Están en los tiempos de Monzón.

Domingo 8 de abril de 2018

El EAJ-PNV cumplirá en julio sus primeros 123 años. Cuando un partido tiene tal número de décadas significa que la sociedad vasca tiene confianza en él, sus dirigentes han estado a la altura de las circunstancias, y las políticas que se han hecho han estado conectadas con la comunidad a la que sirve. Darle clases particulares al PNV sobre política es gratis, pero también ocioso. Y lo vimos en el pasado Aberri Eguna. Llenó la Plaza Nueva, invitó a dos significativos dirigentes de Junts per Catalunya de Puigdemont, cantó la Estaca de Llach y dejó claro al PP que con un 155 vigente, no tocaran las puertas de Sabin Etxea. Y la gente se identificó con ese mensaje al que hay que añadir el desmenuzamiento que hizo Iñigo Urkullu de su visión de Europa, de lo hecho y por hacer en Euzkadi resumen de todo un programa que las palabras de Ortuzar complementaron y que daban una buena foto de situación y, todo eso, transmitido con un magnífico sonido que es la clave de un mitin.

En el otro extremo Lander Martínez de Podemos, en una lonja bastante cutre y ante menos de treinta personas, solo hizo crítica, y durísima, al PNV. Ha debido leer algún libro de estilo que dice que si te enfrentas al grande y éste te contesta, te equiparas, pero la clave de este secreto está en la credibilidad de tu mensaje. Criticar la gestión del PNV y del actual autogobierno vasco  es libre y, gratis hacerlo, pero si lo exageras sin datos, como todo lo exagerado, no es creible. El Heavy Metal suena bien en las fiestas de verano, pero nada más.

Bildu se fue a Iruña y organizó su acto, curiosamente, ante el monumento a los Fueros. Llegaba tocada pues el PNV le había roto su discurso agresivo a cuenta del supuesto apoyo a los Presupuestos Generales del estado y ante eso esgrimió, como concepto novedoso, la lucha por la creación de República en Euskal Herria y el loar a una ETA que da sus última boqueadas en comunicados mentirosos de la cruz a la raya. No admiten ni admitirán nunca su inmenso fracaso y todo lo edulcoran con una fraseología hueca y de trinchera, que ya no engaña a nadie. Jamás utilizan la palabra ética, han borrado de su vocabulario dos palabras, ”condena” e “injusto”, hicieron el pardillo con aquella campaña contra el Turismo ,no suscribieron los acuerdos de Zarautz y Arrasate, se abstuvieron ante el acuerdo del Cupo(felicitados por Rivera) y tienen que recibir como txapeldunes a los encarcelados que han cumplido su pena por matar, extorsionar, secuestrar, robar y vejar a otros seres humanos .Si no fuera por toda esa sucia historia serían como aquel Jagi Jagi tan puro que cuando Franco se sublevó dijeron que eso era cosa de españoles y la mayoría se fueron a Irlanda.

Algo de historia les convendría leer y saber que la República Vasca ya la proclamó el alcalde José Antonio Aguirre en el ayuntamiento de Getxo en 1931 y que eso de Euskalherria es tan solo un ardid antisabiniano para designar a la Comunidad Autónoma Vasca como tal, para llamarnos autonomistas, y vendernos la moto de que como ellos son abertzales de verdad,utilizan el apelativo cultural y geográfico de Euskal Herria permitido durante el franquismo y que Sabino Arana conocía, como conocía a los tibios euskalerriacos y por eso innovó y creo el concepto político de Euzkadi como Patria de los Vascos. Pero desechan la historia porque en su adanismo la historia comienza con ellos y con ETA en 1960, una ETA que curiosamente la llamaron “Euzkadi ta Askatasuna”, y además con Z. Que vayan a los archivos.

El problema de Sortu y de su mundo es que no sabemos qué modelo de sociedad propugnan. Además de la palabra NO, ignoramos que son, si carne o pescado, carnívoros o vegetarianos, europeístas u ombliguistas, socialdemócratas o marxistas leninistas. Y sería bueno saberlo. Urkullu y Ortuzar fijaron claramente las metas, los medios y los fines del EAJ-PNV en su mitin de Aberri Eguna pero de Sortu carecemos totalmente de información, salvo que, en el supuesto caso de que gobernaran volvieran a aplicar la desastrosa e impositiva iniciativa del Puerta a Puerta en relación con las basuras, el telegrama que enviaron de felicitación a Trump, el homenaje que organizaron a Fidel Castro tras su muerte y su apoyo al desastroso y criminal bolivarianismo.

