Ya lo dijo aquel filósofo cañí que daba matarile a los toros que le ponían por delante: lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Nótese que en el caso que nos ocupa, la imposibilidad no radica en el hecho en sí sino en quienes debían ejecutarlo. Había un congo de formas de evitar las elecciones que se nos vienen encima el 10 de noviembre, pero la maldición divina disfrazada de signo de los tiempos (o viceversa) ha querido que el asunto estuviera en manos de cuatro mastuerzos ególatras metidos a estadistas de chicha y nabo. Con suerte, entre todos juntarían masa gris para regir los destinos de la cofradía de las albóndigas de Alpedrete.
Vaya tropa, diría el chorizo ilustrado Romanones. Pena, penita, pena que ninguno vaya a emular a Don Estanislao Figueras, aquel presidente de la primera República española que espetó a sus compañeros de gabinete: “Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco. ¡Estoy hasta los cojones de todos nosotros!”, antes de coger un tren a París. Descuiden, que esta recua de ineptos ventajistas —de acuerdo, unos más que otros, pero todos por un estilo— tendrán el cuajo de encabezar las listas de sus respectivas formaciones, donde sus acólitos y palmeros todavía les reirán la gracia. Y aquí es donde la responsabilidad se traslada a los fulanos que seguirán haciéndoles la claque… y a las ciudadanas y los ciudadanos que les votarán dentro de menos de dos meses. Qué rabia, no poder decir que con su pan se lo coman porque su decisión nos alcanzará querámoslo o no. El único consuelo es pensar que en estos lares podremos optar por siglas que sí han sabido estar a la altura.
Bueno, poco más que añadir.
Si después de 44 largos años desde la muerte del dictador todavía quedaba alguna esperanza que el país del sur sufriera un cambio político, estos 4 impotentes han acabado con todo resquicio de ello.
Ojo! que por estos lares aun queda quien cree en «asaltacielos y Guevaras» y buscaran disculpas para echar la culpa al otro, cuando en realidad estos aprendices de la buena vida y maestros de la holgazanería son unos verdaderos peleles cubiertos de egolatría.
Que Felipe uve palito les consuele tal y como le piden
republicanos y anticastas y ensayen juntos el cara al sol.
¡Que les vote su put. madre!
Lo peor es lo que Vizcaíno apunta al final del artículo: que el voto para PP. PSOE, C’s, Podemos o Vox no sólo afectará a sus votantes sino a todos; es decir, les votarán en España (esa gran nación) y los tendremos que aguantar catalanes y vascos.
Tengo entendido que todavía hay tiempo. UP no puede por concepto favorecer lo que su objetivo politico «fundacional» trata de sustituir, esto es, la gobernanza caspista y para los ricos que pretende la derecha ( hoy ya extrema derecha sin tapujos) de España por una gobernanza progresista y para tod@s que pretende UP, y mas ambiguamente el PSOE, mas «cerca» de los poderes fácticos y lobbísticos, si, pero el PSOE no es la extrema derecha, y lo que está a su derecha si.
El PSOE no ha pactado con UP lo que UP entiende justo según las elecciones, pero UP debe, creo, tener prioritario por encima de la cuota de poder que debería corresponderle, a su país, a las necesidades de sus gentes, y la superación de la trágica historia fascista en España (que no ha concluido) y que si UP no vota a favor de la investidura de Sanchez, estará dando opciones de que tome nuevos bríos.
Sería un naufragio para esa españa progresista plural que votó en las pasadas elecciones con arrojo, y quiere dejar al fascismo en la historia, mira al horizonte DEMOCRATICO Y DE IZQUIERDAS y quiere retomar aquel rumbo que el alzamiento de Franco truncó con sangre sudor y lágrimas hasta nuestros días.
UP: No la caguen, miren a los ojos de la gente llana, a los que lo pasan mal, trabajadores, jóvenes, pensionistas,a los marginad@s y perseguid@s por esos casposos dogmáticos y egoístas a los que Vds, UP, van a abrirles la puerta. NO LO HAGAN.
Deberían de dejarse de Juego de Tronos e ir a Teoría de Juegos; al dilema del prisionero, concretamente. En resumidas cuentas, tenemos a dos prisioneros y no hay pruebas concluyentes. Si no colaboran, ambos reciben una pena leve. Si uno de los dos colabora y el otro se queda mudo, el que colabora se va de rositas y el que no le caen diez años de cárcel. Si los dos se traicionan mutuamente, cinco años.
Desde lejos, es perfectamente fácil ver que lo mejor para ambos sería quedarse calladitos. Pero también es obvio que, desde una visión egoísta, hablar es lo mejor… excepto que si el otro también habla…
En este caso, para señalar lo obvio (perdón por eso) hacer un acuerdo de gobierno digerible para los de fuera y repartir cargas significaba un pequeño desgaste para ambos (vicepresidencias, apoyos diversos…). Traicionar era lo obvio para quedarse con todo. Pero con esto de las elecciones repetidas, ¡Ambos quedan como el culo! Más Sánchez, claro… pero no es que Podemos, con sus «confluencias desconfluenciantes» esté precisamente en el mejor momento para sacar provecho de ello.
La alternativa no es votar a los nuestros, es construir nuestro propio Estado. Aunque para eso hay que bajar esos michelines …
Estar a la altura…Lo cierto es que el marrón también nos lo comeremos aquí en Euskadi. Del incompetente Sánchez podemos pasar al trifachito letal. Quizá va a llegar la hora de nuevo de ponerse las botas de clavos. Me asalta la duda: estaremos preparados después de tanto poner cara de bueno y de capitular por un plato de lentejas?… Cómo comprendo a los vituperados catalanes!