Sábado 10 de diciembre de 2016
El Lehendakari Agirre en Nueva York (1941)
Recibo de Alicia este comentario del que destaco su ausencia de odio. Estamos a punto de recordar aquella masacre habida el 4 de enero de 1937, que el Lehendakari Agirre condenó y de la que se hizo responsable, aunque no tenía nada que ver en ella, pero como a Monzón le faltaron los reflejos suficientes, siendo como era el Consejero de Gobernación, para prevenirla, consideró que él debía responder por la misma.
Dice así:
LA TRAGEDIA DEL 4 DE ENERO DEL 37.
Mi padre fué hecho prisionero y llevado al Kursaal en San Sebastián el 23 de agosto de 1936, cuando tan solo tenía 17 años, trasladado al barco prisión Aranzazu Mendi el 8 de septiembre donde vivió el asesinato de su tío y sus dos primos de la familia Larrucea y llevado al Carmelo en Begoña el 13 de diciembre. Vivió el asalto el 4 de enero y se defendió de los que querían matarles. Conservo el testimonio escrito de uno de los compañeros que compartió y que vivió con el este horror. Conservo incluso la Biblia que leía mi padre durante su encierro, firmada por varios de sus compañeros. También tengo el documento de identidad de ex-cautivo que acreditan todas las fechas. Mi padre jamás me inculcó odio alguno hacia nadie a pesar de haber tenido sobrados motivos para hacerlo. Lamento que personas que ni de lejos han vivido semejante experiencia juzguen tan a la ligera y odien de tal manera. Me siento muy orgullosa de mi padre y doy gracias a Dios por haber sido su hija.
Alicia
YA EMPIEZAN CON EL TEMA DE LOS PRIVILEGIOS
Julio Llamazares es un escribidor español nacido en uno de los muchos pueblos desaparecidos de León. Escribe una columna en el diario español EL PAIS. Hoy comenta las negociaciones entre PP y PNV y las presuntas «concesiones» que van a suponer para los «vascos». Como muestra de su inteligencia compara el hecho con una familia en la que el padre diera más paga al hijo díscolo para tenerle contento. Siguiendo con su raciocinio de castellano viejo añade que lo que ganan los «vascos» lo pierden ellos. Para decir esto hay que ser muy inculto, algo que dudo por ser escritor. O hay que desconocer la realidad, algo que no cuadra si colabora en un diario.
O quizás hay que ser un hipócrita que promociona el odio a los vascos para compensar su frustración de nacionalista español arcaico, intolerante, tribal y mercenario. Si reclamar que Euskadi pueda ejercer las competencias que le roban o que le devuelvan el dinero pagado de más con el cupo es conseguir un trato de favor, ineluctablemente eres un sinvergüenza sin escrúpulos.
Negociar con mangantes es lo que tiene, que les pides que te devuelvan la cartera que te han sustraído y se hacen los locos. El Sr. Ortuzar tiene que valorar con quién llega a acuerdos, no sea que lloremos todos por las alegrías de otros. Mejor harían los castellanos viejos en recuperar lo que perdieron y no echar balones fuera y menos extender el odio, que ya hay bastante.
Nombre del comentarista: CAUSTICO