Ventajismo Chavista

Miércoles 18 de julio de 2012

Uno de los problemas políticos que siempre ha tenido Venezuela ha sido que todos los venezolanos desde  que  nacen quieren ser presidentes de la República. Ygastan millones de horas en conciliábulos  para hacer realidad este deseo en lugar de ocuparse de los problemas reales del país. Eso impidió que  Acción Democrática y Copei, los partidos  ejes  del sistema nacido tras la dictadura de Pérez Jiménez, crearan una sólida clase media en la que  asentar la democracia en aquel país tan rico en todo menos en sentido común.

Fruto de  aquellos errores y de un golpe de estado dado por Hugo Chávez en 1992, que no se supo manejar, está la actual presidencia del militar venezolano un populista sui generis que como nos decía el P. Ugalde, un jesuita bergarés que fue rector dela Universidad Católicade Caracas, se dice el representante del  socialismo del siglo XXI y eso ni es socialismo, ni es izquierda, sino demagogia populista y autoritaria, rociada con presupuestos millonarios en tiempos de  crisis y  con precios del barril de petróleo a ser vendido en joyerías.

Hugo Chávez es un militar y fue un militar golpista. En 1992, en aquella asonada  mataron sus  tropas al hijo del Delegado del Gobierno Vasco en Venezuela, Gaizka Etxearte que iba ala Universidadcon su padre. Entiéndase pues que independientemente  que no me  gusten nada los militares en el poder, no tenga por este  presidente la menor simpatía. El crecimiento económico, la distribución de la riqueza, la defensa de  los intereses del país se  pueden hacer sin conculcar los derechos humanos, sin someter a la población a cadenas  radiales y  televisivas  oceánicas sin posibilidad alguna de réplica y  sin posibilidad de cuestionar a una dirección militar cubana que lo dirige todo con el mando a distancia. De hecho su enfermedad la está tratando enLa Habanaporque no se  fía de los médicos venezolanos. Paranoias propias de dictadores.

Afortunadamente la oposición venezolana se ha puesto de acuerdo y en lugar de la invertebrada fragmentación partidista ha elegido un solo candidato para oponerse al militar enfermo el próximo 7 de octubre. Se llama Henrique Capriles Radonski, tiene 39 años y es el actual gobernador del estado Miranda. Ganó en buena lid en unas elecciones primarias frente a otros candidatos y para su elección, que fue abierta, concurrieron tres millones de venezolanos. La gente quiere cambio y lo ve en este  joven político no lastrado por pasado alguno y que encima habla de paz, de entendimiento, de futuro, de unión entre diversos, de respetar al adversario, de hacer valer la hermosura de la democracia que consiste en el gobierno de las mayorías con respeto de las minorías. Lógicamente este lenguaje de construcción nacional y de futuro rompe la brutalidad de un discurso revanchista basado en el insulto al adversario y en decir que quien no es chavista no es venezolano.

Para denunciar este ventajismo oficial recibimos esta semana una delegación de partidos que apoyan al candidato Capriles presididos por el secretario dela Mesadela Unidad RamónGuillermo Aveledo Orozko, quien fuera en su día presidente dela Cámarade Diputados y secretario del  presidente Luis Herrera Campins. Por cierto. En su comparecencia enla Comisión Iberoamericanadel Senado, además de hablarnos de la situación de su país, leyó un fragmento de una carta escrita por el exiliado Luís Herrera Campins al exiliado José Antonio Aguirre tras leer el libro de éste «De Gernika a Nueva York pa­sando por Berlín». Chapeau.

Aveledo y sus compañeros nos hablaron de un abusivo ventajismo comunicacional. Chávez tiene todos los días diez minutos gratis de espacio electoral y la posibilidad de encadenar radios y televisiones cuando le dé la gana. Ellos tres minutos, los mismos que además tiene Chávez. Viven también la auto censura de los medios y un clima insano de amenazas. Pero la campaña de Capriles coge fuerza día a día.

