Estamos de vuelta en el siempre atractivo Parque Natural de Urkiola. Esta vez cogemos las bicis para completar una ruta en la que rodearemos Orixol saliendo desde el Santuario de Urkiola. A pesar de no hacer ninguna cima tendremos buenas vistas, hayedos y un par de bajadas interesantes.
Conducimos hasta lo alto del puerto de Urkiola, donde podemos dejar el coche en uno de los aparcamientos habilitados. Pedaleamos hacia la pendiente y en pocos metros entramos en la cómoda pista que bordea Urkiolagirre por su parte derecha. Las indicaciones nos dicen que tenemos 3,2 km de calentamiento hasta Pol-Pol.
Pista a Pol-Pol bordeando Urkiolagirre / Mugimendi
En este tramo suele haber bastante gente, por lo que se recomienda rodar con precaución y controlar la velocidad. Tras una suave subida seguida de su correspondiente bajada llegamos al collado de Asuntze (870 m) y las campas de Pol-Pol, donde se encuentra la famosa fuente ferruginosa. La pista de gravilla continúa paralela a la imponente sierra de Anboto en dirección Zabalandi, ganando altura suavemente a lo largo de poco más de 1 km.
Campas de Pol-Pol y pista paralela a la sierra / Mugimendi
Con las primeras gotas de sudor recorriendo la espalda llegamos al collado Pagozelai (970 m), donde los mendizales cogen el desvío al Anboto por la izquierda. En nuestro caso seguimos de frente tomando como referencia la cima de Ipizte/Iruatxeta, a cuya izquierda está el collado que buscamos. Bajamos por campa y enlazamos con un sendero estrecho hasta conectar con pista.
En el desvío a Anboto seguimos recto hacia Zabalandi / Mugimendi
Nos dejamos llevar los siguientes metros atravesando un hayedo por pista de buen firme hasta llegar al collado Zabalandi (896 m), donde hay un pequeño refugio. Sobre el verdor de la hierba destaca a nuestra espalda la punta gris de pura roca que forma el Anboto. Si levantamos la mirada hacia la ladera sur podemos ver por dónde hicimos la bajada en nuestra anterior visita a la morada de Mari.
Ladera sur de Anboto desde el collado Zabalandi / Mugimendi
Un poste indicador nos señala al sur (derecha) situando Lezeaga a 1,4 km. Hacia allí que vamos, pisteando a través de un bonito hayedo mientras bordeamos Ipizte/Iruatxeta por el oeste.
Llegamos a un tramo de sendero bastante desdibujado y la maleza «saluda» nuestras piernas. No supone mayor problema ya que son pocos metros y en seguida salimos a terreno más abierto entrando en el bosque de pinos.
Zona un poco cerrada hacia Lezeaga. Hay camino aunque no lo parezca. / Mugimendi
Vuelven a aparecer las hayas. Al salir a una pista, en el siguiente cruce debemos tomar el camino que sube. Después de un corto ascenso en el que encontramos varios troncos caídos atravesando la pista, llegamos a la borda del collado Lezeaga (877 m). La zona se ve muy diferente a cuando la visitamos con nieve el año pasado.
Llegando al collado Lezeaga / Mugimendi
Antes de pensar en la bajada dedicamos unos minutos a disfrutar de unas bonitas vistas sobre el valle de Aramaio. Este día despejado nos permite distinguir a lo lejos los montes de Aizkorri y Aralar. Más cerca, la silueta del inconfundible Udalatx.
Valle de Aramaio desde el collado Lezeaga / Mugimendi
Este recogido rincón está rodeado por un frondoso hayedo y las paredes de Ipizte/Iruatxeta y Orixol. La tranquilidad del lugar invita a bajar revoluciones y sentarse a respirar el aire de la Suiza Alavesa. A nuestra izquierda asoma el monolito rocoso de Allunpeko Atxa (906 m) en el que se practica la escalada.
Allunpeko Atxa en el collado de Lezeaga. Al fondo Udalatx / Mugimendi
Seguimos las indicaciones del GR y tomamos el camino que desciende a Etxaguen, del que nos separan 1,4 km.
Inicio de la bajada a Etxaguen / Mugimendi
El primer tramo es relativamente duro por la cantidad de piedras con las que nos vamos a encontrar. Las suspensiones hacen su trabajo mientras encaramos las irregularidades trazando por el sitio que parece más adecuado.