Las nuevas generaciones tienen que tener perspectiva de las cosas y saber que un partido secular, nacionalista, democrático e interclasista ha vivido en sus carnes la zozobra interna ,especialmente durante los cuarenta años de dictadura, el exilio de sus dirigentes no clandestinos, derivada de la ideología comunista en la segunda guerra mundial, sobre todo en el ámbito francés ,o el atractivo que ejerció en la juventud universitaria el Mayo del 68 en Paris, o el auge de leninismos, trotskismos, castrismos o maoísmos durante la última etapa franquista y el período llamado de transición política. Y digo esto porque nuestras convicciones democráticas fueron tachadas de puro formalismo y nuestro nacionalismo de burgués y arcaico.

Quienes en nuestro ámbito vasco, se autoproclamaban progresistas redefinieron la “nación” como ámbito independiente o autónomo de lucha de clases, la democracia como “poder obrero”, la revolución como único marco de libertades reales y la lucha armada como única vía de liberación. Fracasaron total y absolutamente.

Muchos, especialmente los jóvenes, han vivido durante decenios acomplejados ante esta explosión de progresía. Mientras se iba demostrando cada vez con más claridad que todas esas ideologías totalitarias no eran progreso sino regreso. Que sin libertad, áun individual, sin respeto a los derechos humanos, no hay progreso, aunque es justo destacar que desde posturas revolucionarias, armadas y totalitarias, algunos han sabido evolucionar, comprender la falta de sentido de las vías de la violencia, aceptar el pluralismo político, entrar en el mundo de las libertades y de los derechos humanos abandonando el mesianismo de la solución total en pro del gradualismo que impone todo progreso humano. Y lo han hecho con valentía y un discurso ético.

Otros en cambio y me refiero a ese Sortu del puño cerrado del Aberri Eguna, y a ese mundo que fue de KAS, desde su organización armada socialista-revolucionaria de Liberación Nacional, hasta su Sindicato revolucionario, pasando por el partido marxista-leninista, que siguen anclados en lo que no es sino un paternalismo monopolístico de liberación total que pretende llevar al pueblo aún hasta donde no quiere con su utópico evangelio de la liberación total.

En 1979, hará el año que viene cuarenta años, se aprobó por referéndum el estatuto de Autonomía de Gernika que en su Disposición Adicional dice que “la aceptación del régimen de autonomía que se establece en el presente Estatuto no implica renuncia del Pueblo Vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia”, pero este broche no le dice nada a un mundo que lo combatió, ridiculizó, lo tachó de bascongadillo y prometió no ir nunca al Parlamento Vasco porque allí no estaba Navarra. Telesforo de Monzón, el día de su aprobación dijo que aquella aprobación había sido un día de alegría en los Consejos de Administración de las empresas y de tristeza entre los trabajadores de los talleres. Julio Jauregui, en un mitin, le dijo que había dicho tres mentiras. La primera era que no se había leído el estatuto. La segunda ignoraba lo que pasaba en los Consejos de Administración pues no formaba parte de ninguno y la tercera que tampoco sabía lo que pensaban los trabajadores porque no había trabajado en su vida.

La novedad ante aquello es que ahora han descubierto la vía catalana, sobre todo la de la Cup, y nos dicen lo que hay que hacer. Previamente no estaría nada mal que abjuraran del atentado de Hipercor, donde ETA mató a 21 trabajadores, reconocieran que el asesinato de Ernest Lluch fue un crimen injusto y cruel y que el resto de los catalanes muertos de mala manera no merecían terminar así sus días. Lecciones pues sobre la estrategia catalana, a otros.

Sortu ha de aclararse. La democracia exige un lenguaje ético, valentía, ideas democráticas, programas asentados en la realidad y trabajo constante. Lo visto en Iruña el pasado domingo no nos invita a pensar que están en ese camino sino en la épica de la victoria de ETA y de su estrategia revolucionaria con el disfraz puesto de defensa de todo lo abertzale como gran movilizador y señuelo.