La situación es muy dura, Capriles dejó de viajar a Madrid para no perder el ritmo electoral que lleva, y ha dejado que vinieran los partidos que le apoyan para alertar sobre este ventajismo asfixiante que viven. La amenaza de una hegemonía comunicacional como amenaza Chávez, el cierre de  170.000 empresas en estos años y el programa chavista de reducción total del espacio para la propiedad privada en la siguiente legislatura es su obsesión. Cuando Raúl Castro trata de abrir la mano, Chávez anuncia el cierre del puño. “¡Exprópiese! Es su grito de guerra.

“Las elecciones son libres, pero no son justas y nos preocupa el sistema electrónico de votación. La trampa se producirá donde no estemos por eso vamos a estar en todas partes» nos dijeron.

Ante ésto sería procedente hacer lo que nos pidieron los opositores venezolanos que no es más que se pueda acudir a las elecciones y hacer una buena observación electoral. Pero algo malo trama Chávez, cuando ala Unión Europea, le ha negado tal posibilidad que hace extensiva a otras observaciones.

«¿A ustedes les gustaría que observadores venezolanos estuvieran en las elecciones españolas o en las vascas?” nos decía el jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores venezolano. “¿Por qué no?”, le contesté. No tenemos nada que ocultar.

Pero Chávez tiene mucho que ocultar. De ahí su ventajismo.

D. Manuel de Irujo solía decir y repetir que “todas las libertades son solidarias”. Y hay que recordar que hace 75 años Venezuela abrió sus puertas al exilio vasco.

Franco seguirá en el Valle de los Caídos

Martes 17 de julio de 2012

El señor PRESIDENTE: Punto tercero del orden del día. Preguntas. La pregunta del senador Peral ha sido retirada. Se ha distribuido un nuevo orden de contestación de las preguntas. ¿La tienen todos los portavoces? (Afirmaciones.)

Pregunta de donIñaki Anasagasti Olabeaga. Tiene la palabra su señoría.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señor presidente.

Una senadora me ha dicho: “pregunta interesante, con la que está cayendo”. Le he dicho que sí, pero el señor Montoro tiene seis preguntas para contestar sobre la crisis económica. Además, hago esta pregunta porque mañana se cumplen 76 años del 18 de julio de 1936, que me imagino que les dirá a ustedes algo.

Y lo hago porque al inicio del periodo de sesiones, la señora vicepresidenta nos contestó que ya tenía tomada una decisión sobre el Valle de los Caídos y que iba a tener como base el consenso, queremos preguntarle si se ha trabajado en ese consenso y si nos puede dar alguna fecha concreta respecto a reactivar los acuerdos políticos sobre el futuro del Valle de los Caídos.

Muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Señora vicepresidenta, tiene la palabra.

La señora VICEPRESIDENTA DEL GOBIERNO Y MINISTRA DELA PRESIDENCIA(Sáenz de Santamaría Antón): Muchas gracias, señor presidente.

Señor Anasagasti, como usted comprenderá, hace 76 años yo no estaba allí pero estoy aquí para contestar esta pregunta y las que usted tenga por conveniente.

Voy a centrarme en el objeto de la misma. Usted habla de retomar los acuerdos políticos en relación con el futuro del Valle de los Caídos y yo voy a hablar del único acuerdo político que se ha producido, con un amplio consenso, sobre el futuro del Valle, que es el artículo 16 dela Leydela MemoriaHistóricaque, como usted sabe, obtuvo 36 votos a favor, 1 en contra, y 1 sola abstención. Y no ha habido ningún acuerdo más, porque en la pasada legislatura el Gobierno aprobó la creación de una comisión de expertos, monocolor. Creo que a usted no le pidieron opinión sobre su composición, y a mí tampoco. Allí se llegó a un informe que no era ningún acuerdo sino que se nos vino a decir: nosotros no nos hemos puesto de acuerdo, miren ustedes si pueden hacerlo. Yo le digo que creo que tenemos que trabajar por lo que dispone el artículo 16 de esa Ley de Memoria Histórica, y en la medida de lo posible debemos procurar que este asunto, que como usted decía al inicio de este tema con la que está cayendo no es de actualidad, no se sume a mayores diferencias precisamente con la que está cayendo.

