Dentro de poco, más transferencias

El pasado martes logramos ir completando la primera carpeta abierta en septiembre del año pasado para ir cumpliendo el estatuto de Autonomía de Gernika. Lo que parecía imposible gracias a las objeciones negociadoras de la alta administración del estado, lo logramos tras las elecciones del domingo 22 de mayo. De ir manoseando una a una las transferencias políticamente acordadas, a ponerse verde la luz en menos que canta un gallo.

Fueron éstas: Inspección de Trabajo (4 inspectores y subinspectores. 5 millones). Maestros y personal sanitario de instituciones penitenciarias (9 maestros, 40 sanitarios. 9,8 millones). Profesores de Religión (205 profesores titulares, 10 profesores sustitutos. 16,5 millones). Convalidación de centros extranjeros y homologación de títulos universitarios (Un funcionario).

Este empujón transferencial significa que Zapatero desea seguir contando con el PNV hasta el final de su mandato y que quiere acatarlo con la economía encauzada y viendo en el horizonte unos brotes verdes mínimos que ayuden a Rubalcaba en su campaña.

De hecho, y todavía de la primera carpeta del año pasado quedan cosas, antes de abrir la segunda carpeta, la de los presupuestos del año que viene tras aprobar en junio el techo de gasto.

Ocho materias más en breve.

El primer plazo llegó. Pero es que, además, los integrantes de la comisión bilateral se emplazaron para una próxima reunión el 8 de junio. En esa cita, intentarán cerrar las siete transferencias que faltan para completar el paquete acordado para el primer semestre de 2011 -regulación de empleo, transporte marítimo y fluvial y por carretera, archivos de titularidad estatal, ejecución de la legislación del Estado sobre propiedad intelectual, enseñanzas náutico-pesqueras y, sobre todo, ferrocarriles de cercanías- y una más añadida de gran calado, las autopistas de peaje.

La más importante de las logra­das es la Inspección de Trabajo. Los escollos que han retrasado durante meses los traspasos se concentraban en la fórmula a aplicar para financiarlos. El Gobierno central pretendía descontar el 6,24% del Cupo solo de aquellas materias no transferidas a las comunidades autónomas y no del total de la partida. El PNV no lo aceptaba por el “peligroso precedente” que se podría sentar a la hora de cuantificar los traspasos. Al final se logró

El rocambolesco viaje del Mari Elena desde Gijón a Burdeos

Esta historia es como para hacer una película. Pero es real. Sucedió en 1937 cuando la guerra avanzaba y la evacuación se imponía sin medios, con miedo, miserias y heroicidades. Es una historia que Paulino Sainz entregó contando la peripecia del Mari Elena que llegó a Bayona a duras penas y en la Delegación del Gobierno Vasco, presentado por Sabino Aguirre y Julio Olavarrieta le hicieron entrega a Don Javier Gortazar la factura de reparación de éste barco así como los víveres que habían gastado por un importe de 5.874 pesetas. De las de entonces.

En vista de que no disponían de efectivo para vivir en Francia Don Javier, con el visto bueno de Luís Alfaro, les autorizó pagarles 2.500 francos, como así se hizo, y el resto a cobrar en Barcelona.

Pero la historia rocambolesca o inédita es ésta:

“El que suscribe Paulino Sainz Franco, tiene el honor de elevar a su conocimiento el presente informe que se refiere a la evacuación de Gijón efectuada en el barco denominado MARI ELENA, llevada a cabo el día 21  de Octubre último (1937) y lo  hace así porque ha llegado a  su conocimiento a su llegada a Barcelona de le provincia de Lérida a donde me trasladé para visitar a mi familia  refugiada en aquella región, que unos cuantos desaprensivos se  dedicaban a recoger nombres de  algunos que venían  en dicho barco diciendo que  tenían derecho a una gratificación por lo realizado y como interesa  al  que suscribe dejar perfectamente aclarada la intervención que en el citado  hecho  ha  tenido  y los trabajos que ha realizado para conseguir llevar a buen término la evacuación mencionada ha de  hacer constar los siguientes hechos.

