Miércoles 29 de enero de 2025
Conseguida la devolución de los Batzokis en los primeros años de la transición quedaba como la gran joya el edificio de la Av Marceau y otros dos inmuebles, en Francia de tal forma que necesitado José María Aznar de nuestros votos para asegurar su legislatura en 1996, negoció con el PNV este apoyo. Felipe González, tras catorce años de gobierno había sido superado por Aznar y éste quería con el apoyo de CiU, CC y el PNV, ser presidente del gobierno.
Tratamos en primer lugar de lograr un pacto de legislatura pero por presión sindical, a cuenta de la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social, nos ajustamos a un Pacto de investidura con tres acuerdos:
1.- Cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika.
2.- Renovación y Adaptación del Concierto Económico
3.- Devolución del Patrimonio Incautado por motivo de la guerra y la dictadura. Lógicamente en este apartado estaba la Delegación de la Av. Marceau a lo que el PP de Aznar accedió.
He contado como Álvarez Cascos nos remitió al abogado del estado Fernando Moreno y con él negociamos este apartado. En este tira y afloja nos ofrecieron comprar la inmueble. Reconocían que era el PNV el propietario pero nos decían que su ubicación cerca de la embajada española en París era todo un conjunto y que nos era mejor se lo vendiéramos al estado algo a lo que nos negamos. El llamado Palacete es un edificio simbólico consagrado aún más por esta polémica interesada de la derecha y ultra derecha española responsable de su incautación en 1940 por la Gestapo y en 1951 por el gobierno de Franco.
Para mí ha sido una gran sorpresa que el Partido que negoció con el PNV este asunto haya salido mintiendo, injuriando, acusando de venta del PNV por unos simples votos a Sánchez de un Palacio en París. Vale absolutamente todo.
Esta semana ha continuado la polémica en los medios. Afortunadamente ayer en La Vanguardia el ex presidente del Parlamento Europeo Enrique Barón lo centraba en la construcción europea ya que en ese edificio en 1949 se creó el Consejo Federal del estado español del Movimiento Europeo. Conté como logramos colocar una placa en su pasillo de entrada con un añadido tóxico que nos escribió el ministerio de exteriores.
Pero el colmo ha sido los distintos informativos y editoriales madrileños así como programas de TV.
La semana pasada estuve con Risto en Cuatro explicando cómo siendo portavoz del PNV en el Congreso me tocó negociar con el PP este asunto tras el pacto con Aznar. Pero el tema siguió y este lunes tuve una polémica en Cuatro con la diputada del PP Ana Vázquez que aparte de acusarnos de pro etarras con medias verdades montaba toda una argumentación absolutamente asquerosa. Llegué a decirle que si no le importaba las incautaciones de la Gestapo y de Franco era todo menos demócrata. Javier Chicote le dijo que yo siempre había estado en contra de ETA.
Pero ayer mismo, la manipulación vino de Javier Andrés que metió en su argumentación hasta a Mussolini y el Pacto de Santoña. Vale todo. Pilar Rahola desde Uruguay intervino y nos defendió muy bien pero Andrés insistió en el Pacto de Santoña, y todo sacado de contexto. Olvida Andres que Franco se había sublevado contra un régimen elegido como el de la República y que ganó la guerra con ayuda del nazismo y el fascismo y que ante aquel abuso de Hitler y Mussolini en la guerra civil ayudando a los sublevados y ante la indefensión absoluta, bombardeos incluidos, el PNV pactó con los italianos el fin de la guerra pues entre dos males parecía el menor hacerlo con el general Roatta, mucho más que con el español golpista general Valera o con Franco. Pero no sirvió de nada pues Franco encarceló sanguinariamente a todos los líderes y gudaris en Santoña.
Sacar esto como argumento a cuenta de un edificio adquirido en agosto de 1936 y desconociendo que el gobierno vasco se creó en octubre de 1936 y Bilbao cayó en 1937 en manos del fascismo. Que venga ahora Andrés metiendo a Mussolini de por medio o Borja Semper hablando de regalo inmobiliario o Manuel Tellado llamando al PNV “aprovechategui asqueroso” nos da una fotografía de situación de una derecha no democrática, no sensible con el robo, profundamente autoritaria e impresentable.
Como diría un chaval, ante lo que hemos visto estos días, flipo. Y Flipo a colores ante semejante manada de Gorilas como diría Esteban González Pons.


