Aunque silben las balas, te escribiré

Domingo 28 de enero de 2024

Este pasado viernes en Donostia mi hermano Koldo presentó su último libro “Aunque silben las balas, te escribiré”,  junto a José Manuel Bujanda que hizo de anfitrión y de relator de historias paralelas vividas por él. El libro narra cuatro situaciones de guerra y postguerra, se lee bien, está muy bien escrito y  toca aspectos diversos y humanos de situaciones límite.

No conocía la sala de la Biblioteca municipal de Donostia en la calle San Jerónimo, abovedada y adecuada para un acto como el realizado. Destaco la presencia entre el público de Virgina Careaga, hija del embajador de la República en Escandinavia y amigo de Manuel de Irujo, de Bingen Amezaga, médico cardiólogo hijo del intelectual Vicente Amezaga e inquieto activista de lo vasco en general, del abogado Beltza, Iñaki Agirregomozkorta, profesor y escritor, Marilen y Loli de Eragin, del historiador Patxi Agirre que nos hablará en Bilbao el 1 de febrero sobre Fortunato Agirre, de toda nuestra familia donostiarra que es mucha y que llenó la sala con veteranos y bebés.

Bujanda habló de su aita, y de sus dos tíos que estuvieron en el batallón Saseta, tres gudaris. Y narró una bella historia sobre una discusión que había tenido su tío Benito con su aita Inosen la víspera de morir en el Saibigain, espina que le quedó clavada a su aita. Cuando Bujanda sale de la cárcel de Carabanchel, esa noche, la novia andaluza de su tío Benito, que se había enterado le llama desde Paris. Una bella historia que podía haber encajado perfectamente en el libro de Koldo. Bujanda nació en la calle Campanario como nuestra familia donostiarra.

Koldo habló de lo escrito. Deportistas que fueron a Barcelona  a competir en la Olimpiada paralela a la de Berlín  con Hitler al frente y que no pudieron hacerlo por estallar la sublevación militar. Un padre que quiere conocer el por qué  había muerto su hijo en el Saibigain. Una enfermera que cura las heridas de un fascista y las repercusiones que tiene el hecho. Un intercambio epistolar entre un gudari preso en Gurs  y su novia.

Tuvimos previamente un incidente. Nos habíamos citado en el Antonio, antiguo Barandiaran y estando tomando un café le robaron a Koldo la mochila con el dinero para los cambios y las llaves del coche. Un tipo con una gorra, descolgó la mochila y como si fuera suya se la llevó. Vino inmediatamente la ertzaintza que nos dijo que Donostia es una ciudad ideal para vivir pero que últimamente este  tipo de robos estaba a la orden del día. Toda una faena que nos complicó la tarde. María Esther tuvo que venir a rescatarnos desde Bilbao. Al día siguiente, recuperó el coche.

Reivindicar lo mucho hecho. Y no dejar pasar ni una.

Sábado 27 de enero de 2024

El pasado 13 de enero Pello Otxandiano, recién elegido candidato a Lehendakari por parte de Bildu, tras criticar la “falta de ambición del PNV”, formuló la siguiente pregunta: ”¿Queremos que este país siga perdido en la inercia o vamos a emprender una regeneración política?”.

El Sr. Otxandiano puede formular esta o las preguntas que desee, aunque su historial no le avale. Lástima que sus mentores no se la hicieran al inicio de la transición de la dictadura a la democracia porque todo hubiera sido más fácil y más humano. Viviríamos muchísimo mejor, por lo que creo de sumo interés, reivindicar lo mucho hecho por las opciones institucionales que nos encontramos en 1977 un país destrozado por cuarenta años de persecución, pobreza, dejación absoluta institucional bajo el estigma de “provincias traidoras”, falta absoluta de inversión, deterioro generalizado, asesinatos en la calle y viviendo al día. Como se ve, la llamada derecha vascongada no tiene mucho de lo que enorgullecerse, ni tampoco los que nos acusan de decadentes.

Por esta razón y con motivo del cuarenta aniversario de las inundaciones de 1983, escribí en Deia un artículo al que titulé “Nunca más estaremos con el agua al cuello”. El Presidente de la Delegación de Bizkaia del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro, Asier Benavides, lo leyó y se puso en contacto conmigo por si estaba de acuerdo en explicar lo ocurrido en su Colegio, así como contar una breve historia de lo hecho en materia hidráulica en estos últimos años. Se trataba de explicar asimismo cómo nos preparamos ante el fenómeno del cambio climático que tenemos ya llamando a la puerta.

El Colegio habló asimismo con Pedro Barreiro, director gerente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y los dos abordamos este asunto en conferencia dada el 14 de diciembre de 2023 en la Delegación en Bizkaia del COAVN.

