Miércoles 11 de agosto de 2021

Mientras en Euzkadi nos preocupamos por el tiempo, en Europa por la tercera vacuna, en China por su comercio y en Bielorusia por su dictadura, en Afganistán los talibanes conquistan ciudades y los afganos que creyeron en una sociedad libre mueren como chinches y en Kabul hay ya 210.000 desplazados pensando que cuando llegue esta fuerza medieval van a ejecutar a sus dirigentes, a las mujeres ponerles obligatoriamente el burka y a los niños condenarles a la ignorancia de por vida así como a los creadores de arte los van a anular mientras reprimen cualquier disidencia o pensamiento alternativo distinto al único, una auténtica basura, suma de conceptos medievales.
Estados Unidos ha decidido dejar Afganistán a su suerte. Previamente se metió en la guerra contra Sadam, vino el 11S, hubo una coalición internacional que ha gastado en armas billones de dólares en su industria de la muerte y tras ésto y como ya allí aquello estratégicamente no les interesa los dejan abandonados a su suerte que es como condenarles a vivir como hace quinientos años mientras el mundo occidental, nosotros, solo protestamos por minucias y ante semejante barbaridad callamos.
Si la URSS fracasó en Afganistán el fracaso occidental no lo ha sido menos. Dejan un país al que han bombardeado a espuertas tras haberle prometido un estado de derecho e incluso les habían hecho degustar las mueles de una sociedad distinta.
¡Pobres madres, pobres mujeres, pobres niños, pobres demócratas pobres seres humanos con pensamiento propio!.
No pasa nada. Que se mueran en silencio y no molesten mucho que nosotros estamos en plena digestión veraniega.