1.- Que el barco citado fue echado a pique por lA aviación dos días antes de efectuarse la evacuación,  por  lo que fue  preciso proceder a su reparación y achique lo que duró hasta las 10  aproximadamente de la noche del citado  día 21 de Octubre en que comenzó el embarque de unos 700 heridos de guerra, procediéndose después al embarque de personal militar y civil hasta un total  de 2.000 a 3.000 hombres.

2.- Debo hacer constar que el barco en cuestión tiene  un tonelaje no superior  a 1.200 toneladas.

3.- Por no poderse llevar a  cabo una  reparación  formal del barco fue preciso  hacerse  a Ia mar  con varias vías de agua causadas por  la metralla de la bomba que  cayó en el   interior.  Por   otra parte la misma bomba causó considerables   desperfectos en las tuberías de achique, así como   en la caldera por cuyo motivo no podía  obtenerse  el  vapor necesario para el servicio de la máquina y  tampoco como es lógico proceder  a expulsar el agua que el  barco hacía por  las vías  a  que antes nos hemos referido, a no  ser por los considerables  esfuerzos realizados para lograrlo, escorando el barco intencionadamente para lograr el achique  de  cada sentina lo que suponía  como es   natural   un gran peligro por la enorme carga que el barco  llevaba  y por lo peligrosidad de la misma para un barco de  tan pequeño tonelaje por llevar el personal en su mayoría en  cubierta en la imposibilidad de que cupiera en las bodegas que  se encontraban verdaderamente  atestadas.

4.- Téngase en cuenta que  el citado barco salió de puerto sin capitán, sin piloto y sin uno de  los  maquinistas, por lo cual el que suscribe hubo de  hacerse cargo de la máquina porque el único maquinista que se encontraba a bordo se desmoralizó por completo al ver la enorme cantidad de gente que se embarcaba en un barco de tan reducido  tonelaje y observar la falta del capitán, piloto y maquinista.

5.- Como la dotación del barco no se encontraba  completa puesto que solo había a bordo dos  marineros y el contramaestre  en cubierta y en la máquina tan solo un engrasador tuvimos que improvisar la dotación total con el personal que embarcó a bordo del mismo. Téngase en cuenta  que la labor de los fogoneros por la índole del trabajo a realizar es pesadísima y que ésta requiere también conocimientos que solo se adquieren  en la práctica puesto que de otra forma no se consigue alcanzar la presión requerida.

Por lo que dejo expuesto se comprenderá fácilmente que nos vimos en momentos de quedamos casi a la deriva en el mar pues a los pocos conocimientos que el citado personal reunía pera lograr lo que antes se dice, se unía la falta de agua potable y la escasez de los alimentos necesarios para reparar las fuerzas gastadas en tan duro trabajo.

6.- Mientras el tiempo se encontraba encalmado y aún con cuantas  dificultades quedan expuestas fue posible solventarlas con relativa facilidad y con un poco de serenidad pero no así cuando cambiado  el tiempo nos hacía  prever un funesto desenlace pues  hubo a bordo varios casos de  locura producidos por el hambre, la sed y el terror, por  lo que de no haber tenido el personal que iba  en la máquina la serenidad suficiente para sobreponerse a todo lo que se  indica se hubiera  producido  el desenlace  que se cita  puesto que   en  aquellos momentos era cuando más  necesario se  hacía el achique del barco puesto que la dificultad era superior a cuando se navegaba con buen tiempo  puesto que la ceniza, restos de carbón, maderas y otras suciedades se acumulaban en los chupones  de la bomba de achique (hay que añadir a esto que la bomba de achique acoplada a la máquina se averió por lo que esto  debía realizarse con la  bomba auxiliar).

