Dicen que la Casa Real española es una de las más baratas. Además de no ser cierto es preciso recordar que alrededor del rey hay una serie de parásitos que por servirle o haberle servido son acreedores, como en tiempos de Franco, de un Consejo de Administración o de un gran chollo como el caso de Rafael Spottorno al que no le ha gustado lo que han hecho con él en Caja Madrid, presidida por el ex ministro Rato, otro de esos genios que dimitió como responsable del Fondo Monetario Internacional y que ni atisbó la crisis desde tan privilegiado minarete.
El caso es que el director de la Fundación Caja Madrid y ex secretario general de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, ha presentado su dimisión al presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato.
El director de la Fundación de la entidad es uno de los beneficiarios del bonus, al formar parte de la dirección de la caja con Miguel Blesa como presidente. Spottorno considera injusto el tratamiento que está dispensando la Caja al antiguo equipo después de muchos años de dedicación. El caso de Spottorno es, precisamente, uno de los más cuestionados por la actual cúpula de Caja Madrid, porque considera que un incentivo a largo plazo no debe de ser concedido a una institución de gasto y no de ingreso como es la Fundación Caja Madrid.
El resto de beneficiarios del incentivo todavía no se ha pronunciado sobre sus intenciones y tan sólo el entorno de Blesa ha dado a entender que agotará todas las posibilidades judiciales para tratar de cobrar el bono.
A unos les nombra el rey marqueses, como en la Edad Media, a otros los mete en Consejos millonarios a chupar de las obras sociales, a otros los sablea. Y luego hablan de Berlusconi…