Estando en el Colegio de Arquitectos era obligado hablar por ejemplo de un viaje que hizo en enero de 1979 el candidato a la alcaldía de Bilbao, Jon Castañares a Londres, acompañado de Maren Leizaola, Ex Viceconsejero de Medio Ambiente; José Miguel Abando, Ex Viceconsejero de Urbanismo e Iñaki Zubizarreta, arquitecto, para mandar ya al inicio de todo este camino y muy previsoramente un mensaje muy claro. La Ría es una cloaca navegable donde se vierten todos los residuos e inmundicias ciudadanas y eso ha de acabar y ante eso tomemos el ejemplo del Támesis. Y así fue. Ibon Areso, compañero de José Miguel Abando asentía con la cabeza. Son las personas las que hacen las cosas y no los programas expuestos en pizarra. La fotografía es de su salida de Sondika.

En la conferencia detallamos lo ocurrido en las Inundaciones de 1983 donde 34 personas resultaron muertas y 5 desaparecidas; donde las pérdidas materiales se valoraron en 200.000 millones de pesetas; donde se vieron afectados  105 municipios; donde más de 5.000 voluntarios, Ertzaintza, ejército, policías, bomberos, etc, trabajaron a destajo dándolo todo; donde nos quedamos sin agua, sin energía eléctrica e incomunicados; donde las únicas noticias se recibían a través de las radios pues no había otras comunicaciones, pero gracias al magnífico trabajo de nuestras instituciones pudimos superarlo.

Sufrimos en carne propia los inmensos agujeros del país que nos habían dejado y comenzamos a organizar y montar  instrumentos para hacer frente a lo que nos vino que fue de forma inmediata la sequía de 1989-1990. Con esas dos experiencias pusimos en marcha  el Plan Integral de Prevención de Inundaciones 1992; el Plan Europa 93 (1989 -1992); el Fondo de reactivación económica y de empleo (FREE 1993-1994); la Transferencia de aguas (1980-1994) lograda tras 14 años de duras negociaciones y que sin un grupo parlamentario en Madrid, como fue el Grupo  vasco no hubiese sido posible; la creación de un único órgano de gestión de aguas en Bizkaia a través de la transformación del Consorcio de Aguas del Gran Bilbao en Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, 1997; las obras de abastecimiento y saneamiento realizadas durante todos estos años, con la colaboración de los ciudadanos que forman parte de estos órganos de gestión y que nos permite decir con orgullo que tenemos unas infraestructuras modélicas y que estamos bien preparados para abordar nuevos retos.

Es un trabajo que no se ve, pero que a raíz de 1979 llevamos haciendo. Es una lástima que estas conducciones e infraestructuras hidráulicas, obras vitales pero la mayoría están bajo tierra, se ven poco y eso permite decir a algunos eso de la inercia. Por eso destaco lo dicho por el Lehendakari Urkullu en el reciente acto de Deia: ”Quien afirma que todo es posible, juega con nuestra sociedad y quien promete sin límite mantiene una actitud irresponsable y egoísta”.

El Decano del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro, José María González Pinto, tuvo el detalle de venir a la conferencia con una corbata muy bonita con el sello de Bilbao, que le había regalado José Luis Robles, Alcalde de Bilbao, en agradecimiento a la magnífica colaboración del Colegio de Arquitectos  en el estudio de las estructuras de los edificios del Casco Histórico de Bilbao. Tras las inundaciones. Asimismo se encontraban entre los asistentes Josu Bergara Etxebarria; Emilio Olabarria; Manuel Fernández Gómez; Mikel Arieta-araunabeña; Álvaro San Cristóbal; Jaime Santafé; Kepa Odriozola y muchos más. Y es que este es un asunto que interesa. Y que marca la diferencia entre prometer y hacer.

Vienen tiempos de explicación de lo hecho, de contraste entre modelos, de decir cómo se paga lo que se promete, de hablar mucho de Europa y de no achantarse ante esa falsa e injusta afirmación de que vivimos en la inercia y queriendo mantener la situación actual. Estos son los debates que creo afectan e interesan a la ciudadanía y donde puede verse, más allá de la demagogia, lo que prometen unos y otros y lo que avalan las palabras.

Vuelvo al título. Si no reivindicamos lo mucho hecho y lo muchísimo por hacer daremos pie a que los profetas de la nada,” entre la decadencia o la ambición” como predican, se hagan cargo de la decadencia. Por eso no hay que dejar pasar una.

María Esther Solabarrieta Aznar

Ex directora de aguas (1991-1994)

Es diputada foral de relaciones municipales y medio ambiente de la DFB (1995-2003)

Ex jefa de la Oficina de Cuencas Cantábricas Occidentales (2012-2018)

El «plan» para rescatar la última sede del Gobierno vasco antes del exilio

Jueves 25 de enero de 2024

Esta es una información periodística del digital El Imparcial hecha por Inés Txabarri.

Tiene el interés de conocer lo que se comenta en Santander sobre este inmueble abandonado. Soy de la opinión de que lo adquiera el Gobierno Vasco como acaba de adquirir la Casona de Trucíos. Y montar en Santander un  lugar para la Memoria, espacio que  sería muy visitado.

¿Se hará?. No creo se mueva nada antes de las elecciones vascas. Después, se verá.

