Domingo 27 de junio de 2021
Nadie, bajo el franquismo en Bilbao, llamaba a la Plaza Circular, Plaza España ni a la Eliptica, Plaza Moyua. Eran dos imposiciones inasumibles. Federico Moyua fue un alcalde puesto a dedo en la alcaldía por la dictadura de Primo de Rivera que anexionó Deusto a Bilbao manu militari y con engaño. Hoy, la Plaza Circular se llama Plaza Circular, no España, pero una negligencia de alcaldía en su día mantiene el nombre de Moyua para la plaza Elíptica. Los bilbaínos de toda la vida siguen llamándola “Elíptica”, porque además lo es. Aquella negligencia se agravó con la parada del Metro, pero si se quiere, tiene solución. Se le cambió el nombre a la Avda. del Ejército, nos anunciaron el envío de tropas pero ahí sigue llamándose Lehendakari Agirre. Si se quiere, se puede. Yo jamás le llamo Moyua.
Y sigo con la plaza Elíptica. En ella, al lado del hotel Carlton hay un edificio gris mastodóntico que alberga hoy la Hacienda del estado cuando en virtud del Concierto los impuestos los recauda la Diputación. Ese feo edificio, ese mamotreto construido en 1943 con el estilo falangista que se empleó en la época franquista, sobre todo en sus primeros años, sigue siendo un edificio de servicios de la Administración central. Aquel período se caracterizó por la imposición de un régimen que marcó unas pautas a seguir en todos los ámbitos y en lo que se refiere a la arquitectura propugnó como estilo oficial el “estilo nacional”, que recuperó la hechura imperial española del siglo XVI y del clasicismo. A la antigua Hacienda la coronaba el escudo franquista, gallinácea incluida, que desvió la atención sobre algo mucho más grave.
Un día el jefe de gabinete del presidente del Congreso Félix Pons, en un viaje parlamentario, tras unas cervezas y en una terraza me comentó que él como funcionario de hacienda había estado en la comisión que había negociado el patrimonio a transferir a la Comunidad Autónoma Vasca, entre ellos este edificio, habida cuenta que la Hacienda, en virtud del Concierto, ya no tenía objeto mantenerlo vacío en el centro de la ciudad cuando además todas las dependencias funcionariales cabían en el coqueto edificio de la aduana de Bilbao, hoy puesto al día y muy reluciente. Y siguió diciéndome, ”cual no sería mi sorpresa cuando en el último segundo se nos dio la orden de quitar el edificio de Hacienda del patrimonio a transferir y la explicación que nos dieron era sencilla. En la Plaza Moyúa (así la llamaba) estaba el gobierno civil y si el mamotreto de Hacienda se transfería iba a ser una dependencia importante del gobierno vasco en el centro de la Villa, ikurriña incorporada, y eso había que evitarlo”. Y así se hizo. Lógica imperial madrileña.
Y es verdad. Hoy, la Delegación del Gobierno Vasco, sus oficinas, están al final de la Gran Vía, al lado del Hotel Villa de Bilbao. Solo los funcionarios y los que han de ir a hacer una gestión saben que son dependencias gubernamentales. Otra historia hubiera sido que en plena Plaza Elíptica, al lado de la antigua Lehendakaritza, hubiera estado el gobierno vasco con todas sus dependencias. Por eso digo que lo de menos fue el debate del escudo pues hubiera desaparecido en el minuto cero. De ahí que mientras se discutía esta ornamentación, los que lograron que la maniobra prosperara, se frotaban las manos. Yo, hoy, lo reivindicaría.
El pasado lunes 14 de junio falleció Manuel Clavero Arévalo responsable de la expresión ”café para todos”. Fue el ministro de la UCD a quien le tocó gestionar las transferencias de los estatutos aprobados. Y esa fue su filosofía. Felipe VI lamentó su muerte diciendo que fue una “figura clave para Andalucía” y la Vicepresidenta Carmen Calvo lo describió como “artífice del estado autonómico”. ¡Y tan artífice!. Igual por eso el Estatuto de Gernika no está cumplido. Traicionó el espíritu del reconocimiento de las tres Nacionalidades Históricas, igualó por abajo, ralentizó el proceso y propició no se cumpliera la ley. No fue café, fue ”achicoria para todos”.