Una lástima pues tienen espacio y trabajo por delante. Pero lo de su Aberri Eguna solo fue, más de lo mismo. No han aprendido nada, no han olvidado nada.

Rivera quiere que arda la pradera.

Sábado 7 de abril de 2018

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, está crecido. Las encuestas y la demagogia, hacen milagros. Ha encontrado una veta que no se utilizaba desde la muerte de Franco que no es otra más que el patriotismo de garrafa, el excluyente, el xenófobo, el dañino, ese nacionalismo agresivo y lineal que a lo único que conduce es a la violencia. Primero a la verbal y luego a la otra.

Tras tachar al Concierto de “privilegio” y a la negociación del Cupo de “cuponazo”, sigue con su demoledora labor de destrucción de lo construido estos años y acaba de decir que “los derechos históricos son un invento. Se acabó el ponerse de rodillas ante el nacionalismo”.

Toda una coz que sabe es muy bien recibida en los bajos fondos del españolismo que embiste y que ve en peligro su unidad. Sabe además que ante el desastre de la mala gestión de unos, no tolera la buena gestión de los otros.

Tenemos pues suficiente campo abonado para encender una cerilla y que arda la pradera.

No cabe duda de que hoy nos encontramos ante una encrucijada de difícil solución. La proliferación de tendencias antidemocráticas y el populismo de derechas suponen una grave amenaza para la cohesión social y el sistema democrático, y es una amenaza que está enraizada en el corazón mismo de la sociedad.

Hace apenas unos años dábamos por hecho que el fascismo era un espectro del pasado pero escuchando a Rivera, a Jiménez Losantos, y a tantos activistas de la Brunete Mediática, ésta afirmación comienza a no ser creíble, mientras hay mucha gente a la que su distanciamiento emocional de la realidad les hace quitarle importancia a lo que está sucediendo.

Por eso ha estado bien que el Lehendakari Urkullu haya bajado a la arena y a este émulo de Primo de Rivera, le ha contestado de esta manera:

Derechos históricos

“Escuchando al máximo responsable de Ciudadanos uno siente cierta preocupación. Preocupación al conocer ahora su opinión con respecto a los Derechos Históricos, a pesar de haber considerado que sus opiniones en el pasado reciente con respecto al Concierto Económico podían corregirse ante la evidencia de la propia Constitución. No parece haber sido así.

Si alguien se siente español o española, decir abiertamente que lo es, es obvio. Sin embargo, ser español y creer que por ello se ha de ser patriota, es otra cosa bien distinta. Decirse patriota y pretender no ser nacionalista no tiene sentido alguno. Es totalmente respetable ser español, patriota y ejercer de nacionalista español.

Ahora bien, ¿cabe tildar de “supremacistas” a las personas que (no siendo patriotas y/o nacionalistas españoles) defienden un nacionalismo cooperativo y no hegemonista? Considero que en un Estado donde conviven diversos sentimientos nacionales y nacionalistas, se debería poder cuestionar qué se considera como “nacionalismo supremacista”. Es inaceptable. Lo es en un Estado español que tiene una naturaleza y realidad plurinacional indudable.

Creo que hay quien merece un suspenso en el máster de Constitución Española. Primero por falsear lo que realmente dice la Disposición Adicional 1ª de la Carta Magna. Segundo por omitir la auténtica realidad de la relación de los Territorios Vascos con la Corona española en el Antiguo Régimen hasta la abolición de los Fueros. Tercero por olvidar la realidad institucional vasca y su porqué en tiempo de la II República y la corresponsabilidad de las Instituciones vascas con la legalidad republicana. Suspenso también por el desconocimiento u omisión del significado de la Disposición Derogatoria de la Ley Abolitoria de los Fueros Vascos.

Por último, más que suspenso, muy deficiente, por desconocer o no querer reconocer y respetar el resultado del referéndum del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma Euskadi el 25 de octubre de 1979, en el que decenas de miles y miles de personas avalaron tanto sus Artículos 1 y 2, como también la Disposición Adicional Única del mismo.

El Estado español, del primero al último de sus ciudadanos, tiene un gran problema -y no el que dicen que es- si sigue sin aceptar su propia historia así como su realidad actual”.

Hasta aquí el Lehendakari. Se puede decir más alto, pero no más claro.