Muchas gracias, señor Anasagasti. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora vicepresidenta.

Tiene la palabra el senador Anasagasti.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, señor presidente.

Yo tampoco estaba allí hace 76 años, pero también tengo una cierta sensibilidad (Rumores.), y además le estoy haciendo una pregunta a un Gobierno democrático, de centro derecha pero democrático. Y tenemos una gran vergüenza en el Valle de los Caídos: un dictador enterrado que provocó una sublevación militar hace 76 años que, repito, es una vergüenza. Indudablemente no se resolvió ni en la anterior legislatura ni en la anterior, pero ustedes tienen mayoría absoluta y están tomando decisiones muy importantes con mayoría absoluta. Creo que un tema como éste, que es de sensibilidad democrática –yo no pongo en duda su sensibilidad democrática-, unido a esa mayoría absoluta con la que están ustedes haciendo muchas cosas, también podrían hacer esto. Y es que, además, en paralelo a ésto hay una serie de personas que están intentando que se exhumen los cadáveres de sus familiares desaparecidos y que son víctimas del terrorismo. El cadáver de Franco se sabe donde está. Y además honrado. El de sus familiares no. Y eso no es algo que se pueda soslayar a cuenta de la crisis económica aunque también la crisis económica nos afecta y estamos preocupados por ella y tenemos opinión sobre ella. Pero la crisis económica no solo se agota en la política; hay otros temas de sensibilidad democrática como este, y por eso, aprovechando que mañana se conmemora una fecha nefasta para la historia de España, una sublevación militar contra un Gobierno legítimamente constituido en febrero de 1936, ustedes podrían decir algo. Sé que usted me va a decir que anteriormente no se les pidió opinión -y tampoco a nosotros-, pero se creó una comisión, ha pasado el tiempo, pero nosotros tampoco vemos que en esos meses ustedes hayan hecho algo. Nosotros pensamos que usted, que tiene sensibilidad democrática, tratará de resolver esta cuestión.

Muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.

Tiene la palabra la señora vicepresidenta.

La señora VICEPRESIDENTA DEL GOBIERNO Y MINISTRA DELA PRESIDENCIA(Sáenz de Santamaría Antón): Muchas gracias, señor Anasagasti. Le agradezco su sensibilidad hacia una formación política que, como usted dice, es un Gobierno democrático. Nos sentimos herederos, y yo particularmente, de aquella generación de políticos que hace unos cuantos años decidieron que había que aparcar las diferencias y constituir en este país una democracia por la que quienes estamos aquí tenemos que sentirnos reconocidos.

Usted habla de trabajar por los acuerdos políticos, pero yo quiero decirle una cosa. El Gobierno sí, pero el resto de los que estamos aquí también, porque en primer lugar usted es tan político al menos como yo, con muchos más años en la política que yo, pero me imagino que en esos 32 años de vida política usted habrá sido capaz de llegar a acuerdos. Por tanto, que es una responsabilidad del Gobierno, sí, pero también de todos los que estamos aquí. Y ya que estamos hablando de acuerdos entre las fuerzas políticas, si usted quiere llegar a un acuerdo sobre este punto yo le invito a que hable con el Gobierno, pero también hable con el resto de las fuerzas políticas y pongámonos a trabajar. Porque como usted decía, el Gobierno tiene importantes y muchas tareas, sí, algunas de ellas perentorias para la vida diaria de miles de ciudadanos, y esta también. Pues puede usted ejercer la parte de responsabilidad política que le corresponde. Yo no le estoy haciendo ningún encargo, le estoy diciendo que si usted quiere un acuerdo político, usted es político, tiene capacidad para llegar a acuerdos y tiene el tiempo y la capacidad en esta Cámara para hacerlo. Compartamos el trabajo, señor Anasagasti.  (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora vicepresidenta.

