Lendakaris muertos‏

Sé que le falta una “h” a la palabra Lehendakari. Bueno, eso no era así cuando el nombre se creó. Pero vino un grupo bastante antisabiniano que nos impuso en 1968 una innecesaria h. Pero no voy a glosar esto sino el nombre, que tiene su miga. Debe ser un grupo musical de los muchos que produce este país. Y tienen una canción: “Te llaman oso panda, te llaman oso panda, cómete el bambú, cómete el bambú, y ya sabes tú, y ya sabes tú, porque te llaman oso panda, te llaman oso panda, por las ojeras, ojeras, ojeras farloperas, ojeras, ojeras, ojeras farloperas, ojeras, ojeras, ojeras farloperas «.

Ésta es la letra de una canción que seguramente no ganará ningún premio a la originalidad de su letra pero me decía Naiara que se la dedican al Lehendakari Ibarretxe. Por eso con una chapa que costaba un euro y que ponía el nombre de este Grupo nos hemos ido a saludar y felicitar al Lehendakari Ibarretxe que hoy sábado firmaba libros en la inauguración de la Feria de Durango en el stand de su editorial. Hacía tiempo que no le veía y le he encontrado algo desmejorado y  lógicamente preocupado porque el lunes viajará a Estados Unidos y nos decía que seguramente saldría de Biarritz como consecuencia de la huelga de controladores. Ha estado muy afectuoso, como siempre, mientras escribía en su libro «El Futuro nos Pertenece» las dedicatorias  a la  gente que se le acercaba. Me he comprometido a enviarle el mío. El suyo ya lo tengo. Y lo recomiendo aunque sea para tenerlo como consulta ya que el día a día galopa y las cosas ocurridas tan solo hace cinco años parece que sucedieron hace treinta. Por cierto ETB ha reseñado la presencia de cuatro escritores y músicos pero nada del Lehendakari. Y la noticia era relevante. Pero no para ETB.

He dado una vuelta completa a la Feria con Naiara viendo y comprobando  la cantidad de títulos que cada año se editan así como he vuelto a constatar  el poderío de la editorial Txalaparta, Elkar, Ttartalo, Alberdania, y una  colección de Gara sobre el carlismo, nacionalismo y la guerra. Y también el stand de la Fundación Sabino Arana que tiene ya un largo índice de muy interesantes títulos… Ha habido un total de 505 novedades, de la que 339 son libros y 85 discos. Por allí andaba Iñaki Azua, Joseba Zubia, Jon Iñaki Sobrino, un matrimonio muy pugnaz de Zamudio, pero no demasiada gente ya que la Feria acababa de abrirse y era muy cómodo andar por los pasillos y ver con facilidad los títulos. Y, afortunadamente no llovía como otros años.

El año pasado presenté en la Feria el libro de Toni Strubell «Hasta aquí hemos llegado». Toni es un catalán que vive en Errenteria y que acaba de ser elegido parlamentario con el partido de Laporta. Escribe muy bien. Y me han dicho se ha visto mi libro. Yo no lo he descubierto. Es una lástima que los de Gerediaga no tengan un stand dedicado a los «perros callejeros», esas pequeñas editoriales que editan cosas interesantes pero que no llegan a la Feria y por lo tanto no existen. Aquí o eres Sarrionandia, o no te hacen ni caso. Y esa tampoco es la realidad vasca. Porque aquí hay de todo, como en botica. No sota, caballo y rey.

Llevo yendo a esta Feria desde que se montaba en el pórtico de la Iglesia de Santa María en Durango  en tiempos en los que  la distribuidora San Miguel tenía su stand. Aquellos eran tiempos de resistencia y doble lenguaje  y la cultura vasca era el gran ariete anual contra aquel franquismo tan cutre y tan represor de todo lo que oliera a cultura propia.

A la cría no he podido comprarle un libro. He vuelto lleno de CDs de Barrikada, Kaotiko, Piperrak y, afortunadamente uno precioso de Mikel Laboa, y otro con una selección de canciones editado por Radio Euzkadi y Elkar. Comprobé que en las ikastolas siguen sin enseñar a los chavales que les guste leer. Solo  al parecer lo audiovisual cuenta. Todo un fracaso. Una pena. En un stand me han regalado un CD de música y baile y en otro el «Euskal Herriko lur maitea». Los he agradecido.

A pesar de todo hay que felicitar una vez más este ingente esfuerzo cultural que se hace con esta Azoka que perdura en el tiempo y que Deia ilustra con un periódico que regalan en la entrada y que está muy bien hecho.

