, y “Unidad”  fueron la nueva y dictatorial  artillería en la que descansó la opinión y defensa del franquismo  que celebró sus fastos y cantó sus hazañas. Y además lo hicieron con aquellas rotativas y con aquellos equipos robados a aquella artillería democrática.

Muerto Franco en 1975, Juan Ajuriaguerra tenía claro que nada podía hacer el nacionalismo sin una prensa propia y desde el mismo día del fallecimiento del dictador comenzamos a estar presente, clandestinamente, con una hojita, a la que poníamos el nombre de “Euzkadi” y que nos iba sirviendo para informar y crear organización en ese incipiente trabajo democrático de ir creando una tela de araña que se convirtiera en el armazón que todo partido debe tener para discutir sus cosas aprobar sus políticas y lanzan a sus gentes.

En 1976, nos detuvo la policía en la calle Egaña de Bilbao a Bingen Zubiri, Joseba Goikoetxea y a mí cuando elaborábamos uno de esos “Euzkadi”s llamando al “Aberri Eguna” de Iruña y a la condena del secuestro de Ángel Berazadi, empresario gipuzkoano, secuestrado, y, posteriormente asesinado por ETA. Con aquel asesinato  lograron que no se celebrara un Aberri Eguna mayoritario con vocación  de gran pulso a los restos de la dictadura mientras dejaban  a una familia desolada. Gran hazaña.

A raíz de ese hecho comenzamos a editar la publicación Euzkadi en la imprenta Axular de Donibane Lohizune y, ya, en el interior a partir de octubre de ese año 76. Pero había que dar un salto cualitativo pues Suárez comenzó a ensanchar las avenidas de la libertad de expresión. En reunión del nuevo Bizkai Buru Batzar ,elegido en febrero de 1977, se decidió dar ese salto y trabajar para poner en el mercado un diario de partido, a la imagen de aquel exitoso “Euzkadi” de la República.. Pero como este tipo de aventuras periodísticas no se pueden hacer sin medios, se le encargó a Sabin Zubiri que trabajara en dos iniciativas. La de los sablazos a gentes que tenían bastantes  duros y a los nacionalistas de alpargata porque se quería involucrar a mucha gente en esta iniciativa, así como a las comunidades de Venezuela, Argentina, México y Laburdi.

Para lo primero Xabier Arzalluz, Luís M. Retolaza, Mitxel Unzueta, José Elorriaga y alguno más te invitaban a comer y en los postres  pasaban la txapela.Se hacía en el restaurante Balliak de la Alameda de Rekalde. También estaba  Sabin Zubiri, entonces con 56 pletóricos años pasándote esa minuta. En febrero ya tenía nueve millones de pesetas, en marzo veintidós, en abril y mayo cuarenta y siete y casi en junio, cincuenta y nueve. Pero hacían, falta otros cuarenta y Sabin con su gabardina de inspector Gadget se fue al Banco Vizcaya y pidió un crédito de cuarenta millones y, entonces, como ya se olía  que íbamos a tener  cierto poder nos lo dieron sin problemas, aunque luego, nos lo cobraron íntegramente.

Pero había que montar  una empresa desde la nada, pues todo nos lo habían robado. Local, rotativa, personal, periodistas, chóferes, repartidores, en definitiva todo un tinglado muy minucioso y de eso se ocupó el tractor Gorordo con Iñaki Etxeberria, Ignacio Nolte, Arrieta y   Koldo Anasagasti. A éste le pidieron buscara un teletipo como fuera. Entonces no había ni fax, ni ordenador, ni móviles. Y lo consiguió en la naviera de Ramón Sota.  También le tocó contratar al personal que se ofrecía para todo, colaboradores, trabajadores, en definitiva  había colas. Era lo nuevo, era el futuro.Decir también que paralelamente un grupo de personas nucleado alrededor de Jose Luis Elkoro recaudaba fondos para editar EGIN que salió a la calle en septiembre de ese año. Xabier Arzalluz redactó una nota para que quedase claro que DEIA y EGIN eran proyectos distintos.

Fui con Gorordo a Iruña, a plantearle la dirección del periódico a Mirentxu Purroy. Era entonces la exitosa directora de “Punto y Hora de Euskal Herria”. Nos dijo que no podía. Cuando salimos de la reunión nos había llevado la grúa el coche.”¡Vaya!” nos dijimos. “Sin directora y sin coche”. Propuse en el BBB a Ignacio Iriarte, director de la Hoja del Lunes de Bilbao como director de Deia. Sabía éste lo que era un periódico. Lo dirigía semanalmente. Le conocía de la entrega de los comunicados que redactábamos. Comimos con él en una cafetería de la calle Colón de Larreategui. No nos dijo que no, tampoco que sí pero  al final aceptó. El nombre del medio fue elegido en una reunión del BBB. Todos los burukides nos pusimos a dar nombres. Juan José Pujana tomaba nota. Todavía tengo la hoja con esos nombres.

