Amigo de Urdangarin con el Rey

Jueves, 15 de Diciembre de 2011

Hoy ha estado en la Zarzuela Xabier Markel Errekondo, un tipo alto, bien vestido, con camisa negra y corbata blanca, que le ha dado una palmada al rey y en la rueda de prensa le ha llamado Majestad.  Antiguo jugador de balonmano compañero de Iñaki Urdangarin, no ha podido visitar esa casa en peor momento para el suegro del antiguo jugador de talón-mano

Fue Alcalde de Usurbil en representación de ANV y no sabemos si ha hablado con el suegro de su yerno.  La foto es un cambio total de decoración.  De aquel Idigoras en 1993, con una ETA actuando, a esta Amaiur pidiendo como sea se respete su derecho de formar Grupo Parlamentario y diciendo que el rey está de acuerdo en ello, Y haciendo la trampa de dejar a Navarra en el camino para que, prometida la Constitución, los seis diputados de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, ver si de chamba el PP les admite.

Por menos de eso nos han puesto el grito en el cielo. Un poco antes ha llegado Erkoreka con una sonrisa de satisfacción, a pesar de la pérdida de ubicación que hemos tenido en la Cámara. De ser el cuarto grupo al sexto.  El rey estaba más circunspecto y tenía más motivos para estar bajo la ola con la de goteras que tiene en el Palacio. Pero la vida es así. Pura imagen. Las procesiones van por dentro.

Empezó ayer y terminará hoy. Se trata de un formulismo vacío como es la consulta por parte del rey a los representantes de las fuerzas representadas en el Parlamento. Digo vacío porque no es determinante lo que diga el rey. Se hace para que se vea que está ahí.

La primera vez que hice este trámite fue en 1986. Posteriormente acudí en 1989, 1993, 1996 y finalmente el año 2000. Y de cada uno de estos encuentros tengo varias anécdotas y vivencias varias. Cuento hoy mi última entrevista en el año 2000, con Aznar ya en La Moncloa y diciendo barbaridades contra Ibarretxe.

Mensaje de Arzalluz al Rey

Tras la extenuante campaña del año 2000 que le dio mayoría absoluta a José María Aznar y poco después de constituirse las Cortes Generales, la Casa Real fue llamando a los distintos portavoces parlamentarios con el fin de evacuar consultas en relación con quién debía proponer el Rey como candidato a presidente de gobierno con objeto de que se realizara el Debate de Investidura en el Congreso. Se trata de un mero trámite, pero le da al Rey la oportunidad de hablar con todos los grupos parlamentarios, cuestión que sólo hace una vez cada cuatro años. No es para herniarse.

En la reunión que mantuve en 1986, el Rey fue muy crítico con Juan Alberto Belloch y Margarita Robles a cuenta de haber propiciado que se sacase a la luz el caso GAL. Aquello me extrañó tanto que le pregunté por qué en un Estado de derecho no se podía saber nada sobre aquella aberración. Y es que aquello me pareció insólito, porque en realidad no era creíble que en La Zarzuela lo ignoraran todo sobre el asesinato de 28 personas e incluso que el Rey no sólo no supiera nada, no intuyera nada, sino que no sospechara nada sobre el hecho imperdonable que desde las cloacas de un Estado, del que él era el máximo representante, se asesinara a esas 28 personas a pesar de recibir continuamente información reservada. Por otra parte, en ningún mensaje de Navidad, a la hora de condenar el terrorismo o en los de la Pascua Militar, el Rey aludió a semejante cuestión, mientras que en privado criticaba que se hubiera quitado la tapa al puchero.

El caso es que tras la mayoría absoluta de Aznar tuve que volver a La Zarzuela a decir lo evidente, que no era otra cosa que Aznar debería ser el propuesto. Sin embargo, no quería una reunión más con el Monarca en momentos en los que se adivinaba, tras el espléndido resultado del Partido Popular, una legislatura guillotina, dura y bronca, y por eso le solicité al presidente del EBB, Xabier Arzalluz, que me escribiera unas letras para el Rey. Arzalluz me contestó que aquello no serviría para nada pero en base a mi insistencia lo hizo, y con aquellas letras en el bolsillo fui el 12 de abril de 2000 a visitar al Rey.

