Dan un poco de miedo

Tenemos pleno del Senado. Lo hay también en el Congreso. Y se ven caras largas. Los socialistas están hundidos. Quieren consensos internos a la hora de elegir candidato y creen que somos nosotros su muleta. Pero no hay pacto alguno. Bien es verdad que el PP da miedo. Su prepotencia, sus miradas por encima del hombro, nos recuerdan al peor Aznar. El de aquella mayoría absoluta trituradora y antidemocrática. La cuestión es que no hacen el menor esfuerzo por ser agradables. No se les ve la generosidad en la victoria. La Sra. Cospedal es la viva imagen de la prepotencia. Se bastan y se sobran. Y saben que nunca apoyaríamos una moción de censura para ponerle a Rajoy en Moncloa. De ahí que todos nos pregunten sobre el particular. Pero una cosa es esa y otra distinta que tengamos pacto alguno con el PSOE. Zapatero está como está por haber engañado, por haber sido sordo a lo que se le decía que venía, por chulo al principio de la legislatura, por creerse el rey del mambo, por negar la evidencia. Eso rompió su credibilidad. Y la credibilidad en un político es como el aire para el ser humano. Zapatero no la tiene.

Escucho otros comentarios de desaliento. Gentes que se han deslomado, que han trabajado como burros, que son gente honesta, que no han aceptado ningún soborno, que han dicho no a entrar en Consejos de Administración y sin embargo el domingo 22 el ciudadano ha votado o al PP o a otros. Y es verdad. Hay sitios en lo que eso de que el ciudadano es sabio y siempre tiene la razón, hay que ponerlo en duda. Es como en Gran Bretaña. Votaron por Cameron y éste les ha sometido a una cura de caballo. Aquí si viene Rajoy con mayoría absoluta veríamos lo que es un plan de ajuste de verdad.

En otra onda ayer me encontré con una serie de empresarios gipuzkoanos diciéndonos que no permitamos llegue Bildu a la Hacienda gipuzkoana. Muchos han votado en Gipuzkoa por novedad, por solidaridad ante la ilegalización, por snobismo, falso abertzalismo, incultura política, y en definitiva por inmadurez política. Algunos se han inhibido diciendo que eso de votar es cosa de políticos, y unos cuantos están cerca de ellos solo a la hora del aplauso, pero cerca de su cartera a la hora de la verdad. Pues que apechuguen. A lo hecho, pecho.

Los pactos son difíciles. Lograrlo es acertar con todas las caras del cubo de Rubick. Casarlo todo tiene muchas facetas. Pero el EBB acertará. Es cosa de tiempo.

Ya existen las listas abiertas

Mucho se va a hablar sobre lo acontecido en distintas plazas del estado español. En las vascas, lo vasco ha estado ausente. La globalización, lo uniformiza todo.
Hoy toco dos temas.
Uno es el hecho de la petición de listas abiertas. Por pedir, que no quede. Entiendo que no les guste el Senado, pero usted puede elegir al senador o la senadora que le de la gana. Tiene las casillas abiertas y es usted quien pone la cruz. Puede votar por tres. Uno del PSOE, otro de Bildu, otro del PNV. O tres de Bildu. O los tres del PP. ¿Por qué no hacer mención a algo que ya existe?. Mi explicación es la siguiente: por ignorancia. Y muchos de los que pontifican en las plazas son auténticos ignorantes. No digo que algunas demandas no sean lógicas. No digo eso. Sino que tras muchas de ellas hay ignorancia y empanada mental. Ya he dicho que me gustan las que hacen referencia a poder judicial y la separación de poderes.
Y la otra, es la de siempre.
Un movimiento que no ponga en cuestión los privilegios de la monarquía, que no aluda a la censura que existe para informar sobre los escándalos de la casa Real, que no pida se elimine la opacidad de las cuentas y de los gastos millonarios de esta familia de impune e inmunes, me parece un escándalo. Y hacerlo eso bajo la estatua de Carlos III a la que no han puesto ni un mísero gorro, clama al cielo.
Pero es lo que hay.
Desgraciadamente.

Desde la peana

El comunicado, el primero, de los concentrados de lo que se autodenomina, Democracia Real me ha decepcionado. La montaña ha parido un ratoncito. El ir improvisando sobre la marcha, dejándolo todo al criterio asambleario y en éstas, a quien más vocifera o a quien más burradas dice, logra textos tan poco realistas como los que está produciendo esta concentración humana que, como la fiebre, tiene tan solo la virtud de alertar sobre enfermedades mayores.

