Un día en Ceuta

Andoni Goikoetxea es el nuevo entrenador del Ceuta, equipo de Segunda División B que está en el cuarto puesto. Si lo sube a Segunda A, renovará. Y el domingo pasado  había ganado frente al Melilla. Bueno pues  ese día, el 19, cuando llegábamos a Ceuta, este equipo había ganado 2-0  y pregunté por él. No estaba en Ceuta  aunque se aloja en el mismo hotel en el que estuvimos. A esta ciudad autónoma habíamos viajado durante media hora en helicóptero desde Málaga para interesarnos por la situación en la que viven, como miembros de la Comisión Mixta Congreso-Senado de la Unión Europea. Ceuta y Melilla demandan un trato similar a las regiones ultra periféricas, como el caso de Canarias, con un marco de apoyo económico constante. Queríamos ver en que se traduce la escasez de suelo, una difícil orografía que hace difícil el desarrollo urbanístico, la ausencia de energía y de agua y un hecho tan peculiar como ser frontera europea en África en una ciudad que es española, europea y africana a la vez del dato que nos dieron que allí nacen 4 niños de origen musulmán por uno español.

La Comisión Mixta Congreso-Senado de la UE la preside Miguel Arias Cañete, ex ministro de Aznar, que fue abogado del estado en esta ciudad  entre 1974 y 1979, “los mejores años de mi vida donde me llevaban el desayuno a la cama y comíamos bogavante y el mejor pescado». Bueno pues de lo que se trataba con nuestra visita  era abrir una ponencia donde den cuenta en ella personas implicadas en la ciudad y luego elevar el informe a instancias comunitarias.

Y como de noche todos los gatos son pardos, no pude sacar ninguna conclusión del paseo que dimos por un parque, el último, diseñado por Cesar Manrique, el artista de Lanzarote. Pero al día siguiente, donde desde Ceuta se veía el Peñón de Gibraltar, y se veía el paso continuo de barcos, uno se va dando cuenta de una realidad complicada sobre todo tras los discursos en el ayuntamiento del delegado, del presidente de la Ciudad Juan Vivas, una persona muy correcta que nos había preparado un minucioso programa que cumplimos al milímetro, y del propio Arias Cañete.

Tras los discursos fuimos andando a un hotel donde el primer presidente de la Ciudad, que ahora preside el CES, nos dio una información muy pormenorizada de los problemas económicos, sociales y de infraestructura de ese enclave. De allí estuvimos en la Desaladora, hecha por la empresa de Bilbao, Cadagua y de allí a varias iniciativas urbanísticas y de infraestructuras en los barrios del Príncipe Felipe y Alfonso. Comimos en un restaurant dentro de las murallas pero antes vimos algo impresionante y fue la existencia de una frontera amurallada  de casi nueve kilómetros, con dos vallas, que se ha ido construyendo y la  boca  de la frontera en sí donde hay un trasiego tremendo de gentes cargadas con  bolsas a las que les pagan dos o tres euros por pasar  aquella aduana, comprar, dejar la mercancía que puede ser comida, jabón, toallas, material de oficina, lo que haya y volver. Si logran hacer tres viajes  pueden ganar alrededor de diez euros que les puede dar al mes doscientos euros con lo que viven. Un policía y un maestro en Marruecos, ganan poco más. Miseria en estado puro. Y estuvimos en el puesto de control seguido en todo momento por cámaras y a pesar de eso, se logran, colar por mar, continuamente. El efecto llamada. La opulenta Europa frente a la miseria de un Marruecos que no termina de despegar. La España de Franco de los años cuarenta frente al París de los años sesenta. Y mientras Marruecos no mejore, esa situación seguirá porque sin ser una aduana comercial, han hecho de ese trasiego un modus vivendi que el rey marroquí controla cerrando de vez en cuando la frontera o impidiendo que pasen el pescado o las verduras o lo que sea, para recordar que la demanda marroquí siempre está ahí, aunque en el fondo y hoy por hoy, no le convenga dar un paso más.

Estuvimos en el puerto, en su torre de control, viendo sus instalaciones y a las seis de la tarde se iba Arias Cañete a Algeciras, en helicóptero cinco minutos, y nosotros a Málaga, media hora. Existe también la posibilidad del barco pero los ceutíes se quejan que es el trayecto más caro de Europa y reivindican mejores precios.

