Menuda embestidura

Viernes 29 de septiembre de 2023

De embestir, no de investidura. Es el meme que he recibido y el Oscar es Oscar Puente, ex alcalde de Valladolid a quien le han sacado a hombros los suyos. No sé cómo lo hubiera hecho Patxi López, pero seguro peor que este Miura que ha corneado bien al arrogante Núñez Feijóo. Desde ese punto de vista a Sánchez, la estrategia del debate le ha salido redonda.

Me ha llamado la atención del líder del PP, que no líder de la oposición como dicen con ignorancia ciertos medios de comunicación, confío que no Deia, su entrega a Abascal. No se ha puesto el pinganillo en ningún momento, con evidente desprecio y arrogancia, lo que ha obligado a que el euskera apenas se usara, con evidente seguimiento a una estrategia de desprecio a nuestra lengua, pero, en aras del lucimiento se sacrifican ciertas cosas pues la traducción simultánea era buena. Tampoco han sido todos los portavoces adjuntos los que han hablado, como es costumbre en este segundo día y ante lo que Feijóo llama Karaoke, la sesión de este viernes era de faena de aliño, en una sesión en la que quien decía haber ganado las elecciones ha salido con el rabo entre piernas. Me recordaba a Rubiales cuando repetía aquello de “No dimitiré”. Pues dimitió y Feijóo no ha llegado a la Moncloa y seguirá cobrando sus voluminosos sobresueldos y negándose a subir el salario mínimo. Buen rejón el que le dio Puente con este asunto.

Su discurso no ha sido de centro sino el típico de la ultraderecha como cuando anunció presentar una iniciativa para castigar como delito la “deslealtad constitucional”, casi nada, o como cuando se las vio muy feliz creyendo que iba a haber voto tránsfuga del PSOE, tras una dura campaña abonada por Alfonso Guerra, Rodríguez Ibarra y demás líderes del socialismo, ahora histórico, y cuya postura tan cerrada nos explica el por qué el estatuto de Gernika no ha sido desarrollado en 46 años, sino más bien cepillado por estos patriotas de la nada.

Feijóo, nos dio la vara diciendo que había ganado las elecciones (137 diputados) siendo la mayoría 176, una ganancia muy demediada y con bicho o ballena en la piscina, nada menos que una ultraderecha a la que ha blanqueado en pocos meses. Nada que ver con la CDU alemana, ni con la Sra. Merkel. Lo volvimos a comprobar este jueves en el Parlamento Vasco votando el PP con Vox y quedándose solo el PP ante la ley de la Memoria Histórica demostrando que son herederos directos del franquismo, como con datos le ha definido Matute a Fraga y a su partido.

A Feijóo le precedía su fama de hombre ganador y de centro derecha, como una especie de UCD gallega y ha resultado ser un Vox light, pero Vox a fin de cuentas. Imposible que el PNV, los herederos de CiU y el Bloque gallego puedan votarle nunca. Me imagino a toda la caverna pensando ahora qué hacer para anular a esta Galeuzka tan eficaz, pues hemos sido los nacionalistas quienes hemos impedido que Feijóo gobierne

Núñez Feijóo, por su discurso pendenciero y sus amistades peligrosas ha quedado retratado en estos dos días parlamentarios y eso lógicamente dejará secuela.

Y un apunte final.

Tremenda Yolanda Diaz no dejando intervenir a Podemos lo que quizás nos augura una acción de gobierno menos gallinero que la que hemos vivido en estos últimos cuatro años.

En definitiva, que si Sánchez logra formar gobierno, a nada que sea inteligente y se quite el pelo de la dehesa de ese viejo PSOE centralista, puede incluso hacer una muy buena gestión de gobierno abordando que los toros que han estado en el toril, sean toreados y terminen por no empitonar como el meme de la foto.

Y un recuerdo final: no existe líder de la oposición. Sí líder del PP. Y no sabemos por cuanto tiempo.

Volverá a casa por Navidad

Miércoles 27 de septiembre de 2023

He seguido con interés el fallido debate de investidura de Feijóo. Era la historia de una votación anunciada  perdida a pesar de que el candidato se empeñase en decir que había ganado las elecciones. Pues si, pero aquí no gana quien gana en votos sino en suma de escaños. Y de momento Feijóo lleva las de perder. El viernes se repetirá la escena. Ha convencido a su grupo, pero ha perdido.

He seguido los dos días de debate. A pesar de la dureza de algunas expresiones, se han cuidado las formas y los pataleos no han llegado a mayores. Ha habido muy buenas intervenciones.

No estoy de acuerdo en la crítica que se le hace a Sánchez por no haber subido a la tribuna. Ha hecho bien. No quería hablar de la amnistía y le ha salido bien la jugada. Oscar Puente hizo una gran intervención. Demostró ser un buen parlamentario leñero, de los que se lucen en situaciones como las vividas. Se le entendía todo, que es lo que se pide a la gente que sube a la tribuna. Y un dato, y no el menor, ha cohesionado a su grupo que ha tenido diputados tentados a la deserción. Doble mérito, ante un juego muy sucio por parte del PP.

Y me ha gustado la intervención de Enrique de Santiago hablando del por qué la amnistía hay que hacerla. Y no hay que dramatizar. ¿Existe o no un problema en Catalunya?. Lo hay y los que no cumplen la Constitución, con la renovación del poder judicial durante 5 largos años no pueden embalsamarla, para no solucionar parte del contencioso catalán.

Feijóo ha demostrado cuajo y control de los nervios. Sabe que este partido de pelota no ha hecho más que empezar y que hay que saber aguantar. Tiene a su lado a la Baronesa de rojo, dispuesta como “caimán en boca de caño”. Y ese si es el peligro de Feijóo, más que el de cualquier otra amenaza junto a su obligatoria entente con un partido como Vox, que le inutiliza para cualquier otro pacto diga lo que diga. Si lo hiciera con el PNV y Junts, Vox huiría y le atacaría y si sigue con Vox, Junts y el PNV nunca irán con el PP ni para heredar.

Hizo bien Feijóo en decirle al PNV que Sánchez le ha tratado como un kleenex. Es verdad, porque Sánchez no ha cumplido casi nada. Tras todos estos tres meses le queda a Sánchez enseriarse y pactar no sobre hielo sino en papel lacrado y cumplir. De lo contrario le será imposible mantener cuatro años la legislatura.

De momento Feijóo celebrará la navidad en casa. Me alegro, entre otras muchas cosas, por el chasco que ha sufrido Borja Semper que ya se veía de ministro de la cosa. Pues va a ser que no.