Cuando Carmen Calvo no quiso saludar a Luis Iriondo

Viernes 25 de mayo de 2012

Hace un tiempo en la sesión de control parlamentario al gobierno, el senador Maqueda le preguntó a la entonces ministra de Cultura Carmen Calvo, cuando iría el «Gernika» a Gernika. Le dijo que en la tribuna estaban el alcalde de Gernika, el superviviente Luis Iriondo y el concejal de Cultura del ayuntamiento de esta Villa.

Eso la irritó. Dijo que ya había contestado cuatro veces a la misma pregunta y que el reglamento le obligaba a responder al senador, no a la gente que estaba en la tribuna. Y dijo que el Gernika no se movería del Centro de Arte Reina Sofía porque Picasso dijo que el cuadro volvería a España. ¡Olé!.

Después salió escopeteada. No quiso recibir la carta que el superviviente Luis Iriondo le iba a entregar. No solo actuó como una mal educada sino como una pésima política incapaz de controlar sus cabreos.

Es que el asunto la alteró.

Si para la ministra, Madrid es España; ¿lo es también Gernika? Si no lo es, sería bueno que nos lo dijeran para aclarar algo el panorama.

Luego fuimos a comer al Asador Real.

Luís Iriondo es hermano del jugador del Athletic, Rafa Iriondo y nos contaba que después de los partidos de fútbol de aquellos tiempos aquel grupo se quedaba en San Mamés para seguir repitiendo jugadas y que su hermano cobraba mil pesetas.

Sobre el cuadro nos comentó que el pintor Ucelay le decía que seguía siendo delegado de Cultura del Gobierno Vasco de 1936 pues nadie le había cesado y Ucelay le contó la vinculación vasca con la obra de arte.

Iriondo da clase de pintura y dibujo en Gernika a sus 84 años y quería que el control al gobierno fuera el viernes para él no tener que dejar un solo día de clase. Le dijimos que el control se produce los miércoles y a Madrid nos vino para asistir incrédulo a todo lo que oyó de la ministra de cultura, una impresentable de tres al cuarto, que irrespetó a una víctima del bombardeo.

«Si tienen miedo a que se descascarille ya le daremos un retoque, nos comentaba Iriondo con gracia, como han hecho con la capilla Sixtina en Roma». Y es verdad. Si el hombre llega a la luna, ¿como no va a ser posible que el Gernika vaya a Euzkadi?

Y es, que efectivamente Madrid es España pero Gernika parala Sra. Calvono lo es. Ahí está la madre del cordero. Por eso no lo llevan. Es el extranjero.

Las bombas para Gernika. El cuadro en un Museo con nombre de Reina.

 

Los Leones del Congreso con bufanda

Jueves 24 de mayo de 2012

A las doce de este jueves nos habíamos citado en los leones del Congreso. Dos leones con el bronce de los cañones capturados al enemigo. Eso es lo que pone en su base. No era la primera  vez que recordábamos que al Athletic se le llama «los leones de San Mamés». Y es que a San  Mamés se lo comieron los leones y tiene una capilla enla Misericordia. Ycomo en el Congreso hay dos leones, había que ponerles una bufanda.

Del Senado fuimos Zubia y yo. Cazalis tenía un compromiso en Donostia-San Sebastian con una reunión y presencia de gentes del equipo de un Comisario europeo, Martínez tenía un compromiso en Zeanuri y Leanizbarrutia  es gipuzkoana, aunque del Athletic, pero no pudo ir. Por el Congreso acudieron Erkoreka, Azpiazu y Esteban. Olabarria es alavés y Tapia, gipuzkoana.

Total, que nos dicen que el acto de la imposición de la bufanda hay que adelantarlo un cuarto de hora. Frente al Congreso había organizada una manifestación contrala Reforma Laboraly los Secretarios sindicales iban a hacer  entrega de una nota de protesta  al presidente del Congreso.

Y a las 11:45, en el poco espacio que había, nos sacamos esta foto. El pobre Zubia casi se cae, pero la intención era hacer lo que desde siempre hemos venido haciendo cuando se han producido hechos similares. Veremos que pasa hoy, pero la gran mayoría de madrileños nos dicen que están con el Athletic. Normal. El Barca es el equipo Goliath que compite con el Real Madrid y a Guardiola y al propio Barca por su poderío, no les tienen simpatía. Pulgarcito siempre tiene más amigos, aunque menos copas.