Quizás lo que se indica no refleje exactamente la gravedad de los momentos vividos pero hay  que advertir que fue  preciso poner un hombre para  que  con un tablón, un  saco y el pie  pudiera  contener en parte la entrada  de una de las vías de agua que teníamos en  el fondo del barco. Intentamos reparar esta vía de agua en vista de que el caudal de la misma aumentaba colocando un espiche de madero que pasó de parte a parte porque la chapa del fondo estaba completamente oxidada y por lo tanto tenía un grueso no superior a 1 milímetro, por lo que recurrimos a colocar un tablón con varios sacos y un hombre que los sostuviera viéndose obligado a ejecutarlo durante 17 horas sin poderse mover del sitio por lo difícil que era efectuar relevo por temor de que se corriera el tablón y diera ello lugar a que se inundasen las sentinas durante el tiempo que se tardara en colocarlo nuevamente.

7.- La salida del puerto de Gijón se efectuó a las tres de la madrugada del día 21 de Octubre y la llegada al puerto de (barra) a las tres y media de la madrugada del día 23 donde fondeamos y en vista del peligro que ello suponía para el barco y los pasajeros nos vimos obligados a tocar con verdadera insistencia la sirena para que acudiera el práctico que nos llevara a puerto pues suponía como ya se dice un inmenso peligro continuar en la barra con mar gruesa y viento fuerte teniendo en cuenta la enorme cantidad de pasajeros a bordo y que todo este personal no había comido ni bebido desde que el barco salió de puerto. El práctico acudió a las 12 del mediodía del 23 y llegamos al puerto de Burdeos a las 7 de la tarde, procediéndose seguidamente al desembarco.

8.- Mejor idea que lo que se deja expuesto de las difíciles circunstancias atravesadas en el viaje la dará el conocimiento de que el barco se hundió definitivamente a las pocas horas de haber atracado al muelle según después hemos podido saber.

Por si lo expuesto no fuera bastante nos queda hacer saber que en la travesía hubo intentos de sabotaje según pudimos comprobar por el hallazgo  de algunos cartuchos de dinamita colocados en  los guardianes del timón, lo que dio lugar a la detención de algunos y a que otro se arrojara al  mar asustado sin duda por las consecuencias de lo que pretendían  llevar a cabo.

Adviértase como ya antes decimos que la  travesía se hizo sin pilotos que pudieran  sugerir  una orientación  firme sobre la situación en que  nos halláramos en muchas ocasiones por lo cual llegamos inclusive a la vista de cabo Mayor pudiendo apreciar perfectamente la población de  Santander. Hubo de intervenir el que suscribe en todos estos cambios de rumbo al ser consultado  en diversas ocasiones por el contramaestre del  barco que como comprenderán no tiene conocimientos náuticos. Estos cambios de rumbo se debían a que durante  la noche  apreciamos en distintas ocasiones luces que nos infundían temor por sospechar fundadamente que se debían a los  barcos piratas. Una vez avistado el Cabo Mayor pudimos afirmar el rumbo y recalar en Burdeos con todas las dificultades que ya han sido expuestas.

El que suscribe no tiene dotes para explanar  un informe con la debida hilación y que  por otra parte la premura del tiempo le impide hacerlo con más detenimiento puesto que todavía quedan por añadir algunas otras cosas sucedidas en esta  accidentada   travesía.

El que suscribe se pone a su disposición para   ampliar de palabra cuentos datos se precisen para  completar este informe y cuantos testimonios sean  necesarios para garantizarlos.

Barcelona, 5 de noviembre de 1937

Paulino Sainz F.

Los viejos y los nuevos Euskalerriacos

En 1893 no existía Sortu, ni Bildu, ni HB, ni ETA, ni Tasio Erkizia. Ni tan siquiera estaban en proyecto. Pero en 1893 si vivía y coleaba un joven inquieto de 28 años que se preguntaba el por qué en Bizkaia no había un solo partido que la defendiera. Se llamaba Sabino Arana y tras éstas y otras reflexiones parecidas llegó a la conclusión de que Euzkadi era la Patria de los Vascos, y había que trabajar por ello. Bien es verdad que cometió “dos pecados”: ser el primero que políticamente dijo eso y no predicar la violencia para lograr ese objetivo. De ahí que quienes si han practicado la violencia y el terror, sin lograr más que llenar los cementerios y las cárceles, quieran borrarlo de la iconografía vasca y que no sea referencia de nada. El españolismo más asilvestrado lo trata de loco y racista y el mundo de la izquierda radical lo ignora y trata de cambiar lo que él creó porque, su «tercer error» fue uno muy claro: en 1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco. Y nadie es grande impunemente. Hoy en día, los pilares de la arquitectura institucional vasca, derivan de su pensamiento.

