Mucha Fraternité y Egalité, pero el Euskera machaqué

Domingo 11 de abril de 2021

Creo que ha sido una de las noticias más importantes de la década y sin embargo ha tenido una repercusión muy limitada. ETB que hace programas especiales con la Copa, le ha dedicado a esta notición breves líneas. Sin ser iluso al pretender que la noticia tuviera la recepción, ni del 10% de las finales de Copa, el hecho de que la superjacobina Francia, en la Asamblea y  con el ministro de educación en contra haya aprobado en la Asamblea francesa que el euskera, con otras lenguas, sea protegida, debería haber sido como para tirar cohetes. Y haber estado cuatro días dando  el acuerdo.

Francia y su revolución en 1789 acabaron con el bilingüismo  de un estado cuyo 40% hablaba otros idiomas distintos al francés. No solo le cortaron la cabeza a los reyes sino al euskera y a todos los idiomas, unos 75, distintos al gabacho que se hablaban en la Patria de la Marsellesa. Mucha Egalité, Liberté y Fraternité pero actuaron como nazis o franquistas trataron de borrar cualquier código de comunicación distinto a un francés  que por cierto, nos obligaron a estudiar en el bachillerato, no el euskera.

Por eso el presidente del Ipar Buru Batzar del PNV, Peio Etxeleku, se felicitó  este viernes del compromiso adquirido por parte de la Asamblea Nacional Francesa al aprobar el jueves con 247 votos a favor, de forma definitiva, una ley para proteger lenguas como el euskera, lo que abre la puerta a la inmersión lingüística y a la subvención a escuelas privadas en idiomas diferentes al francés. Además, ha apostado por avanzar hacia un estatuto de la lengua vasca y el bilingüismo.

El dirigente jeltzale ha señalado que el hecho de que se haya dado luz verde a esta norma conlleva «la aprobación del departamento de inmersión en la enseñanza pública; el refuerzo del sostenimiento de la escolarización de alumnos que siguen cursos de lenguas territoriales en otra localidad, por parte del pueblo en el que viven; la propuesta de enseñanza de lenguas territoriales a todos los alumnos, y la aceptación legal de las señaléticas bilingües y plurilingües».

«Para Iparralde, esto quiere decir, especialmente, apertura de clases de inmersión pública, sin pasar por la experimentación, pero también que se refuerce la propuesta de enseñanza del euskera y del gascón o que las señaléticas bilingües y plurilingües no sean amenazadas por un Tribunal», ha subrayado.

Etxeleku, con los pies en el suelo, ha destacado que esto no supone que el nivel de la lengua francesa esté «amenazado». «Al contrario, una evaluación de la educación nacional muestra claramente que los alumnos del sistema de inmersión saben mejor euskera y francés, por ejemplo. Estas antigüedades favorecen el bilingüismo y el plurilingüismo de los jóvenes estudiantes, que conocerán y amarán su territorio, también fomentando el deseo de conocer otras realidades culturales», ha añadido. Lo decía porque uno de los diputados contrarios decían muy alarmados que esta decisión introduce el separatismo.

Por último, el presidente del IBB considera que «más allá de estos primeros avances legales, un territorio tan puntero como Iparralde necesitaría un estatuto del euskera, asumiendo otras garantías jurídicas y con el tiempo generalizar el bilingüismo en el ámbito público para fomentar el uso de dichas lenguas territoriales».

A las reflexiones del presidente del IPP yo añadiría que el euskera en Iparralde necesita más protección que los partidos de fútbol y que no estaría nada mal en EITB darle el relieve que no se le ha dado. Esta no es una noticia más.

Esta foto me gusta

Sábado 10 de abril de 2021

Conté como la semana pasada estuve en la apertura, en el Museo de Durango, de la exposición fotográfica de José María Anzola a quien Gorriti ha bautizado como el Robert Capa vasco. Conté también como las familias fuimos vecinos en Caracas, ellos en el edificio Bella Vista y nosotros en el Clara de la Avda. El Libertador. En la foto está asimismo Patxi Maidagan y el tercero trato de identificarlo.

Esta foto la sacó José Mari Anzola y  es la única que tenemos los hermanos de nuestro aita vestido de gudari. Fue Comisario político del PNV del batallón Larrazabal y ahí está apoyado en la roca con su uniforme que conservó pero que perdimos en las inundaciones de Bilbao de 1983. Los comisarios políticos fueron una figura del PC que el Lehendakari Agirre se resistió a crear pero ante la imposición republicana los 26 batallones del PNV lo tuvieron. Tenían el rango de capitán.

Y como la foto está sacada en el Gorbea le pregunté al druida del Gorbea, Iñaki García Uribe  si identificaba el sitio y me contestó lo siguiente: “La foto fue tomada en el paso de Aldape que está entre la campa de Arraba a Igiriñao hasta la Cruz del Gorbea (1508) que como sabes es la cumbre máxima de Bizkaia. Al fondo aparece la calcárea de Lekandatz que tantos tesoros geológicos y prehistóricos guarda celosamente en sus cuevas y galerías llenas de sorgiñas y de sílfides bellísimas”.

La foto me gusta y está expuesta en el Museo de Durango en la exposición de Anzola. Invito a ver la muestra.

El problema no es solo un machista como Erdogan sino un patán como Michel.