Yo, hoy estaré en el Calderón y enla Carpa.

Y apuesto por una victoria 2-1. Ojalá.

Chiflar o no chiflar

Miércoles 23 de mayo de 2012

Dice Jiménez Losantos que si no estamos de acuerdo con la Copadel Rey nos vayamos a chiflar a la vía. Por mí, sí. Pero, ¿se puede?. Esa es la clave.

Nos dicen que la Copa es del Rey y se juega en España y que si queremos lo tomemos y si no, lo dejemos. Pues sí. Pero antes se llamó del Generalísimo y antes del Presidente de la República, pero no nos dejan jugar, como Escocia y Gales, como Selección Vasca o catalana. Conclusión: no se puede ir a chiflar por ahí. Y los comentarios y las viñetas de la prensa ultra madrileña son de juzgado de guardia.

Aclaro que no estoy de acuerdo en silbar al himno español. Representa un país, es un símbolo y se hieren sentimientos de mucha gente. Y si no me gusta que se silbe el Himno Vasco, no me gusta silbar el de los demás. Por tanto ahí coincido con lo del respeto a los símbolos, llámense bandera, llámese himno. Y creo que haríamos bien todos en no meter ruido con estas cosas, mucho menos en Madrid, capital de España. Si en Madrid no se puede tocar el himno español, ¿donde si no?. Otra cosa es si este es el himno que en 1978, antes de ser aprobadala Constitucióny en referéndum hubiesen adoptado los españoles, así como su bandera, si les hubieran dejado aprobar o no los símbolos republicanos u otros. No sabemos qué hubiera ocurrido. No hubo posibilidad de testarlo. Fue un himno impuesto en base a los equilibrios dela Transición, pero es lo que hay.

Otra cosa y muy distinta es la figura de un señor que se llama Felipe de Borbón y al que algunos llaman el Príncipe, como en los cuentos de hadas. A este señor no lo ha elegido absolutamente nadie y solo está ahí por delegación de su padre al que eligió Franco y se mantiene, porque el ejército lo impuso enla Constituciónpor la puerta de atrás. En un bloque, sin referéndum específico como por el contrario se hizo en Italia tras la guerra mundial.

Y a este señor se le puede chiflar o por ser del Atlético, o porque su padre caza elefantes, o porque está al lado de Esperanza Aguirre que propone cerrar el estadio como en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera, o porque no dice nada cuando hay de por medio banderas preconstitucionales con el pollo como dice nada menos que Basagoiti, o porque la gente le da la gana en evidente ejercicio del derecho de expresión que como mucho puede durar tres minutos. A lo sumo cinco. Pero no pasa nada. En los malos partidos a los árbitros se les chifla, en el Parlamento a la gente que dice cosas que no gustan se le abuchea y san se acabó. Dramatizar sobre esto solo evidencia reflejos no democráticos. Si se le chifla y él, sonríe, y saluda, encima se lleva el gato al agua. Todo lo demás es sacar las cosas de quicio.

Haría mejor Don Felipe en analizar el por qué la gente abuchearía a su padre y le abucheará a él. Debería analizar el porqué dos aficiones tan entregadas no se sienten cómodas en ese modelo español con solo dos partidos vertebradores de la acción política en Madrid, como así se autodefinen. Porque si tú excluyes, serás excluido. Si tú tienes una visión centralista de la vida, no esperes que encima te aplaudan y te hagan genuflexiones. Y eso no es un ultraje. Es un simple desahogo. Más grave es permitir la manifestación de Falange con el precedente aquel del asesinato por la ultraderecha de Aitor Zabaleta. Pero es que en Madrid hay muchos talibanes sueltos por metro cuadrado. Pero la mayoría es gente normal, sensata, hospitalaria y que incluso está por simpatía histórica con el Athletic de Bilbao. Pero es esa minoría ruidosa y antidemocrática la que quiere poner el caldo morado, la que está lejos de aquel «proyecto de vida en común» que decía Ortega, la que nos quiere imponer su modelo. Y por eso la gente chifla.

Repito. No estoy de acuerdo con que se silbe el himno, cualquier himno. Me da igual se chifle a un político, a un árbitro, a un príncipe que además va al palco sin pagar un euro. Cosa que la mayoría de la gente, no va a poder. Yo si estaré. A mí me tocó en el sorteo. Y allí estaré.