Desde la puerta de Somontes al palacio hay seis kilómetros de un parque natural, en el que saltan los ciervos y hurgan en la tierra con su hocico los jabalíes. Al llegar al palacio me recibió un teniente coronel que me acompañó al primer piso. Al poco de estar en la sala de espera vino Fernando Almansa, un granadino que había estudiado en Deusto. Hacía cuatro años lo había hecho Ricardo Martí Fluxá y en la primera ocasión recuerdo al marqués de Mondéjar, quien me contó de qué manera el Rey recibía cajas de puros de Fidel Castro.

Tras una breve espera conversando con Almansa me recibió don Juan Carlos. Departí con él durante tres cuartos de hora. Y le entregué la carta. Ésta decía:

Bilbao, 11 de abril de 2000

Señor:

Me permito enviarle un respetuoso saludo aprovechando la visita “protocolaria” de nuestro portavoz Anasagasti.

Pienso que desde Madrid se nos ve cada vez más lejos. Lejanía que puede ir aumentando hasta no poder ya vernos, si sigue la política cerrada y la absoluta incomunicación del Gobierno Aznar.

No quisiera aumentar sus preocupaciones. Pienso que Anasagasti podrá comentarle mucho más directa y competentemente nuestros problemas, que lo son también de Su Majestad.

Afectuosamente,

Fdo: xabier arzalluz

Estas letras me dieron pie para que le contara cómo estábamos viendo la situación y cómo la frase de Arzalluz de que cada vez estábamos más lejos era una buena descripción de la situación que además iría a más. El rey estuvo receptivo y amable y sobre todo sonriente cuando le pedí que se mojara más, que hiciera gestos de distensión, que no fuera tan neutral ante una situación de atropello, que si bien el enemigo era ETA, él era el jefe de un Estado que se decía plural, en teoría, pero no era así en la práctica.

Cogió la carta, me dijo que la estudiaría. Hasta hoy. Nunca más supe de ella. Arzalluz había vuelto a tener razón. Todo aquello era una pérdida de tiempo.

Tras la reunión y a la entrada de palacio, los periodistas habían colocado una gran carpa para la habitual rueda de prensa. Por allí pasábamos los portavoces para repetir las generalidades de costumbre. Estuve en un tris en decir que le había entregado al Rey un sobre con una carta de Arzalluz. Me mordí la lengua. Hubiera sido toda una primicia informativa y sólo hubiera servido para que los tratadistas constitucionales y los periodistas del pensamiento políticamente correcto me dijeran que el Rey era una instancia intocable.

Y sin embargo era el día en el que Aznar pedía la dimisión de Ibarretxe desde Bratislava, capital de una Eslovaquia que se había separado por las buenas en 1993 de Chequia, con el simple argumento de que ejercitaba su derecho a la autodeterminación, hecho que el gobierno español había reconocido inmediatamente.

Al ser preguntado por estas acusaciones les dije a los periodistas que si por Aznar hubiera sido no habría habido transición, ni una Constitución con Capítulo VIII, ni hechos diferenciales sino la “España Una, Grande y Libre”. Con semejante cerrazón no se hubiera reconocido al PC, ni se hubiera desmontado el Movimiento. No había más que haber leído los artículos de Aznar en el periódico Nueva Rioja de Logroño en los tiempos en los que era un inspector fiscal con querencias neofalangistas. Comenzaba a ser normal que un presidente de gobierno pidiera nada menos que la dimisión de un lehendakari porque no le gustaba lo que decía. Dije también que era más fácil hablar con el Rey que con Aznar y que ya estaba bien que todo un gobierno tuviera tan poco respeto institucional hacia una Comunidad Autónoma. Aquello al PP le sentó fatal sobre todo por el lugar desde el que se decía y por el eco que aquellas palabras habían tenido en momentos de euforia y machaqueo del Partido Popular.