Propuse el de “Euzko Deya”. Era el nombre de las publicaciones que el Gobierno Vasco editaba en Argentina, México y Paris durante el exilio. La agencia Aurman le quitó lo de Euzko y se quedó en Deia. Corto y eufónico. El creativo de esta agencia, Enrique Ibabe propuso como logotipo el de un heraldo con su cuerno. Lo sacó de una kutxa del Museo San Telmo. Lo de “Gure Lurraren Deia”, lo puso la agencia. Pero resultó que el nombre de “Euzko Deya” lo tenía registrado Martín Retana. Le dijimos a su primo Marcos Vizcaya que nos lo gestionara. Lo hizo. Retana, cedió el nombre.

Había mucho entusiasmo pero también mucha incertidumbre. No se sabía en aquellos momentos lo que  era el PNV y que fuerza tenía por detrás, y tampoco se tenía  permiso del Ministerio de Información y Turismo para salir a la calle. Karmelo Renobales se empleó a fondo. Logró una entrevista con el ministro Reguera Guajardo. Le dijo al ministro de la UCD  que no había que dejarle el campo libre al PSOE. Y dieron ese permiso siete días antes de aquellas primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977. Y salió. Había que ver las caras de aquellos veteranos viendo a la rotativa escupir los primeros Deias. Cuarenta años de silencio se rompían. Aquello era suyo. Muy suyo.

Luego se decidió que el periódico no podía ser de partido. Que los tiempos habían cambiado y la prensa de partido había pasado a la historia. Que había que hacer un periódico abierto, nacionalista, transversal, que abarcara desde el autonomismo al independentismo y que tratara temas sociales, recuperara la historia de aquellos años de silencio y manipulación y  que se explicara lo que se estaba haciendo. Lamenté   que no se complementara con un Euzkadi de batalla, con una audaz prensa de partido. No se consideró oportuno, para no establecer una competencia, aunque el Euzkadi se convirtió en revista.

Contra Deia conspiran  hoy las redes e internet y la flojera nacionalista de  comprarlo solo los fines de semana o no comprarlo. Gravísimo error. Se debería hacer una campaña como la de hace 45 años. A pesar de todo  aquí está DEIA, 45 años  años después. Si del Athletic decía la revista el L´Equipe que es un caso único en el mundo, Deia no le va a la zaga. Sin Murdoch, Prisa Vocentos, Recoletos y Copes por detrás, resistir 45  años los embates de la política  española y vasca y seguir estando cada día en los kioscos, no deja de ser un milagro que ojalá siga otros 45  más, pero sabiendo  que hubo en 1977 una serie de quijotes que recogiendo la herencia de  Sabino Arana, seguían  creyendo que la prensa es la artillería del pensamiento. Y, en el caso de Deia, del pensamiento nacionalista democrático al servicio de toda la sociedad. Por eso  creo es casi una obligación adquirirlo.

Venezuela, ¿un nuevo satélite militar ruso en América Latina?

Sábado 19 de febrero de 2022

Una mayor presencia militar rusa en Venezuela es improbable, pero Caracas es desde tiempos de Hugo Chávez un gran comprador de armas  en Rusia. El poderío militar venezolano preocupa sobre todo a la vecina Colombia. Hay mil necesidades en el país pero Maduro compra armas.

¿Armas rusas en América Latina? La presencia de fuerzas de Rusia en Venezuela, así como recientes declaraciones desde Moscú y Caracas sobre una renovada «cooperación militar», han llamado la atención en momentos de tensiones globales debido a la crisis en Ucrania.

La última declaración la ha hecho, Nicolás Maduro, que recibió esta semana al viceprimer ministro ruso, Yuri Borisov. «Hemos ratificado el camino de una poderosa cooperación militar entre Rusia y Venezuela para la defensa de la paz, de la soberanía, de la integridad territorial», aseguró Maduro en el Palacio de Miraflores. «Vamos a incrementar todos los planes de preparación, entrenamiento y cooperación con una potencia militar del mundo como es Rusia», agregó.

