1946: Con Alcide De Gasperi en Roma

Lunes 19 de mayo de 2014

327.14Tenemos a la vuelta de la esquina elecciones europeas. Los partidos españoles las van a utilizar como termómetro electoral. Durante cinco años, apenas han hablado de Europa, cuando más del setenta por ciento de lo que se aprueba en Estrasburgo y Bruselas, influye en nuestro día a día. Y les cuesta un riñón ir cediendo soberanía en el altar de una Unión que lo sea de verdad. Pero saben que si no lo hacen, caminamos hacia la irrelevancia. Se acaba de ver con la cuestión de Ucrania. Europa ha sido un espectador mudo en la crisis y lo ha hecho francamente mal.

En 1977 el PNV salió de la clandestinidad. Previamente trabajó en cuatro ponencias: organización, cultura, economía y política. EI borrador de la ponencia política lo redactó Xabier Arzalluz que había visto en Berlín un muro divisor y asimismo había recogido el impulso del pasado del PNV. Ajuriaguerra, Irujo, Jauregui, Leizaola le habían hablado del Aberri Eguna de 1933 con el lema Euzkadi-Europa, la creación en 1947 en Chaud Fontaine (Bélgica) de los Nuevos Equipos Internacionales antecedente inmediato de la democracia cristiana europea en su apuesta federal subsidiaria. Le hablaron de la presencia del lehendakari Aguirre y de Landaburu en La Haya cuando se creó el Movimiento Europeo y de cómo en la Delegación vasca de París se formó el Consejo Federal del Estado español de dicho Movimiento. Arzalluz sabía que aquella vía democristiana nacía como tercera vía entre la derecha conservadora y un socialismo no totalitario con el prestigio de liderazgos que habían luchado y muerto contra el nazismo y el fascismo. Uno de ellos fue el de aquel trentino llamado Alcide de Gasperi considerado como uno de los padres de Europa, junto a Adenauer, Monnet, Schuman y Spack. Con todo ese mundo de experiencias redactó aquella ponencia que ha sido y es hoy una magnífica brújula para la actuación política. Ningún partido aquel año mágico para planificar el futuro dio importancia a la idea de la construcción europea. El PNV en Iruña, sí.

De Gasperi había nacido en Trento, que entonces formaba parte del imperio austrohúngaro y por esta razón inició su carrera política como diputado en el Parlamento austríaco en 1911. Esta experiencia le aportó una visión más global de la vida política y de Europa, ya que después de la primera Guerra mundial Trento fue anexionada a Italia. Elegido diputado de Trento en 1921 planta cara a Mussolini que lo encarcela por actividades antifascistas, de modo que cuando el fascismo se derrumbó, de Gasperi era la única figura importante que no estaba manchada y que podía ofrecer al pueblo italiano una alternativa ética.

El 3 de abril de 1981, junto a Xabier Arzalluz y Gorka Aguirre, estuve en Roma en la celebración del centenario del nacimiento de Alcide de Gasperi. Fue toda una experiencia y no solo por la visita a Juan Pablo II, en el Vaticano, sino por todo el debate europeo de aquellas jornadas en las que el presidente del EBB brilló con luz propia y fue muy reconocido. En el viaje de vuelta decidimos la edición de un sencillo libro para que constaran aquellos debates y no se olvidara un dato del que nos sentíamos orgullosos y que pusimos en Roma encima de la mesa. Nuestra presencia como partido cuando la Democracia Cristiana Italiana, tras la guerra mundial y bajo el liderazgo de Alcide de Gasperi, salió a la cancha pública tras 20 años de persecución por parte del fascismo. Fue en 1946, y en aquel congreso de salida, solo estuvimos nosotros. Las relaciones con Maritain y Dom Sturzo, nuestra vieja lucha, y el entramado de relaciones nos otorgó aquel privilegio. En la fotografía aparecen los tres delegados. Landaburu en la mesa al lado de la Sra. De Gasperi, Teodoro Aguirre (hermano del lehendakari) y Pepe Eizaguirre, tolosarra, ex diputado y ex miembro del Tribunal de Garantías Constitucionales. Si una imagen vale por mil palabras, ahí está el PNV en los albores de la Unión Europea codeándose con sus promotores y marcando su impronta.

Y no fue fácil. De Gasperi era primer ministro de Italia y en ese congreso de la DC italiana uno de los temas importantes del orden del día fue decidir si apostar por la República o por la Monarquía. Unos veían con interés la figura de Humberto, hijo del rey Víctor Manuel que había colaborado con Mussolini, pero a pesar de los argumentos para mantener la monarquía en Italia, en aquel congreso se decidió que la DC votaría en el referéndum en favor de la República. Y salió la República. Lo que en España no se hizo, en Italia los mandaron al exilio con prohibición de pisar el país.

La embajada franquista maniobró para que los vascos no estuvieran en dicho Congreso pero fue el propio primer ministro quien dijo: «Entre unos y otros, me quedo con los vascos».

Contaba Landaburu: «En tres ocasiones tuvimos el honor de conversar con De Gasperi. Desde el primer momento lo hizo con la intimidad y la confianza de los viejos amigos. Él ha conocido también las persecuciones (cuatro años de cárcel) y las miserias de una dictadura de veinte años. Y en un tono fraternal nos decía: «¡Que bella es la libertad cuando se ha vivido en la opresión!». «El problema de la reconstrucción patria es más que un problema de la reconstrucción de edificios, puentes o carreteras, es un problema de reconstrucción moral y es un problema de construcción de la nueva clase dirigente”. De aquel congreso salió la matriz de la política italiana y europea para los siguientes treinta años. Y el PNV estuvo ahí. Y es que lo europeo está en nuestro ADN de partido. Con De Gasperi, Adenauer, Schuman y Monnet. ¿Qué organización política puede presentar semejante historial? Pues eso.