Sin embargo, en esta España de recurrente silencio respecto al Rey suelen ser raras las voces que se escuchan indicándole al Rey lo que debe hacer. Una de ellas es la del editorialista y dibujante gráfico de El País, Máximo, quien en mayo de 2003 y en su esporádica sección “Diario Regio” y bajo una corona se hacía la siguiente reflexión poniéndose en los zapatos del Rey: “Soy Rey de todos los vascos (con perdón) y me preocupa que unos lo acepten más que otros. ¿Debo permanecer pasivo ante esta disyuntiva?. ¿Debo hablar con unos y con otros?. Ya sé que el gobierno tiene las atribuciones constitucionales, pero yo tengo las atribuciones de la historia de España. ¿O no?. La Reina y yo (no sé si el Príncipe) estamos hechos un lío, Máximo.”

Fantástica reflexión políticamente incorrecta, como lo fue al mes la carta que el escritor italiano Antonio Tabucchi le dirigió al presidente de la República Italiana Carlo Azeglio Ciampi a cuenta de Berlusconi:

“Yo soy un ciudadano y usted un presidente de la República: dirigirse al propio Presidente en una democracia es cosa normal, al menos mientras ésta exista. Y le ruego que disculpe las molestias: si ha asumido la carga de convertirse en presidente de la República en una coyuntura histórica como la actual a su venerable edad, sin carrera política a sus espaldas, debía de estar usted muy convenido a la grave tarea a la que hacía frente. Su alto cargo, aunque en Italia haya muchos que preferirían verle relegado a un empíreo equivalente al del Papa, donde la palabra no es discutible siendo dogma, prevé en una democracia normal pelmas como yo. La democracia significa también reciprocidad: usted es el garante de mi Constitución, yo le pido cuentas por ello. Y así, a mi manera, me convierto en garante de lo que usted debe garantizar. En caso contrario, como decía Paul Celan, ¿quién ha de testificar por el testigo?.”

Aquella carta abierta cuyo título era tan sólo un “Señor Presidente” se le habría podido ocurrir a algún intelectual español. Y sin embargo esto no ha sucedido, salvo en el caso de Máximo, y dudo que suceda. Sobre todo que alguien hubiera descrito a Aznar como Tabucchi había descrito a Berlusconi. “Berlusconi no parece tener rémoras; evidentemente, tiene las espaldas bien cubiertas. Y no sólo por la «honorable sociedad» que lo sostiene, sino a nivel mundial. Ha entrado en nuestra Unión Europea corno ciertos kamikazes entran en un autobús con un cinturón de explosivos”.

Algo así había estado a punto de hacer Aznar con relación al tema vasco. Sin embargo en Italia se denunciaba públicamente por un intelectual y en España sólo cabía entregarle al Rey una carta en palacio y sin que se enterara nadie. “Pienso que desde Madrid se nos ve cada vez más lejos…”, le decía Arzalluz.

Y el Rey en silencio.

Agenda de un Senador (16)

Miércoles 14 de diciembre, 2011

En el Congreso aplaudieron al Rey – La Obsequiosidad Socialista ha perjudicado a la propia Monarquía – ¿Seguirá el Foro Parlamentario Iberoamericano? – Hablando con los tres Senadores de Amaiur

Juan Manuel Albendea a sus 74 años, presidió la mesa de edad de la constitución del Congreso el pasado martes. Albendea tiene dos características acusadas: es un fanático taurino y un monárquico total de los que no dejan oportunidad de rendir pleitesía al rey. Y lo hizo el martes en su breve minuto de gloria de la presidencia de edad pidiendo un aplauso para el rey por todo lo que ha hecho por nosotros. ¿Qué es lo que ha hecho?. A eso se le llama mala utilización de posición privilegiada. Pero así como Cayo Lara hizo honor a su republicanismo, la bancada del PSOE, que podía haber estado remisa ante la embolada, aplaudió con fervor empezando por el propio Rubalcaba y no digamos Zapatero, que tras la sesión constitutiva se fue con su gobierno al Palacio Real a una comida de despedida dada por el rey al languideciente y moribundo gobierno de ZP. Eso sí. Ni una palabrita sobre Iñaki Urdangarin. No existe, por lo que al no existir, no hay problema. La su­ciedad se guarda debajo de la alfombra y la Infanta Cristina, es intocable. ¡Y que Viva España!.

Albendea siempre que me ve me dice: «Eres muy majo pero no te tolero te metas con el rey”. «Pues me vas a tolerar pues lo voy a seguir haciendo» le contesto y el hombre se me enfurece. Y eso que nos tiene simpatía pues fue un alto directivo de aquel fenecido Banco de Bilbao, y además vivió en Bilbao y habla bien de Bilbao, pero…..