Dice así, la noticia:

El inmueble, situado en Santander, está completamente abandonado. Anasagasti pide al ayuntamiento cántabro que no permita su destrucción y Revilla sugiere al PNV que recurra a Feijóo para que intermedie

La hiedra se come la casa Rosales, en Santander. Las hojas no solo devoran la estructura del edificio, construido en 1933 por encargo de José Rosales, director entonces de la Compañía General de Tabacos de Filipinas, también su memoria. El inmueble fue la última sede del Gobierno vasco y hogar del primer lehendakari, José Antonio Aguirre, antes de abandonar el país ante el avance de las tropas de Franco en 1937. El valor para el nacionalismo vasco es incuestionable e Iñaki Anasagasti y Miguel Ángel Revilla ‘conspiran’ para conseguir que el Ayuntamiento de Santander, propietario del recinto, rehabilite la casona y pase a ser un espacio ligado a la memoria histórica. “O que se convierta en un hotel boutique, pero que no se destruya”, pide el exdiputado del PNV. 

Las posibilidades de que el plan fructifique son escasas, al menos tal y como lo plantean Revilla y Anasagasti, pero ambos insisten en la necesidad de preservar el inmueble, situado en un espacio privilegiado, junto a la playa de Mataleñas. El expresidente de Cantabria ha sugerido a Anasagasti que el PNV “haga valer su fuerza” y pida directamente a Alberto Núñez Feijóo que intermedie ante el PP regional. “Sería una buena manera de que el PP y el PNV tiendan puentes y recuperen una relación que ahora no pasa por su mejor momento”, asegura Revilla a El Confidencial. 

De momento, ni en Génova ni en el PP de Cantabria han oído hablar de la operación, según confirman fuentes populares, y en el Ayuntamiento de Santander censuran la intromisión de Revilla. “No tiene competencia alguna sobre este asunto, ni su intermediación es necesaria ni oportuna”, critican las voces consultadas. El Consistorio recuerda que el futuro uso del inmueble está ligado al Plan Especial del Hipódromo Bellavista y una vez se redacte este, la casa se rehabilitará. El PNV puntualiza que no ha mantenido en ningún momento ninguna conversación con Revilla a este respecto. Por su parte, la única gestión que el Gobierno vasco hizo ante el Consistorio fue infructuosa. El lehendakari, Iñigo Urkullu, se puso en contacto con la alcaldesa, Gema Igual, en 2022 para visitar el inmueble y abordar su futuro, pero fue en balde. “Nos indicó que tenía que hablarlo con los técnicos y todavía no hay una respuesta”, confirman fuentes del Ejecutivo vasco.

La casona ha vuelto ahora a la actualidad después de que Anasagasti revelase en su blog, publicado en Deia, una conversación con Revilla en la que este le muestra su disposición absoluta a hacer lo que esté en su mano para ayudarle en la empresa. “Nada me gustaría más que esa casa fuese una referencia para los vascos en recuerdo de esos tremendos días (casi dos meses) previos a la llegada de la dictadura”, trasladó Revilla al jeltzale. Anasagasti había vuelto a interesarse por la casa tras leer en la prensa local a finales de 2023 que el Ayuntamiento de Santander estaba a la espera de definir sus usos.

La huida de miles de vascos

 “Ese lugar tiene un gran significado para los vascos. Cuando las tropas de Franco entraron en Euskadi, el Gobierno de Aguirre se vino aquí y desde la casona estuvieron organizando la huida de miles y miles de vascos en dirección Francia”, explica Revilla, en referencia al valor del inmueble para el PNV. El expresidente de Cantabria, consciente de que sin cargo su influencia ahora es bastante limitada, se embarcó en la operación en el momento en el que tuvo constancia del papel histórico del edificio. Anasagasti fue quien le habló por primera vez del mismo.

Y el interés de Anasagasti por el inmueble, más allá de las siglas, nació por un asunto personal, según cuenta a El Confidencial. Santiago Aznar, consejero de Industria de aquel primer Gobierno vasco y abuelo de su mujer, se murió en el 79 sin haber vuelto, como era su deseo, a la casona en la que el lehendakari Aguirre y como él otros miembros de aquel Ejecutivo pasaron sus últimos días antes del exilio. “Y siempre he tenido esa pequeña espina”, rememora el histórico diputado del PNV. De ahí, que años más tarde, por un impulso, decidiese llamar a Revilla. Tras alguna gestión, el vasco pudo ver la casa Rosales en marzo de 2020, pocos días antes de que el covid paralizase el mundo. 

En aquella visita, Anasagasti pudo comprobar como la hiedra envolvía por completo el inmueble y cómo el interior del mismo estaba completamente abandonado. Ahí nació el empeño del exdiputado, que alertó a Urkullu del estado de la casona, y de Revilla en recuperar el inmueble. “El Gobierno vasco podría comprar el inmueble, no creo que sea una cantidad extraordinaria. Se podría convertir en un museo, en una biblioteca o incluso en un hotel, pero que no se destruya. Es símbolo de esa relación histórica entre Santander, Bilbao y Bizkaia” , zanja el exdiputado.