No pongo en duda que todo ésto engancha con aspiraciones  profundas y hasta puede canalizar corrientes  silenciadas y embalsadas  que  se pueden convertir en corrientes de opinión y fuerzas imparables para logar los cambios, mientras el descontento crece diariamente.

Bien es verdad que cabría preguntar a muchos de ellos ¿Dónde han estado hasta ahora y por qué no han luchado antes para que ésto no sucediera?. Pero el caso es que la concentración está en la calle y hay muchos opinando sobre ella.

Estoy muy de acuerdo en lo de la separación de poderes, en combatir la corrupción y buscar la ejemplaridad, en acogotar a los banqueros, pero eso de las listas abiertas es una ensoñación. Si  existiendo  ya listas abiertas, si, listas abiertas, para el Senado no son tomadas en cuenta, como para inventar nada ahora sobre la marcha algo  novedoso. Pero si creo que tras todo ésto hay millones de minutos de radio y televisión contra el actual sistema democrático que lo ha ido deteriorando  y muy  poco  dicen los concentrados  contra ellos. Nada tampoco contra los privilegios de una monarquía que tiene anestesiada al noventa por ciento de la población y aunque ésto no sea un problema mayor si lo es de moralidad publica. Ver tantos chavales en la Puerta del Sol bajo la estatua ecuestre de Carlos III sin apear al rey, me hace pensar.

Hoy he tenido la desgracia de escucharle en la radio a uno de los opinadores  pagados de si mismos más pedantes del espacio radial vasco: Mariano Ferrer, un tipo insufrible, veleidoso, un sofista profesional y un manipulador diario de datos. Su profesión es la de intelectual y opinador oficial, que la cosa tiene bemoles. Y le  he escuchado hablar contra una campaña aburrida. A él al parecer le gusta la sangre política, la bronca y la controversia cuando en democracia las campañas que hablan de programas son aburridas por naturaleza, pero necesarias para saber con quien se juega los cuartos el ciudadano a la hora de su voto. Pues no. Este tipo nos ha puesto a todos los políticos de vuelta y media con esa costumbre de generalizarlo y enmerdarlo todo que tiene para darle alas a sus argumentos de tirapiedras subvencionado. Y el muy  manipulador acusa a los partidos de manipular unos medios en la campaña cuando ya nos gustaría tener como tiene él un pulpito que le permite pontificar un día si y otro también, sin parar en mientes a la hora de denunciar que el PNV, con treinta diputados tiene pocos segundos más que Aralar con cuatro parlamentarios. Viva la democracia. Nos ha dicho que en el parlamento se visualiza la caricatura del debate político. Será para él. No le he visto nunca a este pájaro de mal agüero en ninguna sesión del Parlamento Vasco, del Senado ni del Congreso para hacer semejantes juicios tan rotundos, falsos, injustos y desproporcionados. En el Parlamento se discute de todo, pero él solo opina del 5% que le llega troceado y empaquetado, para luego él, desde su peana, revolcarlo en la bilis de su  mala entraña.

Un tipo que nunca propone soluciones y que un día nos dijo que el Grupo Vasco en Madrid jamás habíamos defendido nada a favor de Euzkadi. Y se quedó tan ancho. No me extraña que luego la gente con semejantes Savonarolas se tire a la calle. Y estas manipulaciones de los Marianos Ferer, nos dicen también sobre las causas de lo que está pasando. Insultos continuos, tergiversaciones de la verdad, pontificaciones solemnes y abuso de las ondas. Para colmo nos dijo que estuvo ayer en la concentración de Donostia-San Sebastian. Pues muy bien. ¿Para cuándo una visita al Parlamento Sr.Ferrer?. Que usted sea un  no informado de lo que allí se hace no le da derecho a generalizarlo todo, salvo que sea usted un tirapiedras verbal, que lo es.

Dicho ésto me quedo más con el juicio  de Jon Leonardo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, que preguntado sobre el detonante de esta crisis decía ayer:

En este caso han tomado como bandera el libro de Stephane Hessel, Indignaos, y creo que nada es casual.  Engancha con una necesidad de regeneración moral que esta sociedad tiene, dominada por unas élites tecnocrático-políticas que han desvirtuado profundamente la naturaleza y sentido de la democracia.  Creo que la emergencia y naturaleza de este tipo de movimientos es directamente proporcional a la inexistencia de alternativas al margen de los mecanismos y sistemas de control político institucionalizados que terminan agostando la participación política”.