El nuevo cupo vasco reabre el debate del pacto fiscal

354.14Domingo 27 de abril de 2014

CiU pide un concierto económico equiparado al de Euzkadi.

Montoro elogia el cupo como fruto de «un hecho diferencial que no es un privilegio»

El debate sobre la [Enlace roto.] volvió el pasado día 27 a escena, dentro del Congreso de los Diputados, a raíz de la actualización del cupo vasco. Entre alusiones de distintos grupos parlamentarios al asunto, el diputado de CiU Josep Sánchez-Llibre retomó la reivindicación del pacto fiscal planteándolo como una legítima equiparación al Concierto Económico del País Vasco con perfecto encaje legal.

Antes de la intervención del parlamentario de Unió, fue llamativa la relación que entre el cupo vasco y las aspiraciones de financiación propia de Catalunya estableció el portavoz de Unión del Pueblo Navarro (UPN), partido hermano del PP hasta hace cinco años. Su representante, Carlos Salvador, se preguntó si no sería «útil y oportuno» aprovechar la aprobación del renovado Concierto Vasco para buscar para la Generalitat «una fórmula de corresponsabilidad institucional y económica similar a la que los regímenes forales contemplan». Salvador no citó expresamente a Catalunya, sino que optó por aludir a ella hablando de «las aspiraciones que hoy plantea alguna comunidad del régimen (fiscal) común». Y concluyó: «Ojalá encontremos una fórmula que haga compatible la diversidad y la unidad».

No menos llamativos resultaron los términos extremadamente positivos, podría decirse que cariñosos, con los que el ministro Cristóbal Montoro se refirió tanto al Concierto Vasco como al acuerdo alcanzado con las administraciones concernidas para renovarlo mediante la transferencia a Euskadi de siete nuevos impuestos creados en los últimos años. «Es un honor defender este proyecto», empezó Montoro, para luego subrayar las «peculiaridades únicas» de los fueros que generan el derecho del País Vasco a la fiscalidad propia. Se trata, recalcó, de «un hecho diferencial y no de un privilegio»; de un acuerdo alcanzado desde «el consenso, la vocación integradora y un auténtico sentido de Estado»; un convenio que «consolida la autonomía del País Vasco con el decidido apoyo del Gobierno». Y todo ello dentro de «un marco de absoluta normalidad institucional».

Sánchez-Llibre, por su parte, comenzó anunciando su respaldo a la renovación del Concierto. «¡Cómo no vamos a votar a favor, si en Catalunya estamos reivindicando algo similar desde hace años!», exclamó.

Añadió el parlamentario democristiano que, con vistas a «las reformas que próximamente van a plantearse» en el Congreso, sería oportuno tener en cuenta la inexistencia de impedimentos constitucionales a un pacto fiscal con Catalunya. La Carta Magna, precisó, «no establece ningún régimen fiscal obligatorio» para el Estado ni las comunidades autónomas. Así que «nada hay en la Constitución que impida otorgar a Catalunya un concierto o convenio económico diferenciado, como tienen el País Vasco y Navarra», insistió el diputado de CiU.

Sánchez-Llibre propuso que la «excepción» fiscal para los ciudadanos catalanes se establezca a través de una disposición adicional a la ley de Financiación de las Comunidades Autónomas, la Lofca, que sería la tercera al dedicarse la primera y la segunda a los conciertos con las comunidades forales. Y concluyó descartando un olvido del principio de solidaridad por el que Catalunya habría de contribuir a la mejora de regiones más desfavorecidas cuando disfrutara de excedentes de riqueza.

La renovación del Concierto se aprobó en lectura única, y sólo UPyD votó en contra.

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