Terreno irregular en la bajada a Etxaguen / Mugimendi
Poco a poco llegamos a lo profundo del valle y el traqueteo se suaviza. Finalmente entramos en Etxaguen (641 m), donde aprovechamos para refrescarnos en una fuente. Salimos del pueblo en dirección sur, paralelos a la cresta caliza de Orixol. El asfalto da paso a una pista hormigonada que se adentra entre los pinos.
Subida desde Etxaguen entre pinos por el PR / Mugimendi
Pronto salimos del pinar y al llegar junto al caserío Ipurtotz nos desviamos a la derecha en subida. El terreno cambia y parece que la cosa se pone peleona, haciendo el avance más costoso. Hay una rampa en concreto que hará que la mayoría tiremos de empujabike.
Algunos tramos de terreno complicadillo bordeando Orixol / Mugimendi
Pasamos por una zona abierta en la que en su día hubo excavaciones. Nos sentimos pequeños frente a los paredones grises y las grandes rocas. También vemos una buitrera donde encontramos una montaña de huesos de animales.
Bordeando Orixol, zona de antiguas excavaciones / Mugimendi
Seguimos avanzando dirigiéndonos hacia Kurtzeta, en busca de un lugar por el que atacar el cordal y coger altura. Tras un último empujón bordeamos la sierra por su lado sur y enlazamos con una pista de grava. Hacemos caso de las indicaciones que nos llevan a Orixol.
Después de una subida tendida el terreno va llaneando y rodamos más cómodos por la cara oeste. Desde esta altura y sin obstáculos de por medio tenemos una gran panorámica del macizo de Gorbeia, que se muestra nevado en estas fechas.
Pista oeste Orixol con buenas vistas a Gorbeia / Mugimendi
Nos vamos viendo rodeados por pinos hasta que los cambiamos por hayas y se transforma el paisaje. Tras cruzar al otro lado del arroyo Maltzeta hacemos una corta subida y pasamos junto a una borda. En este punto en el que también está el desvío para terminar de subir a Santikurutz, comienza nuestra bajada a Oleta.
Inicio bajada a Oleta / Mugimendi
Nos dejamos caer por un precioso hayedo intuyendo el camino levemente marcado sobre una alfombra de hojas secas. Los hitos también nos ayudarán a seguir en la dirección correcta.
El camino de bajada atraviesa un hayedo de cuento / Mugimendi
Serpenteamos entre los árboles siguiendo el sendero que atraviesa este entorno espectacular. Según perdemos altura el ruido del arroyo se va escuchando más cerca. El terreno invita a improvisar la trazada, aunque la hojarasca oculta lo que hay debajo y podemos llevarnos una sorpresa.
Tras un último tramo de sendero más definido conectamos con la pista de hormigón y piedra que nos lleva hacia Oleta rápidamente (cuidado con los surcos para el agua). Una puerta metálica tras unos metros en llano marca el final del descenso.
Giramos ahora hacia el norte siguiendo la carretera que va hasta la Casa Forestal. Allí, cruzamos una puerta y entramos en la pista que nos lleva hasta Urkiola en un último ascenso.
Después de unos tranquilos kilómetros pedaleando entre las lomas que nos separan del puerto, la pendiente desaparece y podemos dejarnos llevar estirando las piernas hasta el Santuario.
Antes de dar por finalizada la jornada merece la pena acercarse hasta el Mirador de las Tres Cruces. Desde este lugar privilegiado tenemos una de las mejores panorámicas de las principales montañas del parque.
Sierra de Anboto desde el Mirador de las Tres Cruces / Mugimendi
Volvemos hacia el Santuario de Urkiola (730 m) atravesando el hayedo siguiendo el Via Crucis. Junto a la entrada del santuario está colocada una piedra (se dice que es un meteorito) que según la creencia popular hay que rodear 7 veces para conseguir el amor o mantenerlo.
Piedra en el Santuario de Urkiola / Mugimendi
En esta zona también encontraremos una antigua nevera rehabilitada.
Nevera rehabilitada en Urkiola / Mugimendi
Track: https://www.wikiloc.com/mountain-biking-trails/btt-vuelta-a-orixol-33208332
Info: 25 km / 1024 m / 4h 15m / Moderado
Videotrack:
Otras rutas por la zona:
El reto de Anboto Sakona en Urkiola
Raquetas en Urkiola: Orixol desde Oleta
Mugarra, Leungane y Artatxagan desde Landaederra
Subida clásica a Anboto desde Urkiola
Más rutas en: http://www.testeadoresdeocio.com