 

Iñaki Soto y Jiménez Losantos ante la sentencia alemana

Viernes 6 de abril de 2018

 

 

 

 

 

Uno de esos ejemplos claros de lo que representa y vende cada uno lo hemos comprobado ayer y hoy en relación con Europa. Mientras el PNV estuvo en la génesis de la idea europea y hemos estado a las duras y a las maduras desde su fundación y llevando la antorcha a todas partes, aquel mundo de Herri Batasuna y hoy de Bildu adversaban la idea y tildaban a la Comunidad Europea de ser un mercado burgués gobernado por las multinacionales, sin sensibilidad social y del que había que alejarse y combatir.

Pero, como siempre pasa en este mundo cerrado y dogmático, aciertan cuando rectifican. Hoy le he escuchado al director de Gara, Iñaki Soto, hablar maravillas de la Unión Europea describiéndolo como un ámbito de respeto donde si funcionan las instituciones de forma democrática también tiene que funcionar la justicia y tras la decisión de los jueces del Lander de Schleswing Holstein y la salida de Puigdemont de la cárcel de Neumünster, todo son alabanzas. El hombre de la revolución pendiente de vez en cuando reconoce algo, pero siempre sin abjurar de un pasado de errores continuos.

Pasó lo mismo con la última decisión el mes pasado en relación a la condena a España del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por violación a la libertad de expresión al haber castigado España a dos manifestantes por quemar una foto del rey. Y es que ha habido sentencias claras y contundentes en Estrasburgo contra los excesos judiciales españoles que a la Izquierda Abertzale le molan y dan razón y le vienen muy bien y hacen que ahora su nuevo tótem sea este Tribunal de Estrasburgo y no los españoles. Cosa que me parece muy bien, pero que denota una vez más la fragilidad de la zigzagueante trayectoria, ayuna de reflexión y cargada de sectarismo de una izquierda dogmática y sin banderas cuya primera palabra que llega a sus labios siempre es NO. Bueno, pues ahora Europa es SI. Me encanta.

Chicos, bienvenidos a casa.

En el otro extremo y este mismo día y casi como una flagelación le he escuchado hoy al tronituante Jiménez Losantos y hasta sentir que echaba espuma por la boca pidiendo la salida de España de la Unión Europea a cuenta de la sentencia de los jueces alemanes. Sus insultos a Ángela Merkel, sus denuestos a la debilidad española del gobierno del PP que según él ni tiene poder ni determinación ante semejante humillación, sus injurias al ministro Dastis al que ha llamado como insulto de tunecino y sus continuas agresiones sin freno a Catalunya y a Euzkadi han sido de antología y de grabarlos y lástima que ya no exista aquel “Cocidito madrileño” que nos ilustraba de cómo se las traen los de la Brunete Mediática y de cómo se puede desbarrar, injuriar, insultar y hacer una auténtica y continuada apología de la violencia y del odio más desatado, sin que pase nada. Ha sido terrible.

También, esta semana en un programa de televisión llamado “El Gato al Agua” uno de los tertulianos hablaba de que las cucarachas catalanas estaban ya encarceladas pero que la plaga no iba a terminar nunca si no se acaba con sus nidos y esos nidos está en Catalunya y en Euzkadi, por lo que lo que procedía era ilegalizar a todos los partidos catalanes y al PNV.

Y lo malo es que ante esa sarta de barbaridades dichas a grito pelado y de forma pública no pasa absolutamente nada, cuando de oficio la Fiscalía debería actuar por esa prédica continua del odio más salvaje y desatado.

Curiosamente anteayer Jiménez Losantos, tras la decisión del fiscal del Land pidiendo la extradición del president Puigdemont a España para comparecer ante el juez Llarena, alababa el sistema judicial alemán de manera muy babosa. Hoy, con la sentencia de los jueces, las cañas se han vuelto lanzas y la argumentación era una de guerra total y de salida de España de la UE. Lo que se llama moral de situación.

Y es que el nacionalismo español más agresivo existe y cada vez más está ya más furioso y desatado. Peligro en el horizonte.

Como siempre, los extremos se tocan.

Vemos ahora a la IA reconvertida y enamorada de Europa y de su poder judicial y, en la otra punta, a la extrema derecha española levantada en armas contra la misma Europa. Y, como siempre, actuando no por valores y principios sino por intereses y situaciones puntuales.

Los extremos tocándose.

Nada nuevo bajo el sol.