«Venezuela es un socio estratégico para Rusia en América Latina», dijo por su parte Borisov en Caracas. Pero mayor revuelo causó, semanas atrás, otro alto funcionario del Kremlin, el viceministro de Exteriores Serguei Riabkov, al sugerir como posible –»no confirmo ni desmiento», dijo en una entrevista– una ampliación de la presencia militar rusa en Cuba y Venezuela.

Lo cierto es que la cooperación rusa con este último país, y la presencia de personal y equipos militares en territorio venezolano, no es una novedad desde hace años. «Las relaciones cercanas de Rusia y Venezuela empezaron con Hugo Chávez», recuerda a DW Phil Gunson, analista con base en Caracas de la ONG International Crisis Group, especializada en el monitoreo de conflictos.

Un viejo proveedor de armas

Según cifras de Crisis Group, el Gobierno venezolano ha comprado desde entonces armas rusas por un valor de más de 4.000 millones de dólares. La asociación civil venezolana Control Ciudadano, que intenta recopilar datos sobre gastos militares en medio de la opacidad del Estado venezolano, dice que Rusia y China son en tanto los únicos proveedores de armamento para el Gobierno de Maduro.

Y la cooperación con Rusia, pese al colapso económico venezolano, ha continuado desde entonces. «Últimamente, hemos visto unos drones rusos, en la zona de conflicto en la frontera con Colombia», señala Gunson.

Lo cierto es que Venezuela acumuló un importante poderío militar en los años del auge petrolero y se afianzó como la cuarta potencia militar en la región, por detrás de Brasil, Colombia y México, y por delante de países más poblados como Argentina y Perú.

Cazas de combate y la defensa antiaérea más moderna de América Latina

«En Venezuela se compró de todo porque, en ese momento, la idea era complementar y también reemplazar sistemas occidentales. Se compraron aviones de combate como los Sukhoi, más de 50 helicópteros de combate y de transporte pesado. Se compraron tanques, vehículos de combate de infantería sobre orugas, vehículos de combate de infantería sobre ruedas, artillería de tubo autopropulsada, artillería de cohetes de diferentes tipos», enumera Andrei Serbin Pont, analista internacional y director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).

Además, Moscú y Caracas firmaron un contrato para la construcción de una fábrica de fusiles kaláshnikov en Maracay, que no consigue operar hasta hoy por diversos escándalos de corrupción. «Y se compró un muy completo sistema de defensa antiaéreo que incluía los famosos (misiles) S-300», agrega Serbin Pont, desde Buenos Aires. «A día de hoy, no hay un sistema de largo alcance tan avanzando en el hemisferio americano, con excepción de lo que tiene Estados Unidos», considera el analista.

Preocupación en Colombia

El poderío militar venezolano preocupa sobre todo en su principal país vecino. Colombia, dadas las tensiones bilaterales y la actual falta de mecanismos bilaterales de cooperación. En enero, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, aludió directamente a las actividades del Kremlin en Venezuela. «Información de inteligencia señala que Rusia tiene acciones militares de cooperación con las fuerzas militares bolivarianas», dijo.

El Gobierno de Bogotá acusa desde hace tiempo a Caracas de dar apoyo a grupos armados como los disidentes de la antigua guerrilla de las FARC. Maduro, en contrapartida, asegura que desde el país vecino se infiltran grupos armados para desestabilizar Venezuela.

También la crisis económica derivada de la pandemia, así como cierto equilibrio militar por la mayor fuerza numérica de Colombia, hablan en contra de un pulso por los gastos militares. «La preparación de las Fuerzas Armadas colombianas es mayor, así como su capacidad de combate, su experiencia y su entrenamiento», cree Phil Gunson.

HispanTV, ¿periodismo, propaganda o desinformación?

Viernes 18 de febrero de 2022

HispanTV, el primer medio de comunicación iraní en español cumple diez años. Esto ha sido un logro, pues ha sido señalado de incumplir la normativa de YouTube, Facebook y Twitter y sus cuentas en estas plataformas han sido cerradas más de tres veces desde 2018.

Según el gobierno de Teherán, esto se debe al monopolio capitalista norteamericano que busca censurar y acabar con la libertad de expresión de medios independientes. Mientras que para los Estados Unidos, la cadena iraní es una herramienta de diseminación propagandística y desinformativa en contra de su gobierno y aliados alrededor del mundo. A pesar de ello, Irán ha logrado acoplarse, desarrollando estrategias para estar presente en la red, manteniendo así una audiencia fiel en la región.

La fundación de este medio ha tenido como objetivo acompañar la política exterior iraní que busca ampliar el conocimiento en audiencias extranjeras de su cultura y acciones políticas, para contrarrestar las narrativas sobre Irán de los medios occidentales convencionales.

