Si aquella Semana Santa de 1977 Adolfo Suárez no hubiera legalizado al Partido Comunista de Carrillo no sé como se hubieran podido celebrar las elecciones de junio de aquel año. Y sin embargo tuvo el coraje de hacerlo y aunque lo pagó después, ya que le hicieron la vida imposible, logró que las primeras elecciones tras 41 años de dictadura y teniendo como últimas las de febrero de 1936, fueran consideradas democráticas.
Sin embargo ahora, con unas elecciones municipales el 22 de mayo y con un PP exaltado, envalentonado y presionando antidemocráticamente, la judicatura, por poco, ha dicho no y emitido una resolución legal antijurídica, valga la redundancia. No ha sido un acuerdo justo y basado en la ley de partidos sino un juicio de intenciones. Y lógicamente cuando ante uno se tienen solo informes policiales y la voluntad de denegar cualquier oportunidad a Bildu, pasa lo que ha pasado hoy. Si Batasuna es Bildu y si Batasuna es ETA, Bildu es ETA. Con esas claves han funcionado para impedir que dos partidos de trayectoria democrática queden fuera de juego. Una prevaricación por una parte, propaganda por la otra y arrojar confusión sobre el proceso por la de más allá. Peor no se puede hacer.
Todo el mundo sabe que tarde o temprano Bildu, Sortu, HB o como quieran llamarse serán legalizados y que ETA desaparecerá. Es ley de vida aunque la pesadilla haya durado tanto tiempo por lo que hubiera sido mejor que hubieran dado el paso ahora y no dentro de un año y mucho menos con argumentos fraudulentos.
De todas maneras confío en que el Tribunal Constitucional ponga las cosas en su sitio para bien. Lo demás sería la demostración de un hecho impuesto, antidemocrático y absurdo que Europa no lo puede tolerar. Y si los magistrados del Constitucional no desean pasar a la historia como unos chapuzas prevaricadores, algo harán. En eso confío.
A todo ésto la postura de Rubalcaba, pensando solo en su candidatura, ha sido penosa. Cuando solemos decir que se mete goles en su propia portería ,a eso nos referimos. Quiere agradar a todos y al final cabrea a todos. Y lo que acaba de hacer ahora impugnando a Bildu a través de la abogacía del estado y del fiscal general, es de traca.
Y un apunte sobre la muerte de Bin Laden.
Si yo fuera musulmán estaría jurando sobre lo más barrido y en concreto sobre el presidente de los Estados Unidos que dio la noticia de la muerte de Bin Laden como si de un dato meteorológico se tratara. Y si ese musulmán está indignado, como indignado estuvo occidente por las fechorías del iluminado muerto, significa que esto no tiene solución. Si en Nueva York están felices, en Afganistan, Pakistan, Palestina, Arabia, Jordania…. están que trinan. Los polos opuestos se retroalimentan. Jactarse de la muerte de este asesino que era un gurú para ese mundo es de gentes sin principios a pesar de que luego se pongan la mano en el pecho a todas horas. Le creí más gente a este Obama.
Le recuerdo a Bush haciendo balance de su mandato y diciendo que su mayor equivocación fue decir que había que buscar y traer a Bin Laden vivo o muerto. Si eso dijo Bush, un mayor recato por parte de Obama no hubiera estado mal. Sin embargo Obama nos ha demostrado que es un político de vuelo rasante. Solo le ha interesado su imagen, el éxito político por la muerte del bandido, las encuestas y las elecciones. Muy mal Obama. Esperaba un poco más de altura de su parte. No hay que alegrarse ni de que le maten a un asesino como esos. O por lo menos que disimule un poco, o no sea él quien de la noticia como si de su cumpleaños se tratase. Muy mala pedagogía la suya. Espero que pierda las elecciones. A mí me ha defraudado. He descubierto en él con ésto y el mantenimiento de Guantánamo a un carroñero más.