Aquella viñeta de Mingote

Miércoles 4 de abril de 2012

Cuando alguien fallece es normal que se guarde el debido respeto. Y yo lo tengo hacia Antonio Mingote fallecido ayer en Madrid a los 93 años. Un hombre que no dejó de trabajar todos los días de su vida, un artista, un meritorio dibujante y humorista, un académico, un doctor “Honoris Causa”,  un buen español.

Por eso no me ha gustado la referencia que de él hace Raúl del Pozo en su columna diaria en EI Mundo, escribiendo que fue un alférez provisional que como decía Cela se lo pasó muy bien en la guerra. Menudo comentario.

Pero a la hora del adiós no está de más recordar que el nacionalismo vasco no era precisamente lo que más admiraba. Todo lo contrario. Se cuentan por docenas las caricaturas que publicó contra Arzalluz, contra Ibarretxe y contra diversos nacionalistas, entre los que me encuentro. De acuerdo. Simple libertad de expresión en un periódico de derechas de toda la vida. Lo respeto.

Lo que fue imperdonable fue aquella viñeta que sacó a cuenta de la campaña que la entonces Consejera del Departamento de Comercio y Turismo, Rosa Díez, que ésta había puesto en circulación con el logrado mensaje de “Ven y Cuéntalo”. Se trataba de venir a Euzkadi y contar lo que se veía y con eso bastaba. Era muy buena campaña.

Sin embargo, Mingote aprovechó el «Ven y Cuéntalo» para dibujar un comentario sangrante donde se veía a una señora herida tras un atentado en la playa de La Arena. Un extraño atentado por cierto. Y no se le ocurrió mejor idea que utilizar tan macabro motivo, ajeno a todo lo institucional vasco, para ir contra aquella campaña. La consejera Díez, que no pensaba como piensa ahora, se querelló contra el ABC y contra Mingote “por agresión contra la Comunidad Autónoma, negligencia e imprudencia”. Fue en 1994 bajo el gobierno del Lehendakari Ardanza. La querella no prosperó.

No estuvo acertado Don Antonio en aquella oportunidad. Pero nunca se arrepintió por ello. Conviene recordar estas cosas a la hora de hacer balance de toda una vida.

El colmo. Se impone la cursilada de Anson sobre Don Juan III

Martes 3 de abril de 2012

Este pasado domingo, en su página en El Mundo, “Otras Voces» Luis María Anson escribía lo siguiente:

“Señor…

“Por decisión de vuestro hijo, el Rey Juan Carlos I, en el sarcófago de Vuestra Majestad en el Panteón de Reyes del Monasterio del Escorial figura ya este rótulo: loannes III, Comes Barcinonae. Juan III, Conde de Barcelona. Era una cuestión de justicia histórica. Carlos Seco Serrano afirmó en su día que Vuestra Majestad “debía pasar a la Historia como Juan III”. El gran historiador ha acumulado un prestigio que nadie cuestiona. El informe al que me refiero lo presentó ante el pleno de la Real Academia de la Historia, de la que es miembro relevante.

“Entre las urnas de vuestro padre, el Rey Alfonso XIII, y de vuestra madre, la Reina Victoria Eugenia, sobre la puerta de entrada del Panteón, ha quedado el sarcófago de Vuestra Majestad, rotulado loannes III, Comes Barcinonae.

“Me comprometí también a pelear por V.M. porque V.M. fuera enterrado, con el nombre de Juan III en el Panteón de Reyes del Monasterio del Escorial. He dedicado a este asunto medio centenar de artículos e infinidad de gestiones y tengo ahora la satisfacción inmensa de que el Rey Juan Carlos I haya dispuesto que se atienda a la justicia histórica. Nicolás Martínez-Fresno contribuyó con eficacia a que se cumplieran las órdenes del Rey.

“Así es que, misión ya íntegramente cumplida, acudí como todos los años al Monasterio.

“Deposité como siempre flores rojas y amarillas ante V.M. Diecinueve años ya, Señor. Diecinueve años en que, sin faltar uno solo, he acudido al Monasterio para rezar, ante la tumba de V.M.

“Vuestra Majestad puede sentirse satisfecho, como lo estoy yo, cumplida ya, en todos sus aspectos, la misión que me encomendó en la clínica pamplonesa con el cáncer enroscado a la garganta y la satisfacción indisimulada por la obra del hijo querido, Juan Carlos I. Y también con preocupación por el futuro de la patria: “Veo a España mal, algo desgarrada y con su unidad amenazada”, declaró V.M. a los periodistas Javier Errea y Santi Mendive, en octubre de 1992, pocos meses antes de morir.

Mi opinión

Es decir, a un señor que no fue rey porque su padre Alfonso XIII no solo fue mandado al exilio en 1931 antes de que se pusiera el sol, sino que él y su familia fueron despojados en acto parlamentario en noviembre de 1931 de todos sus títulos, propiedades y derechos. A un señor que nunca trabajó en su vida. A un señor que se ofreció a los militares sublevados para ayudar a vencer al legítimo gobierno de la República, a un señor que se llevó el berrinche de su vida cuando se enteró de que Franco había designado a dedo a su hijo no para restaurar la monarquía sino para instaurarla, a un señor que jamás de los jamases fue rey de España, a ese señor, con la argumentación que hemos transcrito, le escriben en El Escorial que fue rey y que se llamó Juan III. Ridículo, falso, absurdo, cursi, y un atentado contra la historia es ésta prevaricación hecha por el hijo que traicionó al padre, por el gobierno que lo ha permitido, y por todos estos Ansones que creen que por poner una falsedad en un sepulcro cambian de esta manera la historia aunque todo queda para curiosidad de los turistas.