 

Nacionalismo Vasco en Iparralde

Lunes 16 de julio de 2012

Hay, según nos parece, en el problema del nacionalismo vasco dos factores que no suelen ser fácilmente comprendidos: el primero, que las aspiraciones autonómicas del sur son inseparables de la constante autonómica de los territorios vasco-franceses, cuya historia es en España totalmente desconocida; el segundo, que la mayoría de los franceses reciben con gran sorpresa el comentario cuando se les dice que pronto podrían tener en plena ebullición a sus vascos. Ellos creen que las cosas fueron definitivamente “atadas y bien atadas” en 1790, con la creación del Departamento de los Bajos Pirineos y que esas raras palabras vinculadas al nacionalismo vasco no son comprensibles sino en función dela ETAdel sur: cosas del otro, lado del Bidasoa, miradas con simpatía por un vago sentimiento de identidad que la historia ha casi diluido. Las siguientes quisieran hacer alguna luz sobre el nacionalismo vasco-francés. Cuando, en 1512, Fernando el Católico se apoderaba de Navarra, y Juan de Albret y Margarita de Navarra se refugian enla Navarrafrancesa, Navarra sigue existiendo como Benabarra o Basse Navarre. Después de sucesivas escaramuzas, en las que el nacionalismo navarro juega la carta protestante, para sumar fuerzas a la vez contra el Rey Católico y contra el Papa, que habría facilitado la caída de Pamplona, Enrique IV se titula rey de Francia y de Navarra en 1589: se trata de una “unión personal” y no de una fusión de Estados, que conservan su constitución y su libertad. No hay por qué seguir aquí la complicada trayectoria de los pequeños territorios vascos de Laburdi y Zuberoa (la Soule) liberados poco a poco de siglos de invasión inglesa y que entrar sin fundirse en la órbita dela Navarrade ultrapuertos.

Las cosas siguen así hasta 1789, en que se desencadena la tempestad de la convocación de los Estados Generales (Versalles, 5 de mayo), que adquirirán su máxima gravedad con la revolución francesa y estallará en los fuegos artificiales del imperio napoleónico.

Luis XVI, que convoca a todos sus reinos, no se atreve a herir la susceptibilidad de los vascos, a los que quiere seguir tratando como “reino independiente” y convoca para ellos estados regionales en el Bearn y en Navarra. Las sesiones tienen lugar en San Juan de Pie de Puerto, donde deberán elegir, como nación, delegados para Versalles (abril y junio de 1789). Pero los vascos opinan que aquél es un “asunto extranjero”: si los franceses quieren una constitución nueva, que la hagan para sí: ellos están contentos con la vieja. Y aprovechan la ocasión para dirigir a Luís XVI un largo memorial en el que piden, entre otras cosas: moneda distinta, acuñada en Navarra; establecimiento dela Cancillería, con supresión del senescal, preboste, mariscal y jurisdicción de aguas y bosques; prohibición al intendente de ejercer jurisdicción en Navarra: anulación del tratado de límites de 1785; abrogación de todas las leyes aplicadas a los navarros desde Luis Xlll sin aprobación dela Asambleanavarra y suspensión de todos los impuestos no aceptados por ésta; liberación del clero navarro de los diezmos dela Iglesiafrancesa; facultad de elegir libremente los funcionarios municipales; reconocimiento de los privilegios particulares de la nobleza navarra; que las cadenas de Navarra figuren en el escudo real y en las monedas juntamente con las armas del escudo de Francia; declaración de la nulidad de la “Unión” de 1620 y posibilidad de separarse si llegara al trono de Francia una mujer; que los reyes presten juramento de guardar los fueros navarros antes de acceder al trono, semejante al juramento que prestaban los reyes españoles, incluso después de la división de las dos Navarras.

Dos cosas eran sustanciales: reconocimiento de la soberanía nacional y facultad de vetar los impuestos que se consideraran abusivos.