Las razones invisibles de la crisis del Sahara y Wikileaks

Norberto Bobbio fue un gran teórico de la democracia a la vez que un notable filósofo italiano. En 1984 publicó un libro «El futuro de la democracia» en el que explicaba la distancia entre las promesas de la democracia y los grises y las opacidades del ejercicio del poder. En este libro,  proponía “hacer descender la democracia del cielo de los principios a la tierra donde chocan fuertes intereses», abriéndose paso «entre la lección de los cínicos y el catecismo de los iluminados». Primera lección: el paso de aquellos polvos a estos lodos no es el que va de la teoría a la práctica, o de las leyes existentes a su permanente incumplimiento, sino el que va de una realidad indeseable a otra que mejore un poco las cosas.

Se refiere Bobbio, específicamente, a la democracia como «el gobierno del poder público, en público». Es el régimen del poder visible y se opone, como tal, a los poderes invisibles y los secretos de Estado en los cuales se suelen escudar los gobernantes y grupos de poder para eludir el control y la evidencia de sus actos.

Todo esto me ha venido a la memoria tras haber visto en vivo y en directo la desastrosa actuación del gobierno del presidente José Luís Rodríguez Zapatero en relación a la crisis del Sahara. Con todo el país lleno de familias que en verano reciben a niños saharauis, con todo el recelo que despierta siempre el gobierno de Marruecos, con la inmensa losa histórica que soporta la reciente historia española al recordar la vergonzosa descolonización del Sahara y la inaceptable huida española, ¿cómo es posible que el ministro de la presidencia Ramón Jauregui le otorgara la soberanía sobre el Sahara a Marruecos y Zapatero dijera que «las relaciones con Rabat es un tema prioritario, es un tema de Estado”. «La solución del problema del Sahara, yendo al fondo del asunto, es una solución que no se puede imponer a ninguna de las partes, tiene que ser fruto de un acuerdo». ¿Y las resoluciones de las Naciones Unidas?. Muy bien, gracias. Para colmo, visitó Madrid el ministro del Interior marroquí, el responsable del apagón informativo, el que no permitió que Al Aiún viajasen periodistas y parlamentarios y el PSOE seguía diciendo que hasta que no haya un esclarecimiento de los hechos no condenará a Marruecos por haber eliminado un campo de refugiados saharauis entrando en él a sangre y fuego. ¿Les suena lo de no condenar?. ¿Que tendrá ésta palabra para que Otegi con relación a ETA y Ramón Jauregui con relación a Marruecos, no la quieran usar?. ¿Para qué tiene España destinado en Marruecos un servicio diplomático acreditado y para que existe el CNI con todos sus efectivos desplegados?.

Asimismo uno de los aspectos desoladores para la causa saharaui la decía Daniel Ellsberg, aquel alto funcionario de la Administración Johnson quien en 1969 se hizo famoso por filtrar los papeles del Pentágono que expusieron las mentiras del gobierno de los Estados Unidos sobre la guerra del Vietnam. Pues bien. Daniel Ellsberg dice ahora sobre las revelaciones de Wikileaks: “Creo que uno de los mayores secretos que hasta ahora se han revelado, es la poca diferencia que existe entre las políticas exteriores de Barack Obama y George Bush. De hecho la mayoría de estos cables son de entre 2007 y principios del año actual, e incluyen un año entero de Obama en la presidencia. Lo que hemos visto hasta ahora indica que no se puede diferenciar el uno del otro”. Desolador.

Yendo a lo publicado sobre Marruecos, nos encontramos con esta evidencia: “Los estadounidenses siguen con interés la agenda internacional de El Elíseo: su nueva política africana, su interés por agradar al rey de Marruecos, mediante el apoyo expreso al plan de autonomía de Rabat para el Sahara Occidental, o su empeño en hacer negocios con Arabia Saudita”. Lo que dicen estos papeles del Departamento de Estado nos indican que si España no trabaja con Francia y los Estados Unidos la situación del Sahara, nada va a lograr el Polisario. Y Zapatero, en estos años no ha hecho absolutamente nada. De ahí que Jáuregui, que todavía no ha dimitido, le otorgaba a Marruecos la soberanía sobre la antigua colonia española.

El problema del gobierno español no es Al Qaeda, porque si así fuera lo sería de toda Europa. Tampoco lo es la inmigración marroquí. El problema de fondo, del que no se habla, tiene dos nombres: Ceuta y Melilla, y un gran chantajeador: Mohamed VI.  Eso es lo que decía Bobbio cuando se refería a los poderes invisibles y a los secretos de estado.