Sabino al empezar su andadura política se topó con los euskalerriacos y ante su españolismo superó éste nombre y creó el vocablo Euzkadi con los siete territorios. Esa fue su gran innovación. Lo contaba así a su discípulo Engracio Aranzadi:

“La sociedad Euskalerria fue fundada por unos cuantos liberales, amigos de la autonomía económica, y unos pocos carlistas renegados que habían sido carlistas siendo “liberales en ideas y en costumbres”. La informó la política concebida y formulada por Sagarminaga cuyo único fin próximo y remoto era el recabar del gobierno central (tal era entonces) la derogación de la Ley de 1.8 76, y cuyos procedimientos consistían en acabarla por de pronto para, dentro de la legalidad y por medio del libro, el periódico, las sociedades y sobre todo con la representación en Cortes, convencer al Gobierno de la injusticia de dicha Ley y obtener su anulación. El carácter de este nuevo partido autonomista (nuevo porque hasta entonces no se había unido la autonomía con el liberalismo en escuela política) era doble: liberal y españolista. Y el periódico que en la prensa la representaba era adecuado órgano suyo; siempre eminentemente liberal, siempre eminentemente españolista. Por entonces se celebró el Congreso Católico de Zaragoza, y en él se acordó aconsejar a los católicos se unieran siempre en las elecciones, dejando por el momento a un lado las diferencias puramente políticas. Entonces el partido integrista llamó a las puertas del carlista, pero éste le dio con ellas en las narices; llamó luego al euskalerriaco, y éste, que se hallaba cabizbajo, aceptó la alianza para las elecciones que en aquella sazón iban a realizarse. Antes de esto se había unido el partido Euskalerriaco con el Comité Liberal (que tanto daño hizo a Bizkaia) repetidas veces, y esos pactos los hicieron con la voluntad unánime de sus miembros”.

Este próximo viernes 3 de junio se cumplirán 118 años de una de las tantas afari-meriendas que organizamos los vascos. Y todo por la curiosidad de unos señores que se reunían en la rebotica de Camiña, en el Casco Viejo de Bilbao, y querían saber en que andaba el hijo del armador de barcos Santiago Arana. Su hijo Sabino, había escrito una serie de trabajos épicos sobre cuatro batallas (Mungia, Gordexola, Otxandiano y Padura) y las había editado en un librito al que había titulado «Bizkaya por su lndependencia”. Aquella osadía había llamado la atención de aquellos cisnes bilbaínos al sentir que un jovenzuelo había echado una piedra en el quieto estanque de su política. Se hacían llamar “’los euskalerriacos». El nombre les venía de Euskal Herria (el pueblo vasco) apelación geográfica y cultural existente desde las brumas de los tiempos, pero sin ninguna connotación vasca y menos reivindicativa. De ahí que ante aquel panorama Sabino da el salto y deja atrás lo viejo, lo euskalerriaco, para fundar el nacionalismo vasco y luchar por Euzkadi. Por el Zazpiak Bat.