Arias Cañete o la contumacia en el error

Domingo 18 de mayo de 2014

“Debatir con una mujer es muy complicado.  Si el hombre hace un abuso de superioridad intelectual, parece que eres un machista y estás acorralando a una mujer indefensa” espetó Miguel Ángel Cañete, cabeza de lista para el Parlamento Europeo en el programa Espejo Público de Antena 3.  Y la armó.  La víspera, Elena Valenciano he había dado una soberana paliza en la cara de TVE. Confuso, poco humano, leyendo papeles, hablando solo en clave tecnocrática, no salió allí el mejor Cañete, sino el peor.  Y para justificar su derrota, al día siguiente puso la gran torta con la explicación de marras.

Conozco a Arias Cañete.  En la pasada legislatura fue presidente de la Comisión Mixta con Europa y lo hizo muy bien.  Fue la Comisión que más se reunió y mejor dictámenes hizo y además tenía el detalle de dejar hablar a los parlamentarios sueltos, tras haber hablado los portavoces de sus grupos.  Eso no ocurre nunca.  Pues con Cañete sucedió.  Por lo demás es el clásico señor conservador español, no más machista que la media, casado con una señora mandona, bastante sobrado en su actitud ante la vida, sin detalles para con la gente, gracioso y ocurrente, listo, muy antiautonomista y luciendo gala de su abogacía del estado a todas horas, que empezó trabajando en Ceuta y con desayuno en la cama.

No sé quién le asesora en la campaña, seguramente el impresentable Arriola, casado con la más impresentable Celia Villalobos, pero si es así, se han lucido.  Porque el comentario de marras además de ser profundamente machista y despreciador del sexo opuesto es de una falta de inteligencia sideral. Pero no solo es un inmenso error decirlo, sino mantenerse en el error con especial contundencia y contumacia. Será porque de verdad el hombre piensa que su gracieta describe bien a las mujeres.

Recuerdo que una vez Álvarez Cascos comparó a las mujeres con las cariátides del Partenón y todas las diputadas de la Cámara, incluyendo a las del Partido Popular le pidieron rectificara.  Y lo hizo.  En esta oportunidad hemos vueltos a ver la verdadera cara del PP.  Ni Arantza Quiroga, ni Esperanza Aguirre, ni Fátima Báñez, ni Ana Mato, ni Celia Villalobos han dicho esta boca es mía.  En el fondo miedo y falta de personalidad en la hora de no dejar pasar ni una a estos comentarios sexistas.

Pero así es el PP.

El debate a dos, el debate a cinco y el debate castellano

Viernes 16 de mayo de 2014

550.14Vi el debate a dos, Valenciano-Cañete. Un debate que insulta al estado autonómico pues nos obligan electoralmente a circunscripción única, pero nos tratan como a periféricos que no tienen derecho a sentarse en la mesa de Papá y Mamá. Y lo hace un Ente Público cuya obligación es velar por todos, no por el bipartidismo. ¿Tan enfermo está?.

Quitando ésto, si es que se puede quitar ya que es sustancial, creo que ganó Elena Valenciano aunque de Europa se habló muy poco. Dominó la escena y le recordó a Cañete que ni la palabra “mujer” ni las palabras “fraude fiscal” aparecían ni una sola vez en el programa del PP. Un buen golpe en el estómago a un Cañete perdido en papeles y en clave tecnócrata, hablando de la herencia recibida y sin hacer la menor propuesta interesante para Europa. Solo le faltó a Valenciano machacarle diciéndole que él encabeza la lista para el Parlamento Europeo pero lo que quiere es ser Comisario, no eurodiputado. Es decir, mandar, que es lo que ha hecho siempre. Un fraude electoral

En ETB perdieron la oportunidad de darnos en directo a la misma hora el debate europeo a cinco. Todas las opciones estaban allí frente a lo que hace España que organizó un debate a dos excluyéndonos a los demás.

En el debate a cinco que ganaron nuestro candidato Verhofstadty la candidata de los verdes el primero criticó a Barroso por meterse en los problemas de España a cuenta de Catalunya. Estuvo bien el belga. La víspera nos había visitado en Bilbao. El debate duró hora y media y el tema preponderante fue el paro juvenil. Fue un debate más europeo que el español, como no podía ser menos.

Este debate que vi y no me gustó, fue precedido por otro el miércoles que vi, y me gustó. Se trataba de dar vía libre al desaguisado que ha hecho la Sra. Cospedal con el estatuto de Castilla La Mancha. En el fondo fue un pugilato contra Emiliano García Page, alcalde de Toledo, vicepresidente con Bono, figura que aspira a algo dentro del PSOE y senador.

Lo hizo bien y me quedé con dos coplas.

Empezó diciendo que al inicio de la transición no había en Castilla ninguna demanda autonómica y que solo éstas existían en Catalunya y Euzkadi. Me gustó este reconocimiento de la realidad que no se estila.

Otro fue que les dijera a los senadores del PP que la Sra. Cospedalsolo se preocupa de su presidencia castellana los jueves. El resto está en Madrid haciendo de Secretaria general. Y otro puñetazo en el ojo fue decir otra evidencia: con el criterio de cargarse el sueldo y la proporcionalidad de los parlamentarios de Cospedal, el PP no tendría ningún diputado en Euzkadi ni en Catalunya.

Pero este debate, que fue en el Senado y muy interesante, pasó totalmente desapercibido. Y es que el periodismo en España es bastante malo.