Más dóciles, Laburdi y Zuberoa aceptan en Versalles el artículo 10 que establecía un derecho común para toda Francia. Navarra convoca otra vez sus Estados en septiembre, para salir de su actitud pasiva y tomar finalmente decisiones. Pero sabiendo cuáles iban a ser éstas, Luis XVI disuelve la reunión (22 de septiembre 1789). El 8 de octubre,la Asamblea Nacionaldecide que el título de Rey de Francia y de Navarra sea sustituido por el de Rey de los Franceses. El 4 de marzo de 1790 se decreta quela Soule(Zuberoa), Laburdi y Baja Navarra, se fusionen asumidos por el Departamento de los Bajos Pirineos.

La herida infligida a los vascos no ha tenido tiempo de cicatrizar cuando comienzan las invasiones de España (1793). La campaña de Moncey y de Harispe en 1794 pone en contacto a los vascos de ambos lados del Pirineo y resucita en ellos la idea de ser un solo pueblo como antes de 1521. Es muy curiosa esta sintonía espontánea. Mientras las tropas de Moncey presionan sobre Bilbao,la Junta Generalde Guipúzcoa se reúne en Getaria y pide, que Gipuzkoa sea considerada como estado libre, sin obligaciones ni con España ni con Francia. Quien detiene a los junteros no es España, por considerarlos separatistas, sino Pinet, el representante de Francia, que lo que pretende no es un Estado-tampón entre Francia y España, sino la anexión lisa y llana de Gipuzkoa al Estado francés.

A partir de 1807, el que opera militarmente en Espa­ña es el propio emperador Napoleón. Y entonces se formula la más extravagante idea de reunión de todo el pueblo vasco bajo el cetro de Bonaparte, pero con personalidad política y nacional.

Un antiguo senador, Garat de Ustarritz, “antes de que el destino de España sea fijado” (porque él da por seguro que Napoleón dispondrá de España como lo ha hecho de todas las coronas de Europa) somete al emperador en 1808 un largo memorial que concibe al País Vasco unificado en el conjunto del imperio.

Todavía vive Francia el recuerdo de la utopía del calendario de la revolución, con esos extravagantes nom­bres de Brumario, Floreal, Termidor… A Garat se le ocu­rre que la patria de los vas­cos, pueblo marinero, podría llamarse “nueva Fenicia”, que estaría constituida por la “nueva Sidón” (territorios franceses) y la “nueva Tiro” (territorios navarros y vasco-españoles). Con los métodos expeditivos de la revolución y del imperio, habría que con­seguir rápidamente la mezcla de las poblaciones: eso sería fácil entre Baztán y Lapurdi y entrela Souleyla Navarralimítrofe.

Garat conoce la debilidad de Napoleón por la instruc­ción pública y propugna la creación de escuelas y liceos, pero en lengua vasca: no sólo habría que conservar el vasco, sino cultivarlo, porque él “arrojaría grande luz sobre todas las lenguas muertas de Oriente”. “No habría que per­mitir habitar en estos depar­tamentos sino a vascos que hablaran el vasco”.

Reconociendo que los vas­cos  son   mediocres  soldados cuando no defienden su propio territorio, Garat de Ustarritz subraya que al servicio del emperador aportarían co­mo marinos “la audacia y el coraje de  los   filibusteros y corsarios más reputados”. Los fenicios   de   la   costa   vasca podrían emular a los de las viejas Tiro y Sidón.

No se nos acuse de dar valor político actual a una utopía romántica destinada al fracaso  desde que se  formuló. Napoleón tendría que aguantar las campañas de Rusia y terminaría  en   Santa   Elena: nada de reino vasco.

Pero el episodio ilustra so­bre la constante independentista de los vascos franceses. La mezcla de poblaciones que provocó Moncey es hoy cosade todos los días por cuarenta años   de   convivencia   de  los vascos exiliados del sur y por la ósmosis   que   los   fáciles transportes y medios de masas crean entre todas las poblaciones fronterizas.

Esta historia es poco conocida en Iparralde y en Hegoalde. Ojalá poco a poco vaya conociéndose. Solo así podremos trabajar en la unión vasca atacada por los separatistas franceses y españoles.