Viernes 9 de abril de 2021

La imagen es patética. La presidenta de  la Comisión Europea en un sillón y Erdogan y el presidente del Consejo Europeo Charles Michel en sendas butacas que parecían tronos. Y los dos sonriendo y Doña Ursula tensa y triste. Impresentable.

Conozco a Erdogan, dictador de Turquia, machista, maleducado, centralista, antikurdo. Mala persona. Vino a un almuerzo oficial en el Senado y nos pusieron a los portavoces de CIU y PNV a su derecha e izquierda. Cuando se enteró quienes éramos no nos dirigió la palabra en toda la comida, no llegó al postre y se fue antes de tiempo y sin despedirse. Un indeseable.

Lo malo es que algunos personajes con poder ante tipos como estos se arrugan y Charles Michel se arrugó a cuenta de que se podía estropear todo lo que se había negociado. No es verdad. A Turquía le interesa más la UE y sus euros que aguantar  conductas machistas como las del presidente turco Erdogan.

Lo que tenía que haber hecho este patán que es el presidente del Consejo, Charles Michel, es haber  dejado su trono a Ursula Von  der Leyen y haberse ido al sillón él. Le faltaron reflejos a pesar de que ahora nos diga que tiene una abuela a la que quiere mucho. Repito, un patán.

 Ahora, y ante la crítica pública a su falta de reflejos dijo este jueves lamentar «profundamente» el trato recibido por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Vor der Leyen, en Ankara, donde fue relegada a un sofá lateral durante una reunión con el jefe del Estado turco, Recep Tayyip Erdogan. «Lamento profundamente» esa imagen «desastrosa» en Ankara y la impresión generada de «desprecio» hacia Von der Leyen y «a las mujeres en general», afirmó Michel durante una entrevista en la emisión «50 minutos con» del canal LN24. Este tipo solo ha reaccionado cuando ha visto que la crítica subía de decibelios. Por lo menos el primer ministro italiano ha descrito a Erdogan como lo que es, un dictador.

Bautizado como «sofagate», el asunto no solo ha provocado una ola de indignación entre los principales grupos de la Eurocámara, que han pedido hoy que ambos mandatarios comparezcan ante el plenario para aclarar lo sucedido, sino también una gran cantidad de críticas en la prensa, lo que ha obligado a Michel a dar explicaciones anoche en una publicación en su página de Facebook y este jueves en la citada emisión en directo. Visiblemente afectado por la polémica, Michel aseguró que no intervino en aquel criticado momento porque podría haberse interpretado como un gesto «paternalista» por su parte y porque tuvo la «intuición» de que podría haber provocado «un incidente aún más grave» y arruinar los esfuerzos diplomáticos llevados a cabo durante meses para encauzar las relaciones con Turquía.

Mantuvo que había rebobinado la controvertida escena cientos de veces en su cabeza y que si pudiera volver atrás habría cambiado la disposición de las sillas y añadido una más para que Von der Leyen se hubiese sentado con él y Erdogan al mismo nivel. El ex primer ministro belga aseguró que las autoridades turcas aplicaron el protocolo de forma estricta y que no informaron de todos los detalles a su equipo, que según dijo no tuvo acceso previamente a la sala en la que se desarrolló la reunión. En este sentido, el jefe de protocolo del Consejo, Dominique Marro, explicó esta tarde en una nota que, según el Tratado de Lisboa, el presidente del Consejo recibe el estatus de jefe de Estado, mientras que el de la CE, el de primer ministro. Marro aseguró que su equipo no tuvo acceso previo a la sala donde se celebró la reunión y que, de haber sido así, habría «sugerido» que, «como cortesía, reemplazaran el sofá por dos butacas». 

«Soy consciente -remarcó Michel- de que esas imágenes que duran unos segundos son brutales, chocantes, pero no reflejan la importancia real de las tres horas de reunión» de él y Von der Leyen con el presidente turco. Según Michel, tras el gesto de sorpresa de la presidenta del Ejecutivo comunitario al ver que no había silla para ella y que ha dado la vuelta al mundo, Von der Leyen y él tuvieron un «intercambio de miradas en unos segundos» y «de mutuo acuerdo» decidieron continuar la reunión cada uno en el sitio que le había sido asignado por las autoridades turcas. Era, subrayó, «un momento importante para la Unión Europea», para tratar de reconducir las relaciones con Turquía que han estado dominadas en el pasado reciente por la «imprevisibilidad» con efectos «muy directos» en la UE, por ejemplo, en materia migratoria. Manifestó sentirse «terriblemente afectado y triste» por la imagen que se ha proyectado de él, que aseguró no se corresponde con la realidad ni en su vida privada ni en la política, en la que «siempre» ha mostrado «respeto por las mujeres», subrayó al recordar que es padre de dos niñas y que su abuela, hacia la que siente una «gran estima», tuvo una gran influencia en su educación. Desveló que tras el incidente en Ankara Von der Leyen y él hablaron «brevemente», ya que la presidenta de la Comisión prosiguió viaje en solitario a Jordania, y que esperaba poder conversar con ella a partir de esta noche cuando regrese a Bruselas. 

Toda esa palabrería barata para terminar sin admitir que le faltó sensibilidad, reflejos, carácter y mano izquierda para poner a un machista como Erdogan en su sitio. Ojalá esa imagen le persiga hasta que haga en realidad su mea culpa.