El domingo 13 de junio Radio Euskadi entrevistó al portavoz del Gobierno, Bingen Zupiria quien dijo que no entendía la resistencia de un ministro como Escrivá para cumplir el acuerdo del Ingreso Mínimo Vital en la medida que se trata de un pacto suscrito por el presidente Pedro Sánchez con el PNV. Y añadió un dato interesante del que tan poco se habla, “en este asunto hay altos funcionarios del estado que consideran que ejecutar la transferencia del IMV en los términos acordados es romper España”. Es verdad. No solo es para ellos “romper España” sino perder poder como Alta Administración residenciada en Madrid. En el fondo consideran que la CAV no es España.
Zupiria puso el dedo en la llaga en algo que es evidente. La Alta Administración, el estado como administración profesionalizada sita en Madrid durante estos cuarenta años ha sido la gran responsable de que el Estatuto vasco esté sin cumplir. Podríamos poner decenas de ejemplos. Lo denuncié en un libro que escribí hace años ”Extraños en Madrid”. Los funcionarios y Madrid como capital y kilómetro cero según dos dicen, son un poder terrible. Por eso describo otra vivencia ilustrativa sobre lo que estoy narrando que seguramente avalarán sin duda Juan Ramón Gevara, Txabi Balza, Mikel Legarda, Iñaki Goikoetxeta. Se trata de la responsabilidad de un personaje que era el Secretario de Estado, alto funcionario, en el ministerio de Administraciones Públicas como defensor de las esencias patrias, con la lupa puesta y el freno de mano colocado. Se llama Paco Peña y le llamaban Paco España. La designación definía muy bien su misión. Poner palos en la rueda y defender no se rompiera la Madre Patria. Cumplir una ley orgánica era lo de menos. Creo que llegó al ministerio en tiempos de Almunia y me imagino que en la actualidad habrá diez Pacos España con la zancadilla puesta. ”¿Quién es este Pedro Sánchez para trasladar poder a las Vascongadas?”-se preguntarán airados.
¿Cómo se resuelve eso?. Con el único lenguaje que entienden en la Villa y Corte y en el Congreso. Perdiendo votaciones cuando el PNV sea fundamental para sacar proyectos, leyes y acuerdos. No entienden otro. Eso del cumplimiento de una ley orgánica refrendada por el pueblo se las trae al pairo. En otro registro ya le vimos al PP en el Senado pidiendo no se cumpliera el estatuito de Gernika. Lo decía Pla. ”Lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas”.
Hoy, más que nunca, España es Madrid. La España desertizada protesta con razón, pero han sido el PP y el PSOE los responsables de esta situación. ”Madrid es el triunfo del funcionario enrevesado que se cree el dueño de cosas que pagamos todos” constató el director de cine David Trueba. Y es que nadie pensaba en 1978 que Madrid iba a ser una autonomía con bandera propia, parlamento e himno. Y quien menos lo pensaban eran los madrileños. Lo hicieron porque había que echar agua del Lozoya al cava catalán, al Rioja vasco, al albariño gallego. Hablando de esto con Juan Barranco quien fuera alcalde de Madrid, me dijo: ”Tamames y yo éramos concejales del ayuntamiento de Madrid y nos enteramos que se iban a reunir en Toledo una serie de representantes castellanos que comenzaban a reivindicar un estatuto para Castilla habida cuenta de vuestras demandas. Por eso, en representación de Madrid nos fuimos a ese hotel de Toledo, pero no nos dejaron entrar. ”Iros-nos dijeron desde la puerta- Si se mete Madrid en la demanda, Madrid se va a quedar con todo, de forma que hacer vuestro estatuto”. Y no les dejaron entrar. Fue entonces cuando los madrileños presentaron su proyecto de estatuto y Leguina le encargó al crítico de arte Santiago Amón, que diseñara la bandera y encargara un himno. Y así surgió la bandera madrileña, roja con estrellas blancas, que parece la del Viet Kong y el himno al escritor García Calvo que redactó su letra que comenzaba así. ”Mira Anacleto, las vueltas que da el mundo para quedarse quieto” y “Madrid capital de la nada”. Luego tuvieron que ajustar estas sabias descripciones. Con Tierno Galván limaron estos conceptos y Anacleto fue cambiado por sujeto y la nada desapareció sobre el cielo de la Villa.
Esto es lo que hay. Madrid Ciudad estado, y una Administración residenciada en Madrid con la aspiradora puesta a millón y combatiendo a su periferia díscola con funcionarios tipo Paco España y la presidenta Díaz Ayuso (Miguel Ángel Rodríguez). Ya se sabe. De Madrid al cielo. A su cielo.