Ante eso, la política del gobierno Zapatero durante estos siete años de mandato ha sido que­rer acariciar al tigre, hacerle la manicura, apostar por Marruecos. Pero al tigre no se le puede hacer la manicura. Tarde o temprano te dará un zarpazo. Lo que debería haber hecho en estos años Zapatero habría sido poner este asunto como prioridad de su agenda y haberlo trabajado con el gobierno francés, gran responsable de todo, y con el gobierno norteamericano, que en un pis pas, solucionó en su día el contencioso de la Isla Perejil. Pero no lo ha hecho, se ha entregado de pies y manos al rey de Marruecos al que sus súbditos besan todavía las manos y se ha llevado las manos a la cabeza ante una situación que, o se aborda con criterios de solución, o se envenenará gravemente y tarde o temprano nos pillará a todos.

Finalmente en relación al sufrido pueblo saharaui Zapatero se ha olvidado de algo primordial en política y que lo verbalizó Maya Angelou: «He aprendido que la gente olvidará lo que digas, olvidará lo que hagas, pero nunca olvidará lo que le hagas sentir». Y, el valiente pueblo saharaui lo que ha sentido estos días, solo ha sido abandono y desprecio. Y eso, pasa factura.

Confidencias catalatanas

El martes, en el Senado, los senadores de CIU estaban eufóricos, aunque contenidos. Su victoria electoral doblando al Partido Socialista y la goleada del Barça al Real Madrid la víspera, les hizo estar todo el día con la sonrisa en los labios. No era para menos.

Desde el domingo 28 por la noche habían sido noticia percutiente y por eso quisimos conocer de viva voz su estado de ánimo y sus comentarios.

CIU estaba especialmente satisfecha porque hacía siete años la consigna, tras 23 años de gobierno de Jordi Pujol y el pacto entre el PSC-ERC e ICV, era la búsqueda de la desaparición de CIU. Pero habían logrado mantener el partido, hacer oposición, liderar el país, mantener la moral, marcar el rumbo y aguantar la travesía del desierto sin cantimplora. Una mezcla de méritos propios y deméritos ajenos basados en el Pacto del Tinell que había sido un Pacto a la contra. No a favor de hacer cosas, sino de desalojar definitivamente a CIU que seguía ganando todas las elecciones pero le habían quitado el ejercicio del poder en dos ocasiones.

Por otra parte los siete años de oposición hacen ahora que Mas sea Mas y no ya el heredero de Pujol. No será su mandato Pujolismo sin Pujol, sino Masismo con Mas. A Jordi Pujol le respetan mucho, pero ellos son otra cosa.

Y el tercer comentario que nos hacían era el cambio que había experimentado ese día el PSOE hacia ellos. Todo era condescendencia, felicitaciones, arrumakos. Como de la noche al día. Te quiero Inés por interés.

Por su parte los de ERC estaban bajo la ola y el senador Bonet había pedido ya la dimisión de Puigcercós que había logrado en esas elecciones la mitad de escaños que logró en su día Carod Rovira a quien Puigcercós en un gesto insólito se lo había cargado sin miramiento alguno. Pero Esquerra es así. Un partido asambleario que paga cada cierto tiempo sus incoherencias. Y ya se sabe. Quien le pega a su familia, se arruina.

Finalmente un senador de Iniciativa, y que hace un magnífico trabajo en el Senado, nos comentó que lo grave para la izquierda catalana era la pérdida del discurso estratégico. Se habían quedado totalmente desarbolados. “Ahora la realidad catalana será la que diga La Vanguardia y CIU. Hoy por hoy no tenemos proyecto”. Comentaba que el gran error había sido pactar con Esquerra por segunda vez.

Los socialistas hablaban de la alta participación, del señorío de Montilla la noche electoral y del error de no haber sabido vender su gestión habiendo convertido el gobierno a veces en un gallinero. Estaban contentos de que Rosa Díez hubiera sacado menos votos que el transformista Carmen de Mairena, que la subida del PP con 68.000 votos no era para tanto, que estaban contentos de que un partido xenófobo no hubiera tenido ningún escaño y que les va a costar levantar cabeza y elegir un liderazgo atractivo.

Nos decían que la situación en relación con Euzkadi era distinta porque el PP no forma parte del gobierno, aunque lo apoye y porque el pacto en Euzkadi es entre dos españolismos y no entre un partido de ámbito español como el PSC y otro de ámbito catalán e independentista como ERC que les ha hecho tener un discurso muy equívoco para su gente. Y uno tiene que ser lo que es y no lo que las encuestas o el marketing les dicte lo que tienen que hacer.

En el fondo, estaban desolados, sobre todo, porque veían a sus compañeros del PSOE contentos de que Catalunya no les de los dolores de cabeza que les ha dado con el Estatut o viendo a Montilla en una manifestación nacionalista. En fin. Es lo que hay.