No entiendo pues esta obsequiosidad socialista hacia una familia irreal a la que han protegido con esmero y perdonado todos sus vicios y corruptelas. El Cesid y ahora el CNI sin lugar a dudas, habrán informado a los ministros de defensa y a Zapatero de todos estos enjuagues de la augusta familia pero ellos nada han hecho. Y no me extrañaría nada que aquella operación de poner agua de por medio en el 2006 para sacar de circuito a Urdangarin, y hacerlo Consejero de Telefónica y residenciarlo en Washington, no estuviera planificado a dos por el rey y Zapatero. Puro encubrimiento que es un delito. Dicen que no hay nada peor que un piojo resucitado ni que un socialista deslumbrado por el brillo de los oropeles de Palacio y en eso siempre cayó Zapatero. Cuando la guerra de Irak me llamó a su escaño para decirme lo mucho que estaba haciendo el rey para enderezar la situación. «Pues no se nota y que nos la cuente a todos y que haga uso del artículo 63» le dije. Nunca me creí nada. Zapatero se va este lunes haciendo la digestión de una comida en Palacio, con una entrevista en el ABC y pintando menos en Europa, en España y en su partido que Maximino en Haro. Así ha acabado el Obama español, el de la conjunción estelar que dijo Leire Pajín.

También se va Javier Rojo y su equipo. Con ellos he trabajado codo a codo estos últimos ocho años. Rojo había sido antes vicepresidente y senador por Araba. No se distingue precisamente por su vasquismo pero si por su socialismo de aparato. Y ha sido otro de los que a cuenta del sentido de estado les ha reído las gracias al rey y a la familia irreal todas las morisquetas habidas y por haber. En su descargo, decir que ha tratado de hacer cosas, que es un político que lleva este veneno en la sangre, que es apasionado y que será un desperdicio que su capital humano y político no sea utilizado en temas institucionales por el sectarismo que supone esa frase de «ahora les toca a los míos». También se le recuerda por aquel grito: “¿Dónde estás Ibarretxe?”.

El martes estuvo en el palco. Me acordé, cuando le vi, de como hace cuatro y ocho años allí estuvo su familia, Patxi López y dirigentes socialistas. Este martes estaba solo con el bilbaíno Laborda y con Barredo. «Estamos ya en el cuadro» me dijo. Los abrazos eran para Pío García Escudero y su familia. Y luego me despedí de uno de sus fieles colaboradores como lo ha sido Paco Peña, un antiguo secretario de estado, burgalés y al que llamábamos Paco España, pues era el defensor de las esencias hispanas en el Ministerio de Administraciones Públicas y con quien Juan Ramón Gebara, Txabi Balza y Mikel Legarda tenían que pelearse hasta por una coma. Pero es un buen tipo en lo personal, lo mismo que el seguidor de la Real Sociedad, Dani, que ha sido su jefe de prensa y Eli Fernández, su jefa de gabinete, que vuelve a Ferraz. Allí estaban los cuatro y era toda una alegría del poder verles abandonar aquella casa donde han sido la referencia y el mando supremo ocho años. Nada se movía sin que lo supieran, hasta que un buen día, en el salón de sesiones, una mayoría eligió a otros. Así es la democracia pero así es también la dureza de la vida. Sic transit gloriae mundi. Yo, sinceramente, lamento estas despedidas. La política es una trituradora, y dentro de poco, Rojo en un cuadro y los demás, ni eso. Ni en el marco.

Veremos que hace Pio García Escudero ahora y si en el Foro Parlamentario Iberoamericano tiene la misma mano que le ponía Rojo que puede jactarse de que en su mandato aquella iniciativa se puso en marcha con acierto y dedicación.

Y tengo que decir que me ha gustado la fotografía de Amaiur en el Congreso. Allí estaban los siete, o los seis diputados y los tres senadores. Son diez. Como nosotros. Cinco en el Congreso, cinco en el senado. La diferencia es que ellos se fotografían juntos. Da imagen de fuerza. Eso es lo que quería Ajuriaguerra, pero…

En la sesión de constitución me acerqué en el salón donde estaban sentados los senadores de Amaiur y les dije que en aquella sala y bajo la dictadura se reunía el Consejo Nacional del Movimiento y que debajo del pebetero de la presidencia quedaba todavía un mosaico de la época falangista de la que nadie habla.

Transcurrida la sesión hablamos en el pasillo. Seguramente estaremos, ellos y nosotros, en el piso cuarto y en ese mismo pasillo. Son tres. Uno de Donostia-San Sebastian, Urko Aiartza que me dijo era de la calle 31 de agosto donostiarra. Le dije que mi aitona era de la calle Campanario. Otro de Eibar, Alberto Unamunzaga y sin embargo de la Real Sociedad y  Amalur Mendizabal de Anoeta aunque viva en Tolosa.  Hablamos un poco de todo y les enseñé la figura de Sabino que teníamos en el despacho. «Le faltan las velas» me dijo Urko. «Se las pondremos».

No creo que tengamos grandes diferencias en el día a día, aunque hubiéramos prometido ese día de forma diferente. Nosotros en euskera diciendo simplemente que prometíamos y ellos por Imperativo legal. Jamás he prometido con la fórmula del Imperativo Legal así como jamás lo hizo ni Juan de Ajuriaguerra ni Xabier Arzalluz. ¿Íbamos a cambiar porque viene Amaiur?. ¡Que aprendan de nosotros!, y que también pongan velas a Sabino.

Agenda de un Senador (15)

Lunes 12 y martes 13 de diciembre 2011

Rajoy se reunió consigo mismo – Posada estuvo en Gernika – Pío veraneaba en Biarritz – Una hora con Benegas – Promesas en Euskera – El escándalo de Urdangarin – Nadie en la Mesa.

Comenzaron a moverse las cosas. Rajoy se reunió consigo mismo y el lunes hizo público sus candidatos a la presidencia del Congreso y del Senado. No  fueron elegidos  por  los diputados y senadores del PP, sino  por él, ante Dios y ante la historia. La democracia orgánica en estado puro. El dedo mágico caído del cielo.

Jesús Posada es un viejo conocido. Como ministro de Administraciones Públicas representó al gobierno de Aznar en la toma de posesión en Gernika del primer gobierno  Ibarretxe. Y la fórmula del Juramento y la ceremonia le entusiasmaron. Siempre me lo recuerda. Y éste verano, en una cena en Segovia, en una boda, compartimos mesa y mantel. Es un bon vivant que no lo hará mal. A Aznar le dijo un día: menos Siria y más Soria. En el caso del  nuevo  presidente del Senado, Pío García Escudero es otro viejo rockero muy conocido. Arquitecto, se peleó con Esperanza Aguirre y no estaba de acuerdo con los modos utilizados por Aznar en su gobierno. Veraneante de Biarritz, conoció a Julio Jauregui y a varios   nacionalistas de aquellos años. No es dogmático. Cuando sonaba su nombre  para el cargo le mandamos un sms: ”Acuérdate de nosotros cuando estés en el Paraiso”. ”Dios proveerá “fue su respuesta. En aquellos momentos Rajoy no le había dicho nada. Lo hizo el domingo por la noche. Pero Dios no ha provisto nada para nosotros. Ni un puesto en la Mesa del Congreso, ni un puesto en la Mesa del Senado. Nada con sifón. Mayoría absolutísima. Sí en cambio a CIU. En el Congreso y en el Senado. En el pasado tanto el PSOE como el PP, nos han hecho un hueco. Olabarria, Txabarri y Beloki estuvieron en la Mesa del Congreso. Gaminde y quien esto escribe, en la del Senado. Pero vienen con hambre de mayoría absoluta. Y de no dejar espacios sin cubrir. La España plural.

Este lunes viajamos todos a Madrid. El viento no era el mejor aliado  para dejarlo todo para el martes y trece. En mi vuelo viajaban los diputados Olabarria, Tapia y Esteban que llegaron y salieron escopeteados. Y yo, a las siete, a los estudios de la  SER en la Gran Vía. Una hora con Benegas. Hablamos de Mesas y Presidencias. Y del tema del día: Urdangarin. Les  recordé cómo todo eso lo dije y escribí hacía  cuatro años y me miraban por encima del hombro y ahora, con todo patas arriba, tarde y mal, nos anuncian transparencia. Lo pide un parlamentario en solitario y ni caso. Hace falta que se descubra parte de la corrupción de esa Casa Irreal, para que las cosas se muevan. Pero el asunto es gordísimo. Para propiciar la llegada de la República. Y no solo por la conducta del yerno.

Y a la noche, como hacía cuatro años, nos fuimos a cenar al Teatriz  para comentar lo que hacer al día siguiente. Del Congreso nos avisaron iban a prometer “por Imperativo Legal”. Nosotros lo discutimos y decidimos. Ni Ajuriaguerra, ni Arzalluz, ni Unzueta, ni Renobales habían cambiado su promesa o juramento por HB y ¿por qué lo íbamos a hacer nosotros?. ¿Por qué Amaiur se hacía presente y utilizaba lo del Imperativo legal?. ¡Pero si todo es Imperativo Legal!. ¿Nos va a condicionar tanto Amaiur?. Pues no. Eso sí. Lo íbamos a hacer en euskera. Y así quedamos. Y en el Congreso nuestros compañeros  que, libremente hicieran lo que consideraban conveniente.

El martes y trece todas las portadas se las llevaban los candidatos a las presidencias y el yerno del rey y su inmenso escándalo, junto a  un encuentro de unos treinta periodistas, Deia excluida, con el Jefe de la casa Real, Spotorno. Y el muy encubridor decía que la conducta de Urdangarin no había sido ejemplar”. ¿Y la del suegro esperando que todo este potaje estallara  y esperando además que nunca estallaría encubriéndolo  todo?.

 Y a las diez de la mañana  todos  en el viejo hemiciclo del Senado. Como colegiales. El del estilo inglés, con el gobierno y la oposición enfrentados, con los ex presidentes Laborda, Rojo y Barredo en la tribuna, junto a los familiares de Pío García Escudero. ”Ya formamos parte del cuadro” nos comentaron los ex presidentes. ”Somos historia”. Me imagino el cosquilleo estomacal de Rojo que al parecer está a tope con la candidatura de Pérez Rubalcaba para el congreso del PSOE, lo mismo que Benegas. No tienen banquillo y Carme Chacón asusta a los andaluces.

Saludamos a José Montilla, al que tuvimos al lado. De President de la Generalitá a simple senador junto a Joan Saura que fue su Conseller de Gobernación. Y muchos abrazos. De todos. Como en el Colegio, aunque no conociéramos a casi nadie. Entre que el PSOE se ha quedado en los huesos y el PP ha crecido como  un gigante, los viejos conocidos eran ya la rara excepción.

Afortunadamente los de CIU nos  reservaron un lugar con ellos en uno de los fondos del hemiciclo y allí hemos estado todos. Primeramente pasándonos lista. Luego votando al Presidente (nosotros en blanco), luego a los dos vicepresidentes y finalmente a los cuatro secretarios. A Pío, en broma, le pedí la quinta secretaría. Con voto ponderado. Y finalmente, prometiendo la Constitución. Nosotros en euskera diciendo BAI, HITZA EMATEN DUT. Y como era en orden alfabético me ha tocado a mí el primero del Grupo Vasco (le hemos cambiado el nombre de nacionalistas Vascos a Grupo Vasco) decir esto. El nuevo presidente se ha quedado extrañado  cuando he empezado con mi Bai… y casi sin saber qué hacer. Luego, tras finalizar la sesión, me ha dicho, no sé si en broma, que ha estado a punto de no admitirme la fórmula. Y como hemos prometido en euskera, los dos de Amaiaur que quedaban han dicho lo del Imperativo legal, que lo había dicho en castellano un donostiarra, son los tres de Gipuzkoa, lo han dicho en euskera. Y así los cinco. Y después las palabras del nuevo Presidente que han estado equilibradas y habrá que guardar. Solo ha utilizado el eskerrik asko en euskera y lo mismo en gallego y en catalán. No se ha herniado. Pero el discurso ha estado bien. El presidente de edad había sido Alejandro Muñoz Alonso. Otro viejo conocido.

Y como todo este complicado engranaje ha durado desde las diez a la una, ha habido tiempo para todo. Para sacarnos fotos y yo para vender lotería de Matiko. Había ido a la sesión con la idea de vendérsela a mis compañeros y cuando me han visto con el talonario, socialistas,  populares, catalanes y del mixto me compraban lotería del batzoki de Matiko y me ha faltado muy poco para vender todo el talonario. De tal  manera que cuando he llegado a Bilbao he pasado por el Batzoki todo ufano con mis euros y el trabajo casi hecho.

He saludado a Marta Domínguez y a Abel Antón, los corredores fichados por el PP. A Rabanera que sube de la secretaría cuarta a la segunda y que me ha dicho que la víspera en la Junta del PP había estado con Pedro Sanz, el presidente de la Rioja que le dijo de mi de todo menos bonito. Con Yolanda Vicente la nueva vicepresidenta socialista en sustitución del catalán Isidre Molas. Esta es una joven de Andoain que vive en Vitoria-Gasteiz y que es una buena compañera. Y con Carmen Alborch que repite como secretaria y con el andaluz Matías Conde, hombre de Arenas, que nos tiene simpatía y al catalán de Unió, Manel Plana, de nuevo y que sustituye a Eva Parera, le hemos dicho que no había nada personal pero el EBB había decidido votar a todos los de la Mesa  en blanco. Nadie nos había consultado nada, pues nada hacíamos por nadie. Si hubiera habido algún riesgo de que el de Unió no saliera, hubiéramos votado a favor de él.

Mientras, hablábamos con el Grupo Socialista para formar Grupo Parlamentario. En el Senado, y no sé por qué, hacen falta diez senadores para lograrlo y siempre nos prestan cinco senadores desde  el partido socialista. En este caso  han sido Aurelio Abreu de Tenerife, Arcadio Díaz de Gran Canaria, Ander Gil de Burgos, Ramón Molina de Murcia e Inmaculada Cruz Salcedo de Cuenca. Parece que en la reunión previa han pedido voluntarios y entre varios han elegido a estos tras decir que les debemos una cena. La haremos en enero.

A Roberto Lertxundi le hemos dado el pésame por el fallecimiento de su ama y a Joan Sabaté, por el de su hijo. Debía ser un montañero entusiasta y se le rompió la cuerda. Terrible. Y he saludado a Juan Alberto Belloch, hoy alcalde de Zaragoza, que vuelve a sus antiguos predios parlamentarios madrileños. Me ha saludado muy cortésmente el nuevo senador por Araba, Ibarrondo así como la senadora por Bizkaia, Juana Iturmendi. Repite el senador de Iniciativa Per Catalunya Jordi Guillot que ha ido con su mujer e hijo y es un tipo estupendo que presidió la Comisión de Cooperación en la legislatura anterior y el zamorano del PP, Dionisio García Carnero, que tiene ganas de darse una vuelta por Bilbao y con el que hacemos muy buenas migas. Los catalanes de CIU han pasado de ocho a trece. Y el PSOE se ha quedado en 66. En chasis.

Ha pasado del Congreso al Senado la vallisoletana Ana Torme y sigue por Bizkaia Dimas Sañudo, no así Lentxu Rubial. Hemos saludado a un viejo amigo de Álvarez Cascos, Isidoro Fernández Rozada con quien he compartido legislaturas en el Congreso y Senado  y, antes de la sesión han aparecido dos antiguos senadores que ya no repetían como Carracao y Maldonado. El ex presidente de Asturias, Álvarez Areces estaba extrañado de lo que duraba la sesión y Joan Lerma, el valenciano nos  ha venido  a saludar cariñoso… Y seguiría pero parece una crónica de negritas. Nuestros nuevos senadores, Martínez y Cazalis se lo han pasado bomba. Y al final hemos recogido La tableta. En definitiva  esto es resumidamente lo que ha sido. Pero todo eso basado en que Rajoy se había reunido consigo mismo y  lo había decidido todo y  por esta razón allí estuvimos  el martes y trece de 2011 la mayoría a favor y  pocos en blanco, casi trescientas personas girando alrededor de su decisión y de su dedo mágico. En fin.

Ese día nuestra secretaria Idoia Uranga cumplía treinta años de trabajo en el Grupo. Se las sabe todas. Empezó en los tiempos de Mitxel Unzueta. ¡No ha llovido desde entonces!.