Cómo le veían a Juan Ajuriaguerra en 1978
Sábado 26 de junio de 2021
He encontrado este suelto de la revista Cambio 16, en aquellos años la gran referencia informativa sobre la personalidad de Juan de Ajuriaguerra, que optaba a la Presidencia del Consejo General Vasco. El PNV tenía el mejor derecho pues había ganado las elecciones, pero se pusieron de acuerdo el PSOE con UCD y el presidente fue Ramón Rubial. Ajuriaguerra falleció en agosto de ese año. Encajó el golpe y siguió trabajando porque consideraba que el país, que estaba en el suelo, había que ponerlo en pie.
La reseña de Cambio 16 decía lo siguiente:
“A Juan Ajuriaguerra, 74 años hombre enérgico y duro, a veces áspero y cortante, continúan considerándole hoy como el personaje autoritario y fuerte del Partido Nacionalista Vasco. Sus largos años de cárcel, sentenciado a muerte durante 800 días, marcaron el carácter del que serla durante cerca de cuarenta años jefe indiscutible del partido en el interior.
«Axpe»
Criticado por muchos de sus anti¬guos compañeros, pero siempre respetado «axpe» -nombre de guerra que utilizó en la etapa clandestina- ha sido también temido por sus enemigos. Su pequeña estatura y su complexitud fibrosa esconden una energía y un nervio insospechados. Refiriéndose a aquellas reuniones anecdóticas con varios dirigentes del partido en el exilio, algunos de éstos le calificaron de «dictadora y «cascarrabias». Sin embargo, todos reconocían sus dotes organizativas y políticas y su valentía como luchador antifranquista y nacionalista vasco.
Ante la pugna que mantendrán los estados mayores políticos durante los próximos días para el puesto de presidente del Consejo Vasco. Ajuriaguerra apoya la postura de su partido, considerando que el cargo debe recaer, por experiencia y tradición en las instituciones vascas, en un nacio¬nalista: «El presidente debe ser un nacionalista, pues le dará al Consejo mayor especificidad al cargo en la medida que el PNV está circunscrito sólo al ámbito de Euzkadi», declaró el dirigente peneuvista.
Sobre la función del Consejo y la labor de su presidente, el diputado vizcaíno añadió: «EI Consejo es un instrumento de trabajo para empezar a hacer cosas. Es un organismo administrativo para conseguir los conciertos económicos y preparar la futura autonomía con el estatuto. La prensa ha dado demasiada importancia a esta fase preautonómica y, desgraciadamente, esta supervaloración política se inició con el proceso catalán. En cuanto a la función del presidente, éste va a ser uno más entre los otros componentes del Consejo. Será una institución colegiada. Sin embargo, alguien tiene que representar de cara al exterior al Consejo y cumplir las funciones de mediador. Será distinto al proceso catalán; Tarradellas tiene función ejecutiva presidencial y ha sido nombrado por decreto, el nuestro será elegido por todos los consejeros designados por los partidos. Desde el comienzo de la negociación nos opusimos a que el Gobierno realizara este nombramiento por real decreto”.
(Cambio 16 – Nº 319)

Castor Garate. Lexicon del castellano eibarrés
Castor Garate. Lexicon del castellano eibarrés
Jueves 24 de junio de 2021
A Castor Garate, el primero a la izquierda junto a Ollora, Amunarriz, Ansola, Leizoala, que aparecen en la foto en una de las primeras sesiones en la Diputación Foral de Bizkaia, le conocí en 1980 en el Parlamento Vasco. La institución nacía con sesenta parlamentarios novatos, salvo el diputado Lehendakari Leizaola que lo había sido en la República y los elegidos en 1977. Hicimos buenas migas. Eibarrés y orgulloso de ser eibarrés e ingeniero, fue Consejero de Política Territorial, Transporte y Turismo del Gobierno Vasco presidido por Garaikoetxea.
Hace poco tuvimos una reunión Josu Bergara, Roberto Lertxundi y yo con Txerra, encargado de trabajar en contar historias del primer Parlamento Vasco. Estuvimos dos horas hablando y contando batallas y Castor nos obsequió con un libro muy bien trabajado y editado por él al que tituló en su día LEXICON DEL CASTELLANO EIBARRES que se lo quitan de las manos y lleva cuatro ediciones. Así como hay un Lexicón bilbaíno lo hay también eibarrés.
