Jueves 24 de septiembre de 2020
No sé ustedes
pero yo no he visto en ETB la menor información sobre este escándalo
democrático y de conculcación de derechos humanos. No dudo que la
situación Palestina merece un seguimiento, pero es el único seguimiento que
este medio público nos hace desconociendo por ejemplo algo tan grave como
un análisis fidedigno y pormenorizado de la dictadura madurista.
Es un
informe de Naciones Unidas. Son 443 páginas. Viene como respuesta de un mandato
dado a una Misión Internacional Independiente (una portuguesa, un inglés y un
chileno). No hay sesgo posible de imperialismo, yankismo, trumpismo, lacayismo
y demás epítetos de la neolengua impuesta por el chavismo-madurismo en estos 20
años.
¿A qué no se
han enterado ustedes de nada?. Lógico. ¿Cómo se van a enterar si la información
se oculta, como se oculta el discurso de Guaidó en la ONU?.
Un
presidente de la Asamblea reconocido por cincuenta países democráticos, no por
el de Bielorusia, el siniestro Lukashenko.
“El
informe es de fecha reciente, 16 de septiembre de 2020, y representa un
enorme paso hacia adelante. Histórico, diríamos. Naciones Unidas señala por
primera vez en nuestra historia responsabilidades individuales sobre graves
violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno venezolano y, sin
mucha fraseología diplomática precisa los nombres de los responsables: Nicolás
Maduro, Diosdado Cabello, Néstor Reverol, Vladimir Padrino López, a los
jefes de los servicios de inteligencia y otros 45 funcionarios del régimen
venezolano. ¿Hacia dónde nos conduce este extraordinario logro?
Al
escenario esperado por todas las naciones y pueblos demócratas del mundo, es
decir, la mayoría: a una más pronta que tarde actuación de las competencias de
la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, Países Bajos. ¿Motivos? Muy
precisados: detenciones arbitrarias, torturas y tratos crueles a detenidos
ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual, desapariciones forzadas, muertes
bajo custodia, entre otras violaciones a los derechos humanos fundamentales de
los venezolanos.
¿Quiénes?.
La responsabilidad la exponen sin medias tintas: el Servicio Bolivariano de
Inteligencia Nacional, la Dirección General de Contrainteligencia Militar, las
Fuerzas de Acciones Especiales, la Policía Nacional Bolivariana, el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y la Guardia Nacional
Bolivariana. Quienes deseen entrar en los detalles del mismo, este Informe ya
es de carácter público y se encuentra en internet. Sin jamás renunciar a mí
posición de plena independencia y autonomía frente a las diferentes tendencias
o posiciones del sector democrático venezolano, con la presentación de este
informe creo que es de justicia reconocerle un extraordinario logro a la
gestión del presidente de la Asamblea Nacional -y presidente
interino- Juan Guaidó.
Un informe
de este calibre no sale solo, no se fabrica de manera abstracta, en una lejana
u oscura biblioteca. Detrás de la profusa exposición de casos y detalles hay
obvias muestras de trabajo en equipo, apoyo, colaboración, asistencias,
facilitaciones por muchos individuos y varias ONG a los fines de
quebrar el oscurantismo, el secretismo y la carencia de moral y escrúpulos del
régimen presidido por Nicolás Maduro. Y en esta oportunidad Juan Guaidó y su
equipo han demostrado que se han sudado la espalda cumpliendo con sus
responsabilidades. No debió ser fácil ante tantas amenazas y el continuado uso
cubano de los organismos de seguridad del Estado.
Resumo,
otras fallas u omisiones aparte, este caso demuestra que si hay gestión, que si
hay logro. Un avance. Pero sobre este Informe tengo también una segunda
relectura. En sus líneas me siento tropezar con el compromiso con la verdad,
con el ejercicio profesional de una serie de periodistas venezolanos que desde
diferentes medios y con anterioridad han venido documentando, investigando y
publicando varios de los casos allí expuestos. Me atrevo a afirmar que en las
consecuencias que de seguro este Informe tendrá al corto plazo, estará la victoria
del quehacer diario del periodismo objetivo, de investigación, independiente y
moderno venezolano. Un periodismo que se precia de competir en escenarios
internacionales en los cuales se reconoce y premia la excelencia. Una vez más,
por muy cruel y habanera que sea la hegemonía
comunicacional que se nos ha querido y logrado imponer en estos 20
años, hoy estamos ante otra manifestación de la fuerza que tiene la información
y del ejercicio del verdadero periodismo independiente. Gana la democracia venezolana”.
Nelson Bocaranda