Mejor hubiera escrito Luis M. Anson sobre este hecho contando la Verdad. Que Juan de Borbón nunca fue rey porque Franco no quiso, porque era hijo de un rey destronado y porque su hijo le traicionó. Esa es la verdadera historia y no éste atentado al buen gusto y al pasado reciente.

Siguiendo al Athletic

Lunes 2 de abril de 2012

Josep Maldonado, dirigente de Convergencia, recibirá de nuevo su acta de senador catalán y prometerá su cargo el diez de abril en el pleno. Ha sido diputado y senador, director de deportes de la Generalitá y presidente de una ONG que se ocupa de fomentar el deporte en África. A tal efecto, durante, todos los meses de agosto desaparece y aparece o en Burkina Faso, o en Mozambique o como este año en Swazilandia. Les ayuda a los chavales con equipamientos, balones, campos, instalaciones y en diciembre organiza una cena solidaria donde acude todo lo que se mueve en Catalunya en el ámbito deportivo. Y me suele invitar. EI pasado mes de diciembre allí estuve. El hombre es un crack.

Sabiendo que el Barça recibía al Athletic este pasado sábado y como es miembro de la Fundación del Barça, le llamé pidiéndole me comprara dos entradas. Una para mí y otra para Iker, mi chaval. Inmediatamente me las agenció y quedé en pagárselas. El Athletic llegaba castigado por el poco tiempo para la recuperación de su victoria contra el Schalke alemán por un increíble 2-4 y el Barça necesitaba una victoria en el Camp Nou para poder seguir aspirando a la Liga, pero como el Athletic se había distinguido por su juego bonito en Manchester y en Alemania, el partido prometía.

Llegamos a una Barcelona luminosa y llena de gente. La huelga del jueves y el inicio de la Semana Santa habían disparado las visitas a una ciudad espléndida que invitaba a pasearla y desde el hotel por la Gran Vía, paseo de Gracia, plaza de Catalunya y Ramblas llegamos al puerto y a Maremagnum donde vimos hasta una manifestación contra el gobierno sirio, mimos, dibujantes, de vez en cuando una camiseta del Athletic que saludaba con complicidad y muchísima gente por todas partes.

A las nueve estábamos con Maldonado a las puertas del estadio donde desde las 8:30 llegaba gente. Maldonado nos enseñó su localidad y el salón del club de veteranos donde bastantes de ellos seguían el partido Osasuna-Real Madrid y tras muchos saludos nos llevó al palco del Barça. En lugar de a una localidad a sitio tan preferente donde nos pusieron una pulsera de papel y empezamos a saludar, asimismo, al presidente del Barça, Sandro Roselll con quien hablamos del partido de Copa, con Jon Urrutia que estuvo muy amable, con Gurpegi y Aitor Larrazabal, con Amorrortu y Andoni Zubizarreta. Iker había jugado al fútbol con el hijo de Andoni y el chaval le preguntó por él. Nos saludó un antiguo presidente, Agustín Montal y el mítico Rexach y varios más.

Era el día del homenaje a Messi. Por allí andaba su familia. Desplegaron una gran pancarta en la que ponía: “Leo. Ets Unic. ¡Sos grande!”. Messi se ha convertido en el máximo goleador de la historia del Barcelona, suma ya 236 tantos, superando al mítico Cesar que hizo 232 y cuya viuda e hija teníamos allí y a quien la directiva, junto a la familia de Messi homenajeó regalándole un recuerdo en forma de bota. La pancarta tenía una dimensión gigantesca: 2.162 metros cuadrados que le dieron ánimos a la Pulga para meternos un muy dudoso gol de penalti que le pitaron a Javi Martínez.

El partido estuvo bien aunque el Athletic acusó el cansancio de tantas jornadas. «Iniesta re­vienta un buen partido» decía El País. Fue una lástima que Llorente, Muniain y Herrera no jugaran desde el principio. No es lo mismo salir con ellos que con Toquero, Ibai e Iñigo. Y tras esos dos goles la remontada fue imposible. «Los de Bielsa juegan con una intensidad animal y ocupan el piso con racionalidad». «Los rojiblancos, sin sus referentes de inicio, acusaron el cansancio de una semana demasiado movida» decía El Mundo. «Exhibición de fuerza y generosidad a pesar del cansancio» escribía Marca. «Partidazo de Javi Martínez que hizo gala de todas las cualidades que gusta a Guardiola» decía La Razón. «El Athletic de Bielsa dignifica la derrota». La Razón. La Vanguardia por su parte titulaba: «Un orgullo para el fútbol. El Barça se mantiene en la persecución al batir al Athletic en un duelo de lujo». «El Athletic obliga al Barça a hacer una demostración de calidad» decía El Periódico de Barcelona… fueron algunos de los titulares de los periódicos que hojee en el aeropuerto.

Una pena, pero hay que reconocer que de seguir así el Athletic irá consolidando una referencia no solo futbolística. Que falta nos hace.

La nota triste era verle a un chaval en silla de ruedas, desahuciado, cuya última voluntad antes de morir era verle a Messi. Y allí estaba rodeado de cariño. ¡Si eso sirviera para curarle!, pero no debe ser posible. Ha logrado sin embargo, hacerlo feliz. Que no es poco.