Mucho se ha escrito sobre el euskera eibarrés y sus peculiaridades. Ahí está la obra maestra de Toribio Etxeberria, el LEXICÓN, (Arratetikuen izketia) y los escritos de Juan San Martin, Imanol Laspiur, Serafín Basauri y otros. Sin embargo, también el castellano eibarrés, tiene sus particularidades. A veces son palabras tomadas directamente del euskera, otras son usos particulares de palabras castellanas, que los eibarreses que viven fuera, han utilizado con toda naturalidad para asombro de gente de otras ciudades de dentro y fuera de Euzkadi Vasco. Vaya por delante que no son los únicos en tener vocabulario peculiar. Por ejemplo, de Tudela se podría escribir otro tanto.
Veamos cómo se ha gestado esta colección de palabras y expresiones exclusivas o casi, de Eibar.Nos lo cuenta el propio Castor Garate:
“Todo empezó con una conversación con el médico eibarrés afincado en Bilbao, José Ma Faus y su mujer Cristina Iriondo en verano del 2003. Coincidimos en el asombro que muchas veces habíamos causado, fuera de Eibar, al usar palabras o expresiones que para nosotros eran normales. Ellos en Bilbao lo habían observado, y por mi parte, al haber vivido en Tudela, Vitoria, Madrid y Bilbao tenía amplia experiencia en ello.
Esto es el resultado de 8 artículos publicados en la Revista Eibar entre los años 2004 y 2013, más algunos vocablos nuevos surgidos durante estos años, incluso a última hora.
Algunas palabras han sido polémicas, puesto que entre Eibarreses no nos poníamos de acuerdo. Por ejemplo: langostino, en Eibar, se ha empleado desde tiempo inmemorial en vez de cigala. Hubo amplia discusión entre los amigos con este tema. Hay mucha gente que no recuerda este uso no tan antiguo.
Quiero agradecer también su colaboración e interés a Teresa Vildósola, que me contaba los «potrojostes» que le salían en el bordado. Piedad Sarasketa, y a Floren Muniategi, y demás contertulios del Trinkete.
No puedo olvidar las palabras que me mandó por escrito mi prima Begoña Maguregui, auténtico archivo viviente de cosas de Eibar.
Con ello esperaba haber terminado, al menos temporalmente, mi papel de autubatzalle, en este tema, pero resultó que vía internet, el tema se puso de actualidad.
Circulaba un escrito muy gracioso sobre las peculiaridades del castellano en Eibar y destacan unas 46 palabras. Todas ellas forman parte de las que recopilé, (algo más de 200 palabras o expresiones entonces) en los artículos de la Revista Eibar.
Incluso después de enviar el texto a la imprenta, Isabel López de Guereñu, eibarresa residente en Bilbao, me recuerda la palabra » presto», olla a presión. La verdad es que el flujo de palabras es interminable y alguna vez hay que dar por terminada la lista.
Creo haber contado algo más de 379 palabras o expresiones recopiladas en esta colección, de las cuales 5 son nuevas en esta última edición.
En cuanto a la ortografía al tratarse de un lexicón castellano, aunque la palabra derive del euskera se aplica la grafía castellana, salvo sonidos que no existen en castellano como tz, por ejemplo, en gatzato. Sin embargo, en la explicación, cuando aparece la palabra originaria vasca, se emplea la grafía vasca.
Puede ser que algunas no sean exclusivas pero siempre peculiares nuestras, como aquellas palabras en Euskera del electo republicano después de ganar las elecciones de 1934. Salió al bacón del Ayuntamiento dijo:
Palpablemente demostrauta daok, eibarko errixa, republikanua dala…
Este electo quería hablar en euskera y la estructura es correcta. Lo que hacía, sin ningún complejo, es apoyarse en el castellano, lo que hiciera falta, para expresar lo que quería decir.
Pues algo parecido en sentido contrario, ocurre con el eibarrés que queriendo hablar castellano, se apoya, en palabras del euskera eibarrés sin ningún temor. Este es el origen del Castellano Eibarrés. Es la interacción de dos idiomas que coinciden en un tiempo determinado. Cabe imaginar una conversación: Como va el partido? Primer tiempuan, uno empate.
Además se han adoptado palabras de origen inglés, castellano antiguo, francés, hasta completar lo que aquí se recoge y otras palabras que se habrán quedado en el tintero para próximas ediciones.