Usualmente, la creación de estas agencias de comunicación alineadas con los objetivos políticos de los Estados es denominado como poder blando o diplomacia cultural, pues estas sirven para proyectar al país positivamente en el extranjero.

Sin embargo, los medios creados por Estados no democráticos son analizadas bajo el concepto de poder afilado, debido a que se considera que el contenido que producen es propagandístico y busca desinformar a través de bots y ciborgs —cuentas automatizadas y otras pagas— para diseminar una narrativa particular en el debate virtual.

Propaganda, desinformación y adaptación 

Según The Institute for National Strategic Studies (INSS) de Estados Unidos, la línea editorial político-religiosa de HispanTV se caracteriza por criticar fuertemente a Estados Unidos e Israel, mientras que se destaca con relevancia la revolución bolivariana e iraní, pues ninguna de las dos coincide políticamente con la potencia norteamericana.

El Center for a Secure Society identificó que HispanTV difunde los valores y tradiciones iraníes mostrando la «amabilidad y simpatía de los musulmanes».

Además, según el estudio de la organización estadounidense, el medio produce contenido positivo sobre los gobiernos de turno de sus países aliados como Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela.

De acuerdo con la organización estadounidense DFRLab, debido a la manipulación de los servicios de Facebook, en el 2019 fueron eliminadas 131 cuentas, 23 páginas, cuatro grupos y 14 cuentas de Instagram ya que hacían parte de una operación de desinformación iraní enfocada en Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil, México, Perú y Venezuela. En ella se dispersaron mensajes negativos sobre los Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel y se difundieron contenidos sobre las revueltas sociales y problemas migratorios en América latina.

Asimismo, a finales del 2020, cuando fue asesinado Mohsen Fakhrizadeh, líder del programa nuclear iraní, se identificó en Twitter una presunta diseminación anómala de este contenido en la región, pues las cuentas que apoyan a HispanTV se caracterizan por no tener un número significativo de seguidores. Sin embargo, esta información llegó rápidamente a diferentes tipos de audiencias, según el trabajo del INSS.

A pesar de los señalamientos, es llamativa la estrategia de adaptación del medio iraní para seguir en la red, especialmente en YouTube donde se emplean políticos o periodistas con cierto reconocimiento para asegurar a la audiencia y, por lo tanto, el éxito de su contenido. Fort Apache y Detrás de la razón han sido sus programas más exitosos, pues cuentan con la participación del político español Pablo Iglesias Turrión, el exvicepresidente de España, y el periodista mexicano Roberto de la Madrid.

El segundo componente consiste en alojar el contenido en canales alternos al principal de HispanTV, ahora conocido como Nexo Latino. Con ello, logran mitigar la pérdida de información, la cual ya ha sucedido anteriormente debido a los cierres de sus cuentas en las redes.

Incluso, Irán ha llegado a desarrollar su propia versión de YouTube llamada Urmedium, en la que la «censura» occidental es inexistente.

¿Periodismo o sesgo informativo?

En definitiva, el contenido periodístico de HispanTV es ciertamente controversial. Para algunos especialistas no deja de ser más que una empresa mediática en función del gobierno para diseminar propaganda iraní con información antisemita y en contra del «imperialismo yankee». Por lo tanto, la eliminación de su contenido no es más que una consecuencia natural de sus acciones.

Sin embargo, para sus seguidores en redes sociales es uno de los pocos bastiones del periodismo que aún existen en la red, pues se atreve a cuestionar las narrativas hegemónicas y por ello están constantemente bajo el ojo del huracán.

Más allá de interpretaciones, HispanTV ha logrado incursionar en la audiencia de Latinoamérica a través de dos grandes temáticas, la cultura iraní y asuntos políticos internacionales, presentadas bajo el eslogan: contenidos objetivos y verdaderos.

Sin embargo, esto es un arma de doble filo para cualquier medio de comunicación, ya sea estatal o privado, pues estos obedecen a una línea editorial específica e HispanTV no es la excepción.

Irremediablemente su tradición política afectará la presentación de sus contenidos, los cuales permanentemente buscarán favorecer al gobierno iraní y a sus aliados. Un ejemplo de ello fue la renuncia del periodista Roberto de la Madrid, al encontrar diferencias irreconciliables con la perspectiva exigida para tratar el derribo del vuelo comercial ucraniano 752 por el ejército iraní en 2020.

Gustavo A. Rivero es profesor adjunto en la Universidad de la Salle, Colombia. Máster en Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes. Seleccionado por el Programa de Formación 360/Digital Sherlocks (DFRLab) del Consejo Atlántico para combatir la desinformación.