Otra realidad impresionante.

Discurso del rey: eso se lo dice usted a la parejita


Ayer  24 por la noche, y como todos los años tuvimos el discurso del rey, aunque él solo lo lea pastosamente.  En la monarquía británica, la reina habla en nombre del gobierno. Aquí no sabemos quién es el redactor del discurso y si el rey sugiere algo. Yo creo que lo suyo es solo leer. Por eso todo es un misterio  en esa Casa que en contrapartida, diga lo que diga, siempre tiene  el fervoroso y entregado aplauso de todos los medios de comunicación españoles y de los dirigentes socialistas y populares. Es  el guión de todos los años.  Poco se suele decir del NO-DO previo que emite TVE con tal cantidad de incienso que es difícil permanecer cinco minutos escuchando semejante cuento de hadas, donde la parejita (Felipe y Leticia) tienen su consabido espacio así como Cristina y Elena y los guapos nietecitos aunque  siempre hecho en falta un tratamiento especial para Don Leandro, ahora que el pobre anda malito.

Sobre el discurso en sí, poco que decir.  El clásico y aséptico  recuento de tópicos, el saludo a los militares desplazados en el exterior y a los policías, y la despedida hierática, sin una alusión, la mínima, al saludo en euskera, catalán y gallego.  Mucho rollo con eso de la monarquía integradora para actuar siendo lo que es: una monarquía castellana, bastante mal educada.  Pero, en el fondo, mejor.  Malo sería para el republicanismo un rey sensible a los hechos diferenciales.  En este renglón pues, estamos como todos los años, es decir, bien.

Y finalmente, la supernovedad.  En la Villa y Corte y en todas las redacciones de los medios españoles que llevan incorporado el botafumeiro, hoy  solo se comenta la afirmación rotunda y elevando la voz que nos lanzó  al final del discurso  diciendo con voz sonora que él, como Franco, morirán siendo rey.  Pues muy bien, pero a nosotros no nos lo cuente.  Dígaselo usted a la parejita y a los secretarios de sus queridos hijos que son los que le están moviendo la silla o el trono y los que quieren usar El Bribón.  Son ellos los que viajan a todas partes, inauguran Cervantes, asisten a tomas de posesión, y hasta  quieren comprar un piso en la Gran Vía de Bilbao para no dejarle al alcalde  Azkuna inaugurar nada sin ellos. Que se lo digan a Blanco al que no de dejaron inaugurar esta semana  solo el AVE a Cuenca.  Dígaselo a los ciudadanos de Girona que ahora utilizan el nombre de su ciudad para crear una peana del principado de Girona para mostrarnos lo catalán que es.  Confío en que Laporta y Toni Strubell logren se rechace esta plataforma tan absurda y vejatoria. Es pues la parejita a la que tenemos hasta en la sopa yendo y viniendo.  Es Leticia, que ya tiene un fondo de armario considerable, no estando contemplada en la constitución la figura del heredero más que a la hora de la sucesión, y, mucho menos, su plebeya esposa.  El resto se lo ha inventado la Casa Real con el aplauso de un Zapatero más monárquico que Peñafiel.  Por lo que eso de que usted sigue, dígalo en casa a ver si se enteran, porque lo demás lo veo como el 23-F, con el uniforme puesto, dando un golpe de estado contra la parejita.

Por lo demás, nada con sifón. Un 25 y un 26 cargado de almibar, melcocha, incienso y mirra. El negocio, rodeado de censura, continuará. Feliz Año Majestades. (Melchor, Gaspar y Baltasar).

Chamartín es nombre vasco

En Navidades uno recibe cartas, tarjetas y felicitaciones de lo más variopintas. Ellas sirven para hacer presentes gentes cuyo recuerdo se va diluyendo o para, en este caso, dar noticia de algo interesante.

Antonio de Orbe es el Presidente de la “Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas”, congregación nacida en 1715 con sede en Madrid. Nada menos. Irurac Bat como pone en su escudo.

Orbe me manda una carta y una interesante tarjeta de Navidad. La una y la otra la reproduzco por su interés,  que se comentan por sí solos. Ni que decir que he acusado recibo a D. Antonio deseándoles lo mejor para el 2011. La historia es la siguiente: