Comienza la semana Urdangarin

Viernes 17 de febrero de 2012

El sábado 25 Iñaki Urdangarin ha de comparecer ante el juez Castro en Mallorca, cerca del Palacio de Marivent donde ha pasado plácidas vacaciones y desde donde montó su jugoso Instituto Nóos.

De momento el imputado es él aunque su esposa Cristina no ha sido tocada ni con el pétalo de una rosa y pide la dejen vivir tranquila. Ojalá se lo hubiera dicho a su marido a tiempo porque así como Felipe González, siendo presidente del gobierno, se enteró del Gal por el periódico, esta señora ni por eso, siendo socia de su marido a partes iguales.

Veremos si Urdangarin entra en coche y si dejan grabar lo que dice. Será un dato para comprobar si lo que dijo el rey la noche del 24 de diciembre de que todos somos iguales ante la ley (menos él), es verdad o tratarán de buscar defectos de forma para cargarse el juicio. No le veo a Urdangarin en la cárcel.

El pasado miércoles por la noche en TV-3, se emitió el programa «Monarquía o República» que estaba en el refrigerador y ha hecho falta que entallara el caso Urdangarin para que al calor del hecho hayan permitido su visión.

Recuerdo como me vino un equipo dirigido por Montse Amengou a Sabin Etxea y de cómo fui clarito sobre lo que pensaba de esta institución. Y aparezco hablando del grito de Rodríguez de Valcarce, del 23-F, de como la democracia hubiera llegado a España, sin necesidad del rey, de los gastos y de la aceptación dé la corona, cerrando el documental cuando digo que este tipo de programas abren camino. Y me llamó Iñigo Landa diciendo que en Catalunya había tenido una notable acogida y que en twitter había arrasado. No está mal.

Estamos pues ante la semana Urdangarin. Gentes que leyeron mi libro «Una Monarquía protegida por la censura” me dicen ahora que tuve razón cuando planteé lo que planteé. Nunca es tarde. Y hasta del Express de Francia están interesados en que se hable de ésto lo que me indica que no sólo la prensa española sino la europea y la internacional van a estar muy pendientes del juicio.

¿Monarquía o República?

Como digo tras el choque deportivo Milan-Arsenal, TV-3 se emitió este miércoles por fin otro tipo de enfrentamiento, ¿Monarquía o República?, reportaje que plantea la peliaguda confrontación dialéctica entre dos formas antagónicas de entender el juego de la política. La tele catalana ya anunció su emisión hace dos años, pero optó por congelarlo porque requería «un enfoque distinto», según explicó en el 2010 la directora de TVC, Mónica Terribas. Y como parece ser que ya está bien enfocado, TV-3 lo ofreció el miércoles (justo el mismo día que en el Parlament se aprobó la reforma de la ley audiovisual), pese a las quejas del PP, que no considera que sea el momento más oportuno para plantear a la audiencia catalana este tipo de reflexiones de alto calado político. Horas antes de su emisión, el portavoz adjunto del PPC Santi Rodríguez volvió a la carga: «El reportaje tiene una clara intencionalidad política que no se corresponde con la función de una televisión pública», y anunció que no descarta reclamar «responsabilidades una vez conocido el contenido».

Dirigido por Montse Armengou y Ricard Belis (Els nens perduts del franquisme, Les fosses del silenci, El comboi deis 927…), esta última versión «bien enfocada» de ¿Monarquía o República? (de la primera no se filtró ni un frame) analiza el debate entre ambas opciones a partir de la reinstauración de la monarquía parlamentaria, que diseñó el dictador Francisco Franco. Así, la producción presenta un gran terreno de juego, España. En este estadio se enfrentan dos selecciones, la monárquica y la republicana, en las que están encuadrados finos estilistas de ambas formas de gobierno. A la derecha, Luis María Ansón, Sabino Fernández Campo (ya fallecido), Paul Presten, Nicolás Franco, Simeón II de Bulgaria (que fue primer ministro en un gobierno republicano), Aleix Vidal-Quadras, Gregorio Peces-Barba, Santiago Carrillo, Jaime Peñafiel, y en la República, Joan Tardá, Iñaki Anasagasti, Héctor López Bofill, Josep María Terricabras, José Antonio Barroso, Amadeo Martínez Inglés, Toni Albá… Unos y otros exponen sin tapujos, pero con respeto (Tardá no lanza de nuevo su famoso «Mort al Borbó!»), las razones por las que consideran que su forma de gobierno es la mejor para estar en la cabeza de la clasificación de la democracia.

Amistades peligrosas

La producción de TV-3 sigue un cierto orden cronológico, desde la Segunda República hasta la actualidad, un recorrido que se va trufando con las declaraciones, opiniones y recuerdos de monárquicos y republicanos, con un equilibrio en las intervenciones de unos y otros. Todo parece cronometrado aunque no deja de sorprender (por romper el tono de los discursos) la intervención de un niño, en la primera parte del reportaje, que define a Juan Carlos como «un rey mago que intenta hacer felices a todos los españoles». Era uno de los participantes del concurso infantil ¿Qué es un rey?, que organizó el monárquico catalán Rafael Guardans Cambó. Pero el material sensible y menos entrañable del reportaje se aborda en su segunda parte (que se emite tras una breve pausa a partir de la medianoche), en el que se plantean temas tan calientes como las cuentas de la Casa Real («Se ha de ser vulgar para pedir estas cosas», dice Vidal Quadras), la fortuna privada del Rey, sus amistades peligrosas (Mario Conde, José María Ruiz Mateos y Javier de la Rosa se negaron a hablar para el reportaje) y la incuestionabilidad de su figura, ejemplificando este apartado en el humor (imágenes de Persones humanes, Polonia y de la portada de El Jueves con los Príncipes copulando), la quema de sus fotografías… Según dije yo: «Si hubiera libertad de prensa, la monarquía tendría fecha de caducidad (…), pero sigue siendo un tema tabú».

Argumentos

«Entre los países más libres del mundo, socialmente más justos, económicamente más desarrollados, culturalmente más progresistas, están las monarquías parlamentarias». Este es uno de los razonados remates que lanza Ansón en el reportaje, que rechaza con contundencia Antonio Romero, coordinador de la Red de Municipios por la Tercera República: «Un Estado no se puede heredar como un cortijo». Tardá también aprovecha el partido para lanzar uno de sus habituales pases al hueco: «Si eres independentista, no puedes ser monárquico: necesariamente has de ser republicano». Josep María Terricabras opta por pensar antes de lanzar el balón hacia al futuro: «¿Queremos plantear seriamente que la monarquía es una forma de gobierno, o pensamos que es el final de la transición franquista, y por lo tanto hemos de volver a hablar?»

Animaciones

En el aspecto estrictamente televisivo, a destacar la utilización en el reportaje de las atractivas, originales y hasta divertidas animaciones y caricaturas de Jaume Capdevila, Kap (que también interviene), y de Pep Presas, que ilustran y dan una necesaria agilidad visual a un tema ya de por sí bastante abstracto. Un recurso que ya se utilizó, y sorprendió por su originalidad (los clicks de Playmobil), en otro reportaje polémico, de los que por ahora solo se atreve a plantear TV-3: Adéu, Espanya? (2010)

Precisamente en el 2010, cuando, en principio, se debía estrenar el reportaje Monarquía o República?, (por lo que no aparece el caso Urdangarín), uno de sus autores, Armengou, ya comentó que la monarquía «sigue siendo un tema tabú». Dos años después, Armengou no ha querido hacer declaraciones, pero sí se ha emitido el primer reportaje en la historia de España (y en una tele catalana y catalanista) que reflexiona sobre la monarquía y la república. La pelota de este partido -que dura siglos- sigue en el aire.

Ojalá lo pasaran por ETB

http://www.tv3.cat/videos/3951590/Monarquia-o-republica

3 comentarios en «Comienza la semana Urdangarin»

  1. De su extenso comentario me quedo con un elemento:
    – el juicio a Iñaki Urdangarín, marido de una hija del Jefe del Estado, va a ser un buen momento para conocer hasta donde está consolidado en España el principio de igualdad ante la ley.
    Y ello, no por si entra en coche o andando, ni por si se graban o no las intervenciones del imputado Urdangarín, si no porque el proceso se desarrolle conforme a derecho, conforme a las previsiones procesales y bajo la dirección y el criterio del juez y no bajo la presión mediática.

    La otra cuestión que a mí me reclamará la atención en las próximas semanas se refiere al desarrollo del desafío lanzado por el independentismo escocés a la actual estructura política del Reino Unido. He leído el artículo de Henry Kamen en El Mundo del jueves 16/2/2012, titulado » Escocia: ¿fin del Reino Unido?» y he de decirle, Senador, que es una de las cosas más sensatas y prudentes que he leído sobre ese asunto.
    Ya hace muchos años que una persona tan ponderada y tan bien informada como Peter Leuprecht, secretario general adjunto del Consejo de Europa en aquel momento, alertaba en el Colegio de Abogados de Barcelona sobre uno de los peligros que amenazaban a Europa ya y que iban a crearle más problemas en lo sucesivo: «el nacionalismo identitario exacerbado». Me pareció, ya entonces, un diagnóstico certero y oportuno el que nos hizo el profesor Leuprecht, ante la entonces Consejera de Justicia del gobierno autonómico catalán y hoy presidenta del aquel Parlamento autonómico, Nuria de Gispert.
    Hoy, cuando nuestros nacionalistas identitarios más exacerbados (y muchos de los no tan exacerbados) han digerido, mal que bien, el retroceso del independentismo en Quebec y la clara doctrina del Tribunal Supremo de Canadá sobre los requisitos y las implicaciones para una hipotética secesión de la Federación, nuestros nacionalistas vuelven su mirada hacia el discurso de Alex Salmond y su Pàrtaidh Nàiseanta na h-Alba.

    Sostengo la opinión de que unir ofrece más ventajas que dividir. Sólo el tiempo hará ver hasta que punto es una opinión fundada pero, mientras tanto, lo que no va a contribuir en nada a que modifique mi opinión es la ausencia de toda explicación convincente de los nacionalistas sobre las hipotéticas ventajas que para una persona de la calle tendría, en el País Vasco, en Cataluña, en Escocia o en Quebéc, la secesión.
    Sí son claras las ventajas para la elite dominante en esos «nuevos Estados» aunque tampoco se refieran a ellas explícitamente, pero no veo por parte alguna las que podrían recaer sobre el pueblo llano. Las apelaciones que se hacen a la emotividad basada en la lengua, en la defensa de las tradiciones y de las antiguas leyes, en la defensa de lo autóctono frente a lo llegado de fuera, no pasan de ser – en mi modo de entender el asunto – más que apelaciones a la irracionalidad, al inmovilismo y a la endogamia, enmascaradas en el muy llamativo y movilizador «derecho a decidir».

    Y no minusvaloro la fuerza que pueda tener la irracionalidad en el ámbito de lo político, no.

    Un pero le hago al artículo del sesudo historiador que es Kamen y es el de que la Carta de las Naciones Unidas consagró el derecho a la libre determinación DE LOS PUEBLOS SOMETIDOS A RÉGIMEN COLONIAL y el profesor Kamen parece haber pasado por alto ese detalle, no menor, de que «el derecho a la libre determinación» fue formulado para poner fin al colonialismo, no para invocarlo como ariete para la desintegración de un Estado.

    ¿Quiere ello decir que niego la posibilidad de alterar la configuración de cualquier Estado por vía de secesión? No,en absoluto. Hay casos bien recientes que confirman a la secesión como un medio de creación de un nuevo Estado, viable o no.
    Lo que sí sostengo son dos cosas:
    Primera: Que no es la invocación de un derecho lo determinante para su vigencia, supuesto que tal derecho sea reconocido. Ello vale también para el invocado «derecho a la libre determinación».
    Segunda: Que la secesión no es sólo – ni fundamentalmente – un asunto de los que se quieren separar, si no de cuantos resultan afectados por tal pretensión.

    Saludos y a disfrutar del Carnaval, Senador.

  2. Es un hecho patente y demostrado que esa igualdad de la que hablas no existe en España. Podemos recordar casos como el del Sr. Botin, el de los Albertos, el de Campanario, etc. un sin fin de casos que todos hemos visto como se sientan en el banquillo y salen impolutos, limpios, reforzados y reafirmados en su inocencia, riendose de todos, algunos incluso nunca se acaban sentando en el banquillo, es impresionante que en un Estado de Derecho, como nos gusta llamarlo, ocurran este tipo de situaciones dignas de Repúblicas Bananeras, bueno, ni eso, creo que la situacion es peor aún.

    El oráculo nos dice a todos que el Sr. Urdangarin va a salir de rositas de todo este embrollo, con independencia de lo que sea realmente justo de pleno derecho.

    En estos tiempos recuerdo a mi abuelo, él era republicano, nunca le hice mucho caso en estas lides, pero la verdad es que lo recuerdo mucho, en especial sobre su firme idea de que desconfiara de la Monarquía en este país..

  3. Hemos llegado a 2017. Hoy es ya 20-N y mientras pasan en RTVE un reportaje sobre Rodin, genial escultor y excepcional cínico para mi, llego de nuevo a esta entrada en el blog del muy nacionalista exSenador peneuvista Iñaki Anasagasti.
    Me ha llevado hasta aquí una busquedaen Google sobre dos personas, la cínica y fanática nacionalista catalaia Nuriade Gispert y mi admirado profesor austríaco, hoy residente en Canadá, Peter Leuprecht.

    Seguir con ese lío más tarde. Ahora voy a centrareme en el comentario-pronòstico de Rosa Vera García.
    Erro’ sobre Urdanfarin: no se ha ido de rosiras aunque si lo h hecho la hermana del Rey Felipe VI.

    Voy a revisar datos antiguos y tratar de ordenarlos y poner los en relación con la situación política actual en Cataluña. Hay trabajo por delante, también lo entienden así desde Rusia y desde la orilla sur de esta parte del Mediterráneo.

    ¿No es cierto, señor Anasagasti?

    Salud y saludos.

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