En su carta a Kiskitza (Engracio Aranzadi) lo explica muy bien:

“Cuando apareció “Bizkaia por su Independencia” comunicáronme mis amigos particulares que había gustado tanto a ciertos elementos, que pensaban obsequiarme con un banquete. Esos elementos eran algunos prosélitos y varios conspicuos antiguos de la sociedad Euskalerria. Me llegó la invitación y accedí; porque la doctrina que predicaba era nueva, no podía el nuevo partido componerse más que de conversos y era preciso suponer buena fe en quienes acudían. Celebróse la cena en Larrazabal, caserío de Begoña. Koldobiba acudió conmigo. A los invitados se agregaron, algunos amigos particulares míos. En los comienzos de la cena les leí un escrito en el que se relataba mí conversión, insinuaba mis proyectos y exponía y definía el lema. Como me obsequiaban por la publicación del libro, les expuse con toda claridad las doctrinas en él contenidas, y señalé francamente a todos los enemigos, y entre ellos, como es claro, al partido euskalerriaco. Terminado el discurso, hubo aprobación en unos, silencio sepulcral en otros. Continuó unos minutos sin novedad la cena. De pronto, uno empieza a defender a la Sociedad Euskalerria, diciendo que ésta había siempre proclamado las mismas ideas. Yo no contesté. Era el convidado y me limité a exponer el lema; no me propuse discutirlo. Pero por mí contestaron casi todos. Uno, poniendo de vuelta y media a la tal Sociedad. Los vapores iban subiendo; los ánimos calentándose. Iban a hablar las lenguas lo que sentían los corazones. Comenzó a embarullarse la cosa; en esto entran varios, a la sazón individuos significados de la Euskalerria. Tomaron parte en la discusión. Por fin las miradas se dirigieron a nosotros; y mi hermano por su lado, y yo por el mío, tratamos de demostrarles que la Euskalerria seguía una bandera, completamente opuesta a la que yo había definido: es decir, liberal y españolista.

“Ya en esto la cosa estaba que ardía. Koldobika y yo, solos, nos defendíamos contra todos, que eran unos doce, menos tres o cuatro amigos particulares nuestros que ni nos atacaban, ni nos defendían, pero metían el remo, no pocas veces, porque eran también liberales. Un euskalerriaco, el beodo, llegó a insultarnos, y faltó poco para que Koldobika y yo nos pegáramos con todos. Por último, nos levantamos y bajamos a Bilbao, convencidos de que intentar lo que intentaban era majar en hierro frío. Sin embargo, nos propusieron se repitiera la cena algunas veces de ocho en ocho días, y yo le contesté que era inútil, porque no nos entenderíamos, y que estas cuestiones eran muy graves para discutirlas en un txakolí”.

Sabino en esta carta explica bien lo que era para él y para la sociedad a la que enviaba su mensaje el partido “euskalerriaco”: liberal, españolista. Y ante aquel panorama de política española él mira a lo vasco y rompe con todo eso y crea Euzkadi, nombre que durante cien años, cien años, resume lo vasco, está en sus documentos oficiales, en el nombre de ETA, en el grito ante los pelotones de ejecución, en el vocablo perseguido con saña por el franquismo (jamás Euskal Herria), en el nombre de una Patria, hasta que un mal día, en la redacción de un comunicado de ETA un tipo mesiánico, sustituye Euzkadi por Euskal Herria, logrando que la falta de cultura histórica, el antisabinianismo y el antipeneuvismo hicieran lo demás, hasta lograr circunscribir el nombre de Euzkadi a la Comunidad Autónoma Vasca y convirtiendo al muy respetable nombre de Euskal Herria en el nombre político para una nación. Lo contrario de lo hecho por Sabino en 1893.

Creo que al nacionalismo vasco institucional no puede faltarle autoestima y sentido de la historia. Mientras esto siga ocurriendo, los que nos hablan en nombre de todo el pueblo vasco quieren imponernos su puño cerrado, su nomenclatura y sus iconos en evidente falta de respeto a la dura historia de una nación como la vasca que tuvo un hombre hace 116 años que le pareció lo “euskalerriaco” como lo liberal español y, agitando las conciencias, fundó el nacionalismo vasco.

La madurez de un pueblo también se asienta en símbolos, fechas y hechos compartidos. ¡Que tengamos hoy que recordar que fue Sabino Arana el que creó el abertzalismo no deja de tener bemoles y nos ilustra sobre el debate que nos viene encima!. De ahí que hay que tener las ideas claras sobre lo que es abertzalismo y una necesaria autoestima. Será bueno para todos.